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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

martes, 27 de agosto de 2024

LAGO ATITLÁN Y CHICHICASTENANGO, CORAZÓN GUATEMALTECO (CRÓNICA DE VIAJE GUATEMALA 5)

 



Domingo 28 de julio. Fiestas Patrias. Como en 2023, nuevamente pasé las fiestas julias fuera del Perú. En el 2023, fue Argentina; ahora, Guatemala. La distancia es de 106 km. El señor del Hotel Nolasco había dado instrucciones para nuestros lugares de tal manera que fuéramos con comodidad, sobre todo yo por mi pierna. Y se cumplió con todo el pedido. Genial Habían quedado en recogernos a las 7 am. para poder llegar a Chichicastenango a tomar desayuno, pues toma un poco más de dos horas el viaje. Llegaron unos cuantos minutos después de las 7 de la mañana. La carretera que se toma es la Panamericana, la cual está en muy buen estado, es amplia y mantiene un tráfico intenso. Guatemala es un país densamente poblado, como casi todos los países centroamericanos. Cruzamos muchos pequeños pueblos en los que había intensa actividad por ser domingo, día de fiesta y de mercado. Las mujeres van con sus trajes y peinados típicos. La forma cómo las mujeres se peinan hacen recordar los peinados de las mujeres de Monsefú en Lambayeque (https://www.youtube.com/watch?v=eRvQCebHh5I). Llegamos casi a las 9 am. al Hotel Los Arcos en el cual tomamos desayuno. Sacábamos cuenta de que la vida es bastante cara para un guatemalteco por los precios de las comidas. Quizás para un viajero europeo no lo sea tanto, pero Carmen, César y Maria eran conscientes de que el estándar de vida es caro en general. Hay una fuerte migración y mucha gente vive (como en el Perú) de las remesas. Muchos han vivido o viven en USA y eso ha determinado, creo yo, el perfil social de este país: esto explicaría la cantidad de cadenas de comida rápida o chatarra en las ciudades guatemaltecas. Es inaudito: uno ve más Mc Donald que restaurantes típicos y una increíble cantidad de iglesias protestantes por todas partes: evangélicos, mormones, testigos de Jehová. En Perú las hay, pero no en la cantidad que hay en Guatemala. Quizás sean esas modas gringas que los emigrados han traído a su patria. Terminado nuestro desayuno, nos embarcamos al rito perpetuo de la sociedad de consumo: comprar. 





Y nos fuimos al mercado que estaba a sólo media cuadra, el famoso mercado dominical de esta pequeña ciudad cuya fama ha cruzado fronteras (https://www.youtube.com/watch?v=LM_nCEQ_nAg, https://www.callejeandoporelplaneta.com/mercado-chichicastenango-guatemala-que-ver/). Así, nos adentramos en el monstruo. Nos habían advertido sobre nuestras cámaras y billeteras por la increíble cantidad de gente que se conglomeraba en las estrechas calles llenas de puestos donde te ofrecen de todo. Obviamente apuntamos a la artesanía. Guatemala tiene una gran producción artesanal como México, por ejemplo.  Tienen excelentes trabajos en textiles, madera y barro (https://mundoguatemalteco.com/artesanias-guatemaltecas-historia-y-significado-detras-de-los-oficios-tradicionales/#google_vignette). Como habíamos ido como equipaje con una maleta de no más de 10 kilos, teníamos que priorizar. Por ejemplo, tuve que limitar mi gusto por los libros y, al final del viaje, sólo traería uno desde Panamá. Los cuatro nos hacíamos cuadraditos en nuestra cabeza para ver cómo podíamos llevar tanta belleza que veíamos por todas partes. Lo que no vi mucho era orfebrería (https://aprende.guatemala.com/cultura-guatemalteca/artesanias-guatemala/, https://www.youtube.com/watch?v=BOdN5I13tnM). Estuve en México en el 2000 en la ciudad de Metepec en la que hay una vasta tradición alfarera. Hay una producción increíble y traje algunos tesoros de esa visita. Pero en esos tiempos, no había tanta limitación con el peso. Por eso me traje un libro genial sobre la artesanía mexicana: Belleza y Poesía en el Arte Popular Mexicano del 1996, obra hecha nada más y nada menos que por Carlos Monsiváis, Fernando del Paso y José Emilio Pacheco. Esos libros son de colección y me hubiera gustado tener uno sobre este fabuloso mundo artesanal guatemalteco. He aquí les comparto un video que muestra el rico mundo artesanal de Metepec, donde compré un árbol lñuede la vida y un hermoso sol (https://www.youtube.com/watch?v=ZoLGctOUJmI). Una observación que tuvimos con Carmen era el hecho de que vimos pocos libros sobre la historia y arte de Guatemala. Vimos algunos en el Museo Popol Vuh y otros que hallaremos en una librería de Antigua a precios exorbitantes; pero lo usual sería ver en museos y lugares de visita claves una gran oferta de libros de arqueología (en Tikal, por ejemplo, no los había), arte e historia de un país tan rico en estos temas como lo es Guatemala. Pena. Sigamos con nuestra visita al mercado: todos fuimos viendo lo que nos interesaba. Por mi parte compré un bello nacimiento de madera tallada y pintada a la usanza quiché. Además, vi una serie de pequeños animales pintados en varios y vivos colores. Alucinante. Carmen compró un bello regalo para su hija Elisa, quien ama a los gatos. Le llevó un gato que evocaba el imaginario de animales fantásticos alados que se ven el filme Coco, esos que pueblan el mundo de los muertos. César y Maria también iban comprando artesanía y telas. En un momento Maria quería sacar plata y fue acompañada por César para ir a una casa de cambio que no estaba lejos de nuestro lugar. En esos momentos, Carmen y yo nos fuimos a la iglesia de Santo Tomás, donde íbamos a experimentar una de los momentos más emotivos de nuestro viaje. 





Esta es una vieja iglesia en medio de la feria y en la que veremos rituales mayas y el culto católico, una apasionante muestra del sincretismo religioso, nunca mejor representado que lo puedes hallar en lugares donde hubo una fuerte tradición religiosa como Puno o Cusco, por ejemplo. Santo Tomás está pintada de blanco por fuera, pero por dentro es muy tenebrosa, oscurecida, no sólo pinturas e imágenes, sino algunas paredes por el humo perenne de las velas. En el interior no se pueden tomar fotos y hay que respetar esta norma. Aquí hay un video que nos da una idea de este alucinante espacio: https://www.youtube.com/watch?v=41EsI5ZnISo. Pero íbamos a ser testigo de algo que nos iba a conmover: el poder de la fe. Hombres y mujeres, de diversas edades, se acercan al altar principal de rodillas y luego retornan son dar las espaldas a la imagen central; rezan en voz alta en su lengua natal. No se inmutan por la presencia de extraños como nosotros: Absortos en su rezo, piden favores diversos. Vimos a una joven mujer con su bebé en brazos. La escena es poderosa y sólo te queda contemplar mientras oyes las voces clamando por algún favor, una cura, una buena cosecha. Tantas cosas. Guatemala es un país que sufrió una fuerte violencia de clases y hubo masacres contra los indígenas que, como en Perú, son analfabetos y pobres. Algunos comentan que en esta iglesia encontraron el Popol Vuh, el famoso libro en lengua maya que nos explica su cosmogonía (https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/el-popol-vuh-el-libro-sagrado-de-los-mayas). Pero la iglesia es una maravilla viva para la observación de la sociedad indígena guatemalteca (https://aprende.guatemala.com/cultura-guatemalteca/patrimonios/iglesia-parroquial-de-santo-tomas-en-chichicastenango/) (https://www.iglesiadelpilar.com.ar/iglesia-de-santo-tomas-chichicastenango/). Estuvimos un buen tiempo en esta iglesia, pues en medio del alboroto de lo que significa un mercado, este espacio es un remanso de tranquilidad. Al salir un policía me alertó por mi celular que estaba muy expuesto. Le agradecí y seguimos nuestro camino. Se nos “adhirieron” dos personas: una señora que trataba por todos los medios negociables de venderle a Maria una bonita tela y un niño muy vivaz a quien le pedimos que nos saque del mercado, luego de haber visitado la bonita Capilla del Calvario en el que sí vimos todo un ritual maya para el viaje, como nos explicó nuestro pequeño guía. 





Al final le dimos una propina que utilizó para comprar fruta, sobre todo. Nos dirigimos nuevamente al hotel, puesto que era también el punto de partida de nuestro bus a Panajachel. Compré unas bonitas postales. César estaba muy interesado por unas máscaras, pues este hotel tenía una interesante colección; le gustó, pero el precio lo desanimó. Llegó nuestro bus en el que nos íbamos a Panajachel, nos íbamos al lago Atitlán, uno de los lugares más bellos del planeta, con sus tres volcanes y sus simpáticos poblados a orillas de sus aguas (https://www.visitcentroamerica.com/visitar/lago-atitlan-pueblos/, https://www.youtube.com/watch?v=-sco0cFMB3U). El bus llegó a la hora indicada y también nos habían reservado los lugares para ir cómodamente. Genial, buen servicio. Nos despedimos de nuestro pequeño guía y la señora que asediaba a Maria por fin logró venderle el tejido luego de varias negociaciones. En este trajín perdí uno de los bastones. El trayecto dura casi hora y media, contando que en varios pueblos había una animada feria que, felizmente, no bloqueaban el camino. Dormí un poco en el trayecto y a lo lejos vimos la laguna y sus volcanes. Esplendoroso. Llegamos a nuestro hotel: Jardines del Lago, una feliz elección (https://www.youtube.com/watch?v=Lp0hdegvwLs). El bus te deja en el mismo hotel. Nunca mejor servidos. Nos habían recomendado tomar una suerte de taxi desde el hotel mismo que tiene su embarcadero. Pero, nos dimos con la triste sorpresa de que sólo los paseos se hacían por la mañana. Nos comentaron luego que había habido un accidente con ahogados incluido; por esa razón, ya no se aventuraban hacer visitas pasadas las 3 pm. Este paseo te lleva por diversos pueblos como San Marcos o San Juan, sobre todo; es un paseo que te puede tomar por lo menos dos horas. Ni modo. Nos fuimos a almorzar y probé el ceviche guatemalteco, el cual tiene un sabor totalmente diferente al nuestro (https://www.youtube.com/watch?v=HwYxBJpddgI). Habíamos decidido regresar a Antigua al día siguiente para poder visitar la ciudad que se nos quedó en la “boca”. E íbamos a salir a las 9 am. Felizmente la chica del hotel nos sugirió ir en taxi a un pueblo cercano, Santa Catarina. Genial decisión. Arreglamos con las personas del hotel para alquilar un taxi e irnos a este pequeño pueblo que está también a orillas del lago. Iba a compensar nuestra visita frustrada a las otras pequeñas ciudades: https://atitlan.gt/pueblos/santa-catarina-palopo/.




Llegamos al poblado en medio de una fiesta medio religiosa, medio pagana. Estaban terminando la misa y luego la comunidad se reúne para informar o tomar acuerdos. Hablan tanto en castellano como en quiché. Una vez concluida la reunión, comenzó la fiesta. Carmen se acercó a uno de ellos para tomarle una foto y este, a cambio, le pidió cerveza, pero no sólo para él, sino para otros amigos: Carmen y yo unimos un pequeño capital para que estos chicos se tomen una foto con nosotros y luego se dedicaron al baile y la algazara. Eran los diablos masculinos y femeninos. Todo un espectáculo. Descendimos al embarcadero para ver los majestuosos volcanes y el lago; ya era casi las 6:30 pm.



Regresamos a Panajachel para descansar. No salimos por la noche (me hubiera gustado), pero mi pierna no me estaba dando tanta tregua. Al día siguiente, nos íbamos a Guatemala con una larga escala en Antigua.






domingo, 25 de agosto de 2024

ENEMIGOS NUESTROS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 25 DE AGOSTO)

 


Pareciera que el mundo político peruano está en la abierta misión de acelerar el deterioro de la sociedad peruana. Sus acciones dan cuenta de cuán hondo puede caer una clase política para perjudicar al mayor número de personas posibles, incluso en su entorno inmediato, como es el caso de los famosos mochasueldos (que abundan). En el colmo de las circunstancias, estos deben ser considerados dioses, según la perspectiva desopilante de Esdra Medina; o considerar al grupo de congresistas actuales, como dignos representantes del Bicentenario con hurras y loas ridículos incluidos, como lo hizo el congresista Segundo Montalvo; sin embargo, la población rechaza a toda la clase gobernante con gritos, abucheos, huevos e, incluso, piedras como han sido los casos de Lima, Arequipa y Ayacucho. Cada vez vemos en redes sociales reacciones de personas que ya tienen ningún reparo en trasgredir la potestad que estas autoridades representan. Se lo han ganado a pulso; pero las consecuencias inmediatas tendrán repercusiones negativas, pues con estas respuestas populares se llevan de encuentro lo que la majestad que estos cargos significan. Han deteriorado el puesto y los sucesores tendrán una delicada posición frente al pueblo. Justos pagan por pecadores. Muchos, como lo visto en Ayacucho, están recibiendo no sólo fuertes denostaciones como le está sucediendo a Dina Boluarte, prácticamente vetada de asistir a ceremonias relevantes como la deslucida celebración por el Bicentenario de la Batalla de Junín que hubiera, por lo significativo del evento, convocado a varios presidentes sudamericanos. Lo de Ayacucho sí es grave, pues Wilfredo Oscorima fue prácticamente rescatado de una turba que lo hubiera linchado. Estas acciones, reacciones no justificadas ante la indolencia política, incrementa el clima de ingobernabilidad que empañarán las futuras elecciones presidenciales en las fechas previstas, pues Boluarte y sus aliados no tienen intenciones de adelantarlas, salvo que el inefable Congreso le dé las espaldas. Pero entre gitanos no se van a leer las manos. El futuro de Dina Boluarte podrías ser sombrío, como el de su entorno familiar. Si Castillo fue corrupto, Dina Boluarte salió corregida y aumentada gracias a los “sanos” consejos del mundo político que la acompaña; pero pesan sobre ella dos graves denuncias de las cuales le va a ser difícil salir. Y los congresistas, otros enemigos nuestros, lejos de querer mejorar las cosas para que sean los verdaderos congresistas del Bicentenario, siguen destruyendo toda institucionalidad en desmedro de la ciudadanía, pues hasta a la delincuencia la han legitimado con una serie de cuestionables leyes que esperamos sean abolidas en el siguiente gobierno. Pero como van las cosas, tenemos toda la razón de dudar.  Con sus leyes, sus acciones y desplantes, estos personajes del legislativo y ejecutivo han hecho de nuestro país una nación inviable. Hay tantos ejemplos para demostrarlo.


martes, 20 de agosto de 2024

HACIA LA ANTIGUA CAPITAL GUATEMALTECA (CRÓNICA DE VIAJE POR GUATEMALA 4)

 



Sábado 27 de julio: nos íbamos a Antigua. Este día cometimos errores que nos pasaron una ligera factura a la larga. El primer error fue no haber partido temprano a Antigua que está relativamente cerca de la capital con una muy buena autopista; pero el tráfico es lento, pesado y, peor aún, en un fin de semana. Nos levantamos un poco tarde por el cansancio acumulado del día anterior, en el que habíamos subido cinco pirámides y cientos de escalones. La adrenalina de conocer un nuevo lugar mitiga el dolor y el cansancio; pero, de todas maneras, este se siente. Bajé a la farmacia que estaba en la primera planta para comprar unas pastillas que mi doctor me había recomendado con paracetamol y tramadol; al ver la receta (la llevé conmigo) en la farmacia accedieron, pero tenía que comprar toda la caja (felizmente era un blíster de 10 pastillas). La intención era salir temprano para tomar desayuno en Antigua. Ya con nuestras maletas listas, pedimos un taxi y el precio hasta allá era muy razonable. Hay que asegurarse que el auto que pidas cuente con una buena maletera, pues tuvimos un primer auto en el que entraban sólo dos maletas. Pedimos un segundo auto, muchos más amplio y con capacidad para nuestras maletas, mochilas y maletines; así conocimos a Juan, con quien haríamos más transportes los días siguientes. Usualmente la distancia es de 38.7 km y de no haber tráfico se puede hacer entre media hora y 40 minutos. Pero salir de Guatemala es un poco complicado y, pese a que hay dos y hasta tres carriles por dirección, el número de autos es impresionante. Sólo hay buses de transporte público, no la pesadilla de combis o custer como tenemos aquí o, como sucede en algunas partes de nuestro país, hasta mototaxis en las autopistas con alto riesgo de accidente (https://www.viamichelin.es/itinerarios/resultados/guatemala-01001-_-guatemala-guatemala-to-antigua_guatemala-_-_-sacatepequez-guatemala). La autopista está en un excelente estado y no tiene, como aquí, ningún rompemuelles (eso creo que es una aberración peruana). Está bien señalizada y tiene pocos baches. De haber salido más temprano hubiéramos disfrutado más del paisaje; pero estacionados en un lugar con más vehículos no es nada agradable. Habíamos hecho cambio de hotel por el problema que tuvimos con Avianca y había encontrado otro no lejos del centro histórico: hotel Nolasco (https://www.booking.com/hotel/gt/nolasco.es-ar.html?aid=357029&label=yho748jc-1DCAsoXkIHbm9sYXNjb0gKWANosQGIAQGYASy4ARfIAQzYAQPoAQGIAgGoAgO4Ao7s_bUGwAIB0gIkMWVlNzU3NGUtNWQ2MC00YzA0LTg3YzAtNzM4MGE1YTg2ZjYw2AIE4AIB&sid=581b7da6da4d235c3d3c7f348b211064&dist=0&keep_landing=1&sb_price_type=total&type=total&). Llegamos casi a mediodía por la demora del tránsito. Decidimos instalarnos en el hotel, pagar la noche y además comprar los pasajes para el día siguiente. Habían visto que un lugar atractivo en las cercanías era Chichicastenango por su mercado multicolor y luego iríamos a nuestro otro hotel en Panajachel a orillas del lago Atitlán. Eso también cambió nuestros planes, pues íbamos a disfrutar poco de Antigua, una ciudad que merece por lo menos tres días. Antigua fue la tercera capital de este país, donde parece ser que el infortunio fue las características de estas ciudades y espacios que fueron la sede de este reino: https://laantiguaguatemala.org/historia/, https://www.youtube.com/watch?v=orCvCAXxnn4. Este video tiene imágenes de la Antigua de fines del XIX e inicios del siglo pasado, así como escenas de filmes guatemaltecos e internacionales que usaron a esta bella ciudad como escenario: https://www.youtube.com/watch?v=Iv6O1S_fCkc



En Antigua hay tanto por ver y apreciar las estrategias que han empleado para reconstruir lugares que aquí, por ejemplo, hubieran sido demolidos. No sólo rescataron la historia, también crearon conceptos tan fascinantes y atractivos que hacen que millones de turistas peregrinen, como nosotros, a este lugar. Una vez que nos instalamos, decidimos ir al centro histórico y almorzar. Habíamos comido algunas galletas, pero el hambre ya apretaba. Como habíamos pagado en efectivo y necesitábamos cambio, nos decidimos ir al centro para hacer cambio de moneda. Aquí experimentamos otra pérdida de tiempo y las personas que trabajaban en estos espacios no fueron nada amables y no sabían dar una razón para agilizar este proceso. Como habíamos reservado los pasajes para Chichicastenango y Panajachel, había que cancelar el resto en efectivo. Nos comentaron que los bancos en los que podíamos cambiar estaban en la plaza principal. Así que nos dirigimos a buscar los dichosos bancos; cerca del hotel están las ruinas de San Jerónimo, pero teníamos que a esos dos bancos. Sin embargo, uno no podía hacer cambio y en el otro nos indicaron que teníamos que tener cuenta en el mismo. Nuestra paciencia ya estaba colmándose; después nos dijeron que podíamos sacar dinero del cajero, pero en quetzales. Ya nuestra paciencia estaba al límite. Para colmo, caminando con mis muletas y cámaras, un guardián me pide sacar mi gorra cuando estaba haciendo malabares con mis cosas: nada de empatía ni servicio de ayuda. Como nosotros, otros turistas también iban a la deriva para cambiar a moneda local. Eso es algo que se debe mejorar, pues el mal humor te hace ver las cosas de otra manera. Ya con dinero nos dirigimos a almorzar: y nos fuimos a un restaurante al lado del famoso Arco de Santa Catalina: el Restaurante del Arco (https://restaurantedelarcoantigua.com/). Este ocupa un antiguo monasterio de Santa Catalina, el cual visitamos una vez terminada nuestra comida. Varios de nosotros pedimos un plato llamado degustaciones en el que vienen tres platos típicos para tener una idea de la cocina local. Viene con un tamalito. Lo mejor para mí: hilachas (https://comidapara.com/receta-de-hilachas-plato-tipico-guatemalteco/?damemas_lectura=1, https://www.youtube.com/watch?v=CM_LuAQXahU&t=1s). Una vez que terminamos todo y haber visitado los restos del convento, salimos para irnos en dirección de una primera joya: la Iglesia y el claustro de La Merced. En el camino pudimos ver la imaginería que se usa para la Semana Santa que estaba en otros ambientes del mismo monasterio. 



Nos fuimos hacia la Merced. Esta se encuentra bastante mejor conservada que los demás sitios religiosos de esta ciudad. Antigua, como algunas ciudades del mundo católico, celebra una Semana Santa muy pintoresca. Como Sevilla o Ayacucho, las procesiones son vistosas que atraen a miles de fieles y turistas. Y en estas celebraciones, esta iglesia juega un rol muy importante, pues tiene la imagen de Jesús Nazareno que sale en una procesión especial, central, en estas conmemoraciones (https://www.youtube.com/watch?v=3Rmigv-HL5U). Es un sitio religioso imponente: https://lugaresantigua.com/es/iglesia-de-la-merced/. La iglesia tiene un decorado sobrio, pero el claustro es impresionante y puede uno acceder al campanario de la iglesia lo que permite visitar la azotea de la iglesia. 





La vista hacia las montañas y el Volcán de Agua ( https://www.volcanesdeguatemala.com/volcan-de-agua) es imponente; y es lo que causó su desgracia en el siglo XVIII (1773). Las consecuencias de un deslizamiento de aguas del volcán y un sismo se pueden ver en los innumerables conventos e iglesias que quedaron arruinados por el movimiento y que con posteriores sismos la fue sumiendo en el abandono hasta mediados del siglo XX (https://antiguaguatemala.info/historia/). Ese volcán ya había destruido a la primera capital de esta zona. Aunque la ciudad no quedó del todo desierta y se fue poblando lentamente, como pasó con Zaña en el Perú. Nunca fueron del todo abandonadas. Este video resume la magnificencia del lugar: https://www.youtube.com/watch?v=Me8nGKSCp_g&t=3s. Cuando estábamos en la azotea de La Merced se desató una fuerte lluvia. No estaba preparado, había dejado el poncho y la casaca impermeable en el hotel. Craso error. Estuvimos esperando un buen rato hasta que bajara de intensidad el aguacero. Así nos dirigimos al convento de las Capuchinas. Para mala suerte nuestra, había una suerte de exposición de artículos de motociclismo y al día siguiente iba a haber una carrera demostración. El guardián del sitio nos quiso hacer una jugada deshonesta para ingresar a ver el lugar. Me hubiera gustado, pues luego leí sobre las maravillas que encierra el lugar, pero no hay acceso a la iglesia: https://aprende.guatemala.com/cultura-guatemalteca/patrimonios/ruinas-del-convento-de-capuchinas-en-la-antigua-guatemala/. Generalmente, antes de viajar a un lugar me informo con mucho detenimiento de los sitios a visitar, pero sinceramente en esta oportunidad no lo hice, pues me estaba mudando de casa y comenzaba un tratamiento para mi pierna izquierda. Mala decisión. Quizás de haber tenido en mente muchos lugares, no hubiéramos postergado algunas visitas obligatorias. En realidad, en Antigua hemos descubierto tesoros por accidente, si cabe el término. Nos dirigimos hacia la Catedral por la 3ª Av. Norte y nos encontramos con las ruinas de la magnífica Iglesia del Carmen. 




Pese a estar totalmente arruinada, los restos muestran lo impresionante que fue esta edificación (https://aprende.guatemala.com/cultura-guatemalteca/patrimonios/ruinas-del-carmen-en-la-antigua-guatemala/). Seguimos por la misma vía en dirección a la Catedral de San José. Ingresamos por la 5ª Calle Oeste. Hay dos entradas: a las ruinas y la iglesia que sigue en funcionamiento. Quisimos entrar a las ruinas (después lo haríamos), pero ya eran casi las 5 pm. El tiempo se había ido rápidamente. Y tampoco logramos visitar el Museo de Arte Colonial que se encuentra frente a esta iglesia. Y nunca lo veríamos, pena. Este museo se encuentra en el local de lo que la Universidad de San Carlos de Borromeo (https://aprende.guatemala.com/cultura-guatemalteca/patrimonios/museo-de-arte-colonial-de-antigua-guatemala/, https://www.youtube.com/watch?v=Xvy1ZNV_dRo). Queda pendiente esta joya. Como consuelo ingresamos a la catedral que estaba abierta. Felizmente. La catedral tiene dos secciones prácticamente: una derruida, que visitaríamos un día después, y una parte activa que es usada para el culto (https://xplorandoguatemala.com/antigua-guatemala/catedral-de-san-jose-en-la-antigua-guatemala-detalles). 




La iglesia tiene una serie de imágenes rescatadas de los restos de la gran construcción que cayó en los terremotos del siglo XVIII. Aquí más datos: https://antiguaguatemala.info/arquitectura/catedral/#google_vignette. Al salir nos fuimos a los arcos y portales de lo que se conoce como Real Palacio de los Capitanes Generales. El edificio es bello y acoge el Museo Nacional de Arte de Guatemala, museo que también nos perdimos (http://culturaguate.com/1-historia-del-real-palacio-de-los-capitanes-generales/). En sus portales había una feria ambulante promovida por las autoridades; había también una feria del libro usado (pena que no nos detuvimos a ver esta). En la Feria, todos compramos cosas muy bonitas de artesanía, platería y otras cosas. Pero se comentó sobre los costos en cuanto a la feria a la cual iríamos al día siguiente: Chichicastenango. Fuimos a la parte central de la plaza a ver su simpática pileta en la cual hay una serie de mujeres de las cuales sale el agua a través de sus pezones.



 Decidimos regresar al hotel y en el camino nos detuvimos a ver los restos de la iglesia jesuita en la que se ubica la Cooperación Española. La Compañía de Jesús siempre ha hecho construcciones impresionantes; basta ver las iglesias de Arequipa o Cusco para ver la importancia de esta congregación religiosa. La iglesia está colapsada, se ve en su fachada; pero debió haber sido una magnífica edificación (https://antiguaguatemala.info/arquitectura/compania-de-jesus/). Lo que la Cooperación Española ha rescatado es el claustro, el cual está siendo usado para diversos usos artísticos, culturales y turísticos. Como era tarde, no pudimos ver su librería, pero había un concierto de marimba, el instrumento de gran difusión en este país. 




El concierto era ofrecido por niños; pero la fatiga y el hambre nos hicieron partir a nuestro alojamiento. Además, me dio tiempo para pagar los boletos para las rutas Antigua – Chichicastenango y Chichicastenango – Panajachel. Le pedimos una serie de detalles para nuestro viaje; y se cumplieron. Salimos a cenar, pero Maria se quedó a descansar. Nos fuimos a un lugar muy simpático: Puerta Once (https://puertaonce.com/). Cuando estábamos cenando, comenzó otra fuerte lluvia y fue gracioso ver las goteras que iban surgiendo y las cuales íbamos esquivando. Fue un momento gracioso. Al salir dimos una breve caminata y regresamos al hotel a preparar nuestras cosas. Nos íbamos temprano a Chichicastenango y Panajachel.