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Trujillo, La Libertad, Peru
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martes, 13 de agosto de 2024

ESPLENDOR MAYA: TIKAL (CRÓNICA DE VIAJE POR GUATEMALA 3)

 



Viernes 26 de julio: Una breve noche para dormir. Desde el día anterior, cuando supimos que el hotel en el que íbamos a ir en Antigua canceló la reserva por no usar la primera noche; las razones son por los cobros excesivos de Avianca por nuestro equipaje por lo que tuvimos que cambiar nuestro itinerario por lo que nos íbamos a quedar sólo una noche y no dos en Antigua. Y lo peor es que el hotel de la reserva inicial le quería cobrar la noche a César, quien hizo la reserva. Carmen, César y yo estuvimos navegando para buscar los hoteles tanto en Panamá como en Antigua. Por fin encontramos dos hoteles idóneos en ambos lugares. Pero eso fue a la 1 pm por lo que dormí sólo media hora, pues el servicio empezaba a las 2 am. Nos recogieron del mismo lugar: una combi en un estado no muy bueno. Y eso nos iba a pasar una factura pesada: en el camino una de las llantas se reventó, lo que atrasó nuestra llegada al centro de visitantes donde el guía nos esperaba para ir al Templo IV en el cual se ha edificado una plataforma para poder ver la salida del sol. El guía estaba molesto por nuestra tardanza y su actitud no fue nada buena en un inicio, pues nos vio (a Maria y a mí) con bastones y esto iba a entorpecer la visita; peor aún el hecho de llegar atrasados. Nos llevó por un sendero del cual sólo pude ver sombras de árboles, pues eran las 4 de la mañana aproximadamente. El ascenso fue tortuoso entre raíces, troncos de árboles y un conato de lluvia. Íbamos cubiertos de protector solar y repelente contra los impertinentes mosquitos y otros bichos. Llegamos a nuestro destino cerca del amanecer. Teníamos que ascender ¡202 escalones! Me armé de valor y los subí lento, pero seguro. Ese día iba a ser el día del escalón, pues estos no fueron los únicos que subimos. Los escalones estaban un poco resbaladizos, pues había llovido. Al llegar a la parte superior no dimos con la sorpresa de que la niebla iba cubriendo todo el paisaje y no se despejaría hasta casi las 11 de la mañana. De todas maneras, vimos un paisaje surreal, pero pronto todos los numerosos turistas que estaban ahí comenzaron a descender. Nosotros bajamos con tranquilidad y comenzamos nuestro recorrido. Cada espacio visitado era explicado con cierta reverencia y admiración por parte de nuestro guía. En algunos casos se exaltaba. Pero este gran complejo iba encerrando maravillas. Al igual que los moche, los mayas utilizaban las construcciones anteriores como base para edificar una nueva estructura, por lo general pirámides. Y las ubicaciones de estas eran estratégicas y tenían un principio religioso y agrario. La parte cumbre de este sitio arqueológico es La Gran Plaza (https://aprende.guatemala.com/cultura-guatemalteca/gran-plaza-tikal-peten/). 






Aquí hay dos grandes pirámides, la I y la II. Se visita el templo pirámide I a la cual se accede desde una escalera en la parte posterior del mismo. Al subir ves un panorama extraordinario. Todas las pirámides terminan rematadas con una suerte de sala sagrada y a su vez el remate superior tiene un mascarón hecho en piedra caliza con figuras, las cuales dieron nombres actuales a las mismas. Por ejemplo, la pirámide templo II, a la cual no se podía subir, tiene un mascarón un conjunto de máscaras por lo que se la llama “de las máscaras”. El templo (pirámide) I se llama “del Gran Jaguar” por obvias razones. Muchos de estos elementos fueron saqueados por arqueólogos rapiñas y terminaron en diversos museos del mundo. Felizmente hay una gran cantidad de estelas y restos de mascarones que están en el Museo Nacional de Arqueología que visitaríamos en nuestro último día en Ciudad de Guatemala. Luego de ver cada espacio sorprendente de esta cultura, llegar a este lugar te quita la respiración y dejas a tu imaginación lo que ves delante de ti. Los que hayan visto la parte final de la primera película de La guerra de las galaxias entenderá la magia que uno encuentra en esta plaza y en cada uno de los monumentos de la sorprendente arquitectura maya (https://hablemosdeculturas.com/piramides-mayas/#google_vignette). El último templo que visitamos fue el VI desde el cual pudimos tener una vista esplendorosa del lugar. He aquí un resumen de tan bello lugar: https://travelgrafia.co/blog/tikal-guatemala/. Ver este lugar es algo obligado en tu visita a este país. Su historia es interesante: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/tikal-la-gran-ciudad-maya-de-yucatan_18819. Pero su decadencia y extinción encierra un sentido de advertencia a toda la humanidad cuando desgastas o dilapidas tus recursos naturales. Tal como se explica ahora, la cultura maya sobreexplotó sus bosques, los arrasó para convertirlos en terrenos de cultivo y con el tiempo esta acción terminó en una gran desgracia con una sequía que duró años. Imaginar que el paisaje que uno ve ahora es de grandes bosques, pero en ese entonces eran terrenos de cultivos que iban agotando el recurso acuífero y empobreciendo la tierra; eso los forzó a abandonar sus bellas ciudades, las cuales fueron lentamente cubiertas por la vegetación selvática. Salimos del complejo en dirección al Centro de Visitantes, bastante cansados pues habíamos subido a varias pirámides, visto una inmensa tarántula y haber sido, en cierta manera, perseguidos por una manada grande de coatíes; estos simpáticos animales ya están acostumbrados a la presencia masiva de turistas y se han acostumbrado, mal, a esperar comida de los visitantes. Son numerosos y no son agresivos… todavía (https://www.lifeder.com/coati/). Muchos de estos nos acompañaron en nuestro recorrido y había familias enteras. 





A medida que íbamos llegando al centro, el número de turistas iba creciendo. Llegaban por oleadas. Cuando estuvimos en La Gran Plaza, hubo unas cien personas que se perdían en lo grande de esta plaza, pero lo que veíamos era una gran masa humana que imagino iba a cambiar la fisonomía del lugar. Hay paquetes turísticos que te permiten salir de Flores a las 10 de la mañana. El haber ido temprano nos ahorró esta molestia y el calor que ya comenzaba a subir rápidamente. Llegamos a nuestra combi turística (sólo para ese uso, no para transporte público como en Perú) en la cual había tres pasajeros que iban a Flores también. El calor arreciaba y el vehículo no tenía aire acondicionado. Además, el chofer estaba preocupado, pues él pensaba que nuestro guía le había tomado su celular. Al comprobar que no, el conductor, en el retorno, se dirigió a la estación de gasolina a la cual habíamos ido temprano tras el cambio de llantas para ver si ahí se había quedado el dichoso celular. Tampoco. Y para cerrar su mala racha, en el trayecto a poco de llegar a Flores, se revienta el tubo del radiador. Felizmente enviaron otra unidad a nuestro rescate. Pero, espero que el hombre haya, por lo menos, encontrado su celular, pues es una herramienta importante de trabajo en el mundo del turismo. Un drama humano como muchos. Llegamos a Flores. Maria y Carmen comentaron sobre este incidente y la dueña del hostal se conmovió por nuestra historia y nos permitió usar las habitaciones hasta nuestra partida al aeropuerto. Primero, nos fuimos a duchar y, luego, a almorzar, para luego ir al lago a nuestro suspendido paseo del día anterior. El calor apretaba. Cambié de ropa por algo más ligero. Lo recomendable es ir a los sitios arqueológicos con pantalones largos por la cantidad de mosquitos y los caminos de trocha que tenemos que transitar en este lugar, tanto así como el momento en que vimos una tarántula que el guía sacó: Sin embargo, en la ciudad sí puedes ir con algo más ligero. Estrené mis pantalones cortos de telar quiché. Al salir vimos muchas agencias que promocionan Belice (o Belize) como un lugar al cual puedes ir con cierta facilidad, pues no se halla tan lejos de Flores. Fuera de contar con buenas playas, hay también algunas ruinas mayas. El viaje por tierra es de casi 8 horas. Guatemala reclama este territorio como suyo y es un conflicto de larga data como muchos que hay en el mundo en territorios que fueron colonias (https://www.nytimes.com/es/2024/02/18/espanol/belice-y-guatemala-disputa.html?auth=login-google1tap&login=google1tap,  https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-61727380). Luego de algunas indagaciones, nos fuimos a almorzar al restaurante Doña Goya, frente al lago y muy cerca de los lugares en los que las movilidades nos recogieron. Nos fuimos al segundo piso para ver en pantalla grande la inauguración de las Olimpiadas de París 2024. Pedimos unas cervezas para enfriar el cuerpo, pues el calor iba en aumento. Pedimos nuestros platos cuando se desató un temporal increíble. La lluvia, pese a estar lejos del balcón, entraba hasta nuestros sitios, se fue la luz: una locura. La lluvia inundó el primer piso y comenzamos a almorzar en nuestros platos cargados de agua de lluvia. Alucinante. Imagino cómo la habrán pasado los turistas que fueron a Yaxhá o Tikal a esta hora. 




Una vez terminado el temporal, nos fuimos al hotel e hicimos las últimas compras. Decidimos no ir a nuestro paseo en bote por obvias razones. El esposo de la propietaria de nuestro hospedaje, amablemente, nos llevó al aeropuerto para estar a la hora para irnos Guatemala. Todo se desarrolló con seguridad, llegamos a la hora a Guatemala para ir a nuestro departamento. Hicimos el contacto con una taxista,  quien nos llevó a nuestro destino. Pese al problema de mi pierna derecha, este no me amilanó e hice todo el trayecto de esta ruta maya por la cual había puesto punche para viajar a este país.

Una vez en el departamento, recogimos nuestras maletas, hicimos los arreglos para los días siguientes, pagamos la noche y nos fuimos a cenar. La Zona 10 tiene muchos restaurantes y bares, y hacen una noche movida.  Nos fuimos al patio de comidas Fontabella (https://www.guatemala.com/comida/restaurantes/deliciosos-restaurantes-que-puedes-encontrar-en-fontabella-guatemala/) donde nos dimos un fuerte atracón. Luego nos fuimos a un bar bastante movido, lleno de gente: La Tabeerna. Nos fuimos a nuestro departamento a preparar los últimos detalles, pues al día siguiente nos íbamos a Antigua.






domingo, 11 de agosto de 2024

EN EL CORAZÓN MAYA: YAXHÁ (CRÓNICA DE VIAJE POR GUATEMALA 2)

 



Miércoles 24 de julio, ya noche. Una de las cosas extrañas que vimos en algunos casos es el hecho de que cobran por pasajero, sobre todo cuando vas al aeropuerto. Del Departamento al aeropuerto no era larga la distancia, pero hay que tomar en cuenta las horas punta que hace que ciertos tramos se vuelvan intransitables. El taxi nos recogió y nos llevó a nuestro destino. Este aeropuerto, La Aurora (https://www.aeropuertos.net/aeropuerto-internacional-la-aurora/,  https://www.youtube.com/watch?v=4PJzmszIu9M) es relativamente pequeño y casi no tiene vuelos nocturnos, salvo el que íbamos a tomar para la ciudad de Flores en el Noreste guatemalteco; como no íbamos con equipaje para depósito, ingresamos rápido previamente haber sacado en una de las máquinas nuestra tarjeta de embarque. El vuelo fue rápido (casi 50 minutos) y llegamos a Flores, al aeropuerto Mundo Maya en la Región de Petén, rica en biodiversidad y arqueología. Es el sueño de muchos viajeros que quieren conocer la historia prehispánica de esta parte del continente y cerca de esta pequeña ciudad se encuentra precisamente Tikal, el derrotero precolombino. Mundo Maya es un aeropuerto internacional de amplias instalaciones en medio de la selva (https://mundochapin.com/2020/07/aeropuerto-internacional-mundo-maya/91105/#google_vignette, https://www.youtube.com/watch?v=PpwCBTkBNA0). En este aeropuerto conseguimos, por fin, bastante folletería turística de la zona y otros lugares de Guatemala. Incluso obtuvimos un mapa de la ciudad de Guatemala. Ahora sí. César buscó un taxi por las aplicaciones y logramos un precio módico (¡por persona!) para ir a Flores, a la isla donde estaba nuestro hotel, Hostal Doña Gladys, muy bien ubicado  (https://planetofhotels.com/es/guatemala/flores/hostal-dona-gladys). La isla, no es tal, pues está unida por una lengua de tierra, la 6ª Avenida, que comunica a este rincón altamente turístico con el resto de la ciudad en sí. Se  me había malogrado uno de los bastones de caminar y queríamos buscar una ferretería para hacerlo. Hallar una significaba salir del perímetro de la isla. Decidimos hacerlo al día siguiente. Hablamos con la dueña del hostal para poder ubicar nuestras habitaciones, cancelar nuestras deudas, tomar los paquetes turísticos de los días siguientes y luego salir a cenar. La señora, amablemente, nos dio algunas indicaciones de restaurantes. Todos queríamos comer pescado, pero no tilapia que es lo que abundaba en la zona. Fuimos caminando por las pintorescas calles de Flores, empedradas, para buscar primero el restaurante Raíces que se encuentra en el mismo embarcadero. Este restaurante te da otra opción que es la de comer en un restaurante del mismo propietario en una embarcación en medio del lago. Nos instalamos para ordenar, pero nos dijeron que sólo tenía tilapia por pescado. Nos disculpamos; el lugar es muy bonito y reconocido como de los mejores del lugar (https://mrmenu.co/guatemala/restaurantes/raices/), pero nos habíamos propuesto comer pescados oriundos de la zona. Salimos del lugar y nos fuimos caminando por el malecón Benito Juárez en la Calle 15 de Septiembre que va bordeando el lago. Seguimos el camino hasta llegar a otro, Casablanca, que tenía aire acondicionado. El calor sí era excesivo, lo viviríamos y sufriríamos los dos días restantes). Volviendo al restaurante, fue una buena elección: https://www.guatemala.com/comida/restaurantes/casa-blanca-restaurante-mejores-vistas-isla-flores-peten/. Una buena cena rociada con vino. Al salir, César y yo fuimos a una discoteca pequeña en la que estuvimos un rato tomando un par de cervezas y disfrutando la climatización. Guatemala tiene varias cervezas, como la Gallo y la Cabro, sus versiones ligeras son buenas (https://circlecitypedicabs.com/las-7-mejores-cervezas-que-debes-probar-en-guatemala/). Nos fuimos a dormir bajo una temperatura 25 grados aproximadamente; más la humedad, un perfecto caldo climático.


Jueves, 25 de julio. Carmen se había levantado temprano y deambulado un poco por el lugar. Gracias a ella, nos fuimos a tomar desayuno en el Hotel Isla de Flores (https://hotelisladeflores.com/acerca-de-nosotros/). En el camino nos detuvimos en una tienda para poder comprar algunos recuerdos como polos, dijes u otras cosas que queríamos adquirir. Había unos polos con los calendarios mayas con información que usaban todos los vendedores y guías. Te preguntan tu fecha de nacimiento para consultar ese calendario (https://www.calendarr.com/mexico/calendario-maya/) para ver tu signo (Nawal, algo así como un tótem) y animal representativo: todos los vendedores tenían un libro para poder recabar la información exacta (https://www.mayatecum.com/calcular/).  En torno a este calendario, se ha dicho tanto y dio pie a una película de desastres: 2012 (https://www.esquirelat.com/entretenimiento/2012-una-pelicula-que-predijo-el-fin-del-mundo). Mucho de lo que íbamos a ver en Yaxha y Tikal, e imagino que todo lo demás que haya del mundo maya, se explica y rige por este calendario, sencillo (casi exacto) y complejo a la vez. Pero este mundo, como lo han sido muchas culturas precolombinas han sido caprichosamente interpretadas por textos, pinturas, grabados y filmes que han querido mostrar a los demás sobre su naturaleza. Al día siguiente, en nuestra visita a Tikal, el guía iba a despotricar de Apocalypto, el film de Mel Gibson (https://www.tomatazos.com/listas/217130/La-cultura-maya-en-el-cine). Y eso se va a ver en otros filmes como uno de la conquista de los incas en la que actúa Christopher Plummer como el Inca Atahualpa, un verdadero bodrio (https://www.filmaffinity.com/es/film789862.html). Toda esa discusión y búsqueda hizo que nos quedáramos un buen tiempo en esa tienda en la que compré unos polos muy simpáticos y unos pantalones tejidos según la usanza quiché. Nos fuimos a desayunar con tranquilidad, pues nos estábamos preparando para ir al Parque Nacional Yaxhá Nakum Naranjo por la tarde; teníamos que estar cerca del mediodía en un punto no muy lejos del hotel para ser recogidos. Al salir del restaurante nos fuimos a caminar por las calles de este bonito lugar, rodeado por el lago Petén. Al caminar llegamos a uno de los embarcaderos y preguntamos por algún circuito; nos ofrecieron dos, pero el tiempo nos apremiaba. Decidimos hacer esta actividad al día siguiente. Bueno, quisimos; ya explicaré qué pasó. Lo que sí hicimos fue visitar la pequeña iglesia del lugar: la catedral de Nuestra Señora de los Remedios (https://www.guatevalley.com/que-visitar/iglesia-y-catedral-de-flore-nuestra-senora-de-los-remedios-flores-peten). Fue un buen momento de descanso, pues el calor ya apretaba. Bajamos por la Av. Barrios donde quedaba nuestro hotel y nos fuimos a la calle Sur, que es la puerta de entrada/salida de la isla. Ahí nos recogió la movilidad, una custer, para ir a nuestro lugar de interés. Un poco antes, Maria había cambiado dinero en una casa de cambio que sí hay en el lugar. 




En Guatemala los conductores son mucho más respetuosos de las reglas que en el Perú. Ceden el paso en el cruce peatonal o dejan pasar autos que quieren ingresar a determinado lugar; aquí muchos conductores de vehículos de servicio privado o público son verdaderos salvajes. Los embotellamientos que vimos en la ciudad de Guatemala hubieran sido diez veces peores en Lima o Trujillo; y el estado de las calles y carreteras es mucho, muchísimo mejor que aquí. En el camino nos agarró un conato de aguacero que felizmente no prosperó. Recogimos a un grupo de turistas europeos que luego irían a Flores con nosotros en el retorno. Ese recojo alargó nuestro viaje. Tras casi 50 minutos de viaje, llegamos a un punto en el que compramos fruta, galletas, agua y algunos sánguches que serían nuestro almuerzo una vez que llegamos al centro de interpretación del parque, el cual nos iría a introducir al mundo maya que veríamos en todo su esplendor al día siguiente en Tikal:  https://aprende.guatemala.com/cultura-guatemalteca/patrimonios/parque-nacional-yaxha-nakum-naranjo-en-guatemala/. Allí nos darían una pulsera de papel para identificarnos, almorzaríamos y usaríamos los servicios higiénicos antes de ir a nuestro objetivo. El grupo se dividió, pues varios querían ver unos restos arqueológicos en una isla, uno de los tantos que reúne este parque como son Nakum y Naranjo, otras ciudades que forman parte del complejo, siendo Yaxhá la más grande de este parque: https://www.parquenacional-yaxha-nakum-naranjo.com/naranjo.html




La historia de estas ciudades no ha sido tan pacífica y el fin de ellas está ligada a un desastre natural coadyuvado con un desastre generado por el hombre: la deforestación. La verdura que rodea a los monumentos en la actualidad no era tal, pues los mayas talaron todos los inmensos bosques para volverlos zonas de cultivo. Algo así como lo que está pasando con la Amazonía en los diversos países como el Perú. La factura para los mayas fue el desastre, pues tuvieron que abandonar todas sus ciudades para buscar otros lugares dónde poder vivir. Las personas que fueron en el otro grupo ingresaron por el lago, luego de haber visitado Topoxte, una isla con restos que se encuentra en la laguna Yaxhá. Nosotros fuimos por otro camino. De haber estado sin problemas en la pierna, me hubiera gustado seguir esa visita. Ingresamos al Complejo Astronómico Menor y de ahí seguimos al Juego de la Pelota del Palacio. Aquí la imaginación voló: todo lo uno ha leído sobre este ritual y lo que significaba estaba delante de mis ojos: un juego con mucha carga ritual y un final sangriento visto desde nuestra percepción actual, con  reglas muy complejas y estrictas (https://www.culturamaya.org/juego-de-pelota-de-los-mayas#google_vignette, https://www.youtube.com/watch?v=hU7SnlinIzg). Cerca del lugar donde se hallaba el juego está el monte de los sacrificados. También hay una pequeña acrópolis con grafitos. De ahí nos fuimos al complejo astronómico mayor en el cual subí a una pequeña pirámide. Estando en este lugar, recibí la noticia desde Trujillo que había ganado un premio en un sorteo. Me dio buena suerte. Seguimos nuestra ruta por una senda (Calzada de las Aguadas) que nos llevó hasta la Plaza de las Sombras, lugar donde se reunían los ciudadanos en ceremonias religiosas; es llamado Grupo Maler, que lleva el nombre de Teobert Maler, investigador ítalo – austro -alemán y descubridor oficial de este sitio arqueológico en 1904.  Nuestra siguiente visita fue la Acrópolis Norte, que tiene una pirámide bastante empinada a la cual no arriesgué subir. Como iba a paso lento por mi cojera, podía hablar en varios momentos con el guía y le explicaba la hipótesis vinculante de la simultaneidad de la desaparición del Mundo Moche a causa de un mega Niño, que parece ser también el causante de la fuerte sequía que iba a afectar a los mayas tomando la drástica decisión de abandonar sus ciudades (https://historia.nationalgeographic.com.es/a/dramatico-final-civilizacion-mochica_6641, https://www.bbc.com/mundo/especial/vert_earth/2016/03/160226_vert_que_acabo_con_civilizacion_maya_yv). Hay tantas hipótesis al respecto: https://laculturamaya.net/quien-derroto-a-los-mayas/?expand_article=1. Llegamos a la Acrópolis 8 para ver a todos subiendo esta empinada pirámide, mientras yo veía unas construcciones palaciegas en el lugar. 





Seguimos nuestra visita por la Plaza de los Pájaros y nos dirigimos al complejo de las Pirámides Gemelas. Pasamos por la Plaza de las Columnas para ir a nuestro último objetivo: el Templo de las Manos Rojas, punto desde el cual veríamos la puesta del sol. Tuvimos mucha suerte que durante nuestra visita no hayamos tenido conatos de lluvias o chapuzones. Pero la nubosidad no nos permitió ver una buena puesta de sol. Las personas que nos vendieron los paquetes turísticos nos indicaron que Yaxhá es para ver la puesta y Tikal para disfrutar un sol naciente. 




Por eso nos íbamos a ir al día siguiente muy temprano a este nuevo espacio. Terminada nuestra visita, regresamos a nuestro bus para retornar a Flores; ahora el viaje fue más corto. Llegamos al mismo punto del cual partimos. Pese a ser noche, hacía mucho calor. Teníamos problemas con la reservación de nuestro hotel en Antigua debido a los cambios de planes. Así que comenzamos a buscar alternativas, pues en un par de días teníamos que ir a la antigua capital de Guatemala. Fuimos a cenar en el mismo lugar que habíamos desayunado. Luego nos fuimos al hotel, pues íbamos a salir a los 2 AM. Íbamos a ver el amanecer en Tikal.