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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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sábado, 4 de diciembre de 2010

CRISIS GENERACIONAL, CRISIS EDUCACIONAL

La reciente visita del analista político internacional César Arias Quincot ha puesto en relieve algunas profundas deficiencias de la juventud universitaria actual frente a la realidad internacional y nacional, en un mundo de acceso rápido y amplio a la información local y mundial. La conversación sostenida por dicho analista con los jóvenes y los no pocos jóvenes presentes en sus diversas presentaciones tanto en la Universidad Privada del Norte como en la Alianza Francesa mostró las deficiencias sobre la información manejada por muchas de los asistentes o, en el peor de los casos, ninguna información. Esta situación se puede deber a muchos motivos. Sugiero algunos:


1) Escasa o nula formación escolar en los cursos de Ciencias Sociales. La reducción de horas en los colegios de las materias como Geografía e Historia, está pasando la factura a una juventud que conoce poco su región, país, continente y planeta. Además, los cambios gestados en los últimos años en ambas áreas, sea desde el área de la arqueología, la sociología, historia, geografía física y social, demandan una permanente capacitación a docentes y actualización de libros y textos virtuales.

2) La educación recibida en esta área es bastante deficitaria, tomando en cuenta el motivo expuesto anteriormente. Además, el desprecio como muchas veces se ve a los cursos mencionados (cursos de relleno) ha hecho que muchas direcciones de centros escolares del país hayan colocado a docentes de otras áreas en la enseñanza de estas materias. Es sabido que muchos docentes contratados especialistas en áreas como Lengua, Religión, Ciencias, Matemáticas e incluso Educación Física, se les asigne esos cursos para poder completar su carga horaria.

3) Ante lo anteriormente expuesto, muchas personas interesadas en estos temas desestiman seguir estas especializaciones por verlas, en efecto, como poco rentables y pocas posibilidades laborales. En mi vida como docente, me he topado con esta realidad; además he visto a diversas personas de sólida formación en estas áreas, pero con poca formación de metodologías de la enseñanza, trabajando en el dictado de clases con estrategias que muchas veces no eran las adecuadas para los niños, adolescentes e incluso jóvenes (universidad) y generaban repercusiones negativas sobre la percepción de los contenidos de estos nobles cursos.

4) Los currículos universitarios, cada vez más centrados en un raro sentido de productividad (cual institutos), han ido desechando paulatinamente estos cursos por verlos “poco rentables”. Hay que ver los currículos de las facultades de todas las universidades de nuestro país para constatar la desaparición de estos cursos, por lo que, adosado al problema de la educación escolar, el joven universitario tiene escaso o nulo conocimiento de su entelequia social y su espacio físico. Los temas hablados en clases para presentaciones de libros en mi curso de Lengua muestran una desesperante ignorancia de hechos históricos recientes como el caso Fujimori, el primer gobierno de Alan García, Sendero Luminoso y uno más remoto como la Guerra con Chile. El caso más patético es el de una alumna en una clase de nuestra Universidad haya conocido con mucha sorpresa que hubo alguna vez una guerra con Chile. Peor es la idea que el mundo (y en esto discrepo del dogma religioso) fue creado en 7 días, producto de una discusión que hubo en clase por un tema expuesto por una docente. Sé que se debe respetar las creencias religiosas, pero aseverar que el mundo demoró tan sólo 7 días de 24 horas en su creación torna alarmante la formación histórica y geográfica de nuestros jóvenes. Esgrimir temas dogmáticos como temas científicos en una universidad torna peligrosa la educación y envuelve a todos los integrantes de una institución educativa en una atmósfera fundamentalista, sea de pensamiento económico, político, cultural o religioso. Peor aún, si lo que se quiere de ellos es hacer líderes conscientes y responsables de su sociedad y su entorno físico, llamado como medio ambiente. Digo esto, ya que fundamentalismos de corte económico y político nos están acompañando en estos días con una única verdad “democrática” y no se tolera el pensamiento divergente.

5) El conocimiento de la realidad exige de todos y cada uno de sus actores una lectura diversa, con perspectivas que muchas veces pueden (y deben) ser diferentes a las dominantes, ya que con esas otras alternativas podemos formar seres humanos con mejores criterios para tomar futuras decisiones. Es interesante el retroceso (aunque aún pálido) de esa enseñanza “para la excelencia” de muchas universidades norteamericanas que se habían avocado en “adiestrar” a sus lumbreras en ser profesionales “de éxito” con poca formación académica de humanidades y ahora son autores, aún no sancionados, de la debacle económica del 2008. Lumbreras económicas, pero con un mínimo sentido ético o de responsabilidad de su entorno social. Es irónico que sus currículos hayan sido “maquillados” con la inclusión de algunos cursos desechados por poco rentables como ética, historias u otros, para reparar el daño generado a la humanidad. Si hay alguien a quien hay que reclamar de los tumbos económicos de nuestros días son a esas casas de estudios, que (y he aquí lo grave) son paradigmas educativos. Tienen aún el descaro de ofrecer estudios diversos a precios altísimos para los que quieren ser estudiantes “de éxito”.

6) La acreditación a la que aspiran las universidades (ahora ya va para los colegios además) exige un currículo con el retorno de muchos cursos de formación humanísticas y sociales para poder formar un espíritu, en teoría, más crítico, solidario, comprometido con su mundo y con él mismo (ya que el alumno no es un satélite o un ser exógeno social). Pero hay que ser cuidadosos que dicho espacio sea un verdadero espacio de discusión democrática, formación responsable y comprometida con los demás: tenemos una crisis social grave en ciernes y un deterioro de la calidad natural del planeta, entonces ¿no amerita estas contundentes variables replantear las cosas o seguiremos como islas de tu sociedad? Sólo basta ver los currículos de las universidades de nuestra sociedad y tendremos un panorama de lo que se nos viene en cinco años.

domingo, 21 de marzo de 2010

EN EL MUNDO DE LOS TEMPLARIOS (4)

Con Isabel habíamos viajado a Sta. Affrique, me hizo un gran favor, inmenso: llevarme hasta la casa de Daniel y Melissa. Habíamos tenido un intenso día martes en Rodez y partimos hacia la ciudad de Melissa y Daniel a las 5 y media. El viaje nos tomó casi una hora, ya que teníamos que atravesar una zona alta  y el frío había arreciado y había ciertas ventiscas, nieve y hielo en las carreteras; así que fuimos con cierto temor. Llegamos a Sta. Affrique y dimos algunas vueltas hasta dar con la casa. Nos esperaban para cenar. Brindamos por el reencuentro, verlos después de algunos años. El tiempo nos va labrando los recuerdos.
Melissa fue a su pequeño departamento y habíamos quedado que al día siguiente, miércoles, ella estaba libre de su trabajo, así que nos fuimos a pasear. Si en la zona de Rodez había topado mi alma con el mundo cátaro, aquí iba a hacerlo con los templarios, a quienes, como los cátaros, tuvieron la mala suerte de caer en desgracia para el papado teocrático de ese entonces. Hubo otras razones ya más pecuniarias que fueron la motivición final para el exterminio de estos señores (que luego terminaron asentándose en otros lugares de Europa, sobre todo, Malta).
Luego de un buen desayuno, con Melissa salimos a ver la que había sido su anterior casa, cerca a Sta. Affrique en un lugar donde hay dólmenes. La historia está a la vuelta de la esquina. El destino de nuestro viaje fue a una pequeña ciudad llamada La Couvertoirade, ciudad templaria. Previamente habíamos estado en  La Cavalerie. En estas dos pequeña ciudades, pude ver este mundo interesante de caballeros cruzados que tenían por obligación defender el templo y que luego se volvieron personajes muy poderosos para la curia romana, puesto que manejaban lo que serían los bancos actuales. Poderoso caballero es Don Dinero. Tanto en La Cavalerie como en la muy interesante La Couvertoirade, puede uno ver el modo de vida que llevaban. En París pude leer un poco también sobre una suerte de orden surgida desde los templarios, los hospitalarios que vivían en los Hôtel de Dieu, los antiguos hospitales. Para los hospitalarios, la vida sí era muy rígida y se debían a una autoridad que les controlaba todo. Los templarios acumularon fuerza y poder, todo esto va a ser motivo de su ruina. La pequeña ciudad tiene todo y por ser invierno no hubo muchas cosas abiertas: la vida aquí depende del turismo y llegué en estación baja.

Al recorrer esta meseta uno puede ver varios restos de castillos y zonas fortificadas. Me contaba Melissa además que la autopista que va hacia París desde el sur (Bézier) es relativamente reciente y ha cruzado esta meseta de Larzac; un par de días después iba a ser testigo de una de las maravillas arquitectónicas y de ingeniería de los últimos tiempos. Pero ya llegará el momento para contarlo.



POR LA RUTA FRANCESA DE SANTIAGO (3)

El último día con Isabel iba a tener otro gran impacto en mi curiosidad histórica. Iba a ir a ver dos monumentos impresionantes de corte religioso: Conque, una pequeña ciudad maravillosa, parte de camino de peregrinación a Santiago de Compostela en España y la catedral de Rodez. Parece ser, además, que fui a Europa en un momento en que la búsqueda de su identidad como cultura de raíces cristiana está en todo su apogeo, me atrevo a decir, por una serie de acontecimientos recientes que han movido la identidad europea. Sea la Comunidad Europea y el posible ingreso de Turquía a la misma, sea por la gran presencia musulmana, diversos factores han hecho que este evento histórico que se pierde en el tiempo, la peregrinación a Santiago de Compostela, se haya puesto de moda. Revistas (me compré dos en el aeropuerto de Madrid y me entretuvieron en mi retorno a Lima), movimientos de peregrinos, denuncias, una serie de factores ha hecho que Santiago Apostol esté de vuelta. Me aventuro a decir, mientras leía la crisis griega y el problema del euro, que quizá haya una velada intención de pedir los buenos oficios del apostol para salvar la economía de la Comunidad. Ya nada puedo negar, porque sería absurdo decir que la fe para muchos ha muerto. Eso, parece ser, ha surgido en algunos lugares por ciertas condiciones. En fin, dejemos que la historia tome su rumbo y volvamos al viaje a Conques.
En las rutas oficiales de peregrinación, Francia ocupa un rol muy importante; por su territorio pasan 4 grandes rutas o vías que confluyen hacia Pamplona o Puente La Reina. De las cuatro vías, la que pasaba (y pasa, puesto que aún hay gente que hace el peregrinaje, como lo hizo alguna vez Isabel) es la Vía Podensis que se inicia en Le Puy y termina en Santiago. Conques es una de las estaciones de esta vía. La pequeña villa crece en torno a una de las más bellas abadías de Francia, Sainte-Foy. La ubicación es estratégica y está en cierta forma protegida a 200 metros sobre el nivel del mar, en ciertas gargantas rocosas. Según la tradición, Conques viene de la palabra "concha", la que los peregrinos usaban para varios usos, sea para recoger agua y alimentos principalmente. Es una de las tantas hipótesis. La iglesia ha sido siempre muy astuta para aprovechar la fe, muchas veces ingenua, de los feligreses. Esto lo vemos por todas partes. Aquí en Trujillo, personalmente me sorprende la cantidad de dinero que mucha gente suele dispensar para manufacturar un vestido que es obsequiado a una virgen de la zona, la llamada Virgen de la Puerta. 

El pequeño museo de sitio muestra la inmensa variedad de obsequios que muchos peregrinos dejan a la imagen. El museo de la abadía de Conques es un muestrario de ello. Cuando visité la Catedral de Colonia en Alemania vi en su museo la vasta colección de objetos preciosos dejados por los peregrinos. Lo mismo sucede en Conques. Su pequeño museo tiene maravillas, pero no pude visitarlo totalmente, ya que era mediodía y en Francia a esa hora todo se detiene. Pero la iglesia sí es una joya impresionante, sobre todo el tímpano que representa el Juicio Final.
La obra se mantiene desde el siglo XII y ha recibido pocos cambios, la restauración permanente la ha salvado, lo que no sucedió con otros monumentos franceses que fueron modificados por las nuevas corrientes artísticas. En una verdadera joya del medioevo. El tímpano está dividido claramente en dos partes: el cielo y el infierno, la parte más interesante es el infierno en el cual nos muestra los diversos pecados y las formas de castigo a los pecadores. Como el gran mural de la catedral de Albi. Ver los demonios con las almas me hizo recordar mis viejos libros de religión y cómo es que la perspectiva de la fe ha ido cambiando a través de los siglos. Dicen que la fe no cambia. Tengo mis buenas dudas, habida cuenta que veo algunas pseudo sectas que quieren volver al sometimiento del terror a sus seguidores. Creo que una visita por Conques los pondría al día. Como buena iglesia medieval, la penumbra era un recurso visual en el interior, ya que sus ventanas son altas y no muy grandes.



Dejamos Conques, comimos en el camino en un restaurante familiar; nos dieron una sopa de verduras de la casa extraordinaria. Aquí crece una suerte de nabo que no crece en el Perú, las andibas. La forma de comer es interesante: pan, una entrada, sopa, un plato fuerte, ronda de quesos con pan, postre y café. Los platos no son inmensos como aquí que te saturan el estómago. Y todo acompañado de vinos. Poca gente vi que bebiera gaseosa en el almuerzo.
Antes de ir a la ciudad, fuimos a casa de los amigos de Isabel, que estuvieron el día anterior. Retirados ellos de la educación, han comprado una iglesia abandonada y su entorno: el paisaje es maravilloso y la sensación de historia la tienes ahí. Genial.
Fuimos a Rodez (Rodés en occitano, interesante) para ver la ciudad, una de las ciudades que tuvo un asentamiento humano muy antiguo y fue una de las pocas ciudades invadidas por los musulmanes en Francia. Además cuenta con una inmensa catedral del siglo XII, edificación que ha sufrido diversos cambios en su historia. El edificio es grande y como buen principio medieval, estaba concebido como castillo feudal.

Con este visita impresionante, dejé Rodez para irnos con Isabel a Sta. Affrique a ver a Melissa y Daniel.
Espero regresar.

VIAJE AL MUNDO CÁTARO (2)

Tras una interesante visita a Cordes y Albi, la segunda jornada iba a darme más sorpresas. Con Isabel, decidimos hacer un viaje sin muchas interrupciones (comer en un restaurante, por ejemplo) para poder aprovechar el máximo de tiempo posible, ya que por la noche los amigos de Isabel iban a ir a su casa a compartir platos de la región y beber vino como Dios manda (no en vano se llama la sangre de los dioses). Premunidos de salchichas, panes, quesos, agua, jugos y fruta, salimos en dirección de Villefranche-de-Rouergue y luego hacia el sur oeste, en una zona en la que se asentaron los hugonotes, protestantes franceses, en el siglo XVII: Caylus. Villefranche es una ciudad creada por los resultados de la cruzada contra los albigenses, los luego llamados cátaros. Y fue creada por Alfonso de Poitiers, hermano del rey Luis IX, llamado San Luis. Fue la culminación de la cruzada ya mencionada,  iniciada por Felipe Augusto en la que se masacra a los herejes perfectos y es causa de la derrota del Conde deToulouse (les recomiendo que lean la saga de la realeza francesa de Maurice Druon, cuya trabajo empieza precisamente con estos "nobles" personajes).
La principal joya de este lugar es la iglesia Nuestra Señora de Villefranche, una inmensa iglesia que demoró 300 años en construirse y fue concluida en el siglo XV. El edificio es descomunal y descuella por sobre todas las construcciones de la pequeña ciudad que aún preserva la estructura feudal de un poblado del siglo XII ó XIII. El frío era bastante acentuado en esta zona, quizá por su ubicación, pese a que había caído nieve por la zona. Estas inmensas catedrales de piedra son muy frías en su interior y me imagino cómo hayan pasado las fiestas religiosas entre cirios y teas para poder iluminarlas así como calentarlas para acoger a un grupo de fieles en dichas festividades (sobre todo navidad). El arte románico y gótico era descomunal para mostrar el poderío divino y el marcado carácter teocrático de la iglesia de entonces. Sus estrechas calles se ven opacadas por los muros anchos y altos de dichas construcciones religiosas y el sol difícilmente llega a muchas de estas calles, salvo al mediodía. Esa sensación de frío se acentúa por esa carencia solar y me imagino cómo habrá sido en  tiempos en los cuales las ropas térmicas tal como las concebimos hoy no existían. Una vez culminada la visita a la gran iglesia y caminar por las retorcidas calles de la ciudad vieja, fuimos al auto de Isabel por una buena merienda; los quesos con salchichas y los panes eran devorados sea por el hambre y el frío. Pensé que iba a regresar con sobrepeso, pero sucedió lo mismo que en mi periodo de mi residencia invernal en Dinamarca: el frío te consume paulatinamente, así devores toneladas de pan, chocolate o grasas diversas.

Habíamos quedado con Olivier en vernos en una ciudad cercana a Villefranche, Caylus. Esta zona  tuvo una historia interesante; por el siglo XIII fue dominio inglés, aportó una lucha fiel a favor de la institucionalidad católica, luchó al lado del papado contra la gente del Conde de Toulouse y siglos después se va a oponer al calvinismo protestante. No así sucedió con el pueblo vecino, St. Antonin-Noble-Val, pequeño poblado en el cual nos encontramos con Olivier. La ciudad era hugonote y se mantiene fiel hasta nuestros días. La ciudad está a orillas del río Averon y su puente es una pequeña belleza de siglos. Una costumbre curiosa es en estos pueblos lo que es el lunes: es prácticamente un día domingo. Negocios cerrados, algunos servicios privados abiertos. Bastante peculiar la situación. Uno venido de un país en el cual tenemos una mala concepción del trabajo siempre tienes tiendas abiertas, farmacias, etc. Pero eso es por nuestra mala concepción del trabajo, así pues hay exceso de servicios en nuestros países por la sobre explotación laboral, con horarios que en Europa serían imposibles, ya que nuestras leyes no protegen a los trabajadores, sea por los malos sueldos o por la amenaza de tener mayor oferta laboral que demanda.
Luego de esta reflexión de nuestra sociedad, con terribles defectos, los europeos han ganado una serie de derechos (unos llaman privilegios, pero son derechos) que últimamente se ven amenazados por una serie de circunstancias, sea por el liberalismo económico, sea por la migración.

Nos dirigimos los tres hacia Caylus con sólo media hora de diferencia y caminamos por sus calles, en las cuales había muchos gatos. Muy interesante. Mientras en nuestras calles ves perros sueltos, abandonados o vagabundos, en Francia vi cantidades de gatos, gordos ellos por sus amos, que deambulan por las calles. Los perros van con sus amos, atados a un collar. Es una suerte de paraíso para los gatos.
Cerramos nuestra sesión comiendo deliciosos pasteles y aún había en las pastelerías tortas de navidad. nos despedimos de Olivier y retornamos a Rodez. Nos esperaba una gran comilona por la noche con los divertidos amigos (muchos de ellos de origen español) en casa de Isabel. Punto final para mi segundo día en la Francia profunda.

sábado, 20 de marzo de 2010

FRANCIA CONTADA POR OTROS

En la búsqueda de la verdad, una de las primeras ciencias afectadas es la historia. Esta ha sido tratada muchas veces desde perspectivas diversas y algunas de ellas faltan a la verdad. El interesante libro LA HISTORIA OCULTA DEL MUNDO de Paul Koch, nos muestra una larga lista de eventos de la humanidad en la que la verdad ha estado ausente, sea por una intención evidente (las más de las veces), sea por una actitud inocente del autor de la documentación. Además en dicho libro se aborda un icono muy conocido en el mundo de la fotografía, la cual ha sido motivo de reflexión desde diferentes frentes históricos. La foto en cuestión es EL MILICIANO de Robert Capa, la cual muestra a un combatiente republicano que cae herido de muerte en una batalla en Cerro Muriano en Córdoba durante la guerra civil española. Esta foto ha sido puesta en duda su autoría y su originalidad por mucho tiempo. La foto en cuestión es incluida en el libro ROBERT CAPA, LA COLECCIÓN DEFINITIVA, incluida en otras fotos más compiladas bajo el, patrimonio Cornell Capa/Magnumphotos. Sobre el hecho en sí, su veracidad, ésta ha sido cuestionada y no hay pocos que dicen que dicha foto fue un montaje, tal como lo denunció el británico Philip Knightley en 1975; la fuente es el periodista O.D. Gallagher a quien el mismo Capa le habría comentado sobre el montaje. Pero en España, recientes estudios aparecidos en la revista HISTORIA DE IBERIA VIEJA (No 56) sugieren que el autor de dicha foto no es el mismo Capa, sino la compañera sentimental del mismo, la fotógrafa alemana Gerda Taro, quien morirá aplastada por un tanque días después, en el frente de batalla. Esta es una nueva versión de esta bastante manoseada foto, pero que para muchos logró su objetivo: impactar a la opinión pública mundial sobre la matanza que ocurría en España, el mundo de la gente venida de todas del mundo para luchar por los republicanos (allí estuvieron Hemingway, Neruda, César Vallejo). Su intención era provocar (era reportero de guerra que simpatizaba por la República). Tal fue la intención de muchos intelectuales y artistas (Vallejo y su ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ, o Picasso y su impresionante GUERNICA) con el fin de difundir una idea y una posición. En esto sí podemos retomar el concepto que Platón tenía del arte, una imitación de la vida; pero esta imitación logra adquirir su propia vida, se vuelve autónoma y con el tiempo logra representar parcialmente a su autor para terminar, en cierta manera, representar su época.

Tomemos nuevamente el libro de Koch: arguye que los medios de comunicación crean falacias en la comunidad a través de diversas estrategias, todas ellas encajan directamente en las artes, sobre todo en el arte más masiva como es el cine. Éste crea estereotipos (el peligro Disney, por ejemplo), tergiversa la historia, prioriza eventos en desmedro de otros más relevantes y crea argumentos falaces contundentes como si fueran válidos. El cine norteamericano de los 50 creaba versiones históricas bastante peculiares, que ahora son risibles. La CLEOPATRA que encarnó la Taylor tiene cientos de elementos anacrónicos, pese a que tiene datos geohistóricos válidos; filmes como DIEZ MANDAMIENTOS fueron y son tomados al pie de la letra como documentos verídicos, cuando son narraciones o ficciones que encajan en textos de fe, mas no científicos. El cine no debe ser visto como un archivo histórico, aunque algunos lo quieran mostrar como tal. La validez de muchas obras de la cinematografía está en su interesante representación del mundo contemporáneo y su extrapolación en la historia. El cine es, pues, también ese campo de representaciones singulares o colectivas del momento que se vive. Jean- Luc Godard criticó así al cine como tal, habría que acercarlo a la realidad y mostrarla tal cual es: esta “intención” se ve no solo en la nouvelle vague (un nuevo lenguaje para la nueva era), sino en Dogma 95 (escuela de Copenhague con Lars Von Trier a la cabeza), con el poder de la steadycam que acerca al cine a lo soñado por el grupo Kinoglass y su director Dziga Vertov (su seudónimo). Pero limitarse casi al criterio de un documental es quitarle al cine lo que es: arte. En los últimos tiempos, algunos hábiles directores han visto esta técnica, la de mostrar el discurso narrativo como el de un documental o un video casero, ha dado sus resultados (y logran respuestas interesantes como el caso de CLOVERFIELD de Matt Reeves).

Luego de ver el problema de la intención en el cine surgen otras cuestiones en cuanto quién o quiénes abordan la historia para ser llevadas al cine. Los cineastas y estudios norteamericanos han sido muy libres en abordar la historia de otros países para adecuarlos a sus intereses de estudio. Y son muchos los ejemplos; lo mismo ha sido con la literatura y el teatro; las adaptaciones al cine pasan por muchos filtros, empezando por la lengua y terminando con las exigencias políticas de los estudios y los dueños de los mismos. Son como ediciones corregidas para bien. En el caso peruano tenemos un caso interesante con el film PANTALEÓN Y LOS VISITADORAS de MVLL, la cual tiene dos versiones: la de Francisco Lombardi de 1998 y la de 1975, codirigida por el mismo MVLL, hecha en República Dominicana con el famoso actor español José Sacristán como Pantoja. Ambas propuestas muestran una interpretación de la obra del mismo autor, siendo la más interesante como propuesta cinematográfica la de Lombardi. Los grandes clásicos han sido sometidos a versiones de lo más rigurosas como disparatadas. Pero el arte en sí debe tocar la esencia que subyace en la obra en sí; esos móviles que se repiten en otras obras con otro formato y otro material para llegar a nosotros, sus receptores. En muchos casos, la lectura no es fácil, lo que exige en nosotros mejorar “nuestra lectura” de la obra en sí, “sacarle el jugo” a la polisemia de una obra maestra. Así entonces veremos las múltiples aristas de una obra que ya tiene vida propia.

Bajo esta licencia es que nos acercamos a ver Francia desde las diversas perspectivas de directores extranjeros que han querido hacer su obra tomando el espíritu de este país. Pero, si respetamos la idea del arte, podremos alcanzar a través de estas propuestas cinematográficas el alma universal de la humanidad.

LA PASIÓN DE JUANA DE ARCO CARL THEODOR DREYER (1928) Obra maestra de este gran director danés, preocupado por la espiritualidad humana, tomó el tema de esta gran heroína francesa e hizo un viaje al interior de su alma. La actuación de Maria Falconetti es extraordinaria y exigió tanto de ella que terminó en un sanatorio. Como René Jeanne y Charles Ford comentan en su HISTORIA ILUSTRADA DEL CINE, es una película que inicia el fin del cine silente, ya que sus imágenes poderosas necesitan la palabra para la redondez del mensaje. Intensos primeros planos que muestran rostros en toda sus dimensiones, arrugas, verrugas, pelos; no escapa nada a la cámara, puesto que tiene que mostrar al público todo un proceso psicológico tanto de Juana de Arco, como los de sus jueces (entre los que figura el gran artista Antonin Artaud). Según Kobal, estamos ante “una sinfonía de rostros”. Y es cierto, la película discurre en tomas de dichos rostros desde diferentes ángulos. Para mostrar la dureza de dichos rostros y el viaje psicológico de cada uno de los asistentes al juicio injusto contra Juana, se eliminó cualquier forma de distracción que afectase la concentración en el primer plano. Inicia el film con los archivos que muestran las actas de dicho juicio. El film se dio por perdido, pero una copia íntegra fue hallada en un manicomio en Noruega. Es una obra cumbre de la cinematografía.

TARTUFO FRIEDRICH MURNAU (1926) Adaptación muy libre de la genial obra del dramaturgo Molière, es una interpretación libre en la cual trabajan los mejores actores y personas ligadas a la realización de un film del expresionismo. El empleo del cine para representar esta obra es un pretexto de metacine; una historia sencilla, un anciano dominado por una ambiciosa ama de llaves ve la proyección de esta historia en una película proyectada en el cine ambulante de su sobrino, quien ve amenazada su herencia. El paralelo es la mencionada ama de llaves con Tartufo, un tipo hampón que se hace pasar por una persona digna. La obra que vamos a ver es una de las cuatro versiones que se hicieron, ya que tuvo mucha censura por su marcada sensualidad y algunas escenas anticlericales. Actúan Lil Dagover (la actriz de éxito de ese periodo), Werner Kraus y, sobre todo, Emil Jannings, con quien trabajó luego en FAUSTO.

EL BAILE ETTORE SCOLA (1983) Esta es un obra musical llevada a la pantalla por este buen director italiano, gran observador de la personalidad en un contexto. En esta oportunidad, con un puñado de actores de teatro, sin ningún parlamento entre los actores, se va desarrollando la historia francesa a través de las canciones de moda de entonces y los bailes como se las interpretaba. Un grupo de hombres y mujeres iba poblando la sala de baile; así vemos personas del Frente Popular y los burgueses, los ciudadanos temerosos del avance nazi, la ocupación y los traidores, la liberación, el problema de Argelia, el rock, la confrontación de pareja y Mayo del 68 hasta el año 1983, una sociedad de consumo, individualista y solitaria. Un excelente retrato de una sociedad y un magnífico ejemplo de recursos para hacer cine.

DANTON ANDRZEJ WAJDA (1982) El vínculo entre Polonia y Francia siempre ha sido sólido y Francia ha solido acoger en su territorio a gran cantidad de refugiados polacos por siglos; uno de los más famosos fue Chopin. La creatividad ha sido intensa en el trabajo colaborativo y el cine tuvo varias muestras de ello. Un gran cineasta como Krzysztof Kieślowski ofreció a Francia una inmensa trilogía (TROIS COULEURS) que representaban la bandera y la cultura francesas. Esta es la adaptación de una novela llamada El Asunto Danton de S. Przybyszewska en la que muestra la lucha entre el poder del terror, que lo encarnaría Robespierre, y la sensatez. Actúan en este film, Gérard Depardieu como Danton.

RELACIONES PELIGROSAS STEPHEN FREARS (1988) Quizá una de las novelas más adaptadas al cine ha sido la Choderlos de Laclos con su famosa obra “Les Liasons Dangereuses”. Hay adaptaciones francesas y una muy buena hecha por Miloš Forman en su film VALMONT. Este director británico toma el reto de dirigir a un grupo de actores y actrices ascendentes y logra una bella recreación de la Francia pre revolucionaria, con una aristocracia que tenía sus propias reglas de juego, con un sinfín de intrigas y lujos que iban a ser parte del juicio histórico en 1789, cuando comiencen a caer muchas de sus cabezas en la guillotina. Una novela sobre el amor y las diversas perspectivas que, pese a los siglos, no dejan de tener vigencia. Escenarios bellos, reconstrucción adecuada y una bella banda sonora la hacen un bello film. Actúan Glenn Close, John Malkovich, Michelle Pfeiffer, Uma Thurman y Keanu Reeves.

domingo, 14 de marzo de 2010

VIAJE A LAS PROFUNDIDADES DE FRANCIA (1)

Cierto es que uno asocia Francia con París. Automáticamente en nuestro imaginario simplista y práctico, nuestra recordación hace un viaje corto a la memoria para buscar las imágenes de un lugar denominado, una palabra nombrada, una pregunta hecha. Lastimosamente para Francia (lo mismo como Perú con Lima), todo un bello y apasionante país, se focaliza en una sola ciudad. Las políticas centralistas en nuestros países rindieron su fruto en prejuicio de las demás zonas de nuestras respectivas naciones.
Pese a lo anterior, la mayoría de mis amigos franceses y los no franceses que viven en Francia no viven  precisamente en la urbe; viven en la provincia (como yo en Trujillo, no en Lima) y a pedido de mis amigos, me fui al sur, me fui al AVEYRON. Con Olivier, quien es del sur, de GARONNE, nos fuimos a TOULOUSE, la ciudad más importante de la zona. Este viaje iba a ser un notable descubrimiento para mí; iba a ir a la tierra de los cátaros y los templarios, a una de las rutas del camino a Santiago de Compostela, un viaje al Medioveo y las catedrales románicas y góticas del lugar, a la buena comida y los excelentes quesos, y un viaje a ver grandes personas y grandes amigos.
Salimos de París en TGV, por la mañana; con toda la calma que un tren a gran velocidad te puede llevar, cruzamos la extensa llanura hacia Orléans y luego a Bordeaux. Llegamos a Bordeaux casi a mediodía y mucha gente dejó el tren; un poco más  de una hora más tarde íbamos a llegar a Toulouse donde ya nos esperaba Isabel,  quien había venido desde Rodez para recogerme. Se acercó a nosotros para darnos la sorpresa cuando salíamos de la estación. Decidimos esperar a la mamá de Olivier mientras comíamos algo: el hambre apretaba. Con Isabel salimos rápidamente de Toulouse, ya que el trayecto es más o menos largo; las autopistas francesas te llevan a tu destino a toda comodidad y no estaba abarrotadas de autos como era el caso de París. Mi llegada fue un sábado, tranquilo, reposado 30 de enero. Isabel me iba a recibir con quesos, panes y un poco de vino. Es increíble cómo se las arregla para poder seguir su vida, pese a la diabetes que la molesta. Me tenía separada una sorpresa: esa noche me iba a llevar a un baile de un club, en el cual la gente practica mucho el baile. Y así fue, una gran comilona de platos de la región (pollo a la cacerola, fantástico, relleno), con postres y rociado de vino; y luego el baile. Hicieron una presentación a lo medio oeste, vestidos a la usanza, todos bien cronometrados; luego la fiesta en sí. Una amiga de Isabel, muy entusiasta, pidió al hombre-orquesta que convocara a la gente de la fiesta a bailar la danza de la zona: la bourée. Se armaron grupos de 2, 4 hasta 6 parejas. Se lo tomaron a pecho. La gente aquí es muy orgullosa de su pasado; aunque ya en las ciudades no se habla occitano, aún hay palabras que se cuelan en el hablar y muchos sí dominan el dialecto. Es el peso de la historia. Bailamos, bailamos hasta la una de la mañana, a salir el frío helado nos cortaba la cara y tuvimos que limpiar el parabrisas congelado con una caja de plástica. La necesidad es madre de la inventiva.

El último día de enero, Isabel me había preparado una sorpresa. Me iba a llevar a ese impresionante mundo de los cátaros, los odiados y poco entendidos renegados de la Iglesia de esos siglos: los herejes albigenses (de la zona de Albi), además vistos por los inquisidores como heréticos por haber tenido toda una organización dogmática poco comprendida. El peso de este pasado casi anatematizado se ve en raros mensajes como el que se lee en el folleto que compré en la magnífica iglesia de Santa Cecilia en Albi.


Con Isabel nos dirigimos hacia Albi en camino a una maravilla histórica: Cordes- sur -ciel. Desde
la carretera en lo alto de una elevada colina el viajero puede distinguir Cordes, toda amurallada. Como no era verano, el mar de turistas no nos iba a acompañar, por lo que nuestra visita fue tranquila y pudimos ver la pequeña ciudad (convertida en una zona para artistas) construida en el siglo XIII para ver sus palacios, sus grandes casas, las almenaras desde sus murallas y la quietud de estar en un sitio que carga mucha historia. La ciudad vio su esplendor , pero fue amenazada por la haberla identificado como un centro de artesanos herejes o cátaros. En el lugar hay un pozo muy profundo (113 metros, pones una moneda de un euro para iluminar todo lo largo del pozo) en el cual se dice que se arrojó a 3 inquisidores. Según me contaba Isabel, aún hay gente que habla occitano, el nombre de esta pequeña ciudad en esa lengua es Còrdas. Aquí más datos: https://www.lonelyplanet.es/blog/cordes-sur-ciel-el-pueblo-preferido-por-los-franceses. 
El almorzar fue toda una odisea: siendo domingo y en invierno, casi no hay movimiento turístico; al descender nos dimos con la triste realidad que ya no había lugar para almorzar. Compramos fruta y unas pequeñas galletas, más el queso que teníamos para engañar el hambre. Pese a todo, se puede decir que Cordes es uno de los pueblos  más bellos de Francia ( https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/viajes-sur-francia-cordes-sur-ciel/20190102164758158850.html). Premunidos de energía nos fuimos hacia la otra meta de ese día: Albi.


Esta ciudad resultó toda una sorpresa: la catedral que tiene, Santa Cecilia, es un monumento eclesiástico que tiene trazos de todos los movimientos arquitectónicos de la zona. Románico, gótico, renacentista. La inmensa construcción empezó en 1282 y casi concluye en 1515; sufrió embates de la revolución francesa y su última gran restauración fue en el siglo XIX. Al exterior, la iglesia tiene toda la fachada románica, inmensas paredes con columnas adosadas. Es un monumento fácilmente perceptible a la distancia. Tiene un inmenso y bello coro, pero lo más interesante es el inmenso mural del Juicio Final en el que se ve una zona reservada a los cátaros. La guía que compré para tener una información exacta habla que esta iglesia se construyó para salvar la fe de las herejías. Lo interesante de la guía es que no tiene un autor identificable, dice.. "los sacerdotes de la parroquia". Una de las cosas más impresionantes de esta visita fue recordar cómo la fe católica se construye, como toda religión, por mitos y percepciones. La iglesia cuenta con un pequeño tesoro en el cual se halla algunos restos óseos de santos y santas, hay una urna que tiene los huesos de un brazo de un santo. Cuestión de fe. Leía que este edificio es el más grande del mundo hecho en ladrillo. Es una inmensa y apabullante construcción. Otro dato interesante que leí al lado de la imagen de Sta. Cecilia es el hecho que por un error de mala interpretación de un texto, esta santa se convirtió en la protectora de la música. Ella no cantaba, ni tocaba un instrumento, ni mucho menos. Fue una caprichosa lectura de un texto en su honor que se creyó entender que ella cantaba a Dios; parece ser que sólo oraba.
Ya apretados por la hora, salimos con Isabel para ver el museo de Toulouse-Lautrec, quien (no nos olvidemos) era de origen noble y cerca, muy cerca a la catedral está un museo con gran parte de su obra. Había visto algo en el Museo D´Orsay, pero lo que hay aquí es impresionante. Mas el tiempo no nos permitió ver mucho, vimos sus grabados y algunas pinturas mayores, en el sótano había mucho más y vimos unos cuantos afiches, técnica en la que fue todo un maestro.
Un poco desconsolados,. salimos a comer algo; antes fuimos a unos jardines que quedaban a orillas del río Tarn, que se encuentran a las espaldas de la gran iglesia. Bello paseo con sus puentes a la distancia.
La cocina francesa no tiene pierde. Lo que mis ojos no pudieron disfrutar , mi boca lo hizo. Francia es un paraíso para eso.
Isabel me estaba guardando más sorpresas para los días siguientes.





domingo, 7 de marzo de 2010

EL LOUVRE, LA LUZ CORPÓREA DE LA BELLEZA (2)

Luego de haber dejado las salas del Egipto faraónico, nos dirigimos hacia la zona de Levante (Cercano Oriente) e Irán. Atrás dejamos a Sejmet, Horus, las bellas estatuas del escriba o la del enigmático Amenofis IV para dirigirnos hacia otro lo de los rincones del mundo donde se inició la civilización: la Mesopotamia, el Cercano Oriente e Irán. Al ver las diversas piezas en los gabinetes, recordaba a muchas de estas vistas en mis libros de historia: ¡todas delante de mí! Hubo muchas piezas que rebuscaban en mi memoria su total significado, no verla ahí aislada de su entorno. Era todo un trabajo kantiano de situar el inmenso valor del objeto que tenías delante de ti para darle la verdadera dimensión de su importancia. Así tuve cinco bellezas por las cuales quedé absorto, mudo por el peso de la cultura: la Estela de la Victoria del Rey Naram- Sin (casi 4100 años de antigüedad), el Código de Hammurabi (impresionante, además de ver ese increíble principio del hombre por querer determinar su convinencia con entelequias que aún no son aprehendidas por nosotros para vivir en armonía),  la pequeña estatuilla de la diosa Ishtar (la cual va a ir evolucionando en variantes en las culturas vecinas), los impresionantes Toros Alados del palacio de Sargon II (impresionantes y, como leí alguna vez, aterradores vigías de la fe de ese entonces) y los inmensos Capiteles del palacio de Darío, que adornaban una sala de audiencias (apadana) en un número de 36. Había visto majestuosidad de columnas en los palacios egipcios, sobre todo en Luxor y el inmenso "bosque" de columnas en el Templo de Amón en Karnak; pero los detalles de estos capiteles son mucho más impresionantes y estéticamente mejores.

En nuestro discurrir, nos dirigimos hacia las salas de las esculturas francesas, allí me iba a encontrar con todo un bello mundo visual. Reconozco que no hemos tenido una cultura en nuestra ciudad hacia la escultura, hacia el concepto de monumento tanto del punto de vista cívico-político, como el estético. Tenía una velada intención de ir al cementerio Père - Lachaise para poder ver todos esos mausoleos cargados de historia y belleza. En el Museo Nacional de Atenas había visto, en 1988, la estatua de bronce de Poseidon (la hallada en Sounion), así como la bella estela funeraria de Hégeso, hijo de Próxenos, un niño montado sobre un caballo, todo en movimiento. Desde ese entonces, mi interés por la escultura la veía estimulada en visitas a museos, parques públicos, cementerios. En Lima fui al Presbítero Maestro y tuve muchas satisfacciones. Pero Europa es mucho más de lo que pides, anhelas o puedes ver. Lo vi en los museos daneses de Roskilde, el medioevo escandinavo en su catedral, o Lousianna, con mi primer acercamiento a Giacometti. Pero el Louvre es el colmo. Este placer también lo viví en el Museo Bode de Berlín, del cual hablaré en otro texto.
¿Qué puedes priorizar en estas salas de escultura francesa (sólo francesa, faltan las otras)? Deja que tus ojos se deslicen hasta que lo más bello te detenga; a mí me detuvo la Tumba de Felipe Pot, el gisant y su cortejo de plañideras; todo ese conjunto condensa el Louvre escultórico. Simplemente bello. La imaginería religiosa es otro punto interesante. Nuestros altares barrocos, sobre todo en Cuzco, Arequipa, El Carmen de Trujillo y Lima vieja tienen bellas estatuas de santos y santas, obras de anónimos o de artistas de la talla como Martínez Montañés, Juan y Alonso de Mesa o el gran maestro ecuatoriano Bernando de Legarda, cuyas bellas tallas las ves en el Convento de San Francisco de Quito o su bello Museo de Arte Colonial (hay que ir a verlo). Volvamos al festín Louvre; aquí me topé con bellas imágenes religiosas: la Virgen de los Dolores de Germain Pilon, del siglo XVI, cuya presentación se hace en un espacio de fondo anaranjado que resalta la vivacidad de tan bella talla; o su impresionante Cristo Descendido, un anónimo que se remite al siglo XII, proveniente de la Borgoña.
Luego de una merecida pausa, con Olivier nos dirigimos a ver otras bellezas, nos fuimos a ver las esculturas italianas. Luego de haber almorzado en el subsuelo, bajo la pirámide, retomamos fuerzas para ver estas maravillas; aquí nos íbamos a topar con Dos Esclavos de Miguel Ángel, estatuas destinadas al mausoleo del papa Julio II o la bella obra de Canova, Psique y Amor.
Tomanos una galería que atravesaba la Grecia preclásica para ver una bella estatua de un guerrero (Guerrero Borghese), ver el busto de Homero y dirigirte por las escaleras para ir a la primera planta para ver algo de pintura.
En la escalera nos encontramos la Victoria de Samotracia, que pese a los siglos, estragos y daños, es y será siempre la victoria de la civilización sobre la barbarie. Así dejé, fascinado, el mundo de las esculturas para ir a las pinturas.

miércoles, 20 de enero de 2010

LAS PIRÁMIDES DE EGIPTO: MI ENCUENTRO CON LA HISTORIA

En mi vida me he topado dos veces con las inmensas pirámides egipcias, mejor dicho con varias de ellas. Digo esto, ya que en mis dos estancias en esta enigmática tierra he logrado visitar Saqqara, donde vi las típicas mastabas y luego las famosas pirámides de Gizah.
Es cierto eso de ir a un lugar dos veces o más veces (ojalá el tiempo y el dinero sobraren para poder hacer realidad esta afirmación), puesto que en el segundo viaje pude ver con más detenimiento y placer la visita a estos majestuosos monumentos.
La primera visita fue en abril de 1988. Estaba trabajando en Israel y aproveché unas cortas vacaciones para poder ir a este fascinante país. El viaje desde Israel es barato y tenías a tu disposición buenos hoteles, el tren que te lleva a Luxor y otras gollerías más. En la primera visita iba conmigo Irene, una amiga de Costa Rica, y una pareja conformado por una chica israelí y un norteamericano. Nuestro tour nos llevó a este impresionante lugar, pero hubo algunas situaciones que me desencantaron. Una de ellas fue el entorno a este bello complejo monumental, el cual es rodeado paulatinamente por la ciudad, por El Cairo. La ciudad es un monstruo que iba envolviendo con sus construcciones, algunas vetustas, otras modernas. Lo primero que se me vino a la mente fue la frase "Todo le teme al tiempo, pero el tiempo le teme a las pirámides". A lo lejos, desde algunas avenidas del sector occidental de la ciudad vas viendo las siluetas de las mismas. Al llegar a ellas, bajé a toda velocidad, puesto que el monumento iba a cerrar. Nos habíamos atrasado por culpa de algunos turistas que se dedicaban más a comprar cosas que a disfrutar de lo que tenían delante de sus ojos. Además, había tanta gente que eso nos impidió entrar a la de Keops. Sólo podíamos disfrutar el entorno. Ni modo. Para la alegría de los compradores compulsivos, fuimos a unas perfumerías que quedaban cerca del complejo; entramos a una de ellas (la que tenía arreglo con el guía del tour) y pronto nos saturamos con la cantidad de olores que salían de todas partes. Para no decepcionar compré un frasquito de esencia de loto que traje a mi madre; duró casi 10 años. Así terminó mi primera visita: tiempo robado, apiñamiento de turistas y un fuerte dolor de cabeza por el exceso de perfumes.
En 1990, en febrero, otra oportunidad más de trabajo en Israel me hizo volver a Egipto. Como es invierno, el flujo baja; peor aún, un día antes de nuestra llegada, un bus de turistas había sido atacado en la frontera Israel - Egipto. 14 muertos. Los turistas huían en bandadas. Nosotros decidimos seguir. Éramos todos sudamericanos: dos argentinos, una chilena, dos mexicanos, una costarricense y dos peruanos. Nuestro grupo era muy divertido y éramos bastante ruidosos. Ese grupo fue a Gizah; antes habíamos estado en Tell- Amarna y el día anterior habíamos estado en el Museo Egipcio; estábamos cargados de historia.
La llegada fue tranquila y no había mucha gente por lo que comentaba anteriormente. Pudimos ver con más tranquilidad el sitio y ver nuevamente a mi amiga, la esfinge. Estaba aún en restauración y nunca entré a verla. Pero Keops sí estaba abierta y el guía nos invitó. Algunos que sufrían problemas de presión o claustrofobia se abstuvieron. Ya organizados, entramos luego de un grupo de señoras japonesas. Hacía frío afuera y hubo conato de lluvia; por eso, teníamos casacas gruesas (los famosos dubonim, gruesas casacas del ejército israelí). Al ingresar a través de una portada que estaba a una altura de una construcción de piso y medio, comenzamos una suerte de ascenso; esta subida por una suerte de túnel con barandas desanimó a varias señoras y emprendieron retirada. De pronto, observamos algunos agujeros profundos ahora iluminados. Eran las trampas para los saqueadores de tumbas. No había uno solo, cada cierto espacio surgía uno nuevo, así como galerías cual laberinto con el fin de despistar y extraviar al huésped no deseado. Algunas de las galerías se estrechaban, pero otras tenían un techo bastante alto. El calor se iba acentuando, pero no se enrarecía el aire, puesto que hay una serie de miniconductos para la circulación del mismo. De repente, llegamos a la habitación real, a la cámara inicial y luego una más pequeña en el que se encotraba el supuesto ataúd; según nos explicó el guía que, pese a todo el mecanismo de seguridad que habíamos visto, esta tumba sí fue saqueada y los restos jamás fueron ubicados. La habitación  inicial es en granito pulido, pero se ve el paso del tiempo. La habitación más pequeña es como la anterior y teóricamente es donde depositaban la momia y sus restos como sus valiosos tesoros. Vi cómo pudo haber sido cuando estuvimos en el Valle de los Reyes, más precisamente, en la tumba de Tut Ank Amon.
Cada inmenso bloque de las pirámides no hace sino hacerte sentir como un insecto frente a descomunal construcción. Los reyes querían inmortalizarse. En realidad, nunca los olvidaremos.

viernes, 25 de diciembre de 2009

JULIANO, EL APÓSTATA: UN DESCONOCIDO BRILLANTE

"Prisco piensa que hay que alfabetizar al pueblo. Salustio cree que no, y sostiene que el conocimiento de la literatura sólo puede hacer que los hombres humildes se sientan insatisfechos con su condición. Yo participo de la opinión de ambos. Una educación superficial es peor que ninguna: fomentaría la envidia y la pereza. Pero una educación completa abriría los ojos de los hombres sobre la naturaleza de la existencia humana y todos nosotros somos hermanos, como recuerda Epicteto. Aún no he hallado el problema". Esta es una de las tantas reflexiones que he destacado en un libro fantástico (Juliano, el Apóstata, de Gore Vidal, escrito en su estancia en Roma en el cuerpo diplomático norteamericano entre el 1956 al 58) que acabo de concluir precisamente ayer, vísperas de la mayor fiesta cristiana (para los cristianos, no para la humanidad).
Muchas veces actuamos los cristianos pensando que la religión profesada es la única, la verdadera.  Y esta observación tan profunda, que llevó  a que la humanidad haya creado un parámetro más de división entre nosotros, fue remarcada por Juliano, a quien lo llamaron Apóstata.
Juliano es de la línea de Constantino, el emperador que vio peligrar la unidad religiosa impuesta y que había promovido el cristianimo, haciendo una jugada magistral para su aceptación en  el mundo romano de oriente. se hizo llamar "Enviado de Dios cristiano sobre la Tierra". Este magistral golpe geopolítico pronto se vio en problemas por las disputas de los arrianos con la religión oficial del papado insipiente. Juliano fue testigo de las tremendas contradicciones de la nueva religión que proclamaba amor y usaban diestramente el cuchillo para degollar; predicaba la pobreza, pero las suntuosas residencias de los jerarcas, así como todas las manifestaciones de riqueza del purpurado, contradecían (aún lo hace) esta prédica; pedían el respeto, pero construían sus iglesias (osarios) sobre los templos de los antiguos dioses (así como sucedió con las huacas y templos de las culturas prehispánicas). Los ejemplos cotidianos hicieron reflexionar a este hombre que gustó mucho de la filosofía (estuvo algunos años en Atenas siguiendo a algunos maestros, Máximo uno de ellos) y que, ante tanta contradicción, quiso volver a sus antiguos dioses. Uno de los puntos que exarcerbó a Juliano fue el hecho que la religión se volvió una cuestión de estado, a tal grado que se volvió "religión oficial", en una cultura en la cual convivían cultos religiosos de toda índole. Las exigencias de las autoridades religiosas se fueron tornando cada vez más intransigentes con las personas que no eran sus adeptos.
No hay que olvidar que nuestras dos religiones monoteístas (no el judaísmo, pero sí el cristianismo en todas sus formas; así como el musulmanismo, en todas sus formas también -recordar la Hégira) son marcadamente proselitistas; las campañas de los cristianos (cruzadas, conquista de América, evangelización) no son sino estrategias (algunas de ellas terriblemente sangrientas) para ganar más adeptos.
Juliano supo vivir entre dos mundos, supo llevarse bien con hombres y pueblos de su época. La obra de "romanización" de la Galia y la zona conocida como "Selva Negra" alemana (Schwarzwald, con zonas tan importantes como Colonia) se llevó a cabo bajo su mandato y contuvo en cierta manera el derrumbe ya visto de la Roma imperial.
Juliano se hizo llamar "helenista" y amaba la filosofía, porque veía en ella el fin del hombre a sus respuestas. Sabía que, en cierta forma, la filosofía era contraria a dogmas, por lo que a los pocos meses de su muerte, en su campaña en Persia, dudaba también de los dioses a los cuales invocaba.
Esta otra frase lo pinta de cuerpo entero, haciendo la salvedad del tiempo transcurrido (ojo, la esclavitud existió hasta el siglo XIX, me atrevo a decir que hasta ahora, ya con el cristianismo dominante). Esta frase es una belleza y sintetiza el afán de un hombre que quiso rescatar la esencia de la humanidad:
"...Los escudos habían sido cubiertos con resina para ser protegidos. Me sentí muy impresionado al mirar esas reliquias de esa batalla que había tenido lugar hace ochocientos años antes. Esos jóvenes hombres con sus esclavos - sí, por primera vez en la historia los esclavos lucharon con sus amos - salvaron al mundo. Un hecho más importante es que lucharon por su propia voluntad, a diferencia de nuestros soldados, que son reclutas o mercenarios. Incluso en tiempo de peligros, nuestro pueblo no lucharía para defender a su país. El dinero, no el honor, es ahora la fuente del poderío romano. Cuando desaparezca el dinero, desaparecerá también el estado. Por ello, debe restaurarse el helenismo, para inculcar en el hombre ese sentido de su propio valor que hace posible la civilización, y que triunfó en la batalla de Maratón"