Mi reciente visita a la Ciudad de la Amistad me ha permitido afianzar muchas ideas que me daban vuelta sobre esta ciudad. Chiclayo es un lugar interesante. Como ciudad es fea, su centro "viejo" es un conjunto de casas y edificios que han crecido "al paso", ya que sus orígenes la identifican como un lugar de tránsito desde remotos tiempos. Chiclayo no tuvo fundación ni prehispánica, ni rancio abolengo español (quizá, por eso, no sea una ciudad tan prejuiciosa como otras-por ejemplo, Trujillo). Sea por la razón que haya o no haya allí, la ciudad es un caos urbanístico en la que el barroquismo que hemos heredado por cualquiera de nuestros turbios o claros linajes ha dado rienda suelta en el momento de su edificación. Lo que busca ser más organizado en esta ciudad es, quizá, la Plaza de Armas (que no es tal, sino la principal) y en torno a ella, salvo la Avenida Balta, hay una serie de estrechas y semitorcidas calles que evocan en cierta manera a las ciudades surgidas en el medioevo en la floreciente actividad comercial de los pequeños burgos europeos. Hay algunas calles en las que un auto estacionado significa el colapso parcial del sistema vial. Tal vez esa sea la razón por la que taxis y clientes son muy dinámicos; en comparación de los lerdos pasajeros trujillanos que se ponen a negociar con un taxista en una esquina sin importarles lo mal cuadrado que estén, en Chiclayo eso sería exponerse no sólo a una sarta de improperios, sino a una posibilidad riesgosa (por parte del taxista o del a veces idiota cliente-sobre todo los foráneos) de sufrir algún intento de daño físico: mejor no arriesgar. Es por eso, que irónicamente y pese al tráfico de la ciudad, éste fluye rápidamente y no tiene punto de comparación con el sufrible que tenemos, por ejemplo, en las calles Pizarro o Gamarra (en Trujillo).
Chiclayo es una ciudad de comerciantes y está ubicada en zona estratégica. Lejos de ciertos fenómenos geógraficos que la pongan en riesgo (no hay río cerca, como así le sucedió a Zaña; no hay mar cerca, no hay riesgo de maretazos) y con una posición estratégica (valle fértil, de fácil desplazamiento), la ciudad tiene un ritmo impresionante de crecimiento. Centrada en la actividad de mercado, en muchos aspectos se parece a Juliaca y Huancayo. La dependencia que esta ciudad ha creado con muchas otras de la costa, sierra e inclusive selva la hacen todo un nudo de comunicaciones. Desde aquí partí a Chachapoyas y desde aquí iré a Jaén. No es que Trujillo no tenga vínculos, pero las opciones en Chiclayo son más variadas y cómodas.
El feo gusto arquitectónico en general malogra algunas joyitas que puedes descubrir paseando las calles abigarradas por transeúntes y autos. Hay algunos bodrios que los citadinos aprecian como el horrible Paseo de la Musas. Pero, heladerías y juguerías te refrescan por doquier, en éstas descubres manjares hechos helados, sorbetes, ponches u otros. De eso, lo culinario, hablaremos en otra oportunidad. Algunas casas republicanas se esconden tras letreros, banners, toldos u otras cosas que se utilizan para vender: la ciudad destila negocio y éste sacrifica todo en pro del dinero. Hay algunas placitas como la del ferrocarril (que iba a Pimentel) que es una belleza y tiene aún cierta quietud para reposar luego de una marcha bajo el iracundo sol. La ciudad ha visto crecer un número considerables de visitantes no atraídos por el comercio, sino por la cultura: Chiclayo es el ombligo de las comunicaciones con sitios arqueológicos impresionantes e imprescindibles. Sipán, Sicán, Túcume, Huaca Chotuna, Pómac e incluso Zaña. Su nudo de comunicaciones te acerca rápido al museo de Tumbas Reales o a Brüning; también vas rápido a Ferreñafe para quedar embobado con Sicán. Ya hay un buen anillo vial que te puede vincular todo lo que he nombrado. Falta aún otra belleza que hace tiempo visité: la iglesia de Mórrope.
Sobre la comida, tal como lo dije comentaré posteriormente. Es un capítulo aparte.
5 comentarios:
HOLA, GERARDO.
RESPONDIENDO A TUS PREGUNTAS:
1.- SÍ, HE REALIZADO UNA MUESTRA INDIVIDUAL EL VIERNES 24 DE OCTUBRE DE 2008 EN EL MALL AVENTURA PLAZA DE TRUJILLO.
2.- ME ENCANTARÍA REALIZAR UNA MUESTRA ITINERANTE, PERO LO MALO ES LA FALTA DE APOYO. Y LO QUE HARÍA ES UNA MUESTRA DE LAS COSAS VARIADAS QUE TENGO, NO SOLAMENTE PINTURAS O DIBUJOS, Y TAMPOCO SERÍA PRECISAMENTE UNA MUESTRA RETROSPECTIVA SINO UNA MIRADA AMPLIA DE MI TRABAJO QUE HE VENIDO DESARROLLANDO DESDE HACE ALGUNOS AÑOS.
MAÑANA LUNES 16 DE MARZO DE 2009 ESTARÉ EN LA ALIANZA FRANCESA A LAS 6PM. SERÍA INTERESANTE CHARLAR UN MOMENTO.
ABRAZOS.
Muy bien, estaré por ahí para la conferencia; antes estoy en clase. Sí, podemos conversar.
Cualquier chiclayano que esté fuera demora en asimilar que su ciudad, la que tanto añora en la distancia y en el tiempo, en verdad se merece varios de los calificativos que usted le ha dado. Sin embargo, ¿como no quererla? Es una ciudad muy vital, alegre, comercial y con un futuro prometedor. No en vano cantamos en nuestro himno que es "el piloto del norte", lo cual no debe entenderse como altivez, sino como emprendimiento. Para concluir, déjeme decirle que ha hecho una descripción muy interesante y agradable de Chiclayo y le pediría que si llega a hacer un segundo ensayo sobre la ciudad, que no olvide llamarla alguna vez como a los chiclayanos nos gusta recordarla, como la Ciudad de la Amistad. ^^
Tienes toda la razón. Mis padres son chiclayanos y con voy cierta regularidad a la ciudad. Me gusta el dinamismo y sobre todo la comida. Es por eso que voy a escribir al respecto en otro artículo. Estoy escribiendo uno sobre los excelentes museos que tienen y de los cuales deben sentirse bastante orgullosos.
Aqui solo hablas lo malo de Chiclayo, claro como toda ciudad tiene sus defectos, pero en cambio tiene un monton de virtudes que contrarestan sus defectos, una de ellas y la principal es la comida, LA MEJOR COMIDA DEL PERU ESTA EN EL NORTE PRINCIPALMENTE EN CHICLAYO Y PIURA (Para ser sincera y no es muestra de piconeria por tu opinion acerca de Chiclayo) pero cuando fui a Trujillo no me gusto para nada la comida, aqui en Chiclayo se come de lo mejor, aqui tu no te mueres de hambre como en otras ciudades del Peru pues encuentras de todo a buen precio y de buena calidad, puede ser que Trujillo tenga mejor
estructura arquitectonica pero a mi Chiclayo en comida y en la calidad de su gente no le gana nadie POR ESO SE LLAMA CAPITAL DE LA AMISTAD, en Trujillo es diferente la gente es mas creida y esa ciudad es mucho mas peligrosa , alla empezaron con las extorsiones y los secuestros al paso, me da un poco de colera que solo hables lo malo de mi ciudad...Chiclayo es hermoso,ojala que como dices agreges otra entrada a tu blog hablando sobre la gastronomia chiclayana, que aqui si no le gana nadie talvez nos haga la pelea Piura pero Trujillo ni que lo sueñe Jump.....adios cuidate.
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