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Trujillo, La Libertad, Peru
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jueves, 5 de septiembre de 2024

TESOROS GUATEMALTECOS (CRÓNICA DE VIAJE FINAL DE GUATEMALA 7)

 



Martes 30 de julio. Prácticamente nuestro último día en Guatemala. Habíamos planificado estar un día más con el fin de visitar los tesoros que encierra esta ciudad en sus museos y palacios. Nos fuimos a tomar un sustancial desayuno otra vez al San Martín para ir bien apertrechados, pues queríamos hacer un buen periplo. Quedamos con nuestro taxista, quien nos había prometido comer chicarrones el día anterior (y se lo tomó en serio como veremos luego). Nuestro primer plan era ir al Palacio Nacional de la Cultura en plena zona 1. Tal como había comentado anteriormente, ese palacio está considerado entre los palacios más bellos de Latinoamérica (https://www.youtube.com/watch?v=F_X56cBajKU). Aunque este sitio de Youtube es medio truculento, lo de este palacio no deja de ser cierto. Llegamos al lugar y, nuevamente, no había visita programada por la mañana. Esto nos fastidió mucho. Cuando nos dirigíamos al palacio, había visto un edificio neoclásico en el que está ubicado la Oficina de Correos de Guatemala. Caminamos en dirección de este lugar haciendo tiempo, pues habíamos decidido ir al Museo Nacional de Arqueología y Etnología. Vimos un primer edificio (son gemelos) en la que hay oficinas y pregunté si vendían estampillas (como lo hice en Montevideo). Me indicaron que sí las había en el otro edificio. Entramos a la oficina de Filatelia y me dieron en la yema del gusto. Compré muchos sobres de primer día, colecciones completas y hojas informativas, sobre todo de las celebraciones de su Bicentenario (https://agn.gt/cuales-son-los-sellos-postales-lanzados-por-el-bicentenario-de-independencia-de-guatemala/). Hice un gasto fuerte, lo reconozco. Como oficina pública, no se podía pagar con tarjeta y se debía hacer el pago en moneda guatemalteca. Tuve que ir a un lugar, Centro Capitol, para poder sacar dinero de algún cajero: una pesadilla. Saque más dinero en previsión y fue una buena decisión como veremos luego. César me acompañó a buscar este cajero (había varios, pero no tenían efectivo). Pagué por mis estampillas y tomé algunas fotos en este interesante lugar. Quiero agradecer a mis acompañantes por la paciencia de espera para comprar los timbres postales. Tal como pasó en Montevideo, también me dieron un vínculo para poder hacer pedidos en el futuro (https://sites.google.com/view/menudesellospostales/inicio). 



Nuestro amigo taxista vino a recogernos y nos fuimos a uno de los sitios cumbres de nuestra visita: el Museo Nacional de Arte Maya. Arqueología y Etnología. En el camino, nuestro amigo Juan se detuvo un rato a comprar chicharrón del cual nos había hablado el día anterior. Los chicharrones estaban muy crujientes, muy rico (https://www.youtube.com/watch?v=2hpwZLBempo). Simpático gesto. Seguimos a nuestro objetivo museo. Este museo no tiene el tamaño y esplendor del Museo Nacional de Antropología de México, el cual visité en el 2000 (https://mna.inah.gob.mx/). El Museo en Guatemala es más pequeño, pero también tiene valiosos y bellos tesoros de la cultura maya (https://artemaya.culturaguate.com/). En esta página web uno puede ver las maravillas que se encuentran alojadas en este gran museo. Hay una interesante y extensa colección de la cultura maya: estelas que nos narran historias de la cosmogonía maya; cerámica que se aprecia a través de sus máscaras o incensarios; trabajos en jade en filigrana; su alucinante escritura jeroglífica. En este video veremos el arte musical y ceramista unidos: https://www.youtube.com/watch?v=iMz0-ZRPTPk. El espacio es para recorrerlo, mínimo, en un par de horas para apreciar los detalles de esta cultura que fue muy locuaz y vemos su locuacidad en cada objeto primorosamente labrado. No hay que olvidar que este museo es también de Etnología, por lo que un par de salas que se dedican a mostrar la belleza de los trajes guatemaltecos, herencia quiché que queda hasta nuestros días. Increíblemente no había libro ni catálogo disponibles. Esto es algo que nos llamó mucho la atención, que, a diferencia de Panamá, no podíamos encontrar libros a precios razonables sobre Guatemala, su apasionante geografía (basta con la belleza de Atitlán para recordarlo) y su rica historia, tanto precolombina como colonial. 




La simpática librería que vimos en Antigua tenía una buena selección de libros de historia y arqueología, pero los precios eran prohibitivos. Aquí dejo este enlace virtual del gobierno guatemalteco en el que se pueden ver los museos públicos regentados por el Estado: https://mcd.gob.gt/?page_id=1340. Además, comparto este raro video sobre el museo, un poco estridente, hecho por el mismo gobierno guatemalteco (https://www.youtube.com/watch?v=rgRBFq7nVZ0). Este invita a los usuarios a visitarlo. El museo está en una zona en la que hay otros tres: Museo Nacional de Arte Moderno (https://mcd.gob.gt/?page_id=1439), Museo de los Niños y el Museo de Historia Natural Jorge Ibarra (https://mcd.gob.gt/?page_id=1445). El de Arte Moderno Carlos Mérida estaba cerrado por refacción, una lástima, pues nos lo habían recomendado (https://www.youtube.com/watch?v=swKFF2DlZvM). Se denomina Carlos Mérida en homenaje a este pintor mexicano-guatemalteco (https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/3085/Carlos%20Merida, https://www.youtube.com/watch?v=5c5PCavEhCI). En verdad, cuando supe más sobre este personaje y el contenido del museo, es una pena que no lo hayamos podido visitar. Al salir, pudimos ver de manera directa el problema que tienen en sus museos: no puedes pagar con tarjeta o en dólares; una señora norteamericana salió hacia la avenida para poder hallar un cajero con el fin de sacar moneda nacional, le pregunté al cuidante de la puerta y me dijo que tenía que caminar casi dos cuadras de avenidas para hallar un cajero. La mujer se armó de valor para hacer la caminata. Una verdadera pesadilla para el turista. Decidimos intentar nuevamente el Palacio Nacional. Al salir vimos parcialmente el Museo de Historia Natural y decidimos llamar a otro taxi para que nos lleve a la Zona 1. César hizo la gestión y nos fuimos desde la Zona 13 a la 1 yendo por la bonita Plaza España (https://www.youtube.com/watch?v=WBNMYaGSiKI) y nos fuimos por la  7A Avenida, muy ordenada y bonita, en la que vimos raras construcciones (como la Torre del Reformador) y el imponente Banco de Guatemala (https://www.youtube.com/watch?v=Qmbzk3V9AQ8). Ya llegando al la Zona1, se ve la diferencia de las construcciones, la antigüedad; pero, eso sí, no se veían edificios sin enlucir. Interesante. Llegamos a la Plaza y, por fin, había visita programada. Este palacio se hizo esperar, aunque sea para ver una pequeña parte de él (https://mcd.gob.gt/?page_id=1441). 







Lastimosamente no dejaban tomar fotos con cámaras profesionales, sino con celular. Frustración. El grupo se dividió en dos; grupo de hispanohablantes y los de inglés. En la página virtual que he compartido se puede ver varias salas, muchas de ellas con bonitos decorados cargados de historia. En verdad, sólo se visita prácticamente un ala del palacio. Hay un impresionante mural que muestra la conquista de Guatemala (https://aprende.guatemala.com/historia/murales-en-el-palacio-nacional-de-la-cultura/, https://www.youtube.com/watch?v=XIbRHi4RIxs). La visita no es muy larga, dura un poco más de una hora, hay obras muy interesantes y salas con un decorado vistoso. Una vez que salimos, nos fuimos a comer algo, no habíamos almorzado. Escuchamos sugerencias y nos indicaron que el mejor lugar para hallar restaurantes era la 6 Avenida A, bastante peatonal. Fuimos buscando opciones hasta llegar a la altura del Teatro Lux, donde ubicamos un restaurante al costado de este teatro en el cual almorzamos y compré algunos chocolates guatemaltecos que los llaman Xocolatl (como lo es en náhuatl) (https://www.xocolatlmexica.com/chocolate/definicion-chocolate/significado-xocolatl/). El chocolate, esa maravilla, tiene su origen en Mesoamérica (https://mxcity.mx/2020/01/xocolatl-el-alimento-que-los-mayas-compartieron-a-los-aztecas/). Tengo entendido que, incluso, el chocolate es la base del mole mexicano, como el famoso mole poblano (de Puebla): https://www.youtube.com/watch?v=enzNE1Ir9m8.  En este restaurante, el Saúl Bistró ( https://saulemendez.com/gt/gastronomia/saul-bistros/saul-bistro-teatro-lux/), compré varios chocolates de la marca Futuro Vivo: https://www.xocolatl-futurovivo.com/. Los que compré eran de chocolate solamente, incluso uno era de 70%. Delicioso. Llamamos a Juan para que nos recoja. Hicimos una maniobra que no fue buena: que nos recoja de la Plaza. Juan nos dijo que, de habernos quedado en el Teatro Lux (sala de arte), nos hubiera recogido más rápido. Este lugar parece ser de gran relevancia cultural de esta ciudad y que acoge el Centro Cultural de España (https://chapinenusa.com/noticias-guatemala/nostalgia-la-historia-del-cine-lux--20226614420). Nos recogió en la misma Catedral. En el camino a nuestro departamento, Juan nos comentó que la Zona 1 prácticamente moría de noche por la inseguridad. Una pena. Por eso, al igual que Lima, muchos turistas deciden hospedarse en zonas como en la que estábamos. Llegamos a nuestro objetivo y nos dedicamos a arreglar nuestras cosas. Por el dolor de mi pierna, no quise salir a cenar, pero me trajeron unos ricos sánguches. Al día siguiente nos íbamos a Panamá.



Miércoles 31: Juan nos vino a recoger temprano. El aeropuerto está bastante cerca de nuestro hospedaje. Fuimos con tranquilidad al aeropuerto. Nos despedimos de Juan, quien estaba dedicándose a cultivar palta como nos lo había contado en los numerosos recorridos que hicimos juntos. Como todavía nos habíamos quedado con varios billetes y monedas guatemaltecas, aprovechamos las tiendas de venta libre para comprar regalos y recuerdos. El avión, en esta oportunidad, era mucho más cómodo. Salimos puntualmente. Copa Airlines es una línea aérea que me ha gustado, pese a que anteriormente había escuchado malos cometarios de la misma. Ahora puedo decir que es otra realidad. El vuelo salió puntual, nos íbamos a quedar un día y medio en Panamá.






martes, 13 de agosto de 2024

ESPLENDOR MAYA: TIKAL (CRÓNICA DE VIAJE POR GUATEMALA 3)

 



Viernes 26 de julio: Una breve noche para dormir. Desde el día anterior, cuando supimos que el hotel en el que íbamos a ir en Antigua canceló la reserva por no usar la primera noche; las razones son por los cobros excesivos de Avianca por nuestro equipaje por lo que tuvimos que cambiar nuestro itinerario por lo que nos íbamos a quedar sólo una noche y no dos en Antigua. Y lo peor es que el hotel de la reserva inicial le quería cobrar la noche a César, quien hizo la reserva. Carmen, César y yo estuvimos navegando para buscar los hoteles tanto en Panamá como en Antigua. Por fin encontramos dos hoteles idóneos en ambos lugares. Pero eso fue a la 1 pm por lo que dormí sólo media hora, pues el servicio empezaba a las 2 am. Nos recogieron del mismo lugar: una combi en un estado no muy bueno. Y eso nos iba a pasar una factura pesada: en el camino una de las llantas se reventó, lo que atrasó nuestra llegada al centro de visitantes donde el guía nos esperaba para ir al Templo IV en el cual se ha edificado una plataforma para poder ver la salida del sol. El guía estaba molesto por nuestra tardanza y su actitud no fue nada buena en un inicio, pues nos vio (a Maria y a mí) con bastones y esto iba a entorpecer la visita; peor aún el hecho de llegar atrasados. Nos llevó por un sendero del cual sólo pude ver sombras de árboles, pues eran las 4 de la mañana aproximadamente. El ascenso fue tortuoso entre raíces, troncos de árboles y un conato de lluvia. Íbamos cubiertos de protector solar y repelente contra los impertinentes mosquitos y otros bichos. Llegamos a nuestro destino cerca del amanecer. Teníamos que ascender ¡202 escalones! Me armé de valor y los subí lento, pero seguro. Ese día iba a ser el día del escalón, pues estos no fueron los únicos que subimos. Los escalones estaban un poco resbaladizos, pues había llovido. Al llegar a la parte superior no dimos con la sorpresa de que la niebla iba cubriendo todo el paisaje y no se despejaría hasta casi las 11 de la mañana. De todas maneras, vimos un paisaje surreal, pero pronto todos los numerosos turistas que estaban ahí comenzaron a descender. Nosotros bajamos con tranquilidad y comenzamos nuestro recorrido. Cada espacio visitado era explicado con cierta reverencia y admiración por parte de nuestro guía. En algunos casos se exaltaba. Pero este gran complejo iba encerrando maravillas. Al igual que los moche, los mayas utilizaban las construcciones anteriores como base para edificar una nueva estructura, por lo general pirámides. Y las ubicaciones de estas eran estratégicas y tenían un principio religioso y agrario. La parte cumbre de este sitio arqueológico es La Gran Plaza (https://aprende.guatemala.com/cultura-guatemalteca/gran-plaza-tikal-peten/). 






Aquí hay dos grandes pirámides, la I y la II. Se visita el templo pirámide I a la cual se accede desde una escalera en la parte posterior del mismo. Al subir ves un panorama extraordinario. Todas las pirámides terminan rematadas con una suerte de sala sagrada y a su vez el remate superior tiene un mascarón hecho en piedra caliza con figuras, las cuales dieron nombres actuales a las mismas. Por ejemplo, la pirámide templo II, a la cual no se podía subir, tiene un mascarón un conjunto de máscaras por lo que se la llama “de las máscaras”. El templo (pirámide) I se llama “del Gran Jaguar” por obvias razones. Muchos de estos elementos fueron saqueados por arqueólogos rapiñas y terminaron en diversos museos del mundo. Felizmente hay una gran cantidad de estelas y restos de mascarones que están en el Museo Nacional de Arqueología que visitaríamos en nuestro último día en Ciudad de Guatemala. Luego de ver cada espacio sorprendente de esta cultura, llegar a este lugar te quita la respiración y dejas a tu imaginación lo que ves delante de ti. Los que hayan visto la parte final de la primera película de La guerra de las galaxias entenderá la magia que uno encuentra en esta plaza y en cada uno de los monumentos de la sorprendente arquitectura maya (https://hablemosdeculturas.com/piramides-mayas/#google_vignette). El último templo que visitamos fue el VI desde el cual pudimos tener una vista esplendorosa del lugar. He aquí un resumen de tan bello lugar: https://travelgrafia.co/blog/tikal-guatemala/. Ver este lugar es algo obligado en tu visita a este país. Su historia es interesante: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/tikal-la-gran-ciudad-maya-de-yucatan_18819. Pero su decadencia y extinción encierra un sentido de advertencia a toda la humanidad cuando desgastas o dilapidas tus recursos naturales. Tal como se explica ahora, la cultura maya sobreexplotó sus bosques, los arrasó para convertirlos en terrenos de cultivo y con el tiempo esta acción terminó en una gran desgracia con una sequía que duró años. Imaginar que el paisaje que uno ve ahora es de grandes bosques, pero en ese entonces eran terrenos de cultivos que iban agotando el recurso acuífero y empobreciendo la tierra; eso los forzó a abandonar sus bellas ciudades, las cuales fueron lentamente cubiertas por la vegetación selvática. Salimos del complejo en dirección al Centro de Visitantes, bastante cansados pues habíamos subido a varias pirámides, visto una inmensa tarántula y haber sido, en cierta manera, perseguidos por una manada grande de coatíes; estos simpáticos animales ya están acostumbrados a la presencia masiva de turistas y se han acostumbrado, mal, a esperar comida de los visitantes. Son numerosos y no son agresivos… todavía (https://www.lifeder.com/coati/). Muchos de estos nos acompañaron en nuestro recorrido y había familias enteras. 





A medida que íbamos llegando al centro, el número de turistas iba creciendo. Llegaban por oleadas. Cuando estuvimos en La Gran Plaza, hubo unas cien personas que se perdían en lo grande de esta plaza, pero lo que veíamos era una gran masa humana que imagino iba a cambiar la fisonomía del lugar. Hay paquetes turísticos que te permiten salir de Flores a las 10 de la mañana. El haber ido temprano nos ahorró esta molestia y el calor que ya comenzaba a subir rápidamente. Llegamos a nuestra combi turística (sólo para ese uso, no para transporte público como en Perú) en la cual había tres pasajeros que iban a Flores también. El calor arreciaba y el vehículo no tenía aire acondicionado. Además, el chofer estaba preocupado, pues él pensaba que nuestro guía le había tomado su celular. Al comprobar que no, el conductor, en el retorno, se dirigió a la estación de gasolina a la cual habíamos ido temprano tras el cambio de llantas para ver si ahí se había quedado el dichoso celular. Tampoco. Y para cerrar su mala racha, en el trayecto a poco de llegar a Flores, se revienta el tubo del radiador. Felizmente enviaron otra unidad a nuestro rescate. Pero, espero que el hombre haya, por lo menos, encontrado su celular, pues es una herramienta importante de trabajo en el mundo del turismo. Un drama humano como muchos. Llegamos a Flores. Maria y Carmen comentaron sobre este incidente y la dueña del hostal se conmovió por nuestra historia y nos permitió usar las habitaciones hasta nuestra partida al aeropuerto. Primero, nos fuimos a duchar y, luego, a almorzar, para luego ir al lago a nuestro suspendido paseo del día anterior. El calor apretaba. Cambié de ropa por algo más ligero. Lo recomendable es ir a los sitios arqueológicos con pantalones largos por la cantidad de mosquitos y los caminos de trocha que tenemos que transitar en este lugar, tanto así como el momento en que vimos una tarántula que el guía sacó: Sin embargo, en la ciudad sí puedes ir con algo más ligero. Estrené mis pantalones cortos de telar quiché. Al salir vimos muchas agencias que promocionan Belice (o Belize) como un lugar al cual puedes ir con cierta facilidad, pues no se halla tan lejos de Flores. Fuera de contar con buenas playas, hay también algunas ruinas mayas. El viaje por tierra es de casi 8 horas. Guatemala reclama este territorio como suyo y es un conflicto de larga data como muchos que hay en el mundo en territorios que fueron colonias (https://www.nytimes.com/es/2024/02/18/espanol/belice-y-guatemala-disputa.html?auth=login-google1tap&login=google1tap,  https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-61727380). Luego de algunas indagaciones, nos fuimos a almorzar al restaurante Doña Goya, frente al lago y muy cerca de los lugares en los que las movilidades nos recogieron. Nos fuimos al segundo piso para ver en pantalla grande la inauguración de las Olimpiadas de París 2024. Pedimos unas cervezas para enfriar el cuerpo, pues el calor iba en aumento. Pedimos nuestros platos cuando se desató un temporal increíble. La lluvia, pese a estar lejos del balcón, entraba hasta nuestros sitios, se fue la luz: una locura. La lluvia inundó el primer piso y comenzamos a almorzar en nuestros platos cargados de agua de lluvia. Alucinante. Imagino cómo la habrán pasado los turistas que fueron a Yaxhá o Tikal a esta hora. 




Una vez terminado el temporal, nos fuimos al hotel e hicimos las últimas compras. Decidimos no ir a nuestro paseo en bote por obvias razones. El esposo de la propietaria de nuestro hospedaje, amablemente, nos llevó al aeropuerto para estar a la hora para irnos Guatemala. Todo se desarrolló con seguridad, llegamos a la hora a Guatemala para ir a nuestro departamento. Hicimos el contacto con una taxista,  quien nos llevó a nuestro destino. Pese al problema de mi pierna derecha, este no me amilanó e hice todo el trayecto de esta ruta maya por la cual había puesto punche para viajar a este país.

Una vez en el departamento, recogimos nuestras maletas, hicimos los arreglos para los días siguientes, pagamos la noche y nos fuimos a cenar. La Zona 10 tiene muchos restaurantes y bares, y hacen una noche movida.  Nos fuimos al patio de comidas Fontabella (https://www.guatemala.com/comida/restaurantes/deliciosos-restaurantes-que-puedes-encontrar-en-fontabella-guatemala/) donde nos dimos un fuerte atracón. Luego nos fuimos a un bar bastante movido, lleno de gente: La Tabeerna. Nos fuimos a nuestro departamento a preparar los últimos detalles, pues al día siguiente nos íbamos a Antigua.