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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

lunes, 20 de octubre de 2008

El ESPLENDOR DEL CINE MUDO




Quizá el desarrollo de la técnica en el arte cinematográfico creado por los hermanos Lumière en el siglo XIX hasta el día de hoy, ha sido uno de los más arrolladores y deslumbrantes, que ha hecho que los primeros trabajos fascinantes del cine sean vistos en la actualidad con poco interés y, por qué no decirlo, con burla; es como si un pintor viera a Botticelli como un pintor de técnica rudimentaria y pobre. Soberbia contemporánea que se va desgastando cuando vemos que los avances que nos sorprenden hoy, serán el pan de cada día del futuro. Ahí no está el arte. Pero el cine es arte.
Como experiencia personal, puedo comentar una clase con alumnos de cuarto año de secundaria, quienes vieron conmigo una película de cierta factura y gran despliegue de recursos técnicos (quizá de la maquinaria spielbergriana) y comenté que íbamos a ver en la siguiente sesión una película de Chaplin; la reacción fue sintomática: rechazo a la idea de ver una película que tenía mucho más allá de 30 años; muda, peor. Mas, cuando comenzó la proyección y avanzaba la película, uno a uno de los alumnos era cautivado por las escenas del claun Chaplin: gags que hacían reír al más reticente. Hacia el final de la proyección, unánimemente todos reconocieron que esa película era “maldita” (según la acepción que los jóvenes de hoy le dan a dicha palabra). No en vano TIEMPOS MODERNOS es un clásico.... y los clásicos nunca envejecen. Chaplin hizo esta película tercamente en un contexto en el cual el sonoro iba desplazando al cine mudo. Años después, en los 70, Mel Brooks hará una divertida comedia muda en la que única palabra dicha fue no, dicha nada más y nada menos que por Marcel Marceau, el maestro del mimo.
El cine mudo es una obra realizada por hombres y mujeres que apostaron por este nuevo arte, el cual utilizaba la imagen en movimiento - Cine (movimiento, cinética) y grafos (imagen) -; no hacía mucho que los daguerrotipos habían maravillado al europeo, cuando la primera proyección aquel 28 de diciembre de 1895 iba a deslumbrar mucho más a la humanidad. Los primeros 35 espectadores en aquel teatro en el Boulevard des Capuchines se encargaron de pregonar por todas partes este nuevo milagro; se proyectaron 10 cintas de 16 metros cada una, y la que más impacto fue L´arrive d´un train que causó cierto pánico entre el reducido público, quienes huyeron ante la posible embestida de la locomotora. Así cuentan.
Los mismos hermanos Lumière no estaban tan convencidos del potencial que este nuevo descubrimiento iba a acarrear al hombre moderno; recuerden la escena de Drácula de Ford Coppola cuando Vlad –Gary Oldman- y Mina –Winona Ryder- van al teatro para ver esas maravillosas escenas de las primeras películas que se difundían por toda Europa. Uno de esos tanto curiosos que llegaron a ver estas asombrosas maravillas que rondaban por el Continente, va a ser George Méliès, quien va a encontrar en este descubrimiento, un extraordinario potencial; y gracias a él, es que el cine se vuelve espectáculo, e incluso él construye el primer estudio en el Jardín de Montrueil – sous bois, allá por 1896, de donde sacó para el mundo sus obras maestras: Viaje a la luna (Le voyage dans la lune) , 20000 leguas de viaje submarino (Vingt milles lieues sous les mers ) y sobre todo Coronación del rey de Inglaterra Eduardo VII (Le couronnement d´Éduouard VII d´Anglaterre). En esta última, Méliès se preocupó por hacer una reconstrucción de la Abadía de Westminster en su pequeño estudio. El cine como espectáculo había empezado. Irónicamente, el transformador de este bello arte va a morir casi en la inopia total en un sanatorio en 1938.
En junio de 1897, un incendio en el Bazar de la Caridad en París puso en peligro el nuevo arte; hubo 125 víctimas. La reacción fue dramática pues el material era bastante inflamable (¿recuerdan Cinema Paradiso?) y muchos inversionistas se volvieron escépticos con el futuro de este arte naciente. Felizmente la Exposición Internacional de Paris de fines de siglo consagró su fama y su futuro, por supuesto.
Pero nuevas vías se iban a ir abriendo para el cine: Lenin había visto ya en el cine un tremendo potencial que iba a convertir al cine en el arte de las masas; y no se equivocó. Bajo esta perspectiva podemos ahora entender por qué muchos gobiernos de países contrarios a la ideología del régimen soviético de entonces prohibieron por años la película Potiomkin; en el Perú se pudo ver por primera vez en público en 1975, bajo el gobierno de Velasco. La película es de 1925 y se proyectó en muchos países de manera clandestina (también en el Perú durante los gobiernos diversos de postguerra, sobre todo en el gobierno de Odría – Esparza Zañartu; o durante las recias campañas de la guerrilla en la Sierra Central y Sur de nuestro país).
Ya hay varias películas que han sido rescatadas del olvido; pero Potiomkin puede encontrarse en cualquier cinemateca y ahora, gracias a los nuevos avances, muchas de éstas ya pueden ser coleccionadas. Ventajas del mundo consumista.
El cine mudo presentó todas las vertientes que el cine actual, sus diversos géneros y con películas que de una manera u otra se pueden considerar hitos dentro del cine; tanto así que las películas modernas y los grandes directores vuelven a ellas como volver a las raíces. Si uno ha visto bastante cine, se percatará que hay un sinfín de recursos ya planteados en muchas de los filmes presentados en este artículo.



Zemlya (TIERRA) es una bella película del director ruso Alexander Dojvenko (1930) una suerte de documental que nos muestra la fuerza vital de la vida campesina. La trama se basa en un crimen contra un dirigente campesino por parte de un terrateniente y por este incidente nos va describiendo la vitalidad en el mundo rural; la inyección de vida que se va gestando en la tierra cuando la siembra, la fuerza de la lluvia sobre las cosas; y el tránsito de la muerte, aceptada con menos drama que los hombres citadinos. Además permite establecer un vínculo íntimo entre la escena y el actor o actores que la realizaban. En realidad, la película sobrepasa el quedarse en un mero panfleto político y se convierte en poesía pura. Este filme sirvió como modelo a muchas otras más, en cuanto al manejo técnico de las imágenes como la presentación misma del tema.

Sunrise (AMANECE) Obra cumbre del director F. Murnau (1927), quien fue atraído por el canto de sirena hollywoodense. Basada en una historia de amor alemana, construye una intensa relación amorosa entre dos personas sencillas del campo que ven de pronto invadida su vida por una mujer de la ciudad, seductora y atractiva, él decide eliminar a su mujer y pronto cae en la cuenta de su absurdo proceder y la invita a la ciudad para disipar el mal momento; la escena en la que ambos caminan unidos por las calles de la urbe es un extraordinario trabajo de cámara y el manejo de luz, con un dominio de escena nunca visto y que sirvió de ejemplo para los directores posteriores. El trabajo no termina ahí, usó los planos para destacar las emociones de los autores (no nos olvidemos que es cine mudo y que debe recurrir a otros medios para hacer claro su mensaje). Además empleó la cámara como una forma de observación del actor haciendo tangible la idea narrativa de Joyce en el cine. Es también magistral la actuación de Janet Gaynor, quien recibió el primer Oscar como mejor actriz. Lástima que la “luna de miel” vivida entre el director y la productora Fox se derrumbara pronto y prácticamente truncara una brillante carrera como la de Murnau


La passion de Jeanne D´Arc (LA PASIÓN DE JUANA DE ARCO) de Carl Dreyer, (1928) es una obra maestra de todos los tiempos. La actuación de Maria Falconetti es extraordinaria y exigió tanto de ella que terminó en un sanatorio. Es una película que inicia el fin del cine silente, ya que sus imágenes son tan poderosas que necesitan la palabra para la redondez del mensaje. Intensos primeros planos que muestran rostros en toda sus dimensiones, arrugas, verrugas, pelos; no escapa nada a la cámara, puesto que tiene que mostrar al público todo un proceso psicológico tanto de Juana de Arco, como los de sus jueces (entre los que figura el gran artista Antonin Artaud). Según Kobal, estamos ante una sinfonía de rostros. Y es cierto, la película discurre en tomas de dichos rostros desde diferentes ángulos. Es una obra de imprescindible visión. La fotografía de Rudolph Maté ayudó en esto, explotó el color claro de los fondos para no permitir que no haya ningún elemento de distracción y centrar nuestra visión en el /los rostro(s) enfocados en esos momentos. Si alguien duda de la espiritualidad, creo que la visión de este filme le hará cambiar de opinión. Por cierto, es uno de los filmes más conmovedores de todos los tiempos.


Nosferatu de Friedrich Murnau, (1922), es con El museo de las figuras de cera, una de las obras cumbres del cine de horror fantástico de todos los tiempos. No sólo el tema es de por sí alucinante, sino que se encontró en Max Schreck quizá el actor más representativo de todos aquellos que han encarnado alguna vez al Conde Vlad. Su figura pálida, delgada y bizarra lo hacen el Drácula más espectacular que haya conocido el cine; y esto ha originado mitos como que dicho personaje era en realidad un vampiro al cual se le otorgaba una víctima, diariamente, para saciar su hambre. El trabajo de sombras, espacios abiertos, los contrastes de claro-oscuro/ luz-sombra hacen de esta película una interesante búsqueda de la luz. Los numerosos remakes de este tema no hacen sino corroborar el espíritu mórbido del humano y su insaciable búsqueda por el amor y la eternidad. Nosferatu no es el monstruo seductor que caracteriza Bela Lugosi o la versión más sofisticada de un Gary Oldman; es la expresión del terror puro, despiadado pero cae bajo las tretas de Ellen para ser exterminado; triunfa el amor, pero Ellen se sacrifica por su amado Hutter. Los surrealistas llamaron a esta obra, el amor loco. Y lo logra gracias al excelente trabajo de cámaras que crean el efecto de pesadillas y visiones (fue toda una revolución técnica del cine). Además, en cierta manera, tanto Hutter como Nosferatu son las partes complementarias del alma humana.

The Kid (EL PIBE) Si alguien cree que el melodrama no puede dar alguna obra maestra, uno tiene que ver este filme de Charles Chaplin (1921). Con la extraordinaria actuación de un niño genio, Jackie Coogan, un culebrón se eleva a la categoría de obra maestra de las emociones humanas; con una historia tan sencilla, de un niño abandonado y un desempleado se suceden una serie de escenas que nos van conmoviendo. Es que en manos de un genio como Chaplin, cualquier cosa cotidiana solía brillar en la pantalla. Nuestro director tenía un excelente poder de observación y hacía de lo más trivial algo hilarante. Arrastró al cine no sólo a la diversión sino a una visión de la cruda realidad, tanto así que con el tiempo le fue acarreando problemas con los productores y el sistema; hasta que tuvo que irse del país que en un principio lo adoptó


Diccionaire des Films – Bérnand Rapp, Jean-Claude Lamy, LAROUSSE, 1995.

Las 100 mejores Películas, John Kobal, ALIANZA EDITORIAL, 4ta edición, 1995.

Historia Ilustrada del Cine, René Jeanne, Charles Ford. ALIANZA EDITORIAL, 1er tomo, 1981.

Historia del Cine Mundial, Georges Sadoul. SIGLO XXI EDITORES. 5ta edición, 1980

viernes, 17 de octubre de 2008

SERGUEI EISENSTEIN


La tarea del arte es hacer
tangible las contradicciones del ser
Serguei Eisenstein


Indudablemente los genios siempre han tenido problemas con la vida en general; Serguei Eisenstein no escapó de esta casi inexorable verdad: tuvo problemas tanto con su sociedad como con los sistemas políticos. Con una infancia dura, un mal recuerdo personal de su padre, abandono de su madre, muchas veces acusado de inmoral o despilfarrador, tuvo problemas con el sistema soviético cuando Stalin estaba en el poder; así como con los empresarios norteamericanos que lo contrataron para rodar un filme en Norteamérica (que nunca se concretó) y un documental en México. Fue una persona intensa, de ideas geniales y de avanzada, y que no temía a retos o propuestas; tuvo tantos proyectos descabellados como rechazos automáticos de empresarios o gente ligada a la dirección de las industrias cinematográficas. Se había propuesto hacer una película sobre Das Kapital de Karl Marx, idea absurda para muchos, pero no para lo que él planteaba. Él estaba demasiado lejos del común de los mortales.
Fue un hombre de vasta cultura; muy joven se interesó por el japonés y la concepción de un ideograma. Al comprender sobre la formación de éste para ser concebido como parte de una escritura, logró relacionar este proceso psico cultural con el concepto de cine puro: una imagen como un ideograma. Si lo acercamos al lenguaje es como decir un paradigma en movimiento. En una entrevista hecha a Renny Bartlett, confiesa éste que nuestro maestro buscó en la creación de sus obras esa dinámica / estática que se ve en la combinación de la tragedia (arquetipos) y la comedia (cotidianeidad) en sus filmes. En muchos casos, el maestro era muy mordaz e incluso muchas de sus bromas cotidianas rayaban con lo grosero. Quizá sea cierto que hayamos perdido un poco la visión de ese lado eisenstiano por el del rigor extremo, solemne y trágico.
Se acercó al teatro y dirigió algunas obras acercándose a la técnica escénica propuesta por Meyerhold. Del teatro el siguiente paso obligado era el cine. Para ese entonces Lenin ya había nacionalizado la industria cinematográfica rusa y creaba una gran escuela con directores de la talla de Dovjenko, Pudovkin, Protazanov, Vertov, entre otros. Sin pecar de realismo socialista, esta escuela traza una línea con filmes que se convirtieron en hitos: de esta escuela ya hemos visto a través de los diversos ciclos ofrecidos, películas como: TEMPESTAD SOBRE ASIA, LA MADRE, TIERRA, EL HOMBRE DE LA CÁMARA; y sobre todo EL ACORAZADO POTIEMKIN de nuestro director, filme visto en el ciclo de cine mudo recientemente concluido.
Casi todos los filmes de Eisenstein son verdaderas obras maestras y estuvieron prohibidas a causa del espíritu paranoico e intransigente, producto de las guerras mundiales y la Guerra Fría. De todos modos, su obra siempre transcendió la mediocridad de los políticos u hombres moralistas, que vieron en él la encarnación del peligro rojo.
Sus obras son la plasmación de un planteamiento teórico que siempre lo inquietó. Pero no por eso dejaba que la obra fuese “esclava” de las ideas. Lo vemos en la frase con la que empieza un ensayo que Eduardo Russo hizo sobre él: “De acuerdo al modo en que comienza esta página, no sé cómo seguirá.” Además como entidad autónoma, la obra ofrece múltiples lecturas, haciéndola obra abierta, ante la cual es difícil establecer una definición exacta.

ACORAZADO POTIOMKIM (1925) fue uno de los productos más elaborados de la famosa nacionalización del antiguo cine zarista por parte de Lenin. Ocurría esto en agosto de 1919. Como ya había comentado, Lenin había visto el tremendo potencial de este arte y hacia 1922, él comentó: “el cine, de todas las artes, para nosotros (es) la más importante”. Bajo esta visión surgió un grupo vanguardista que va a elevar la calidad de las obras cinematográficas de años siguientes (hasta el periodo de stalinización de todas las artes). La película en sí tomó poco tiempo en su realización; filmada en Odessa, contó con un puñado de actores, la población de dicha ciudad y la Armada Roja. La misma idea como otra gran obra rusa, la ópera Boris Godunov, un canto coral de masas. Sin maquillajes, sin un plató, ni escenografías, las escenas de esta película son una sinfonía en las que los únicos actores son el pueblo y los marinos del acorazado. Las escenas de movimientos son magistrales y todo el lenguaje panfletario se vuelve poesía en la célebre descarga que las tropas zaristas lanzan sobre los indefensos ciudadanos. Más de una persona vi levantarse de su asiento y gritar encolerizado cuando la proyectaron en el cine Colmena en Lima en 1975. En verdad, las escenas no dan concesión alguna y las imágenes de la escalinata de la ciudad, el coche del niño cuya madre ha caído muerta por las balas, que baja hacia un triste final; la madre que enfrenta a los soldados con su hijo muerto en brazos; son escenas inolvidables y demasiado locuaces. Esta película fue hecha con rabia reprimida. Por eso, su visión es muy sencilla, pero a su vez muy densa en su contenido, por eso peligrosa. No hay actores principales, quizá el único, el acorazado mismo; estamos pues ante una película de masas.

¡QUE VIVA MÉXICO! (1932) Como comenta Sadoul, este es uno de los proyectos más soñados de nuestro artista. Es un extenso fresco del México de inicios del siglo XX, y se haya dividido en cuatro partes: FIESTA, SANDUNGA, MAGUEY y SOLDADERA. Eisenstein se fascinó por la cultura mexicana y dirigió esta obra a modo de consuelo por habérsele impedido filmar en los Estados Unidos. Es un canto coral de la cultura mexicana, con impresionantes escenas rituales de la muerte. Sin embargo, fue una de las obras más maltratadas del Director ya que prácticamente nunca la tuvo en sus manos; a pesar de haber tenido el apoyo del escritor socialista norteamericano Upton Sinclair , éste lo fustigó por haberse “devorado” todo el presupuesto y no haber concluido con el rodaje. Cuando el maestro retornaba a la Unión Soviética, el escritor incautó sus bobinas, más aún al recibir la noticia que había derrochado el dinero en perversiones sexuales y haber trabajado con personas de dudosa reputación en México. De la versión de 5 horas y 20, se va a ver la versión de 1 hora y 40 minutos, versión hecha por Grigori Alexandrov en 1973. Muchas de las escenas fueron empleadas por otros directores o fueron presentadas como documentales en los años 40, como el caso de TEMPESTAD SOBRE MÉXICO (de Sol Lesser) o MOMENTO BAJO EL SOL (de su amiga y biógrafa Mary Seton).

ALEXANDER NEVSKY (1938) es una bella película épica, con poderosas imágenes para insuflar ánimos al alma rusa en una Europa enloquecida por el espíritu bélico nazista. Así como Dmitir Schostakovitch musicalizó (posteriormente) la película POTIOMKIM, es en esta oportunidad que nuestro director incursiona en el sonoro con la Cantata del mismo nombre del gran maestro Serguei Prokofiev. Dupla genial. Jugó con grandes planos y cromatismo dicotómico, encarnando los claros, los señores teutones; los oscuros, el pueblo ruso. Tiene un extraordinario trabajo de cámara, sobre todo en los impactantes acercamientos (close-up) (parece una revisión del trabajo de Dreyer con su Pasión de Juana de Arco). La música es épica, manejo de coros como manejo de multitudes; el aria para contralto de El Lago de la Muerte (lago helado) es impresionante como lo es el resultado del triunfo y la derrota. Y además un actor, una voz: Nikolai Tcherkasov. Una obra maestra. La película fue en cierta manera retenida ya que para entonces, Stalin y Hitler habían firmado el pacto de no agresión entre ambas naciones y el filme fue visto, obviamente, como antigermánico.

IVÁN EL TERRIBLE (1943 –1945) Hablar de una parte es prescindir de la otra de esta impresionante obra que, según Kobal, dejó de lado su compromiso y testimonio social para pasar al testimonio del hombre como artista. Para ese entonces, ya la Unión Soviética ha sido atacada por las huestes de Hitler y todos los estudios cinematográficos han sido desplazados al Asia Central, con más exactitud a Alma Ata; es allí donde se inicia el trabajo de IVÁN I, el cual fue todo un suceso y gustó a Stalin, tanto así que volvió en cierta manera “a su reino”; lástima que esto no haya perdurado mucho. Si la primera parte se ve a un líder como Iván IV desplegando poder y gloria, en la segunda parte vemos a ese Iván embargado por el miedo y la paranoia de la persecución de sus rivales, los boyardos. Es por eso que el trabajo de las sombras es notable, inteligente, genial. Vemos en la primera parte las dimensiones de dichas sombras de acuerdo a la grandeza o vileza de los personajes de su entorno; obviamente Iván con sombra mayor; pero en la segunda parte, esto cambia. Y es así que Iván lentamente se va volviendo un terrible tirano, va distorsionando todo, viviendo de la intriga y venganza. Según Russo, Eisenstein va creando un triángulo en el que se yerguen un artista y dos tiranos: uno histórico (Iván) y otro el contemporáneo (Stalin).
El producto final fue aborrecido por el tirano y casi obligado a cancelar su IVAN III, del cual sólo hizo 10 minutos a causa de su muerte.

Nuestro Director fue sometido una revisión ideológica de su vida y obra, y se vio obligado a hacer una autocrítica personal injusta. Ya derrotado por las circunstancias viles de la vida fallece de un ataque al corazón, pero trabajando sobre sus teorías cinematográficas. Un genio en permanente creación. Quiero concluir este artículo tomando del ensayo de Russo...”Su cine fue el principal campo de batalla de ese experimento inacabado que en el camino dejó un puñado de obras maestras e innumerables puntas dispersas a retornar por aquellos dotados del suficiente coraje intelectual como para levantar vuelo a falta de piso firme...” Sin ánimo de atemorizarnos con esta contundente reflexión sobre la visión de su obra fílmica, espero que este pequeño ciclo nos permita ver el alma inmensa de un genio que quiso revolucionar el cine hasta límites insospechados.


Bibliografía:

Diccionaire des Films – Bérnand Rapp, Jean-Claude Lamy, LAROUSSE, 1995.

Las 100 mejores Películas, John Kobal, ALIANZA EDITORIAL, 4ta edición, 1995.

Historia del Cine Mundial, Georges Sadoul. SIGLO XXI EDITORES. 5ta edición, 1980

Eisenstein según Bartlett, Carlos Cevallos y Gabriel Quispe. BUTACA SANMARQUINA, año 4, No 13, 2002.

Serguei Eisenstein, descripción de un combate, Eduardo A. Russo, LA GRAN ILUSIÓN, No 9, 1998

jueves, 16 de octubre de 2008

Des Grands Films Français




Desde la aparición del cine en 1895 con las primeras proyecciones de los Hermanos Lumière, Francia ha desarrollado una intensa, rica y creativa producción cinematográfica, ciertas veces alterada gravemente por las dos grandes guerras mundiales (sobre todo la segunda) que sumió en la oscuridad al arte y la intelectualidad gala. Las primeras proyecciones en el Café de Capuchinos en diciembre de 1895 permitieron dar los primeros pasos de esta nueva arte. Gracias a la visión de un gran artista como lo fue George Méliès, el cine ocupó su lugar como la séptima manifestación estética global. La segunda gran globalización a causa de la Revolución Industrial y el desarrollo de la tecnología, la fotografía dio paso a la imagen en movimiento, la que había sido previamente captada por aquella (la fotografía); ya no había sólo que congelarla, sino darle movimiento (de ahí el nombre de cine-movimiento/grafos-figura). Los Lumière vieron a su invento como otro descubrimiento más de la revolución tecnológica que iba a ser el motor del siglo XX. Méliès vio en este la revolución del entretenimiento. Y como todo experimentador, fue viendo todas las posibilidades de esta arte con sus implementos: ver qué se puede hacer con la cámara y con los demás implementos de la creación de las historias: guión, escenografía, vestuario, etc.
La situación privilegiada de Francia como centro de cultural y arte hizo que muchos artistas fueran ahí para dar sus aportes, así vemos a Carl Dreyer y Fritz Lang dirigir en Francia; vemos a artistas rusos, muchos de ellos refugiados de la Revolución Bolchevique afincarse en la pantalla gala: Iván Mosjukin y Nathalie Lissenko. Algunos grandes fotógrafos apoyarán, como el ruso Rudoph Matté, en la producción de los primeros grandes filmes del mudo y del sonoro. Pero las guerras mundiales y las crisis económicas van a mermar la producción cinematográfica. Ante la sombría ocupación nazi, muchos artistas tuvieron que irse hacia los Estados Unidos para poder seguir viviendo; algunos de ellos tuvieron suerte, pero la mayoría tenía problemas con el idioma o con la forma de trabajo del sistema hollywoodense. La culminación de la última guerra mundial significó el retorno al trabajo de grandes directores como Jean Renoir (quien a las justas había culminado con la obra maestra Les règles du jeu-Las reglas del juego- cuando estalló el conflicto en 1939. Tras la caída de Hitler, las reglas del juego iban a ser diferentes para la Europa occidental. El plan Marshall para la reconstrucción de las economías de varios países suponía postergar su independencia y tener una sutil presión en las decisiones políticas de muchos de ellos, pasa en Italia y Alemania, sobre todo. Bajo esa sombra, la producción cinematográfica de muchos de estos países se vio muy afectada y sobre todo relegada de circuitos comerciales de distribución. Hollywood quedó como el omnipotente centro de producción de cine y su estilo inundó el mundo. Pero no todos querían ser sometidos y surgen escuelas como el Neorrealismo. Francia, pese a todo, mantuvo un carácter independiente en todos los campos posibles, incluido el político e intelectual. El surgimiento del Festival de Cannes apunta también a dar un buen contrapeso al poder que tenía Hollywood; la línea estética impuesta por sus estudios se va a ver cuestionada con mucho éxito con la Nouvelle Vague, que ayuda a la sociedad francesa hacia su famosa Revolución del 68. Es por eso que artistas del cine francés se reúnen para hacer su anti- Oscar (El César) y se vuelve una suerte de política de estado, no muy bien visto por el gobierno norteamericano, ya que no participaba “en una leal competencia del libre mercado”. Se ha visto que bajo esa filosofía se puede llegar a desastres tan impensados como la catástrofe provocada por los neoliberales capitalistas (quienes irónicamente han tenido que pedir ayuda a papá “gobierno”). La posición de los artistas dio y da grandes frutos, puesto que Francia no ha dejado de producir grandes filmes, ni ha dejado de aportar diversos avances tanto en la producción, creación o concepción cinematográfica.
Este breve ciclo de filmes entrañables (muchos clásicos ya han sido proyectados en diversos ciclos tanto en la AFT como en la UPN) se hace para cerrar un promisorio año de muestras cinematográficas actuales y pasadas, de filmes no sólo franceses, sino europeos y que aportan, enriquecen el séptimo arte. Este ciclo va todos los viernes en su usual horario de las 7:18 de la noche (salvo indicación expresa) en nuestra Biblioteca.

LA CHUTE DE LA MAISON USHER (LA CAÍDA DE LA CASA USHER) JEAN EPSTEIN 1928 Francia ha sido siempre un lugar de experimentación cinematográfica, tanto en la técnica como en la creación textual para filmes. El surrealismo encontró un campo fértil entre el mundo artístico e intelectual gracias a la diversidad de corrientes que se comienzan a gestar en el hervidero que fue Europa entre guerras. El desarrollo del psicoanálisis permitió ese mundo onírico que se gestó en las artes visuales, sobre todo en la pintura y el cine. Las exigencias oníricas presiona sobre la capacidad creativa de los artistas, y estos navegan en los recursos técnicos. El cine experimenta con la imagen y la creación de escenarios; así como en la fotografía tenemos a MAN RAY, o DALÍ en la pintura; en el cine lo va a ser LUIS BUÑUEL, JEAN COCTEAU y JEAN EPSTEIN. Este film presenta todo ese campo onírico que significó el periodo surrealista. Un clásico.

SOUS LES TOITS DE PARIS (BAJO LOS TECHOS DE PARÍS) RENÉ CLAIR 1930 Los inicios del sonoro fueron motivo de mucha desconfianza de varios directores. Podemos ver varios ejemplos al respecto, como el caso de FRITZ LANG, con su filme M DE MUERTE; en el que el sonido complementa la imagen. Este film presenta las mismas características, el sonido como un complemento visual y no presenta ciertos destaques del mismo. Emplea la música para suplir los diálogos, y así redondear la descripción contextual; pero vemos a un París acústico en la que la canción representa las vivencias de una sociedad con fuertes problemas económicos, que lucha por subsistir.

PEPE LE MOKO (EL DEMONIO DE ARGELIA) JULIEN DUVIVIER 1936 La Argelia ocupada por los franceses es un lugar de garitos y corrupción, por sus calles caminan truhanes y ladrones. Pero hay un cabecilla al que se le debe capturar, ése es PEPE, interpretado por JEAN GABIN; es un héroe atractivo, sórdido, el rey del submundo delincuencial. Es un film noir de rara belleza en una Francia que está a poco de verse sumida en la Segunda Guerra.

DON CAMILO JULIEN DUVIVIER 1952 Este personaje fue inmortalizado por el actor cómico FERNADEL, como un cura de un pequeño pueblo que había sido trasladado a una comunidad descabezada de su cura de parroquia. A través de las situaciones hilarantes, vemos desfilar una serie de personajes que retratan el mundo rural semiurbano: el medio burgués que asume roles políticos, el aristócrata por el cual no ha pasado la revolución francesa, el dirigente comunista con el quien tiene una buena amistad, las beatas, los desconfiados.

HIROSHIMA, MON AMOUR (HIROSHIMA, MI AMOR) ALAIN RESNAIS 1960 De la novela del mismo nombre de la literata Marguerite Duras, esta historia de amor surge entre la novelista y un japonés en el Japón de post guerra. En la pesadilla de la hecatombe atómica, surge el amor para restañar heridas surgidas por la desconfianza de la derrota y el triunfo. En un principio, la obra estaba concebida como un documental y muchos pensaron que la calidad literaria de la obra escrita por Duras iba a ser sacrificada por la idea cinematográfica. El resultado es una obra equilibrada y sincera.

TIREZ SUR LE PIANISTE (DISPAREN AL PIANISTA) FRANÇOIS TRUFFAUT 1960 Una film en el que actúa el gran CHARLES AZNAVOUR como Charlie Koler quien trabaja como pianista en un baile popular. Sus hermanos, Richard y Chico, acuden a pedirle ayuda. La situación creada por esta visita intriga a Plyne, el gerente del bar, que está enamorado de la camarera Lena, la novia de Charlie. Típica obra a la TRUFFAUT, con personajes a los que se les complica la vida por una serie de eventos que se les van de la mano. Filmada con recursos simples, este film se circunscribe en la nouvelle vague.

LE GENOU DE CLAIRE (LA RODILLA DE CLAIRE) ERIC ROHMER 1971 Este film del grupo de CUENTOS MORALES es un profunda y bella reflexión sobre el amor y la fidelidad. Con extensos diálogos, un par de amigos, hombre y mujer, reflexionan sobre lo complicado que es la relación de pareja, las situaciones que exigen el sacrificio y la posibilidad de la infidelidad; vemos los límites a los que uno como ser humano se ve enfrentado y los dilemas de los que uno no se puede eludir.


LE CHARME DISCRET DE LA BOURGEOISIE (EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESÍA) LUIS BUÑUEL 1972 Sólo la visión tan aguda e irónica como la de Buñuel podía dar como resultado este desestabilizador film. La crítica social bajo lo zúrrela permite jugar con símbolos y paradigmas para desnudarlos en su desfachatez; una visión demoledora de la burguesía en sus actos y comportamiento, así como su moral y visión de la vida; no es concesivo y nos va ridiculizándolos a través de las acciones de 3 parejas.

NAPOLEON ABEL GANCE 1927 este es un impresionante film de este director, el cual siempre experimentó con las posibilidades técnicas para enriquecer la visualización de las ideas. Para esto utilizó la cámara en movimiento y sobre la proyección en 3 pantallas para que el asistente pueda ver en simultáneo las acciones acaecidas en paralelo. Este film fue muy visionario y bastante atrevido como propuesta. Es una visión muy particular que tuvo nuestro Director de este personaje histórico. Según cuentan algunos biógrafos, esta obra emocionaba mucho al General De Gaulle. Debido a la extensión del film, éste será proyectado en dos días continuados.

CINE Y EDUCACIÓN


En el arte de educar, cualquier objeto se vuelve un instrumento, una herramienta de aprendizaje efectivo tanto para el profesor como para el alumno. Es así, que todo elemento puede volverse fuente de conocimiento, siempre y cuando hagamos una lectura eficaz de la forma y contenido del objeto en estudio. Algunos procesos tienden a ser simples, sea por la estructuración de su mensaje o forma, sea por el hábito que se tiene para acceder a dicho objeto de estudio (esto último es un tema muy interesante para discutir y, en el cual, el cine está muy involucrado).
A lo largo del proceso educativo de una persona, esta se ve inmersa en un espacio el cual es expresado directa o indirectamente a través de la elaboración humana del mismo. En realidad, nuestro entorno es muy artificial ya que hay toda una intervención permanente del hombre para la transformación de dicho espacio en su adecuación, continuidad o cambio total. El mundo que me rodea, parafraseando a Marx, es un espacio totalmente transformado por el hombre. Para bien o para mal, ese dominio ha hecho, además, (ahora parafraseando a Sartre), que yo como usuario del mismo, sea también un ente transformador adecuando a mis vivencias, creencias y necesidades lo que yo estoy viviendo y cambiando. Así pues, esos mundos paralelos, uno natural (si vale el término) y el otro artificial, tienen vínculos que se manifiestan a través de diversos vehículos de expresión del ser humano. Mi orden espacial (hombre – mundo, la cosmogonía) es releído sea por la religión, la filosofía, el arte. Y la educación permite al hombre redescubrir (el hombre no lo ha olvidado, lo ha ocultado) esas transformaciones hechas por él para comprender cómo las realizó o las realiza, y cómo yo voy a insertarme en ese espacio.
Luego de esta previa explicación, podemos entender al arte como una poderosa herramienta educativa. De todas las actividades que el hombre realiza en este proceso de transformación es el arte el más complejo, rico y polisémico de todas. El arte ofrece al hombre una sui géneris lectura de la realidad, sea por el material que emplea para la elaboración (sonido, palabra, movimiento, imagen), como los diversos niveles de lectura que puede ofrecer. No es un mero elemento técnico, puesto que no envejece como los objetos (¿es vieja la Odisea o Edipo Rey?), tampoco es un mero recuerdo de la coyuntura vivida por un grupo humano (¿Quijote es solo un español renacentista?). El arte va más allá. El arte es la memoria, en cierta manera, de la esencia humana y, si vale el término, es su perenne vehículo de eternidad.
Con el antecedente nombrado, entra a tallar una de las artes más jóvenes, revolucionarias e intrigantes (en el buen sentido de la palabra) que vivimos un poco más de 110 años: el cine. Para muchos, el cine fue una prolongación de la fotografía, era ella en movimiento. Para otros, era la oportunidad de registrar el teatro para la posteridad, el volumen en movimiento registrado como tal; por esas razones, el cine fue presa de dependencia intelectual y artística por muchos años, y paulatinamente ha logrado su autonomía para lograr su propio lenguaje, el cual (como ya habíamos dicho en el párrafo inicial) ha sido fácilmente aprendido por los humanos por la cotidianeidad. Desde esa perspectiva, el cine tiene en cierta manera una ventaja para su aceptación en cuanto objetos de estudio poco complicados – si vale el término- por el hábito frecuente de su manipulación primigenia; y, por otro lado, como desventaja, el excesivo manipuleo ha hecho un cierto condicionamiento de su complejidad a tal grado que los usuarios lo usan (al cine) como mero elemento de entretenimiento y evasión. Es por eso que tan poderosa arma de aprendizaje ha sido, en realidad, pocas veces abordada en su totalidad por el difícil camino que hay que trazar para “enderezar” el alfabeto cinematográfico a los jóvenes. Reitero lo dicho en el primer párrafo, la cotidianeidad del cine se vuelve una situación tan riesgosa para el futuro del mismo.
Otro punto interesante que compete al mundo actual es la aceleración de la expansión tecnológica; ante asaz situación, todo se vuelve en cierta manera, efímero, de envejecimiento rápido; el desarrollo implacable de los efectos visuales u otros hace que un film se vuelva a un mes de su estreno en algo ya demodé. Y nuestro usuario, nuestro alumno así lo percibe, puesto que queda solo en la forma y no va al contenido. En los diversos ciclos de cine que se ofrece a los jóvenes en la Universidad Privada del Norte palabras como “en blanco y negro” o “muda” implican una reacción de animadversión por gran parte del público asistente ¿Qué hacer entonces?
La presencia de video clubes dirigidos por profesores de Lengua o Arte en diversos centros educativos ya es un avance. Conseguir ahora material cinematográfico en cualquier tipo de soporte es barato, fácil y abundante. El problema es cómo se maneja la información y el material que tengo delante de mí. He aquí una de las misiones que deben ser asumidas por Universidades o Centros de Artes Audiovisuales de todo el país: capacitación a docentes escolares. El docente es el encargado de hacer esta labor y poder aplicar sus estrategias propedéuticas, pero en base a un conocimiento formado académicamente; TIEMPOS MODERNOS es una película que puede armar diversas clases de diversas materias en un colegio. Pero para muchos docentes la idea los puede espantar, sea porque no conocen los filmes o sea ante la rigidez de muchos planes curriculares obsoletos; así pues, una propuesta como la planteada sería demasiada descabellada. Chaplin es un artista demasiado locuaz y no es el patrimonio exclusivo de la pantomima. ¿Acaso El Quijote solo es visto en la literatura? ¿El famoso Complejo de Edipo en la psicología no es sino tomado de la Tragedia Griega?
Asumiendo este reto, el binomio docente- alumno se fortalecerá. El docente le estará otorgando mejores y más agudas lecturas de su entorno, en este caso a través de lo audiovisual. Además debe lograrse que el alumno vaya arriesgando una búsqueda por ese cine que vieron sus abuelos y entender más el pasado para fijar raíces e ir encontrando la esencia aguda de lo perentorio en una obra de arte; así lo hará más libre, más crítico y con mayor capacidad de hallar respuestas en lo analógico que es una de las ventanas que muchas veces nos suele dar el arte.

martes, 14 de octubre de 2008

Para los demás de 40….




Por Eduardo Galeano

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!
Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores. Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.
¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra.
Lo más probable es que lo de ahora está bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en que las cosas se compraban para toda la vida.
¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.
¡Nos están fastidiando!¡¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de 65 años! .Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon.
La goma solo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.
De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el "guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo" pasarse al "compre y tire que ya se viene el modelo nuevo".
Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) .
Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos...
¡¡Como guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡Guardábamos las chapitas de los refrescos! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela.
¡Tooodo guardábamos!
Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus. Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón. Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar.
Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón.
Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor. Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables.
Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables.
¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver!!. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne! Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos.
Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con que intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía "este es un 4 de bastos".Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden "matarlos" apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Ni a Walt Disney.
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: "Cómase el helado y después tire la copita", nosotros dijimos que sí, pero, ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas.
Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos.Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. Ah ¡ No lo voy a hacer!
Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable.Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer.
No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.

EL OTRO LADO DE NUESTRO HEMISFERIO MUSICAL


¿Qué tal si,
en tus sueños
volaras al cielo
y de allí trajeras
una rara y bella flor?

Y ¿qué tal si,
Al despertar,
Tuvieras esa flor
En tu mano?

¿Qué pasaría?

Deepak Chopra

Hace ya un buen tiempo, a la llegada de Caetano Veloso a la ciudad de Lima para ofrecer diversos conciertos abrió buenas perspectivas de encontrarnos con esa gran corriente musical de nuestro inmenso vecino que, pese a la cercanía, es poco conocida por nosotros. La lenta y a veces pusilánime distribución y difusión musical en nuestro país han hecho todo lo posible para alejarnos de hitos que sirvieron para hacer conocida o enriquecer esta manifestación artística en este lado del continente. La música brasilera es una feliz mixtura de los fados portugueses, música aborigen y la infaltable presencia de los ritmos negros, que muestran ese gran crisol de razas que es el Brasil.

En la década de los 60, el Brasil, sometido a una larga dictadura, vio una extraordinaria eclosión en sus artes, desde el cine hasta la literatura. Incluso algunos célebres escritores incursionaron en la música como es el caso de Vinicius de Moraes, quien guitarra en mano y con algunas musas de sensuales y bellas voces, eternizaron el bossa nova, para felicidad de todos los amantes de la música. Es interesante el contexto en el que se va desarrollando este movimiento musical, con una revolución cubana al galope y con nuevas búsquedas en el mundo del arte, caso la nouvelle vague francesa; y éste va a influir (globalización positiva) en el famoso cinema nôvo con directores de la talla de Nelson Pereira y Glauber Rocha.

Caetano Veloso, Antonio Carlos Jobim, João Gilberto, Gilberto Gil, Chico Buarque de Hollanda son autores de numerosas canciones que renovaron el mundo musical brasilero; canciones como Bom dia tristeza, Se todos fossem iguais a vôce, agua de beber, chega de saudade y sobre todo el gran aporte de la letra en Garota de Ipanema, mundializaron la música de este país y viene de los autores previamente nombrados. Acompañaron la difusión de estas obras, voces como la de Nara Leão y Maria Creuza.

Hacia 1964, apoyados por el gran saxofonista Stan Getz y las voces de Astrud y João Gilbert, este himno carioca revoluciona el mundo de la música, y en América Latina hubo gratas influencias de las cuales no escapa nuestra música; así compositoras como Chabuca Granda se ven influidas por dicha vanguardia musical.

Un caso especial en la música de este país es el Milton Nascimento, músico extraordinario quien ha trabajado con todos los grandes músicos contemporáneos (como el caso de nuestro compatriota Alex Acuña), ha acercado la música de su país a África, el continente que aportó ritmos y armonías que los caracterizan. Además rescató los instrumentos indígenas de nuestra América primitiva y las introdujo en la música popular. Felizmente hay varios grupos, como el Inéditus de Costa Rica que están siguiendo estos pasos. Debemos hablar de dos extraordinarios trabajos que realizó en los 80 como son los casos de sus álbumes Yauaretê (Jaguar), un verdadera canto ecológico, y el extraordinario álbum Miltons, que nos ofrece una sentida canción al fallido actor River Phoenix, una magistral reinterpretación de La Bamba, una soberbia canción a Don Quixote, con un soberbio piano del no menos famoso Herbie Hancock y la percusión y voz de Naná Vasconcelos (con la de Milton hacen una excelente dupla y ha trabajado en varios álbumes con Pat Metheny, sobre todo en Offram y A letter from home, la voz de Pedro Aznar es también bella).

Están, además, Boden Powell, Jorge Ben, Djavan, Ney Matogrosso, Toquinho, entre muchos más, quienes llenan el rico y vasto mundo de ese Brasil que se agita bajo las botas de la dictadura que manda muchos de sus mejores artistas al exilio; las intérpretes de la talla de Maria Bethânia o Elis Regina, quienes llenaron los oídos de los brasileños con música que habla sobre ellos, el hombre común, sus problemas y sus sueños. Por eso, muchos de estos autores, cantantes y trovadores están en el alma popular , tanto así que hasta los transbordadores bahianos llevan sus nombres o aparecen en estampillas como si fueren héroes de batallas ideológicas. Hay muchas canciones que son ya himnos: Menino de Rio, Aguas de Março, Vai levando, Nos Bailes de la Vida, Um Jeito estupido de te amar, samba de uma nota so,...

Caetano Veloso tuvo a bien poner en uno de sus álbumes, la canción Fina Estampa, merecido homenaje a Chabuca Granda (1994). Cuando vino a Lima confesó su temor y osadía de interpretar dicha melodía a los peruanos; y salió bien parado. Su cálida voz también nos conmovió en la película HABLE CON ELLA, con su singular interpretación de CUCURRUCÚ PALOMA.
Espero que los medios masivos de comunicación asuman ese reto de hacernos conocer más y esto vaya calando ya tanto en el gusto de la gente, como en la sensibilización de aquellos que tiránicamente deciden lo que debe ver y oír la gente...”en pro del rating”...

lunes, 13 de octubre de 2008

WILLIAM, SIEMPRE ETERNO




Generalmente el desarrollo de una lengua ha estado íntimamente ligado a la presencia de una literatura sólida, un amplio mundo cultural, desarrollo de la ciencia y consolidación de una identidad estatal y política. La formación de los nuevos estados europeos de los siglos IX al XIX obedece a esta consolidación a nivel de la infraestructura como la supraestructura de una nación naciente. El siglo IX vio el surgimiento del estado franco, el cual se va a “reunir” entorno a la dinastía fundada por Carlomagno. La presencia de un latín en pleno proceso de decadencia va originando la formación de nuevas lenguas, mientras el norte de Europa va a tener una evolución bastante peculiar; ahí lenguas nórdicas se van a expandir gracias al espíritu aventurero del pueblo vikingo; su llegada a tierras sajonas no es más que una escala para enrumbarse a tierras más remotas. Hay hipótesis que sugieren que el primer hombre blanco que hubo pisado tierras americanas haya sido Erick El rojo, mucho antes que Colón, mucho antes....
Pero la evolución de las antiguas lenguas anglosajonas, las célticas, fueron violentamente influidas por el latín, gracias a la invasión de los romanos dirigidos por Julio César. Estos van a instalarse en la parte sur de la isla británica, fundando o reinstalando ciudades recibiendo nombres latinos; así tenemos una de las más conocida por nosotros: LONDINIUM...Londres.
¿Qué relación puede existir entre el oficio del habla de la mayoría con la literatura, en ese entonces, un arte de las minorías? La creación de una lengua franca en la babel que era en ese entonces la Europa del medioevo. La formación de una literatura con obras de carácter épico va a ser la piedra fundamental en la creación de los estados modernos. El medioevo va a aportar todo ese espíritu caballeresco con la aparición de personajes reales mitificados o ficticios humanizados; así tenemos a un Rolando, Ruy Díaz de Vivar, Un Sigfrido, un Arturo. Cada uno de ellos va creando una verdadera marca de identidad que van a conformar las nuevas nacionalidades; y, además, algunos de ellos van a conformar una nueva lengua como el caso del Cid o Rolando.
El devenir de los siglos XIII, XIV y XV nos va a mostrar la consolidación de nuevas lenguas a través de una floreciente cultural, todo acompañado de un pujante desarrollo económico y un verdadero sentido de Estado. Las pequeñas naciones burguesas del Mediterráneo van a marcar las pautas de una nueva forma de pensar, de ver el mundo. Esta nueva forma de ver el mundo va a ser motivo de conflicto con aquellas instituciones que dominaban la visión cosmogónica del europeo de entonces. La iglesia se va a aferrar a una serie de elementos que la sentía de su propiedad: el dogma, la Biblia, el latín. Con sutiles o toscos mecanismos de control quiso enfrentar a la nueva visión antropocéntrica de ese nuevo péndulo en la historia: el RENACIMIENTO.
Todo este preámbulo sirve para presentar a nuestro autor, nacido en la Inglaterra de Isabel I, quien a su vez había recibido un país bajo la reforma anglicana. La iglesia se hallaba en disputa con la corona inglesa y no aceptaba a esta reina bastarda, hija de un Enrique VIII, intrépido monarca que desafió a la iglesia por no haberle concedido el divorcio. Isabel I, hija de este rey con la decapitada Ana Bolena, reinó por muchos años e hizo florecer a su país llevándolo a la máxima potencia.
Por otro lado, las caídas estrepitosas de dogmas como el geocentrismo o la versión de la tierra plana motivaron zozobra en la intelectualidad europea, pero también la gran oportunidad hacia la total libertad de pensamiento. Las ideas de la observación y los puntos críticos formulados por los protestantes, sobre todo Lutero, ya habían calado hondamente en casi toda Europa Occidental. La valorización de las lenguas vernáculas frente al latín era esa total libertad del pensamiento que faltaba para que el hombre europeo despegara y volviera su lengua, la lengua de cultura y arte.
Pero esto último, desde el punto de vista del desarrollo de una estructura social, corresponde a lo que se llama la Supraestructura, el mundo del pensamiento y el arte. Los países que lograron un permanente desarrollo económico, mostraron un fuerte espíritu de cultura: España primero, luego Francia e Inglaterra.
Shakespeare nace en 1564 en Straford-upon- Avon, en una familia de cierta reputación y economía. Muchas cosas se han dicho sobre su vida. La biografía escrita por F.E. Halliday sugiere cierta hipótesis que quizá William no haya existido, sino que las obras hayan ido surgiendo de manera colectiva y presentadas bajo una suerte de seudónimo; esta hipótesis es un poco insostenible; pero surgen otras ideas de apropiación de obras de otros autores por parte de nuestro artista. Otros autores hablan de una supuesta homosexualidad por la cantidad de sonetos que escribió a un atractivo joven desconocido.
No quiero entrar en estas disquiciones que ameritan una investigación más profunda.
Según datos biográficos generales, sí existió y tuvo una sólida educación en letras por profesores graduados en Oxford que dirigían su escuela; según biógrafos, y al igual que Einstein, no fue bueno en su niñez en lenguas clásicas a decir de su maestro Ben Johson; pero sí lo fue en literaturas clásicas, francesa e italiana. Se casó a los 18, edades frecuentes para desposarse, con Anne Hathaway y a los 20, en 1584 ya se encontraba en Londres como dramaturgo. Sus primeras obras no están del todo identificadas cronológicamente pero parece ser que The Comedy of Errors vendría a ser la primera (1592-93) Se ganó una buena fama, quizá también menudos problemas de corte humano como ideológicos. Digamos que la libertad de expresión no era una institución desarrollada, no olvidando que los actores vivían del mecenazgo, sea de la Institucionalidad pública (llámese gobierno o su equivalente) o protectores privados. Es por esta razón que muchas obras no eran contemporáneas a su momento, sea desde el punto de vista temporal como espacial. Recurrió mucho a otras realidades geográficas (Hamlet-Dinamarca; Romeo y Julieta- Italia; Otello- Italia) como a la historia de su país para la reconstrucción de una época para, en forma velada, mostrar la suya. KING LEAR, HENRY IV, MACBETH son obras que nos muestran ese intrigante campo que es el poder, y éste no estaba ausente en el mundo isabelino que le tocó vivir, con sus tramas, atentados y acciones criminales.
Pero debemos a nuestro amigo también como un artista desde dos planos, pero siempre en la lengua:
EL TEATRO y LA LÍRICA.
¿Qué plano es el mejor de Shakespeare? Difícil discernir, un hombre, un artista que marcó su época y elevó la lengua cotidiana a su versión más culta y refinada; sea en su poesía, sea en los parlamentos de sus bellos personajes, la lengua inglesa llega a la cumbre de su versatilidad y creatividad. Pero era un siglo de belleza en toda Europa, pese a las guerras que desgarraban a sus pueblos. No sólo es contemporáneo a Marlowe o Johson, sino a Montaigne, Francis Bacon, Galileo, Kepler, René Descartes o Cervantes; a veces me pregunto qué hubiere pasado si nuestro genio hubiere tenido el mundo informatizado del día de hoy. Quizá lo hubiera rechazado por el mal uso que le damos. Pero eso es mera especulación.
Quiero centrarme en el Shakespeare del mundo teatral; muy ligado como estoy al cine, es quizá uno de los autores más recurridos por haber creado los personajes modernos que nos acompañan no sólo en libros o ecran, sino en los escenarios musicales como vamos a ver después. No en vano muchos de sus personajes ya han devenido en categorías gramaticales para describir personalidades los seres humanos; hamletiano, Romeo, Otello; son sustantivos o adjetivos tan válidos como edípico, dantesco o quijotesco, por nombrar la creación de otros genios literarios. Cada uno de sus personajes históricos, trágicos o cómicos son ya parte del patrimonio de la Humanidad: Lear, Yago o Falstaff son cada uno de nosotros en mayor o menor presencia. Conmueve ver que a pesar de haber transcurrido siglos de su partida, hay muchos hombres y mujeres en todo el mundo que siempre lo están “poniendo al día” para el grueso público. Por eso, cuando muchos alumnos tuvieron la oportunidad de espectar el seudo documental “En busca de Ricardo III”, me conmovió la reacción de muchos de los jóvenes espectadores ante la visión de éste; y mucho más el haber constatado que nuestro artista es un hombre universal.
¿Qué hace a un autor, UNIVERSAL? Es una palabra tremenda y vital para lograr la inmortalización; no sabemos cuántos de los escritores actuales se conviertan en uno; los premios institucionalizados en la actualidad no son un factor decisivo para crear uno; muchos premios Nobel ya han caído en el olvido. Shakespeare, no.
Ahora bien, muchas lenguas modernas lograron su consolidación gracias a su literatura y un autor o autores que la encumbraron: DANTE convierte el toscano en el actual italiano; Cervantes y todo el Siglo de Oro español eleva el castellano a su máximo esplendor. ¿Es pues Shakespeare uno de estos elegidos? Sí, lo es; lo es en la medida que manejo el lenguaje hasta sus límites, y puso a éste en boca de sus personajes o a través de bellos sonetos dirigidos a personas en la actualidad desconocidas. La sensualidad de su lenguaje, la búsqueda de las nuevas formas, la importación de algunas formas literarias y la experimentación lo hacen un genio de la lengua.
Ironías de la vida hacen que los acontecimientos tengan un peso en nuestro quehacer cotidiano, éste el caso de la muerte, sobre todo la coincidencia por la muerte de dos grandes, los maestros de sus lenguas: CERVANTES y SHAKESPEARE mueren el 23 de abril de 1616. Si existiere un cielo, espero que ambos estén festejando la gloria de los idiomas que elevaron a lo que son: brillantes y vitales, cuyas existencias están por demás aseguradas.

jueves, 2 de octubre de 2008

VOCES CELESTIALES


Debo reconocer que una de las artes más extrañas que el hombre haya re-creado es la música. El poder que un conjunto de sonidos arreglados de manera diacrónica y sincrónica puede generar en una persona, ha merecido toda mi admiración desde que tengo uso de razón; adosado al hecho de que el habla humana es una actividad tan cercana a este arte. Recuerdo una crítica que leí sobre una extraordinaria cantante egipcia, Oum al Khalsoum; en ésta, el crítico nos hacía “oír” el poder de algunas voces, cuyos timbres ya forman parte de un patrimonio personal y, también, de la humanidad.
La voz humana tiene desde ya una vasta y rica clasificación que rige tanto la extensión (registro) como el timbre del cantante; las seis denominaciones genéricas que se emplea para clasificarlas (las voces) es una herramienta útil, pero herramienta al fin , cuya naturaleza fría no nos permite “entender” el carácter de cada timbre, de cada personalidad. Otra frase que me quedó grabada fue una referente a Carlos Gardel, que reza así “cada día canta mejor”. El haber escuchado de la cantante egipcia su canto extenso llamado Las mil y una noches fue todo un placer auditivo, canto acompañado de un texto poético como sólo las lenguas semitas pueden construir; cuando oí a Gardel en El día que me quieras, soberbio tango de Le Pera & Discépolo, eso no me hace más que corroborar que la voz tiene cierto sello que hace incluso la formación de una identidad de un pueblo. Tras este apasionante leit-motiv, me lancé a la búsqueda de las mismas: Mercedes Sosa y Gracias a la vida. Lila Downs y La Sandunga. Edith Piaf y La Vie en Rose. Juliette Greco y Les Feuilles Mortes. Toña la Negra y Humo en los ojos. Silvio Rodríguez y Sueño con serpientes. Pablo Milanés y Yolanda . Este pequeño grupo nos puede permitir hablar de algunos cantantes, varios conocidos; algunos de ellos dejados en el desván del olvido.

Recuerdo la primera vez que vi a Mercedes Sosa allá por 1971 en Arequipa, no era aún muy conocida en los circuitos que no correspodían a la canción comprometida como lo es hoy. Se centraba en difundir el folclor de la Argentina andina, y llegó con esas señales. En esa época, tanto Argentina como Chile, además de Bolivia, estaban generando un interesante movimiento de música popular que ya estaba entrando a los escenarios grandes. Corría la figura de la extinta Violeta Parra por esos años, y muchos cantantes tomaban sus canciones para difundir su encomiable obra, sobre todo Gracias a la vida, Volver a los 17 y La Carta. La primera canción ha sido interpretada por un sinnúmero de cantantes en varias lenguas (tuve oportunidad de escuchar a Joan Baez abriendo un concierto suyo en las ruinas romanas de Caesárea en Israel con esta canción... y la cantó en castellano), e incluso, desafiando a Pinochet, Paloma San Basilio abrió una presentación suya en un festival de Viña de Mar con esta canción. Pero fue la Sosa con su impecable álbum Tributo a Violeta Parra que la convierte en una suerte de intérprete oficial de Violeta. Casi no hubo concierto de ella en los 70 y 80 que no figurara esta canción. Cuando regresó del exilio en la apertura de la dictadura de Galtieri durante el conflicto de las Malvinas, su presentación fue apoteósica y esta canción casi hizo caer al teatro desde sus cimientos. La Sosa ha trabajado con muchos cantantes de todas las latitudes latinoamericanas, desde Pablo hasta Milton; una canción que sí debe escucharse por el dúo que hicieron es Inconsciente Colectivo, que la interpretó con su autor, Charlie García. Gracias a una colección editada y lanzada a la venta por El Comercio, hemos podido hallar una joya peruana, María Landó, de Chabuca Granda, cantada con Pedro Aznar. Su voz de contralto es fuerte y nítida, y destacada en canciones como Canción de las simples cosas (una joyita) y algunas que canta de Guastavino (¿existe algún álbum de Guastavino interpretado por ella?). Cuando era joven, sus canciones eran menos sofisticadas; pero, a veces, la madurez (¿o vejez?) eso se va postergando y caes en cosas que no van con tu espíritu.. Pero, en ella, se perdona

domingo, 14 de septiembre de 2008

CARAL


Viernes 10:30 de la noche. Dos buses salen desde Trujillo con destino a la ciudad de Supe. 95 estudiantes y 5 docentes, más tres agentes de viajes con los respectivos pilotos y copilotos se enrumban hacia el sur para visitar el pasado. Para mí, estos viajes son una buena válvula de escape, luego de días estresantes y cuasi monótonos. Casi un año atrás había viajado a este lugar con el primer grupo, el pionero. El de ayer nos ha permitido ver que ya hemos llevado a cerca de 600 chicos a conocer la génesis de nuestra cultura. El viaje se hace sin contratiempos, salvo el de una carretera Panamericana, tortuosa, saturada de tráfico pesado, con muchas paradas por ingreso a ciudades de una sola vía, pero que entorpecen el buen discurrir de la circulación. Llegamos a Supe a las 5 y media de la mañana del sábado. Desperezándonos, bajamos para estirar nuestras entumecidas piernas y sentir un poco la llovizna matutina. Un suave neblina cubre el valle y hacemos un rápido cateo de la zona; hay humedad en el ambiente, pero el día se pinta prometedor. Luego de las visitas consabidas a los baños, volvemos a nuestro bus para llegar a nuestro objetivo, previa pascana para un desayuno reparador. Jorge, Gilberth, los muchachos, todos comenzamos a entrar anímicamente en la idea de la visita a unos de los lugares más antiguos poblados culturales de América; como lo dijo alguna vez Melissa (un gran recuerdo para ella), estamos yendo a la génesis de nuestra cultura, al principio de nuestra identidad; a nuestra semilla.
El desayuno fue reparador y nos permitió "recargar combustible" para la caminata. Sí, hay que dejar el vehículo y marchar entre sembríos de ajíes, algodón y otros cultivos (algunos oriundos, otros de origen foráneo, como nos explicaron luego).
Hay lugares mágicos cuyas entradas son proverbiales y las recuerdas cada cierto tiempo; la he vivido en Efeso, en la Acrópolis, en Jerusalem, en Machu Picchu; son lugares a los que llegas y la presencia de la voluntad humana en perpetuarse se ve en sus vestigios. Caral es uno de esos lugares, de pronto, a los lejos, vislumbras unas pirámides que antaño confundían con grandes montículos de arena o piedra; el lento ingreso a la ciudadela se hizo por el parador turístico muy bien tenido y el cual permitió a todos nosotros prepararnos para la caminata.
Los guías encargados cumplieron con la función de informar a los jóvenes sobre lo que estaban viendo, visitando; sé que en muchos de ellos, nuestros alumnos, la obligación de estar atentos a poder responder un cuestionario previamente asignado les postergaba la sensación de saberse en un lugar mágico, con el peso de la historia. Podía discretamente deslizarme entre ellos para poder ver más detalles que muchas veces postergamos por creerlos más importantes, cuando esas pequeñas cosas del lugar, la luz, el paisaje, el viento, detalles que hacían el lugar muy interesante.

Para muchos de los asistentes, el hecho de caminar más de dos horas significó una situación poco manejable; a nuestros chicos les falta marchar más, eso fue lo que causó, en varios momentos, que el grupo vaya más lento y dejemos de ver otras cosas interesantes.

El momento culminante, casi al final de nuestro viaje por la historia, fue el encuentro nada más y nada menos que con Ruth Shady. El momento fue un poco tenso, quizá por el celo de los arqueólogos que trabajan con ella, pero pasados estos impases, la conversación fue óptima y para todos esclarecedoras; ella quedó muy sorprendida de la cantidad de alumnos de nuestra Universidad que ya habían visitado Caral. Casi 600 alumnos en una institución de casi 4000 dice la movilización que se ha logrado en el último año. La Sra. Shady se ha visto muy interesada en venir a nuestra casa de estudios para ver lo que estamos haciendo y conversar con los chicos directamente. Los 5ooo años de historia no tienen por qué desvancerse si es que hay entre todo ese mundo de posibilidades humanas, algunos que toquen su intelecto para preservar el patrimonio de los hombres. Espero que así esa.

SHAMBAR


El papel de la cocina no consiste solamente en hacer consumible
la comida, sino que exige también que camufle los alimentos mediante
el doble artificio de la preparación y de la presentación de los platos
LA AVENTURA DE COMER, NOELLE CHATELET


EL TRUJILLO CULINARIO Y EL SHÁMBAR

Siempre me ha gustado auscultar, husmear platillos deliciosos de las más diversas culinarias en los sitios que he estado; algunos fueron felices encuentros, otros, varias de las ocasiones, decepciones o fraudes al descubierto. En mi peregrinar por restaurantes encopetados y humildes fondas, zonas de alta rotación y cálidas casas de amigos (o tu propia casa), el encuentro feliz con la comida es, para mí, un momento de gloria que no se puede postergar: he puesto en duda amistades férreas cuando mis amigos anteponían otra propuesta que no era la de ir a la mesa para tener mi consecución de vida. Una vez dos grandes amigas mías en Monsefú, a las 2 de la tarde, se les ocurrió ir de compras y postergar mi pactado encuentro con un chinguirito previamente acordado; mi silencio con ellas duró casi dos semanas, reconocieron la grave falta que habían cometido.

Cuando me instalé en Trujillo, hace ya 15 años, inicié una suerte de expedición de lugares con culinaria espectacular; en Lima había dejado un buen grupo de amigos que teníamos por hábito visitar los domingos diversos restaurantes y huariques que te ofrecían platos impresionantes tanto al paladar como al olfato y a la vista. Había recalado varias veces en el famoso restaurante El Señorío de Sulco, que quedaba en el pueblo viejo de Surco y había comido extasiado la famosa Huatia, noble preparación serrana de la carne con especias y hierbas: un manjar. Con esos buenos hábitos adquiridos, llegué a Trujillo a iniciar cierta cacería; pero se necesitaba buenos informantes y acompañantes (la buena comida se hace con buenos amigos, en un bonito lugar con un buen entorno). Algunos compañeros de mi primer centro de trabajo eran sibaritas incipientes y me guiaron a diversos lugares, algunos interesantes; otros, lamentablemente equivocados. Comí en Moche diversos platillos interesantes, pero no espectaculares. Si lo hubieran sido, hubieran quedado en mi memoria. Quizá la excesiva condimentación o la mala (y usual combinación en las guarniciones) hicieron que esos platos estén ahora en el mundo del anecdotario. Uno lo recuerdo por la grotesca presentación de arroz, yuca y condimentos de mala calidad que me dejaron una acidez proverbial (eso que tengo estómago notable). Debo a Alejandro Santa María y Michael Exley algunas acertadas visitas en este periplo: Alejandro tuvo a bien llevar a Doña América a un cumpleaños suyo: sus anticuchos eran notables (recuerdo haber comido entre 18 ó 20) y quedan en mi memoria. También me llevó a comer este plato frecuentemente nombrado que es el shámbar. En realidad, mi expectativa no fue satisfecha como pensaba. Y aún no lo es.

El shámbar es un plato de orígenes no tan bien documentados; Cajamarca propone que es un plato que se originó en sus tierras; me parece válido, ya que el fundamento de este plato son las menestras, basándose en trigo, frijoles y habas. La certeza de que el shámbar es un plato serrano se valida por los ingredientes anteriormente mencionados, más las carnes que se suelen usar para su preparación como es el jamón serrano entre otras carnes. Las menestras son el aporte castellano que se adaptó a las alturas de nuestra realidad geográfica, pese a que hubo muchas zonas costeras en las que se plantó trigo y otras menestras de consumo diario. Pero la inclusión de estas en la culinaria costeña no fue tan relevante como sí lo fue (y es) en la sierra. Como Trujillo se ha vuelto una ciudad bastante serrana, su culinaria ha aceptado sin regañadientes este plato como parte de su variedad. Hablé con diversas personalidades de la cocina y casi todas coinciden en su origen serrano, así como su humilde génesis en cuanto un plato “residual”, ya que las opíparas cenas de los señorones trujillanos de los domingos terminaban con muchas sobras. Nuestro ingenioso pueblo (así como surgen las mazamorras y el arroz chaufa) hizo del hambre su numen de creación permanente y “recicló” este bagaje desperdiciado. Así como la población negra creó toda una vasta producción de las vísceras de los animales beneficiados (sangrecitas, pancitas, anticuchos, chanfainitas), nuestros ancestros prehispánicos también supieron aportar los suyo con sus increíbles chupes o magistrales sopas. Es interesante saber que esta sopa no tiene algún ingrediente de origen americano. Tanto las carnes como los vegetales empleados son de origen europeo. Quizá los únicos aderezos oriundos sean los ajíes (sobre todo el ají amarillo, llamado Mirasol, Capsicum Baccatum) El añadir cancha es posterior. El hecho de ser servido un lunes (puesto que su digestión es otra historia) es por la obvia razón que lo guardado en algunas comidas adquiere un sabor más especial (recordar el tacu tacu de un día para otro). Francisco Vallejo, quien escribe en la sección culinaria de El Comercio, ha aventurado ciertas teorías sobre su origen: él toma las precisiones hechas por el antropólogo Orlando Velásquez, quien le atribuye un origen cajamarquino y recibe esta denominación por la antigua lengua culle que se hablaba por estas zonas antes de los incas. Sea cual fuere su origen, es evidente su mestizaje, la combinación ha evolucionado hacia la especie de sopa que tenemos en nuestros días y que se ofrece todos los lunes (¿y por qué no los domingos?) en diversos lugares de Trujillo.

Desde mi larga estancia aquí he sido llevado, invitado, sometido, conminado (varias veces, en realidad) a comer este potaje. Desde lugares tradicionales hasta humildes puestos con esteras, he buscado el punto de la perfección de esta sopa y quiero convencerme que es una delicia, busco las combinaciones de carnes, los mejores aderezos e, incluso, las mejores canchas que acompañen al mismo. Pero, no llega a calar mi olfato; aprecio mucho las sopas, caldos y chupes; la sopa verde es una maravilla, la sopa a la minuta me puede hacer postergar muchas cosas y los chupes son platos de otra órbita; pero el shámbar, con el perdón de muchos amigos, no despierta una pasión en mí. Una vez, de manera informal y aleatoria, pregunté a personas de diversas edades sobre los platos por los cuales tienen un entrañable recuerdo. Quizá uno o dos hayan nombrado al shámbar, los más tenían evocaciones por otros manjares. Es un plato que puede estar entre las patascas, entre los locros; y sí sería necesario trabajar en él para hallar los reales ingredientes que lo hagan notable, muchas veces las estandarizaciones de las comidas, el mezquino abaratamiento de los insumos y el mal gusto hayan quizá estropeado este antiguo plato; recuerdo que uno vez comí olluquito con charqui (de llama) y el sabor era otro, nuevo, raro. ¿Es tal vez que en el camino se perdió algo? Pero, por ahora, debo decir que cuando Eva, la señora que nos engríe en casa, se dispone a preparar uno, preparo mis sentidos para hallar el misterio del mismo. Algunas veces lo ha logrado. Espero el milagro.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

EL PLACER DEL PALADAR


Antes de empezar a escribir sobre un tema tan apasionante como el buen comer, divagaba sobre qué punto tocar en tan vasto territorio recientemente abordado y acosado con esta famosa campaña de la culinaria peruana. Me vi abrumado por los diversos caminos que implica sondear el planeta gastronómico y no más de una vez cruzó por mi mente no embarcarme en tan titánico periplo, ya que soy un pésimo cocinero y no tendría una justa licencia para hablar de platillos y manjares que deleitan nuestros mal llamados sentidos menores. Mas, de pronto caí en la cuenta que así como uno puede apreciar una bella obra de arte sin necesidad de ser un artista consumado, uno también puede ser un buen gourmet sin que me haya dedicado de alma y corazón a esa alquimia secreta que es la buena cocina. Quizá haya semillas ocultas en cada uno de nosotros cuando nos desvivimos por una obra de arte y esté en mí un potencial cocinero que quisiera palpar, oler y fusionar los manjares frescos que podemos encontrar en cualquier gran súper mercado de nuestra ciudad hasta pequeños modestos puestos dirigidos por vivanderas. Una vez convencido de mi licencia, tomo el reto de navegar entre sopas, escabeches, guisados, chupes y toda delicia que las imaginativas manos humildes y poderosas pueden hacer con el mundo animal, vegetal e incluso mineral.
¿Cuán importante es la comida para el hombre? Desde el punto de vista biológico, el alimento es el combustible de nuestro cuerpo. Esta es la explicación más rasa que se puede dar al acto de comer; comemos por necesidad de subsistir. Nada más. ¿Nada más? Ese divino contacto que un alimento tiene con las papilas gustativas hace que el hombre sondee entre sus recuerdos y emociones la identificación de aquello que vamos a ingerir. Los humanos tendemos a la regularización de todo acto, con el fin de controlarlo y, así, vamos cayendo en la rutina. Pese a que el desprecio con el que el humano ha tratado al gusto, éste se ha dado, pese a todo, la oportunidad de convertir nobles elementos dados por la naturaleza en placeres denominados platillos, como lo sería un cuadro, una pieza musical, una obra de danza. El proceso alquímico de miles de años como especie ha logrado interesantes (diría hasta admirables) fusiones que llegan a nuestras mesas para deleite de los comensales.
Todo empezó en la necesidad de comer. Los primeros humanos ingerían alimentos crudos, sean animales y vegetales, como los hacen los animales no racionales; con el desarrollo de la inteligencia vino la variedad; así como el hombre comenzó a graficarse en cuevas u otros lugares adecuados para su testimonio rupestre, la presencia del fuego permite el desarrollo de los espacios comunes inicialmente colectivos, luego íntimos. El humano evoca permanentemente ese culto al fuego y está presente en todas las culturas y religiones. El control del fuego en cosas tan nimias como las velas no hace, sino, recordar esa antigua acción. ¿Cuándo fue que el hombre comenzó a cocinar? Hipótesis sobre carnes caídas accidentalmente en el fuego y su posterior recolección para comerla hace evocar nuestras fogatas con parrilladas incluidas. La cocción del alimento inicia la larga caminata de la gastronomía humana. Leía con cierta fruición las obras de Noëlle Châtelet y de Omraam Mikhaël Aïvanhov sobre los alimentos y el comer, y ambas se preocupan de la naturaleza combinatoria de los miles de productos que pueden pasar por nuestras cocinas y mesas. La primera en su novela “La Aventura de Comer”, nos hace una interesante descripción casi novelada del preparar, cocinar y comer los alimentos, procesos que evocan nuestra memoria colectiva; la segunda es un tratado de un yoga sobre el cuerpo en general y nos da algunas explicaciones de los alimentos y su relaciones cósmicas con nuestro físico y lo espiritual. Según este tratado, “La Alquimia Espiritual”, ciertas armonías físicas de las cosas (como los alimentos) pasan a ser parte de nuestra armonía física y espiritual. Quizá este último pasa por esa simple filosofía que he escuchado varias veces en un viaje que, cuando vayas a un determinado destino, comiere uno lo que la gente del lugar come. Ellos han sabido dominar su entorno y lo ha hecho alimento para poder vivir en armonía. Esto es motivo de una fuerte discrepancia personal, ya que no quisiera comer perro o algún otro “exótico manjar”, que pueblan la culinaria mundial.
La globalización iniciada en el siglo XV con el descubrimiento de América ha expandido el mundo de los alimentos a niveles insospechados y ha aportado miles de productos novedosos que han enriquecido las cocinas de los pueblos. Así como estamos orgullosos de la papa, el tomate y el maíz, debemos estar agradecidos por las menestras y los cítricos que llegaron a nuestra mesa. Un cebiche sería impensable sin el limón que vino de la India a través de los árabes, para ser traído finalmente por los españoles. Y es nuestro plato nacional, perfecto mestizaje. O no imaginarse un delicioso chupe, hecho a base de leche de vacas que fueron traídas por primera vez en el periodo de la conquista. Podemos empezar un proceso de curar nuestros traumas revanchistas viendo el maravilloso regalo que damos al mundo con nuestros platos totalmente mestizos que serían dignos de nuevas crónicas del Inca Garcilazo de la Vega, sin más.
La estandarización está matando en cierta forma este arte culinario; la absurda cultura light y la patentización (si cabe el término) para la franquicia de un platillo no me hace más que pensar que el gusto por la producción en serie nos lleva al camino insufrible de una sociedad al estilo de MUNDO FELIZ. La famosa cocina molecular espanta y atrae en cuanto a su propuesta para la deconstrucción de un plato tradicional. La cocina en su industrialización está llegando a límites insospechados y se mata la esencia de lo que era acercarse a los alimentos para aprender de ellos en su más infinita bondad de haberme alimentado y, además, haberme hecho feliz cuando con un tenedor, cuchillo o simplemente con mis manos puse su delicada textura para hacer estallar en sabores y olores su humilde naturaleza.
Por favor, no matemos a las Chenchas de la cocina.

jueves, 28 de agosto de 2008

CINE SOBRE MÉXICO




El público extranjero rechazaba las versiones en su lengua natal, porque los actores no eran los que ellos querían ver en la pantalla. En el llamado "cine hispano" de Hollywood (las versiones en español) el problema se agudizó por la gran cantidad de acentos de los actores, algo que nunca tomaron en cuenta los productores hollywoodenses.
EL CINE HISPANO EN HOLLYWOOD, Más de cien años de cine mexicano



OTROS OJOS SOBRE MÉXICO: PERSPECTIVAS


El cine, como todas las artes, es una forma de interpretación del mundo, en tanto una realidad espacial y temporal. Así pues, una obra literaria o arquitectónica, es el reflejo de lo que sucede en la sociedad que al artista le tocó vivir. En la visión marxista del estudio de una sociedad, el arte es parte de lo que se denomina supraestructura que conforma, con la infraestructura – medios de producción, recursos naturales-. La estructura de una sociedad. Es, pues, una suerte de vaso comunicante que acerca el mundo interno del artista con su contexto y la humanidad ha ido proponiendo nuevas formas que ayudasen a lograr una feliz consecución entre lo referido y su referencial. Esta búsqueda ha encontrado en los artistas, seres ávidos de material para poder comunicar su mundo interior, los indicados para indagar el alma humana en su esencia; los que buscan en su diversidad y la pluralidad, la unicidad. En su incesante búsqueda, el hombre del siglo XVI sale (en su primera globalización) y comienza a relatar lo que ve; comienza (lo habían hecho ya los árabes en su expansión proselitista, los cruzados y luego los navegantes italianos a la cabeza Marco Polo) un proceso de deslumbramiento y de comparación que movilizará al mundo. El siglo XIX es otro de los grandes procesos de expansión de la humanidad y no sólo se dedica a conquistar lo geográfico (Ríos, montañas) sino a conocer con más detenimiento a los pueblos que habían sido avasallados por la metrópoli europea. El último gran bastión humano de aislamiento, Japón, se abre ante la irrupción norteamericana y de pronto la moda es japonesa; vemos a los impresionistas franceses, a los escritores de ópera italianos escribir sobre Japón. Estas lecturas eran muy especiales, puesto que la óptica que los artistas empleaban obedecía a sus propios patrones de vida y su cosmogonía; en muy simpática escuchar a Madame Butterfly cantando en italiano y en un sistema musical típico de occidente. Lo exótico no eximía que el artista adecuase lo visto u oído a patrones de la cultura de éste (el artista).

El cine ha sido, como fuente de diversión y conocimiento, un campo experimental de textos. El cine llega cuando la humanidad ya cubre la mayor parte del planeta en su proceso de expansión capitalista: los científicos son enviados por sus gobiernos para estudiar los nuevos espacios, tanto para ver las nuevas materias primas, así como estudiar los potenciales mercados; así se entiende las misiones de Humboldt, Darwin, Laplace, entre otros; es un mundo amplio y nuevo, por lo tanto hay diversos espacios tanto geográficos como naturales para poder ser reinterpretados. Los nuevos lugares son objeto de fantasía y exotismo; el romanticismo, el simbolismo capturan estos lugares y los releen a sus medidas. En el cine, es Europa y luego Norteamérica que se encargan de reinventar el mundo desde sus perspectivas. Muy poco hicieron por respetar el mundo que se estaba manipulando para sus intereses. No podemos olvidar las interesantes lecturas del mundo romano o, en general, el mundo antiguo desde la perspectiva de las actuales potencias para hacerlas parte de su propaganda. Pocos han sido los directores que respetan la esencia de la cultura que se muestra; los más, se adecuan de acuerdo a la intención del momento.
Un país como México ha tenido siempre esa relectura especial, sobre todo de sus vecinos; el lugar de diversión, de narcotráfico, de corrupción. La imagen de este país sintetiza lo que las grandes potencias culturales ven de nuestros países; aún retengo en la retina una versión bastante distorsionada del imperio de los incas en la película llamada en castellano “El Imperio del Sol” con Christopher Plummer, en la cual él era Atahualpa. La versión de Eva Perón en la ópera de LLOYD WEBER es una versión bastante sesgada de lo que fue esta mujer; las versiones de Maciste que llenaban las salas de cine fueron retomadas en su concepción como Rambo o Terminator. En muchos casos, el cine se vuelve en burda propaganda para defenestrar al enemigo (todos los filmes sobre Cuba o los países socialistas) o para justificar su invasión, ya que es la única manera de civilizar a los “ignorantes”; he ahí el esperpento de 55 DÍAS EN PEKÍN o cualquier bodrio que justifique la invasión de Iraq.

Este corto ciclo de películas nos muestran relecturas de México y desde México a través del cine; algunas son respetuosas, otras son incidentales, otras, bastante lesivas contra un pueblo. Por eso, en caso último, es necesario mostrar y advertir en estos espacios al público en general de estas especiales acciones que en muchos casos ofenden a diversos pueblos del planeta.

¡QUE VIVA MÉXICO! SERGUEI EISENSTEIN (URSS) 1931 Como comenta George Sadoul, este es uno de los proyectos más soñados de nuestro artista. Es un extenso fresco del México de inicios del siglo XX, y se haya dividido en cuatro partes: FIESTA, SANDUNGA, MAGUEY y SOLDADERA. Eisenstein se fascinó por la cultura mexicana y dirigió esta obra a modo de consuelo por habérsele impedido filmar en los Estados Unidos. Es un canto coral de la cultura mexicana, con impresionantes escenas rituales de la muerte. Sin embargo, fue una de las obras más maltratadas del Director, ya que prácticamente nunca la tuvo en sus manos; a pesar de haber tenido el apoyo del escritor socialista norteamericano Upton Sinclair , éste lo fustigó por haberse “devorado” todo el presupuesto y no haber concluido con el rodaje. Cuando el maestro retornaba a la Unión Soviética, el escritor incautó sus bobinas, más aún al recibir la noticia que había derrochado el dinero en perversiones sexuales y haber trabajado con personas de dudosa reputación en México. De la versión de 5 horas y 20, se ve frecuentemente la versión de 1 hora y 40 minutos, versión hecha por Grigori Alexandrov en 1973. Muchas de las escenas fueron empleadas por otros directores o fueron presentadas como documentales en los años 40, como el caso de TEMPESTAD SOBRE MÉXICO (de Sol Lesser) o MOMENTO BAJO EL SOL (de su amiga y biógrafa Mary Seton).

EL TOPO ALEJANDRO JODOROWSKY (MÉXICO/CHILE) 1970 Este es un verdadero film de culto, un bizarro western mexicano, con escenas extremadamente violentas y que se producen en todo este contexto típico de los 70, bajo la influencia de la revolución de las flores, el mundo hippie y la presencia de las religiones del lejano oriente se entremezclan en la película. Para su época fue todo un revuelo y es producto de la imaginación de este escritor de origen chileno, quien ha incursionado en casi todas las artes (como Jean Cocteau). El mismo director hace el principal papel como el pistolero justiciero, tomando como modelo el héroe solitario fordiano (como John Wayne). El western sí ha sido parte de la cultura de los estados mexicanos que fueron usurpados por Estados Unidos durante su fase expansionista; es más, muchos de los filmes hechos por algunos directores antibélicos de los 70 crearon películas en esa zona movediza que era Río Grande en ese entonces: ahí tenemos un clásico con LA PANDILLA SALVAJE (1969), cuya existencia termina en una masacre contra los hombres de Pancho Villa; el director, Sam Peckinpah, hizo otro clásico con varios actores mexicanos: TRÁIGANME LA CABEZA DE ALFREDO GARCÍA (1974)

EL CALLEJÓN DE LOS MILAGROS (زقاق المدق ) JORGE FONS (MÉXICO) 1995. Esta es una especial relectura de la obra maestra del escritor egipcio Naguib Mafuz, quien había recibido el Nóbel de Literatura en 1988. En la obra original, las historias transcurren en la ciudad de El Cairo y, gracias al guión de Vicente Leñero, se traslada a la ciudad de México de nuestros días. La trama está dividida en cuatro partes fácilmente identificables y ellas se van hilvanando a través de la reflexión de tres personas. Arturo Ripstein es el productor y hay cierta mano en la elaboración del film con varios tintes de humor negro. Son historias de personas marginales y, hasta cierto modo, fracasados. El reparto también hizo famoso esta película, pues cuenta con Bruno Bichir, Salma Hayek y María Rojo.

TRAFFIC STEVEN SODERBERGH (USA) 2000 Esta premiada película trata sobre los sólidos vínculos del narcotráfico entre dos países que se complementan: Estados Unidos y México. Las cinco historias se hilvanan entre ellas y vemos los hilos del poder contaminados por esta lacra de la sociedad. Lo interesante es el tratamiento de las historias que no dejan de tener un acentuado tufillo racista y altanero: la parte mexicana es filmada en blanco y negro, y muestra zonas desoladas cercanas a la frontera, sobre todo en Tijuana; quizá es así como el film quiere ver a las zonas deprimidas generadoras de la materia prima (en este caso, intermediarios para el gran mercado como lo es Norteamérica); la parte estadounidense es a color y pese a ello no esconde las podredumbres del poder. De todas maneras, la narración es sostenida y al final de cuentas queda una sensación de incertidumbre y escepticismo, por lo menos del lado mexicano. En realidad, es una visión un poco sesgada como lo es con todos los países productores de droga, a quienes se les imputa la responsabilidad de producirla, pero la sociedad opulenta no es capaz de enfrentar de manera efectiva los conflictos de sus adictos ciudadanos que generan este atractivo mercado.