La última semana ha estado plagada de demostraciones lamentables de la
calidad política de los “líderes” que nos gobiernan. Con estas, se puede hacer
un breviario de errores, tropiezos y malas intenciones desde que comenzó la
situación de emergencia en nuestro país (enero) a nuestros días. Las acciones
han venido ocurriendo tanto en las situaciones extremas de emergencia, así como
el cotidiano quehacer que les compete a estas autoridades y representantes.
Haciendo un recuento de todo lo vivido, estamos a nuestra suerte.
Una vez iniciada la situación de emergencia, diversos personajes
actuaron de manera reñida a la función que les corresponden. Autoridades
municipales, regionales y nacionales, en vez de actuar en beneficio de la
comunidad, realizaron acciones deplorables en pro de su persona o su partido:
videos cuestionables, ayudas sesgadas, montajes ridículos, piscinas “laborables”,
uso indebido del material de emergencia para uso familiar o simplemente dejando
de hacer lo que correspondía como autoridad civil. Las organizaciones militares
supieron responder con creces ante las ineficiencias de la parte civil. La
crisis de liderazgo se evidenció, para desgracia de millones de ciudadanos de
la costa peruana, a verse totalmente desbordados por riadas de agua,
inundaciones, lluvias; lo peor de todo es que la totalidad de lo sucedido ya
estaba anunciado y, teóricamente, las medidas preventivas hechas a finales del
2015 e inicios del 2016 iban a atenuar las mismas. Creo que es momento que se
haga una verdadera rendición de cuentas de los gastos millonarios de ese
entonces. Los líderes políticos aún están en sus puestos.
El Congreso de la República no se queda atrás con sus soberbios
desatinos. Elegidos ellos para velar por el bienestar de los ciudadanos en
general, decidieron eliminar una serie de menciones en la ley 1323 en lo que se
refiere a la orientación sexual o identidad de género, que, de prosperar,
desprotegería a una cantidad numerosa de ciudadanos que pertenecen a la
comunidad LGTB. Una suerte de preámbulo para la celebración del 05 de abril, pues
fue promovida por el grupo político que surge de ese nefasto periodo de nuestra
historia, que abrió las arcas al gobierno más corrupto de la era republicana. Y
ese día, como corolario de nuestra soledad, un congresista hizo un comentario
hilarante, pero preocupante, de una persona que tiene a su cargo legislar en la
¡Comisión de Educación! Bienvenido Ramírez, representante de FP por Tumbes,
tiene en su haber otras joyas como el intento de desacreditar las pruebas PISA
con el fin de tumbarse a Jaime Saavedra, el entonces Ministro de Educación. En
manos de estas personas dejamos el destino de nuestro país, nuestro destino.
La ciudadanía tiene que fortalecerse y “cuadrar” de una buena vez a
nuestros funcionarios públicos a los cuales pagamos a través de nuestros impuestos
y, por lo tanto, como empleados nuestros tenemos todo el derecho de exigirles
que hagan bien su trabajo, pues para eso se los eligió.
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