En los 80 traduje un texto de italiano al español sobre una palabra nueva para mí en ese entonces: la maquila. Esto es: “tecnologías que se adquieren importándose y empleándose una mano de obra local barata, destinada a producir productos para su posterior exportación” y se expandió rápidamente, porque “permite a las empresas poder producir los productos y servicios que ellas desean a un coste de la mano de obra del país más económico”. Muchos países asiáticos y latinoamericanos tuvieron una gran presencia de nuevas industrias sobre todo en los textiles. Las grandes marcas usaron a Filipinas, El Salvador, Indonesia e, incluso, Perú para una gran producción en serie. En cierta manera, Gamarra de Lima es una consecuencia de este proceso. Lo mismo pasó con las tecnologías que fueron posesionándose en varios países asiáticos como Malasia, Indonesia y, sobre todo, China. Lentamente, muchas fábricas fueron desmanteladas en Europa y USA para instalarse en territorio chino. Mi esposa me contó cómo toda la fábrica alemana en la que trabajaba en los 90 terminó mudándose a China. A diferencia de muchos países de producción en serie barata, China invirtió en educación y dinamizó su industria profundizando su conocimiento y experimentación. Su crecimiento ha sido vertiginoso y ha pasado de producir artículos de plástico a conmover al mundo con su IA Deepseek, la que ha humillado a los gigantes de tecnología de punta al haber sido producida en base a las tres Bs: Bueno, Bonito y Barato. Trump ha reaccionado actuando radicalmente contra el hecho de haber permitido que su mayor contrincante haya sido “ayudado” por ellos mismos, pero esa era la lógica del capitalismo global. La reacción de Trump se parece a la misma que tuvo USA en los 80 y parte de los 90 cuando Japón se hizo tan poderoso que comenzó a comprar activos y pasivos norteamericanos. Tan virulenta fue la reacción de la sociedad gringa que hubo campañas inducidas a consumir su “industria nacional” boicoteando productos japoneses, sobre todo, los autos. En la dinámica del capitalismo internacional, EE. UU. Ha reaccionado algunas veces contradiciendo la esencia del libre mercado actuando de una manera chauvinista. El llamado pragmatismo de DT está generando numerosas contradicciones. Es demasiado ambigua esta situación, a tal grado que un comentarista español derechista conservador, Miguel Ángel Temprano, ha llamado a DT de “comunista” por aplicar aranceles que atentan contra la esencia del libre mercado. Todo esto está provocando diversas situaciones que traerán consecuencias conflictivas como las que acaba de generar por aplicar fuertes aranceles al acero y aluminio, los que afectan a varios países europeos y Argentina, gobernado por un líder que promueve la libertad económica a ultranza. Su posición es totalmente contraria con lo desarrollado en las últimas décadas desde la famosa tercera ola de Alvin Toffler. Estamos desandando la historia.
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