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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

sábado, 14 de febrero de 2009

INDIGNACIÓN




VERGÜENZAS SOCIALES




Hace un par de días hablaba con un compañero de trabajo de la Universidad en la que trabajo quien tuvo un percance con un taxista. Como muchas personas que usamos este pésimo servicio (dicen que es público, pero es de manejo privado en todo el país), mi compañero de trabajo tuvo un choque con el chofer de un taxi Tico. El tipo embistió al auto del profesor a plena luz del día y con todas las infracciones imaginables que el taxista puede cometer (una calle secundaria y que viene desde la izquierda). El truhán en cuestión quiso amedrentar al profesor (esto ya le ha pasado a una hermana mía y a dos colegas más de la universidad) aduciendo una serie de argumentos ilógicos y, como es usual en estos delincuentes, llamó a sus demás colegas para hacer espíritu de cuerpo. Los demás fascinerosos le daban diversas "soluciones" con el fin de mostrar a mi colega como el culpable del accidente. Felizmente (pero no pasa a toda la ciudadanía) nuestro sufrido amigo tenía un amigo policía; raudo él y viendo que las cosas se ponían "color hormiga", lo llamó. Felizmente, los seudodelincuentes que aducen ser taxistas se alejaron discretamente y no formaron una turba en el lugar de los hechos. Hasta ahí el drama tenía todavía un tenue color rojo.


El amigo de nuestro profesor, al ver los hechos y las condiciones en las cuales trabaja el sabandija conductor (sin seguro, ni fondos que lo respalden), le sugirió hacer un arreglo antes que ir a una situación contenciosa (con abogados corruptos, que dilatan cualquier acción judicial con el fin de obtener pingües ganancias). Esta situación le implicaría tiempo (mucho tiempo), dinero y, al final de cuentas, no sacaría nada de estos tipos que transitan por la ciudad impunemente. Con esa libertad absurda en la informalidad de nuestro país, los servicios públicos se han convertido en el territorio caníbal de la propiedad privada, y bajo el manto de la mal entendida libre empresa, cientos de delincuentes potenciales, sin ningún tipo de prepación o respaldo económico circulan por la ciudad amenazando la vida de todos nosotros.


Al final de cuentas, nuestro estimado docente va a tener que desembolsar más de 1500 soles (algo de 500 $), por algo que un inconsciente (a quien le han dicho que tiene derecho al trabajo) cometió y que a la larga no ha de poder pagar. Sin seguro por parte del chofer, ni el suyo propio (para poder cobrar seguro, tienes que hacer la denuncia policial, lo cual te lleva a todo el engorroso trámite del cual habíamos hablado), ni fondos que respalden a ese pobre diablo (no es un insulto clasista, es la realidad de imbéciles que toman un timón sin saber lo que tienen en sus manos), la solución como muchas de nuestro país va a estar solamente en nuestras manos.


Esto me hace recordar al famoso caso Huayanay, en la que un pueblo cansado de esperar justicia, asesinó a unos abigeos que solían amenazar y asolar a la comunidad nombrada. La justicia "ajustició" a quienes permanentemente le hacían recordar su incapacidad para poder hacer este espacio geográfico en un lugar de orden y ley. Alguna vez escuché hablar con gente sobre medidas a tomar al respecto, varias eran extremas (asesinato, destrozo de propiedad). Pero ese era el sentimiento de impotencia de la escasa relación que existe entre las autoridades y la comunidad. Un plan sostenido entre la población, la coherción de la ley, el claro respeto a nuestros derechos y la verídica sanción a todos estos asesinos del volante nos darán mucha más seguridad. Hace tres días un tipo asesinó a dos niños y dejó en coma a una compañera de trabajo, por haberse entregado le darán quizá tres años, quizá la profesora de mi trabajo perderá una serie de capacidades de por vida (en el momento que escribo esto, no sale del estado de coma). Una vez leí en una pared una frase terrible "haga patria, mate un chofer de combi". Quizá a los que lean esto se les haya pasado por la cabeza esta frase. A mí sí.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Vergonha de ser peruano?
Isto acontece no Brasil, a impunidade , a injustiça, a palavra do homem não tem valor.
Mas não só no trânsito.
Nos serviços de eletricidade, nos de comunicação, nos serviços de saúde e educação, em tudo.
Tudo está vendido.
Tudo está comprado.
Energia, água, e pessoas.
Valores invertidos.
Sociedade de pessoas mortas.
Vivos, só os poetas do cotidiano, os "borrachos", los niños , e os de coragem, os blogueiros.
Não se tem onde reclamar direitos.
Só deveres (questionáveis), cobrados de maneira tal, que não nos sentimos nação.
Somos um pedação de terra cercado pelo sistema que muda de nome mas que é o mesmo de 500 anos atrás.
Sentiremos vergonha de sermos latinos?
Somos de mala sorte...ou não.
Veremos talvez uma virada.
Algum dia.

Anónimo dijo...

Ola. Sou do ensino das Ciências Naturais em escola do govêrno de Província - Petrópolis,Rio.
Apesar dos defeitos das ferramentas eletrônicas,e das tarifas altas seguidas de falhas constantes,lembro que hoje, usamos este espaço de comunicação rápida,como também, da época em que se subia em um caixote de madeira,na praça pública, que são a tribuna de quem observa e indaga qualquer tema. Como era interessante, alguém falar sobre o tomate, que podia ser ingerido, apesar de sua cor "roja",porque havia preconceito com esse fruto e as pessoas assim se relacionavam com fatos novos , isto em cidades da Europa nos idos da Idade Média.
Há que haver um lugar para se falar de algo que precisa ser conhecido.
Para as banalidades, basta a tv.

Gerardo Cailloma dijo...

Es cierto, el espacio del mundo virtual se ha vuelto el último rincón de lucha para un mundo en el que cada uno se preocupa por uno mismo. Pero me molesta que sea sólo virtual, y temo que algún día no muy lejano, este espacio sea abolido, como ya lo intenta Berlusconi en Italia. Quizá entonces recordemos a Brecht cuando vea que todas las personas de su entorno eran llevadas a prisión: judíos, periodistas, católicos, etc. Hasta que llegó el día que llegaron por él. Tenemos mucho que hacer, enseñar, difundir, hacer ver; no creo que podamos vivir en un mal mundo ¿o sí?

Aquiles Martin dijo...

maestro, es compañero de trabajo suya es prima mía.
pronto escribiré algo en mi pequeño blog.
sin embargo, es una pena, que sigamos viviendo bajo la ley del taleón.
tengo amigos taxistas, si quieren salir po su propia cuenta tienen q asumir un monton de gastos, solo para estar en regla con los permiso y todo, bueno, hay miles de animales q se sientan frente a un volante, ya sea en camiones, mototaxis o carros del año y camionetones q parecen casas, no son insultos clasistas pero usted sabe muy bien q idiotas hay en todos lados.

saludos

Nelson dijo...

Jaja, me gustó el remate "haga patria, mate a un chofer de combi", jaja, espero no se malinterprete mi risa. Mejor sería, "haga patria mate a 10 choferes de combis"
En fin, entiendo la indignación, la rabia, la vergüenza por tener compatriotas como esos.
Pero concuerdo con un comentario anterior, situaciones como esas no son privativas del Perú, en el país donde estoy actualmente, esa situación hubiera podido suceder fácilmente en cualquier esquina. Justicia lenta, corrupta, policía mediocre e inoperante y civiles disconformes e insatisfechos y dispuestos a llevarse al mundo por delante con tal de salirse con la suya, un cuadro muy similar, sólo que con otros colores y actores.
Es sólo la cotidianeidad de nuestro infierno sudamericano.

BRANSZ - Arquitectura & Ingeniería dijo...

estoy de acuerdo con lo de "hacer patria"