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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 2 de febrero de 2025

¿CAMINO AL CIELO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 02 DE FEBRERO)

 


Las últimas semanas han estado muy movidas para la Iglesia Católica peruana. La cancelación definitiva de la congregación Sodalicio de Vida Cristiana y el escándalo del ex arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, han causado revuelo entre la feligresía nacional y sus ondas sísmicas han afectado a no muchos sectores de la política conservadora nacional. En el caso del Sodalicio, la noticia no ha sido una novedad, pues era motivo de una sólida e intensa investigación por parte de un grupo de periodistas entre los cuales destacaron Pedro Salinas, quien fue incluso una de las víctimas; y Paola Ugaz. Salinas escribió un libro Mitad monjes, mitad soldados (2015) en el que nos cuenta, a través de diversos testimonios, todas las acciones lesivas y agravantes contra jóvenes de la alta sociedad limeña por parte de diversos miembros religiosos de dicha congregación, quienes los sometieron a diversos abusos psicológicos, físicos e, incluso, sexuales. Este sonado caso vio a lo largo de la investigación una serie de amenazas por parte de dicha congregación o sus feligreses, las que tuvieron un impacto internacional e hicieron que el Vaticano ahondase en las pesquisas recabando testimonios y evidencias de las víctimas con el fin de tomar una acción; en este caso, drástica: su disolución. A estas alturas, los miembros de esta ex congregación han aceptado la decisión tomada, reafirmando “su obediencia al Santo Padre”. ¿Será un caso cerrado? El caso del ex cardenal Juan Luis Cipriani sí es de remarcar. Primero, Cipriani había sido separado de la iglesia de manera discrecional aprovechando su edad de jubilación; pocas personas estaban al tanto de lo que había sucedido con su suerte y llamó mucho la atención el hecho de su súbita partida dejando una serie de actividades que solía tener en Lima. Una condecoración por parte del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, feligrés de su misma congregación, el Opus Dei, desató una tormenta en la cual Cipriani ha terminado mal parado. Su presencia en Lima motivó una publicación en el diario El País de España en la que se explicaba las razones por la que el ex cardenal no debería haber estado en Lima para un acto público mostrando una investidura que ya no le corresponde. Lo penoso fue la reacción de muchas personas de tratar de defenderlo negando las evidencias del caso de pederastia que lo involucra. La gente olvidó la institución protegiendo a una persona que cometió actos graves reñidos con la moral y su investidura, actos por los que la iglesia está luchando para evitar caer en desgracia como sucede en otras partes del planeta. Casos como Fernando Karadima en Chile o Marcial Maciel Degollado de México, verdaderos depredadores, son una profunda estaca en la iglesia católica. Estos personajes también fueron defendidos a rajatabla por numerosos feligreses para evitar el escándalo en desmedro de la situación en la que quedaron las víctimas de los pederastas. ¿Cielo o infierno?

2 comentarios:

pedro morillas dijo...

Una raya más al tigre. Uff!

Anónimo dijo...

Infierno y tiene que ser aquí en la tierra