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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

sábado, 23 de abril de 2011

A LA MADRE TIERRA

22 de abril. Los seres humanos celebramos un día más a la tierra. Esta celebración, como decía Lipovetsky, es para recordar una acción o evento que queda como un acto memorial más que actitud que guíe nuestro quehacer cotidiano. Es cierto, la hipocresía humana conmemora a personas anónimas, héroes que encarnan ideales, o celebraciones simbólicas (religiosas, políticas, sociales, culturales, entre otras), cuyos contenidos han pasado a ser elementos de un museo figurado de voluntades humanas que no somos capaces de realizar. Admiramos a los héroes de la patria por su sacrificio a la colectividad, pero no somos capaces de contribuir con un aporte personal para hacer una mejor sociedad. Exaltamos las figuras religiosas por su compromiso con la humanidad, pero nuestros actos son permanente denigración de la misma. Y ahora venimos con la celebración de la tierra, que como la navidad, se está volviendo más en una actividad lucrativa para algunas instituciones que trabajan en esto (muchos organismos no gubernamentales, por ejemplo), más que liderar una marcha de concientización de la sociedad para generar el cambio. El panorama es claro y difícil, por lo tanto desmoralizador: el ser humano se ha vuelto un ser altamente depredador y destructor de espacios naturales. Es una especie basurera, perturbadora del medio ambiente, agresora de los seres que habitan cualquier espacio natural, incluidos otros congéneres. Es expansiva, exclusiva y no ha sido muy inteligente con el manejo de los recursos que dispone. Nuestro planeta tiene miles de lugares que muestran la acción perniciosa del ser humano en su expansión. Construimos entelequias mentales para asegurar el aprovechamiento de recursos naturales que no están en nuestro espacio natural inmediato para poder apoderarnos de él; la historia lo ha demostrado y la humanidad ha desarrollado su inteligencia para que en todo nivel sea validada esta posición del poseer a como dé lugar (desde el fisiológico - "razas superiores"- hasta el ético-religioso). El desarrollo del racismo encierra en sus raíces una justificación de la posesión de recursos que muchas veces no se hallaban “al alcance de la mano del hombre”. Interesante es la observación a la que se está llegando en nuestros días debido al abuso de los recursos naturales y la sobrepoblación humana; ya se habla de guerras más cruentas por la posesión de un recurso básico: el agua. En el desarrollo y crecimiento de las múltiples sociedades humanas, el orgullo de la especie se ha fundamentado desde las perspectivas religiosa, filosófica y artística: el hombre es el elegido de dios o de los dioses, o es la maravilla de la creación, o es la medida de todas las cosas. En el desarrollo judeocristiano y en la filosofía occidental, el hombre es la piedra de toque del universo. Quizá la expansión de la comunicación en lo que va del siglo XX y en el actual nos está abriendo un poco los ojos para darnos cuenta que hemos “metido la pata” muchas veces y que los daños son irreversibles, tenemos que cargar con ellos.

Pero, el mundo actual se reviste de hipocresía. La maquinaria de consumo no puede parar, ya que el sistema (como lo concebimos ahora) se ha vuelto la pesadilla necesaria; la humanidad ha caído en el hoyo de la estupidez para obstinarse en pensar que no tenemos otra opción. Nos hemos tornado unos alacranes bípedos inteligentes (?) que en su desesperación por salvarse pica con su aguijón a todo elemento que lo rodea, incluso a él mismo, casi un suicidio involuntario. Somos eso ahora, alacranes. Cuando los grupos de interés promueven estos llamados de consciencia no dejar de tener una carga fuerte de ironía y de conchudez, puesto que quieren lucrar a costa de personas que pueden tener la mejor voluntad, pero no encuentran las forma y/ o las acciones para apoyar esta causa. Así como hubo un Cioran para entender la desgracia humana y que su final inexorable es el suicidio (posición que no comparto), quizá haya necesidad de cierto Cioran para entender que nuestras causas pequeñas no servirán de nada, puesto que apagar una hora las luces del planeta no detendrá el deshielo de los polos, ni la acentuada escasez de agua, ni la desertificación de muchas zonas del planeta. Quizá sea necesario golpear directamente sobre la cabeza del alacrán bípedo para que reaccione. El hombre ha querido sentirse dueño del planeta y del universo (ahora ya lo quiere ser de la luna, pues tengo entendido que hay un tipo que ya declaró la luna como suya y que en caso de lotizarla, habría que hablar con él, algo así como lo que hicierion los conquistadores europeos con nuestras tierras sin preguntar a los dueños anteriores). Todas las ramas de la supra estructura nos dan la razón; el libro principal cristiano, la Biblia, permite al hombre adueñarse de la tierra, hacerla suya. Desde el siglo XV, el hombre comenzó a realizar varios cambios abruptos de su entorno. Cuando Felipe II mandó a tallar casi todos los bosques de España para construir la gran flota para derrotar a Isabel I de Inglaterra, dejó muchas partes de la península como territorio yermo. La explotación minera en América envenenó a miles de indígenas y extensas zonas como en Huancavelica (por la extracción del mercurio); así sucedió también en África y Asia. En nuestras selvas, la deforestación, sea por tala o por implantación de otro cultivo, ha arrasado bosques que contenía flora cuyas características medicinales nunca las llegaremos a conocer. Sea por la plantación de caucho o por construcción de carreteras, así como la extracción de madera, las selvas tropicales de Indonesia, África y América han sido el territorio de explotadores inhumanos que realizaron carnicerías hasta la fecha no del todo denunciadas (de esto se comenta en la novela “El Sueño del Celta” de MVLL, pero también en la obra extraordinaria "El Corazón de las Tinieblas" de Joseph Conrad). Algo de esto se retrata en el film Diamantes de Sangre, el cual lastimosamente se transforma en una intriga política con ribetes de un policial racista y que no llega a dar el mensaje necesario. Otro absurdo fue Avatar, que utilizó de excusa la consciencia ecológica para caer embobados en el 3D y el culto a las armas. Es mucho pedirle al sistema. Así pues, es una muestra del humano en toda su capacidad de "emprendimiento", como ahora se lo llama. Es un eufemismo para callar la vergüenza de la especie.

Recursos, recursos, recursos. A la búsqueda de ellos, así como Mr. Taylor, delicioso cuento de Augusto Monterroso, tiene que sacrificarse a sí mismo para satisfacer el sofisticado mercado de cabezas reducidas. Aquí nos toca a los peruanos un rol difícil que tendremos que jugar pronto. La cuenca costera adolece cada vez más de agua, pese a los grandes proyectos de irrigación que usan el líquido vital para regar plantas para ser consumidas fuera de nuestro ámbito geográfico. La población crece rápido, el agua se torna difícil de hallar y de pronto habrá que tomar decisiones políticas para ver quién la prioridad: el consumo humano (nosotros) o el consumo agrícola de exportación. Quizá seamos los nuevos Mr. Taylor.

¿Cuánto más nos dará la tierra o cuánto le podemos pedir? No hay equilibrio y esto genera graves problemas en los desequilibrados, o sea nosotros. Los ciclos de un espacio ecológico siguen sus procesos y se renuevan, ¿cuál o cuáles son los nuestros? ¿Estamos yendo bien o irremediablemente debemos ser arrasados del planeta? ¿Por qué demoramos en adoptar energías limpias en vez de las contaminantes? ¿O es que las hermanas petroleras todavía no encuentran la forma de adueñarse del sol? ¿Y si lo logran, qué nos pasará? Se habla de la cuenca del Amazonas como de zona estratégica de interés mundial, ¿quién les ha dado esa autoridad para declararlo así? ¿No deberían consultar a los dueños de esos territorios, o sea a nosotros?

Hay tantas preguntas que se me vienen a la cabeza por el día de la tierra. Tantas.


martes, 12 de abril de 2011

MÚSICA, DANZA, CINE

Las grandes artes logran muchas veces felices consecuciones. Las artes antiguas se nutren de las nuevas a través de propuestas conjuntas que les permiten plantear ideas originales en las que todas se renuevan y crecen. En el caso de la música y danza, son artes antiguas en la humanidad que la han acompañado desde tiempos remotos y que difícilmente han quedado registradas en sus inicios; en el encuentro con el cine, éstas han logrado perennizarse con la ayuda del celuloide en los inicios y en lo digital en la actualidad. Fuera del soporte técnico, lo interesante es cómo han logrado conjugarse estas artes para lograr filmes que pertenecen a un género ya definido en el cine: el musical. Pero esta clasificación contiene varios espectros que a su vez incluyen otros géneros como el Biopic, Drama, entre otros. En algunos casos, la música es la que hace girar la historia, casi una moderna ópera llevada a la pantalla. Tal es el caso de las famosas óperas rock de los años 60 y 70, muchas de las cuales fueron conocidas por su versión fílmica (de relativa calidad), pero que sus melodías se terminaban imponiendo; y estas óperas rock iban acompañadas de grupos de baile que permitían, a través de los happenings “provocados”, conocer las propuestas de la danza moderna culta al baile popular. Así tenemos las de corte religioso como Jesucristo Súper Estrella, la ópera rock El Fantasma de la Ópera (interesante propuesta de Brian de Palma), la ópera rock Cats y la interesante Tommy, film que no fue visto en nuestro país. Pero el musical puro, también, generó propuestas interesantes desde las primeras adecuaciones del sonoro francés, como el film Bajos los techos de París de René Clair. La aparición del sonido supuso todo un cambio en la percepción y utilización del cine, y ante este cambio radical, se recurrió a la música para “salvar las vallas” que tenían que enfrentar. Muchos cineastas vieron el gran potencial que tenían por delante: imagen y música podrían complementarse con el cuerpo en movimiento. Los filmes norteamericanos de los 30 y sobre todo los 40, recurrió a ellos como un interesante entretenimiento, una válida evasión para los años difíciles post recesión económica y los años locos de la segunda guerra mundial; también ayudó a consolidar el star system, tan caro a Hollywood. Así aparecen las estrellas como Fred Astaire, Ginger Rogers, Gene Kelly, entre otros; o propuestas interesantes como natación y danza en la nadadora Esther Williams. Atrás de todos ellos había una gran maquinaria musical de compositores, cantantes, coreógrafos, diseñadores que movían “la maquinaria”; Ira Irving, George Gershwin eran nombres conocidos en el mundo musical culto, pero que dieron su talento para componer música para los filmes. Algunos, como Korngold, quien hizo obras maestras de bandas sonoras, terminaron por rechazar esta parte de su vida y renegaron a ese periodo por haber sometido su arte a la maquinaria lucrativa que era (y es) Hollywood. Pese a todo, esta maquinaria se ve incrementada en el momento que entre los premios de la Academia se incluye las categorías de banda sonora, tema musical y música adaptada. Algunos filmes clásicos vistos por nosotros son inconcebibles sin banda sonora o tienen una fuerte recordación con el tema, los que terminan por reforzar su éxito, como el caso de El Padrino, de la mano de Nino Rota.

Para la creación de la danza, el cine también fue un excelente espacio para masificar la danza que sólo se limitaba a un escenario. Los inicios del XX tenemos genios como Isadora Duncan o Maurice Béjart, quienes hacían en esta arte una profunda transformación, socializándola y yendo límites insospechados. La Duncan, con sus ideas socialistas, danzaba en las calles, en sindicatos o en movilizaciones. En los EEUU la aparición del jazz, enriquecido con los espectáculos de bailes pícaros sea en burdeles u otros lugares licenciosos, masifica no sólo la música, sino el baile. Y a esto no puede escapar el cine. Las coreografías sencillas y provocadoras de El Ángel Azul con una sensual Marlene Dietrich, con sus magníficas piernas, abrían el paso a ese campo del cabaret, de la boîte. La ópera se dirigía hacia el canto sencillo, proletario como en La Ópera de los Tres Centavos de Kurt Weill y Bertoldt Brecht. Lo clásico pasa de moda y los artistas toman de la calle lo que iba a ser los nuevos patrones artísticos. Era la herencia que venía desde los “malditos” (Verlaine, Baudelaire, Rimbaud) y es el legado que van a dejarle al Pop Art de los 60. La danza se proletariza y eso le permite experimentar nuevas propuestas. Hacia los 50, los ritmos frenéticos del rock, harán su inclusión en las pantallas y hacia los 60 muchos bailarines van a experimentar con el rock en escenario; así, grupos como Emerson, Lake and Palmer, o Pink Floyd son tomados por diversos grupos de ballet como los de Martha Graham o Pina Bausch para la creación de nuevas propuestas de danzas. El “descartonamiento” de las escuelas nos hacen ver el arte no se “quedó”, sino que buscó nuevas alternativas.


AMOR SIN BARRERAS (WEST SIDE STORY) ROBERT WISE, JEROME ROBBINS (1961) Es una descarnada historia de amor, un Romeo y una Julieta de diferentes etnias, llevada a los suburbios neoyorquinos; una historia rodeada de pandillas juveniles, disputas raciales y excelentes coreografías. Es un clásico del cine y sus melodías han sido entonadas por muchos cantantes, sobre todo tenores, uno de ellos es José Carreras y la soprano Kiri Te Kanawa. Leonard Berstein fundó un género fusionando el jazz y la presencia de todos esos ritmos latinos traídos por los emigrantes a Big Apple. Y a través de las danzas, vemos los fuertes conflictos étnicos que caracterizaron a los Estados Unidos en los 60, los cuales vuelven cada cierto tiempo cuando dicha sociedad entra en crisis, tal como sucede tras el 2008.

HAIR MILOS FORMAN (1979) Quizá una de las películas más emblemáticas del movimiento hippie de los 60. Aunque no llega a ser un gran film, sí es un gran testimonio de este momento de la historia de los Estados Unidos de esa década, la de cambios profundos. Este musical tiene un carácter antibélico, y quiere dar un mensaje de paz y amor en la era de Acuario. Un recluta que va al enrolamiento para ir a Vietnam y se encuentra con una comunidad hippie; una chica de la sociedad neoyorquina conoce al recluta y todo termina por enredarse; el final es un adelanto de lo que sucedió a la sociedad norteamericana que se hastiaba de ver a sus jóvenes regresar mutilados, traumados o muertos. La coreografía es de la gran bailarina y coreógrafa Twyla Tharp.

CABARET BOB FOSSE 1972 Alemania antes de la guerra. Berlín es un hervidero de artistas y es el esplendor de los clubes nocturnos en la capital germana y muchos actores y actrices buscan suerte. Interesante ver a través de los bailes cómo va apareciendo la ideología reinante de la época, la amenaza nazi, la censura velada y luego abierta, la decadencia de un momento. Surge el antisemitismo y una fuerte homofobia en un contexto en el cual había muchas personas con esas características. Alemania va lentamente hacia la hecatombe. Los artistas de la talla de Werner Finck, Friedirch Hollaender, Karl Valentin fueron silenciados y tuvieron que irse del país. El chiste político se volvió peligroso y muchos clubes fueron clausurados; eran espacios en los que la gente, pese al miedo, aplaudía a rabiar a Finck por sus ocurrencias agudas.


LOS PARAGUAS DE CHERBURGO (LES PARAPLUIES DE CHERBURG) JACQUES DEMY 1964 Un entrañable film de los 60, ganador de la Palma de Oro de Cannes. Como si fuese una ópera romántica (a lo Massenet) Michel Legrand escribe esta obra de amor muy sentimental. Una pareja conformada por Catherine Deneuve y Nino Castelnuovo se juran amor eterno. Él es llamado al servicio militar durante la guerra de Argelia y ella queda embarazada. Las distancias terminan por romper este amor, peor aún cuando la familia de ella se ve en la necesidad imperiosa de encontrar dinero. Así cada uno toma su rumbo y un día en vísperas de navidad, ambos se encuentran en la estación de gasolina de propiedad de Guy (Castelnuovo). Un encuentro fugaz y que significa el cierre del ciclo de amor de ambos.

CANTANDO BAJO LA LLUVIA (SINGIN´ IN THE RAIN) GENE KELLY, STANLEY DONEN 1952 Una de las obras maestras del género es además un homenaje al cine como tal, en su cambio del mudo al sonoro. Nos ofrece también una de las melodías más bellas hechas para el cine, la que da el título a todo este filme entrañable. La danza nos ofrece toda una lectura para hacernos entender toda la trama. Las partes cómicas son notables por mostrarnos todo ese trauma que fue para los actores de voz poco privilegiada y que cayeron en el olvido. O mostrarnos todas las imperfecciones que eran las primeras grabaciones, toda una obra de titanes. Imaginar, además, que la actriz que tenía la voz hermosa, Debbie Reynolds, no le pertenecía a ella, sino a la misma que hace el rol contrario, Jean Hagen. Ironías de la vida.

ALEXANDER NEVSKY SERGUEI EISENSTEIN 1938 Una de las obras maestras del maestro soviético, fue un film que tuvo problemas en su realización. La endeble paz del gobierno estalinista con la Alemania nazi no permitía que la gente expresase sus divergencias contra ese forzado pacto, producto de la vil repartición de Polonia. La música fue escrita por el gran compositor soviético Serguei Prokofiev y como actor principal Nikolai Cherkasov, a quien muchos conocían como “la voz”. Nevsky es un antiguo héroe de las estepas rusas que defendió la integridad territorial contra los mongoles, los polacos y los caballeros teutones. Esto era una clara alusión a la situación tensa que vivía la Rusia de entonces contra el posible enemigo. Pero tras el ataque alemán de 1941, la película fue rápidamente estrenada y sirvió como un factor de unidad para el pueblo que veía la amenaza nazi sobre la gran madre Rusia. Tiene todo un carácter épico. Grandes obras corales y una impresionante solo para contralto: Campo de la Muerte.

A HARD DAY´S NIGHT RICHARD LESTER 1964 este film británico tiene como principales actores a los integrantes del grupo The Beatles. Se realizó durante el boom de la beatlemanía. Un viaje del grupo para presentarse en Londres se ve amenazado por las hordas de fanáticos que quieren abordarlos. Logran evadirlos, pero da paso a otros sucesos. Filmada casi a lo nouvelle vague (Richard Lester fue uno de los grandes del free cinema), es una comedia irónica, casi psicodélica, con espontaneidad en la pantalla, que muestra errores de filmación intencionalmente. Y las canciones todas están en el álbum del mismo nombre. Vale destacar “And I love her”, “she loves you” entre todas.

SOMBRERO DE COPA (TOP HAT) MARK SANDRICH 1935 La obra maestra de Fred Astaire y Ginger Rogers Una gran muestra del tap que impusieron en los años 30. Jerry llega a Londres para hacer un espectáculo, allí conoce de manera accidentada a Dale, Jerry va a tratar de captar su amor y las danzas y melodías van a apuntar a eso. La música es de Irving Berlin y la melodía “cheek to cheek” (mejilla a mejilla) se convirtió en todo un clásico de la canción romántica. Obra de satín, seda, danza y romance.

viernes, 18 de marzo de 2011

OZU, MIZOGUCHI, GRANDES MAESTROS

Ironías tristes de la vida. Los terremotos han marcado permanentemente la vida de los japoneses. El gran sismo del primer día de setiembre de 1923 que destruyó a la ciudad de Tokio y que provocó la muerte de más de ciento veinte mil personas, originó grandes cambios en la vida social y cultural. Uno de estos cambios concierne directamente al cine, puesto que van a potenciar grandes estudios fuera de la ciudad de Tokio, estudios en los cuales se van a producir filmes de diversa calidad y género a tal nivel que harán del Japón el país de mayor producción cinematográfica por esos años.


Pero debemos remontarnos un poco más, a los años finales del siglo XIX. La violenta apertura del gobierno y sociedad japoneses va a tener como respuesta una activa campaña de “asimilación” de la cultura y tecnología occidentales, momento decisivo que ha sido retratado en sus artes y que marcaron definitivamente al Japón de hoy. La desaparición de los endogámicos shogunatos dan inicio a la era Meiji, una era acorde con el expansionismo occidental. Japón asumió el embate y comenzó a recibir todos los aparatos que iban poblando la vida cotidiana de los europeos y norteamericanos. Uno de ellos fue el cinematógrafo. Uno de nuestros maestros, Mizoguchi, fue un intenso productor de cine mudo y que, gracias a su genialidad, va a aportar algunos cambios al cine japonés como iremos viendo. La creación de grandes estudios va a ser promovida luego del gran sismo del 23, descentralizando la producción en otras ciudades como Kioto u Osaka. Ese periodo va a generar dos vertientes marcadas, una social, ligada a la expansión de las ideas izquierdistas del momento; otra ligada al crecimiento de un movimiento nacionalista militarista que va a concluir tristemente en una aventura expansionista truncada como pináculo con dos bombas atómicas en dos de sus ciudades industriales. Luego, la ocupación norteamericana va a replantear el cine nipón y va a ingresar por la puerta grande cuando una obra maestra de Akira Kurosawa fue premiada en el Festival de Venecia de 1956: Rashomon.

Este es el marco histórico que envuelve a nuestros maestros.

En el caso de Mizoguchi, un autor de vida marcada por estos drásticos momentos, más los intensos y dolorosos conflictos familiares y personales, lo van a hacer un cineasta que se va a preocupar por retratar los drásticos cambios que vive sociedad japonesa, así como la delicada situación que viven las mujeres en dicha sociedad. Desde muy joven tuvo una marcada inclinación artística y tuvo que lidiar con un padre intolerante que rechazaba cualquier intención de su hijo en sus opciones de vida. En el antiguo Japón había ciertos trabajos que se consideraban deshonrosos, sobre todo los ligados al mundo moderno. El interés de Mizoguchi por querer trabajar en el cine era una acción deshonrosa tanto para él como para la familia. La crisis familiar había obligado a su padre a vender a su hija al mundo de la Geisha. La hermana mayor de Mizoguchi, con siete años de diferencia, va a marcar definitivamente en su vida, y va a ser uno de sus más marcados leit motiv de su cinematografía. Muchas de sus ochenta y cinco películas (de las cuales sólo le sobreviven treinta y una) tratan de ese tema, e incluso una de sus obras maestras nos muestra el mundo dolorosa de la mujer marcada. Tuvo una vida bastante azarosa viéndose, incluso, envuelto en un escándalo con una amante que casi termina en una muerte prematura. No sólo las heridas físicas en la espalda de las cuchilladas lo van a marcar, sino que su carácter va a verse transformado en un nuevo director. Todo esto sucede en 1925, Mizoguchi se convierte en el director que vamos a conocer como maestro, exigente, detallista, muchas veces caprichoso, pero que supo captar de su personal lo mejor que éste le pudo ofrecer en los rodajes en los cuales se involucraron. Cuidadoso de la reconstrucción de una época, pidió a todos los integrantes de su equipo conocer los detalles de la coyuntura que se representaba. Antonio Santos, en su obra biográfica, nos comenta sobre la “volatilidad” de compromiso que nuestro director tuvo en cuanto a su compromiso con su arte; en cierta manera, fue adecuándose a las circunstancias sociales, culturales y políticas que le toco vivir; y, pese a que colaboró e incluso filmó una película que exaltaba el carácter belicista del gobierno japonés durante su periodo de trabajo con la Compañía Nikkatsu, los vencedores norteamericanos lo nombraron presidente de la empresa Shochiku. Este último periodo de su vida, va a crear obras maestras hasta su muerte acaecida el 24 de agosto de 1956, vencido por la leucemia.

La vida de Ozu fue también bastante agitada. Luchó en la China (en la zona de Manchuria entre 1937 y 1939 antes la segunda guerra mundial) y fue capturado en Singapur, lugar al cual había sido destinado para colaborar con el departamento de propaganda de su ejército. Pasó seis meses en prisión y tras su liberación retornó plenamente al mundo del cine en 1947. Es considerado el director “más japonés” (frente a Kurosawa, quien era considerado el más occidental de todos los directores nipones) y en su obra se preocupó por ese choque que significó el mundo occidental con el Japón tradicional. Sus filmes nos hablan de esos duros encuentros que significó sobre todo para los adultos. Su técnica en el trabajo de cámara fue lo que más impactó en su cinematografía, pues filmaba sus personajes y escenas a la altura de una persona sentada la usanza japonesa, casi en el suelo; el uso tendía a ser discreto con planos medios y generales, y las perspectivas podrían partir de un muro, una columna o una mesa, total discreción para no perturbar el desarrollo del drama que “corría” delante de nosotros. La obra de Ozu es tardíamente conocida, puesto que muchas personas veían su producción fílmica poco alcanzable al gusto occidental, por tal motivo su obra fue poco o nada difundida en Occidente y sólo en los 70, una década después de su muerte (murió de cáncer en 1963) Ozu fue descubierto por los ojos europeos y norteamericanos. Ambos directores, con Kurosawa, dominaron el panorama del cine nipón en los años 50 hasta los 60. Pero hubo otros directores que dieron una vitalidad especial a esta escuela oriental que no deja de sorprender hasta nuestro día con maestros como Kitano o Imamura, o el gran Hayao Miyazaki.

LA VIDA DE OHARU (SAIKAKU ICHIDAI ONNA) KENJI MIZOGUCHI JAPÓN 1952 Contundente y sorprendente película sobre el estudio de una geisha y su sufrida vida durante el siglo XVII, en un Japón aún medieval y en el que la estratificación social era prácticamente inamovible; en una sociedad tan rígida y machista, la mujer tenía escasos o nulos derechos en las decisiones que ella tomase para su vida. La costumbre de vender a las hijas ha estado tan extendida en nuestras sociedades que es así cómo podemos entender el sentido de las razones por las cuales el padre de la novia daba al novio no solo la virginidad intacta de su hija (a través del vestido blanco), sino que además pagaba los gastos de la fiesta de la boda, más una dote que le permitiera en un principio mantener a la nueva unión, sobre todo a la novia. Los matrimonios arreglados, las ventas de hijos e hijas, eran muy frecuentes. Siendo muy joven, nuestro director fue un testigo impotente de la venta de su hermana mayor, Suzu, para convertirse en geisha; esto nos permite entender esta franca y dolorosa película de una mujer, hija de un mercader, que intentó ser libre en el amor y caer en lo más bajo de estratificación social, solo apreciada por su cuerpo.

TOKIO MONOGATARI (CUENTOS DE TOKIO) YASUJIRO OZU JAPÓN 1953 Este es uno de los mejores filmes de Ozu, una narración sencilla de una pareja de ancianos, que decide ir de visita a Tokio para ver a su hija mayor. Una serie de acontecimientos desagradables los impulsa a regresar, pero en el trayecto la esposa muere. El anciano tiene que enfrentar la soledad y surgen diversas propuestas. Este sencillo film es un extraordinario ejemplo de simplicidad y observación, involucrando a nosotros, los espectadores, como participantes de las historias al poner las cámaras a la altura de una persona sentada a la mesa, técnica muy recurrente de nuestro maestro, donde se desarrollan los diálogos o encuentros. Un film que muestra no sólo los choques generacionales, sino los culturales que agobiarán a Japón por muchas décadas. Estos choques han de originar algunos movimientos conservadores que proponían un retorno a las viejas tradiciones. Uno de estos fue el famoso escritor Yukio Mishima.


UGETSU MONOGATARI (CUENTOS DE LA LUNA PÁLIDA) KENJI MIZOGUCHI 1953 Una de las obras maestras que abrieron el occidente para el cine nipón. Está basada en una leyenda homónima del siglo XVI, obra de Akenari Ueda. La obra se centra en dos parejas de las cuales los varones deciden buscar el amor, la fortuna y el poder. Las mujeres abandonadas corre cada una de ellas una triste suerte entre la prostitución y la muerte, suerte que es desconocida por los díscolos maridos que se vieron de pronto arrastrados por la locura de las guerras civiles que asolaban la zona. La obra de por sí es redonda, bella, poética; un film con fantasmas que acompañan a los vivos, con lagos brumosos; pero hubo una propuesta que quizá hubiera ensombrecido esta obra maestra: el fin tiene una suerte de redención para ambos hombres, pero habían sugerido que ésta termine con un final más real, mostrando las miserias del hombre en su lujuria, ambición y podredumbre moral. Quizá hubiera tenido más éxito, tal como el mundo es.

SANMA NO AJI (EL SABOR DEL SAKÉ) YASUJIRO OZU 1962 Otro bello film de Ozu, que nos muestra la triste realidad de la vejez que tiene que enfrentarse a la soledad y el abandono. Un hombre viudo ve a su hija en edad casamentera y le propone que se case sabiendo que esta situación conllevará al abandono. Ozu es un maestro que desnuda las emociones más profundas, pero cotidianas de los hombres. Sus filmes no son complicados, son sencillos. Esa sencillez termina por demolernos; en este caso, es lo que puede suceder en nuestros hogares: el hombre viejo viendo que se le acerca la soledad se refugia en el alcohol.




Bibliografía:

JAPANESE CINEMA. Galbraith, Stuart; Duncan, Paul. Taschen, 2009

LAS 100 MEJORES PELÍCULAS. Kobal, John. Alianza Editorial. 1995.

MIZOGUCHI, KENJI. Santos, Antonio. Cátedra.1993.

sábado, 12 de marzo de 2011

LA BEAUTÉ DE TOULOUSE

























Si alguna ciudad siempre me llamó la atención por los elementos que la vinculaban era Toulouse. La evocaba mucho por el gran pintor que la lleva en su apellido, Henri de Toulouse - Lautrec, de origen noble y vinculado a esta zona, a Midi-Pyrénées (aunque el museo más bello de su obra se halla en Albi, sobre todo la exposición de sus notables afiches), luego, ya en el mundo de la música, siempre había escuchado de la orquesta del Capitolio de Toulouse, famoso por hacer interesantes representaciones operísticas, con un buen director como Michel Plasson, y es con la Ópera de París, los principales cultores de la cultura musical francesa (aunque también está el nuevo y bello local de la Ópera de Lyon).

Llegamos con Isabel un sábado lluvioso por una visita de horas a Toulouse, dejamos el auto en el estacionamiento de un súper mercado y de allí tomamos el metro, cómodo y rápido (algún día lo tendremos). Lo interesante es que las estaciones eran nombradas en occitano y francés. El occitano se escuchaba tan cerca al castellano, como al catalán. Históricamente esta zona rica en agricultura y en lo social y cultural, fue codiciada por muchos; en su espacio geográfico se desarrollaron los cátaros, los cuales fueron tratados como herejes y prácticamente destruidos durante la campaña de la cruzada albigense (por lo de la ciudad de Albi, donde está una bella iglesia que tiene murales que muestran esa triste masacre). Inocencio III y los reyes Capetos ambicionaron sus riquezas y tierras. Según la historia, (y depende cómo se la vea), fue la oportunidad de Francia de anexionarse estas tierras "eternamente". Y por todo el territorio ve trazos de los "Perfectos", "les parfaits". Una de mis metas es ir a Carcassone y Montségur, los monumentos cátaros por excelencia. El Conde de Toulouse, Raymond VI,  jugó un papel importante y su ciudad fue asediada entre 1217 al 19. Hace mucho tiempo ya.
En la ciudad hay mucha historia, llegamos por el capitolio hacia la plaza principal y de ahí, siempre guiado por Isabel, nos fuimos a Nuestra Señora de Taur, en homenaje a San Saturnino, cuya tumba estuvo en este lugar y después trasladado a la otra inmensa y bella iglesia: Saint Sernin. Taur viene de toro, animal que fue empleado para matar a Saturnino, uno de los primeros obispo de la ciudad, quien fue sentenciado a muerte por no haber hecho los sacrificios a los dioses. Saturnino fue atado al toro, quien fue picado y corrió con el cuerpo del santo hasta destrozarlo. Según dice la historia popular, la calle que une San Sernin y la plaza (Rue de Taur) fue la que transitó el toro. La iglesia es del siglo XIV, construcción posterior a una obra paleocristiana. La iglesia tiene detalles por todas partes de toros, recordando la muerte del santo. Lo malo es la penumbra en la que se les ve ahora. En realidad, lo hacen para que la luz artificial no dañe las pinturas o murales. Pero también está en el hecho de que los inviernos son oscuros y, pese a los vitrales colocados posteriormente, la luz es insuficiente. Peor en un  día lluvioso.
Sin embargo, pronto vería una recompensa. Antes de ir a un bello lugar, Isabel me dijo para ir a almorzar a un sitio simpático; en la parte superior del mercado principal se encuentran muchos restaurantes de pescado y otras delicatessen. Nos indicaron uno de los mejores, gracias a los datos de la nuera de Isabel, quien le indicó por teléfono. Y era cierto, comida extraordinaria, buen vino, langostinos, sopas de pescado y queso al estilo fondu, un plato fuerte a base de pescado en hierbas, mucho pan y quesos; luego un mousse de chocolate y un café para seguir adelante. En el trayecto a Saint Sernin, entramos a una pequeña librería y hallé una joya: Astérix en occitano. Lugar que voy de lengua variada, trato de hallar la versión de este cómic en lengua vernacular: ya lo tengo, fuera del francés y castellano obviamente, en alemán, hebreo, catalán, portugués, holandés, sueco, danés, húngaro, griego, inglés y hasta en latín, que lo conseguí en Alemania. Pero seguiré en mi búsqueda por más. Desde la librería hasta a Saint Sernin eran unos pasos, y me hallé con esta impresionante iglesia. Lo que uno ve de primera impresión es la torre campanario octogonal de 65 metros, en ladrillo. Ingresas a la iglesia y su distribución es como la de una cruz románica. Alta, amplia e iluminada por luz natural. Y luego quedaba visitar la cripta, en la que esta iglesia encierra sus tesoros. Tiene una interesante galería que tiene unos pequeños altares de "todos los santos" y que rodean posteriormente al altar mayor de la iglesia. Después de la visita a la cripta, decidimos salir por la "puerta principal", la cual no tiene torres principales y su portada es relativamente humilde en comparación con lo que uno halla en el interior. Allí me sucedió un percance: por ir con la cobertura abierta de mi cámara, una de las memorias de mi cámara se cayó descuidadamente. Felizmente uno de los encargados la había guardado y la pude recuperar cuando ya había dado todo por perdido.

























La visita breve a Toulouse iba a terminar con una "cerecita": el convento de los Jacobinos, de creación dominica. Santo Domingo estuvo y predicó en esta ciudad, donde fundará su congregación. Esta congregación ayudará a crear la universidad regida por ellos. Esta iglesia tiene unos bellos vitrales que dan una sensación  de paz y tranquilidad; en muchos aspectos, salvando tiempo y estilos me hizo recordar a los vitrales de Chagall en Zúrich o la Iglesia de la Dormición de la Virgen en Jerusalén, lugares en los que la luz filtrada por los vitrales te dan una sensación especial. Un poco, aunque bastante descuido, lo viví en una iglesia de Paita en Piura, que tiene unos bellos vitrales de Winthernitz.

Lo único que faltaba era ver esa bello claustro románico que esta iglesia tiene en su haber. Una belleza.
Lleno de arquitectura e historia, teníamos que irnos de Toulouse, pues teníamos un buen trecho hasta Graulhet para ir a ver los hermanos de Isabel y. luego, ir al concierto de Paco Ibáñez.
Un día redondo.






domingo, 6 de marzo de 2011

ADIÓS A CATALUNYA Y A EUROPA

Viernes 04 de febrero, prácticamente mis últimos días de visita a Europa. Me levanté relativamente temprano y tomé un buen desayuno con Quique; conversamos sobre lo que iba sucediendo en Perú y en nuestras vidas, pero ya se iba haciendo hora de ir a casa de Chicho a preparar mis maletas, a hacer las reservas de vuelos desde París y mi chequeo desde Lima a Trujillo. Ya estaba despidiéndome de todos. De pronto las casi dos semanas que había pasado entre Francia y España se habían ido, pero había tenido la oportunidad de ver a varios amigos para volver a restablecer nuestros puentes de la memoria.
Con un fuerte abrazo, nos despedimos con la firme promesa de volver a vernos. Es bueno tener fe en tus sueños. Me acompañó con su gran perro Pisco hasta cerca de la estación del metro y lo dejé. A seguir adelante. Llegué a mi estación  y me enrumbé a casa de Chicho; todos habían salido, me dediqué a preparar maletas, a tomarme una buena ducha, revisar los correos del trabajo y personales, y hacerme la idea que en dos días iba a estar en Perú. Chicho me llamó para confirmarme que íbamos a salir 































con Jéssica, la dueña de casa y él, me invitaban a mi último almuerzo. Tanto Jéssica como Chicho habían decidido llevarme a un restaurante a comer tapas y otras cosas deliciosas (que eran la maravilla para mi colesterol y mis triglicéridos, pero no todos los días va uno a Barcelona). Un almuerzo de despedida delicioso, con buena conversación, diciéndome cada uno de los diversos platos a base de mariscos que se iban pidiendo, rociado con cervezas y vino. Barcelona es una ciudad marítima. Para ser viernes, el restaurante estaba repleto y se veía una febril actividad. Lo que sí me sorprendió es el problema del espacio para los autos, tal como lo viví desde el primer día que pisé Barcelona. Terminado el almuerzo, nos fuimos a casa a recoger mis cosas, ya que antes de ir al aeropuerto íbamos a ir a ver a Wilber, acción que se frustró por estar muy ocupado. Chicho entonces a Montjuïc para despedirme de la ciudad con una vista panorámica de ella. Desde ahí pude ver la Barceloneta, el Mirador de Colom, Barri Gòtic; para la próxima vez, y lo tengo prometido, debo de ir a uno de los museos más interesantes de España: Museu Nacional d´Art de Catalunya, en el Palau Nacional de Montjuïc.
Ya la hora nos decía que teníamos que irnos, el aeropuerto Castelldefels está a unos 20 kilómetros y era casi hora punta de un viernes. Mejor no arriesgar.
Chicho había hallado un vuelo bastante barato desde Barcelona a París (casi 70 euros) y llegas a Orly. Ideal. El vuelo dura casi dos horas y vas muy cómodo. Viajar en tren (sobre todo el TGV) es una buena experiencia, pero resulta ser más caro. A veces el tren tiene sus ventajas, puesto que las estaciones terminales quedan en la misma ciudad; pero en mi caso, tenía que ir de una aeropuerto a otro.
Llegué a Orly cerca de las 10 de la noche. Premunido de dos libros y mucha paciencia, esperé en la sala de esperas (vale la redundancia) hasta las 5 am. del sábado 06 para embarcarme en Iberia a Madrid y de ahí a Lima. El avión salió puntual desde Orly, pero en el chequeo retuvieron mis jabón líquido y mi enjuague bucal. Estaban sicoseados con todo lo que había sucedido en el aeropuerto de Moscú y además Osama Bin Laden había amenazado a Francia. Fui una pseudo víctima de la coyuntura.
Llegué a Madrid dos horas después. Mi vuelo a Lima salía en cuestión de un par de horas; para tal ocasión me compré una buena batería de revistas de historia y cómics; las iba a necesitar, puesto que en la parte del avión que viajé había casi un niño por adulto. Toda una odisea.
Lima me recibió a las 7 de la noche del mismo sábado, aunque yo estaba ya en domingo. Esas son las emociones de los viajes largos. Bienvenido al verano.


SEGUNDO DÍA BARÇA

El segundo día en Barcelona fue un día para pasar con Quique y conversar largo y tendido sobre nuestras vidas y la ciudad que lo acoge casi 20 años. Tomé el metro desde Bac de Roda, cercano a la casa de mis amigos y fui a su encuentro como el día anterior, cerca de la estación Universitat. El punto de encuentro FNAC de Plaza de Catalunya. Quique me iba a llevar a  ver "su" Barcelona, nos enrumbamos a ver el buen trabajo que se ha hecho con las bibliotecas públicas en la comuna catalana; para tal motivo nos fuimos caminando por las calles de Barcelona bajo un tenue sol hasta la Biblioteca de Catalunya parte de un complejo conformado con el Antic Hospital de la Sta. Creu. Visitamos los interiores y es todo un placer ver una biblioteca donde el usuario llega a sacar el material que quiera en diversas lenguas y religiones. Vi a muchos jóvenes pululando sea por la tarea, sea por el placer de ir a buscar cómics, que hay varios en castellano y catalán. Luego de esta visita, nos fuimos al Museu d´Art Contemporani de Barcelona (MACBA), todo un culto a lo audiovisual; es un bello edificio que complementa con la Casa de la Caritat, la cual ahora como el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) en una construcción de cierta antigüedad que ha sido acondicionada para las propuestas de las nuevas formas de comunicación y sus manifestaciones artísticas. La premura no nos permitió ni ver la exposición  permanente, ni la itinerante; lo malo es que ir a verla te implica horas de ver material audiovisual sobre diversas propuestas. La que se ofrecía ese día (que terminaba el 27 de febrero) era una reflexión sobre la construcción de la imagen política de nuestros días: la exposición se llamaba El D_Efecte Barroc, Polítiques de la Imatge Hispana.Y el folleto tiene un interesante juego de palabras: "lo hispano está embarrocado, ¿quién lo desembarrocará? El desembarrocador que lo desembarroque, buen deshispanizador será" Un estudio de las imágenes creadas "en común" a lo largo de las historias de España, esa esencia hispánica muy ligado a lo barroco, retorcido, revejido por nuestros hilos históricos y que seguimos usando como un distintivo. En la exposición hay ejemplos de España, México, Chile y Perú. El afiche tiene una imagen que reúne a varios líderes latinoamericanos bajo un altar barroco que puede ser de cualquier iglesia del siglo XVII o XVIII. Genial el concepto y lo interesante es escudriñar este transfondo en nuestra alucinante campaña presidencial (como para una segunda exposición). Ambos lugares son para verlos con mucho tiempo y con los ojos puestos a nuevas propuestas a asimilar. Queda pendiente en mi agenda.
Salimos del museo hacia el Barrio Gòtic y llegamos momentáneamente a ver la fachada de una iglesia que me impresionó mucho: St. Felip Neri. Quizá la iglesia no sea tan impresionante, pero sí lo que sucedió allí: fusilamientos masivos durante la guerra civil. Barcelona fue una de las ciudades (y en general toda la Cataluña y el País Vasco) que abrazó la causa republica; y los franquistas se vengaron de ella. La rivalidad entre Madrid y Barcelona fue aprovechada y acentuada durante los años oscuros del franquismo. Contaban algunas personas que llegaron antes a Barcelona que ésta era una ciudad descuidada, postergada. Durante el franquismo, la cultura catalana fue sometida; recuerdo a un cura vasco y a varios hermanos de La Salle que eran catalanes, lo que el régimen les imponía para que no hablasen sus lenguas y se olvidasen de sus autonomías que habían sido logradas durante la República. Y las huellas en la portada de esa iglesia nos cuentan cómo la pasaron los catalanes que rechazaban al régimen. Les recomiendo leer dos libros que explicarán, en cierta manera, cómo la paso la España de Franco: la primera parte de Opus Dei, el Totalitarismo Católico de Emilio Corbière, y La Guerra Civil Española de Paul Preston. Dura vida la que vivieron en esos años.
Para sacarle más el jugo a la visita nos fuimos a La Sagrada Familia; tomamos el metro (sueño un día Trujillo con metro o tranvía rápido). La iglesia está en permanente refacción; me desalentó ingresar el gentío que estaba en la puerta y los precios excesivos que ahora cobran. Me comentaban que la industria del turismo en España se vio afectada por la crisis del 2008 y con la actual crisis (acompañada con lo de Grecia e Irlanda), y veo que muchas empresas buscan cómo recuperar sus inversiones. Pero pagar 15 euros (casi 45 soles) te hace pensar sobre lo que a veces el turismo termina por distorsionar. Tal como pasó en la Catedral, y como sucede en muchas ciudades (como Cuzco, por ejemplo), el copamiento de ciertos lugares públicos para volverlos privados y lucrar con ellos es bastante cuestionable. Y España busca capitales de donde y a quien sea se lo saca. Me hizo recordar la visita al Partenón, en Atenas. Toda mi expectativa de tener un buen encuentro con la historia, con el arte se desvanece por el mar humano que te arrastra y la presión del tiempo que te exigen. Las dos veces que me encontré con Tut-ank-amon en el Museo Egipcio fue de no más de 1 minuto cada vez.
Para "cicatrizar" mi pena, Quique me enseñó otra alternativa: Hospital de la Sta. Creu i Sant Pau. "Subimos" a pie por la Av. de Gaudí hasta el complejo hospitalario, el cual se halla en refacción, pero se puede visitar libremente. El arquitecto de este bello complejo no fue Gaudí, sino Lluís Domènech i Montaner. El lugar es bello y es también un centro académico para las ciencias médicas.  Bello.
Luego de la visita, nos fuimos cerca de la casa de Quique a almorzar, puesto que de ahí se iba a sus clases. Me invitó a cenar con  su amigo en su casa, entonces me enrumbé a casa de Chicho.
Una hora después recibo una llamada indicándome que los planes habían cambiado un poco, que íbamos a participar en una exhibición de un documental sobre mujeres peruanas emigrantes en Barcelona. Quique es muy amigo de personas que constituyen asociaciones que ayudan a emigrantes latinoamericanos. El documental se llama "Peruanas en Barcelona 1985-2010, Ciudadanas de aquí y de allá", y nos muestra el proceso que muchas mujeres emigrantes compatriotas nuestras han vivido para adaptarse a la sociedad que las recibe. Algunas se adaptaron bien, para otras fue doloroso. Una cosa que he podido experimentar es el proceso de asimilación lingüística de muchos peruanos. Quique, en muchos aspectos, pese a todos los años que tiene viviendo en España, sigue hablando como limeño. En el documental, muchas peruanas habían desterrado su forma de hablar. Quizá, como dijo alguna vez Jorge Yika, es una forma de mutación hacia la supervivencia. En el aeropuerto de retorno a Lima, oía muchas hablas en las salas de espera; oía a colombianos que preservaban su acento, los inconfundibles rioplatenses; pero en el avión que iba a Lima, muchos compatriotas ya hablaban como españoles. Jorge Yika contó el caso de una chica que sólo tenía seis meses en Madrid y había sepultado su trujillana forma de hablar. Es todo caso para estudiar, si la presión de los miles de emigrantes latinoamericanos a España ejercen algunos cambios en los diferentes niveles de la lengua; debe de haberlos. En todo caso, esos testimonios vertidos por las casi 20 mujeres entrevistadas para el documental son respuestas a un futuro que se labraron cada una de ellas. Valioso. Otro dato más que me impactó es el hecho que esta institución, Plataforma Q´atary Perú, ha logrado sistematizar el trabajo para la ayuda de los emigrantes, sobre todo mujeres; fueron ellos, los de Plataforma, los que avanzaron para conservar derechos de los emigrantes y una asistencia (protección) en caso de abusos. Y estos modelos se están aplicando a las demás migrantes sudamericanas, sobre todo ecuatorianas; y ahora lo van a comenzar a trabajar con otro gran grupo numeroso: las filipinas.
No nos quedamos al cocktail; partimos rápido, puesto que el amigo de Quique nos esperaba para la cena. Fue una buena velada, con recuerdos, risas, nostalgias, buen vino.
Como ya no había metro a esa hora, quedé en casa a dormir.

miércoles, 23 de febrero de 2011

ANGURRIA DE UNOS POCOS FRENTE AL BIEN COMÚN

Estamos siendo testigos de un evento que puede cambiar la imagen de una sociedad permanentemente golpeada por los caprichos de unos pocos a la de una sociedad cuyo bienestar general sea respetado por cada una de las personas que la integren. Lo que sucede en Lima es clave para que el ciudadano de a pie se sienta respaldado por sus autoridades frente a la prepotencia que suelen imprimir los grupos de poder sea éste económico, político, religioso o de cualquier índole.
La correcta decisión de sacar todo tipo de panel publicitario que entorpezca el normal fluir de una ciudad debe ser aplaudido por todos, ya que obedece a un principio no sólo de estética o de bienestar, sino a un principio de orden el cual todos los ciudadanos debemos respetar para poder convivir en armonía. Sabido es que este principio cívico no es respetado frecuentemente puesto que no ha sido aprendido por cada uno de nosotros a lo largo de nuestras vidas: lo que no se aprendió de niño, no se lo aprenderá de grande, parafraseando el refrán alemán. Es cierto, en un país caracterizado por hacer lo que uno con poder hace sin importarle a los demás ha sido nuestro ambiente educativo, y la historia en su forma oficial y/o popular nos lo demuestra. Lastimosamente los últimos representantes oficiales de los peruanos (llámese gobiernos) no han hecho nada más que corroborar esta suerte de ley tácita en nuestra sociedad. Montesinos y su gavilla. Toledo y su familia. Alan García y su clan. Cada uno con sus más que terribles muestras ante la sociedad de "el que puede, puede y hace lo que le da la gana". Desde la "hora Cabana" hasta Bagua y la corrupción del Poder Judicial, son diferentes grados de esa impunidad que hace de nuestro país una verdadera jungla en la que sobrevive el más fuerte, el que golpea más, el que suelta más billete, el que compra más periodistas, el que acapara más terrenos, el que hace lobbys más jugosos; en fin, la muestra es vasta e interesante, y nos dice mucho de nosotros como sociedad.
Pero, de pronto, una mujer quiere poner un poco de orden en su casa, en su Municipio. Y su decisión ha causado escozor a todos los políticos que veían nerviosos cómo sus líderes eran golpeados directa o indirectamente con el fenómeno Wikileaks. De pronto, les llegó la oportunidad para poder retomar la imagen ante el electorado para aparecer como luchadores de los intereses del pueblo, en este caso, "la libertad de expresarse". Eso dicen.
Los políticos que tenemos son personas que saben que su estabilidad económica personal depende del hecho de ganar un curul; eso les permite vivir cómodamente por otros 4 años, tener su casa en Lima, hacer sus negocios particulares (¿habrá alguno que no haya sacado provecho de su posición como congresistas, sea no pagando impuestos, reflotando sus empresas, beneficiándose de la compra barata de terrenos declarados como eriazos, creando universidades o sucursales de ellas, logrando prebendas, o un largo etcétera?). Esto es lo que está en juego en realidad. Un cartel menos es un puñado de votos menos en las ánforas. Quizá. En la memoria leve de los electores peruanos, quizá sea necesaria una recordación en una esquina de un parque, en el techo de una casa, en una avenida saturada de carteles. Quizá pueda recaudar tres o cuatro votos más, quizá.
Pero Susana Villarán ha actuado con sentido común. Si mi espacio está saturado, lleno de tantas cosas, procedo a limpiar y a arreglar. Y en el caso de la comuna, para eso existen marcos legales que defiendan a todos los que habitan ese espacio. Las leyes se hacen para velar el bien común (salvo las que a veces nos han sorprendido nuestros gobiernos, algunas con nombre propio). Si mal no recuerdo, durante el gobierno municipal anterior, hubo una idéntica acción que se procedió a limpiar una avenida de varios carteles publicitarios e incluso se desmanteló un cartel electrónico. No sé en qué quedó toda esta acción, puesto que fue noticia de una semana, luego hubo otras prioridades noticiosas. Sería bueno saber si se respetó o no lo decidido. Y espero que la Alcaldía de Lima haga prevalecer su autoridad para que marque una pauta de la cual todos los ciudadanos de todas las demás ciudades del país nos debemos ceñir. Aquí en Trujillo tenemos la mala suerte de tener a dos personajes ligados al Municipio que están postulando al Congreso; ergo, las posibilidades de ver a nuestra ciudad bajo las reglas del ornato y respeto están muy lejos de que se cumplan, habida cuenta que el alcalde nuestro maneja la institucionalidad con un sentido de gamonal (no están extintos).
Personalmente apoyo la decisión de la Alcaldía en la persona de su alcaldesa; que los prepotentes que han salido ayer en TV amenazando de enjuiciarla por su recta decisión entre en razón y que éstos entiendan que no es un capricho personal, sino el poder de una ciudad que debe ser respetado. Mas, si siguen en su decisión, que nos sirva de medida para ir conociendo el talante de los personajes que quieren representarnos. Por sus actos los conoceremos.

sábado, 19 de febrero de 2011

MI ENCUENTRO CON PACO IBÁÑEZ

(A Goyo y a Milka)















29 de enero. Un día bastante especial. Había recibido algunos correos de Isabell antes de partir a Francia que me daba una información inquietante: un concierto de Paco Ibáñez en una ciudad cercana (relativamente) a Rodez, a la casa de Isabel.  Ya Isabel había planificado todo. Había arreglado un viaje a la ciudad de Toulouse (de la cual hablaré con calma) y tras la visita nos íbamos a la ciudad de Graulhet. Paco Ibáñez es muy conocido en el sur de Francia, vivió en cierta manera su exilio aquí y cultivó grandes amigos (algunos de ellos son amigos muy cercanos a mi anfitriona). Cuando leí el mensaje, de pronto a mi memoria llegó mis años universitarios cuando en los 80 hicimos un grupo de música llamado Perejil. Los líderes del grupo eran Fito Luján y Milka Rabasa. Ella buscaba las canciones más idóneas para poder ser interpretadas por el grupo en el que estaban Paty Matuk, Mariella Monzón, algunas veces Ricardo y yo. Y por primera vez oía la música de Paco. Su concierto en el Olimpia se volvió un disco de audición obligatoria en mi casa y mis hermanos ya conocían estas melodías. Así como Silvio, Pablo, Joan Manuel o Mercedes, también estaba Paco Ibáñez. Su timbre de voz nos era conocido así como sus interpretaciones de Arcipreste de Hita, Góngora o León Felipe. Neruda fue varias veces recitado en mis clases de literatura con la música para el poema XV o el XX. Quevedo llegó con mucho amor a mis alumnos con sus canciones. Pensé que nunca iba a tener la oportunidad de verlo. Había visto en los 70 a Mercedes Sosa o Quilapayú en Arequipa, en los 80 a los Inti Illimani y Serrat en Lima; en Israel vi a Joan Baez quien empezó su concierto cantando Gracias a la Vida en castellano, nunca más emoción que ese momento. Pero Paco no estaba en mi mente.

8:30 de la noche, puntualmente salió al escenario todo vestido de negro con su guitarra en mano, nos hablaba indistintamente en francés y castellano, el público entendía todo. Sus canciones tradicionales retumbaban y la gente lo acompañábamos. El momento más emocionante cuando nos contó que la canción Palabras para Julia la cantó en Argentina en un lugar donde hubo torturas. Emocionado nos narró la reacción del público. Hombre muy trejo y con sus años a cuestas no calla nada. Su cólera es sincera y su canto canaliza sus sentimientos.
Casi una hora y media de concierto nos llenó a todos los presentes. A Galopar arrastró a los viejos españoles a un fuerte aplauso y nos dejó su fuerte crítica a las políticas europea y norteamericana actuales.
Una vez terminado el concierto y luego de unos 15 minutos, me permitieron pasar a conversar con él. "Un peruano quiere conversar contigo", fui a su camerino con toda la gente y me estrechó la mano; luego, tomó su guitarra e hizo un amago tocando un ritmo de huayno, me dijo que estaba con intenciones de componer un  huayno. Había estado el año pasado en Machu Picchu y que Perú le gustaba, su gente, su ritmo; me habló de Vallejo y tiene, ojalá lo haga, la intención de musicalizar algunos poemas.¿por qué no? Conversamos de la realidad musical peruana, de la situación de Sudamérica, de Lima y Cuzco; espero algún día venga a ofrecernos un concierto, ha estado en Argentina, Chile, Venezuela; aquí nos preocupa que llegue Jonas Brothers, dudo que el interés monetario les pase por la cabeza traerlo.
Me despedí con afectuoso abrazo y esperando volver a verlo. Ojalá. Una noche para el recuerdo.




http://www.youtube.com/watch?v=15JfnrqBqSI&feature=related

PASEO BARCELONÉS

Tras la visita al mundo del modernismo barcelonés, nos enrumbamos al almuerzo. En el trayecto iba contemplando otras bellezas arquitectónicas de la ciudad, que daban muestras del esplendor que tuvo Barcelona a inicios del siglo XX. Este modernismo arquitectónico va a la par de la belle époque francés, al art nouveau, al gusto de Gustav Klimt y su revolución vienesa, a la expansión europea por el mundo, a los inicios del cine, del gusto por el arte utilitario, los adornos menores y las joyas (hay que ver la exposición del museo Orsay en París para soñar), al desarrollo de la industria y de la construcción (aparición de nuevos elementos para la edificación, así como el rescate de los antiguos como el mosaico); toda esta febril época se va enfrentar, como el Titanic, con el primer fracaso colectivo de la humanidad: la primera guerra mundial. Pese a todo, Barcelona queda como un museo viviente de toda esa intención humana de una nueva sensibilidad (Freud, Proust, Debussy) y nuevos caminos del arte por lo onírico (lo que viene con ello, el surrealismo de Dalí, Buñuel, Derain, Picasso y, en cierta forma, Lorca).


Dejamos momentáneamente ese mundo para ir más atrás, al renacimiento y barroco catalán, el de sus plazas, iglesias y edificios cívicos. En realidad, uno se encuentra con monumentos más antiguos que los referidos a estos estilos, pero es por comodidad. Es más, el barrio se llama Barri Gòtic. Gracias a la propuesta de Quique nos fuimos a comer a un restaurante pequeño, pero muy acogedor, atendido por las mismas cocineras y propietarias: un restaurante familiar (no esos impersonalizados típicos de cadenas de comida, estandarizados). En un ambiente jovial pedimos el delicioso menú; lo recuerdo claramente por el arroz en tinta de calamar (a estas alturas mi colesterol y mis triglicéridos estaban en plena orgía, pero luego me di cuenta que no fue así); tomando con vino de la casa, los cuatros charlamos sobre nuestras vidas, nuestros achaques y lo que pasaba en el mundo y en el Perú. De pronto estaba en la cafetería de letras de la Católica; recordamos los viejos amigos, hicimos un recuento de ellos: Ingrid, Pierina, Conchito, Cristina, José Antonio, tantos amigos. Teníamos que ponernos al día.


Quique tenía que partir para dar sus clases (yo estaba de visita, el problema del que llega al mundo de los amigos que están trabajando). Así que Quique partió, y Chicho y Milka decidimos seguir la larga caminata. Antes de despedir a Quique fuimos por el barrio judío, uno de los lugares preferidos de Milka, caminamos por sus callejuelas y de pronto oí a un guía hablando hebreo; eso trajo en mí la memoria de una de las ciudades más bellas que haya visitado en mi vida: Haifa. Y todas estas ciudades, como Estambul, Esmirna, el Pireo, algo Tel Aviv, tienen ese sabor mediterráneo. Ya el sur de Francia se parece en paisaje a las colinas y pequeñas ciudades israelíes. Me transportaba a ello, y recordé que estos dos países eran para el mundo judío dos tierras amadas: Sarfat (Francia) y Sefarat (España, la amada). Barcelona tuvo su judería y estaba en una de las ciudades más dinámicas del renacimiento mediterráneo; y sus construcciones me lo iban a demostrar. Una vez concluida la visita a la vieja judería, Milka nos invitó a tomar un café en su departamento (piso, como dicen allí). Antes de dirigirnos, volví a pasar por la catedral, la cual no pude apreciar por estar rodeada de andamios y con el inconveniente que ahora te cobran por entrar. Desistimos de visitarla y dimos una vuelta por la Plaza de St. Jaume, ahí vi dos bonitos edificios que me recordaban a Madrid y su neoclásico: Casa de la Ciutat (Ajuntament) (con unos detalles curiosos y simpáticos) y el Palau de la Generalitat. Aquí me parece que revientan el lugar los barcelones cuando gana el Barça. El fútbol lo respiras por todas partes. Ya en el dpto. de Milka, y tras un cafecito reparador, nos mostró un poemario suyo que había ganado en un concurso. Obviamente el apremio no nos permitió leer algo de éste, pena. Raudos ya, salimos hacia la Barceloneta. el antiguo barrio de pescadores,  y su malecón, espacio ganado al mar para tener más playa y haber hecho un simpático paseo a sus ciudadanos (lo hicieron todo para las olimpiadas: en Trujillo estamos en vías de un bolivariano y, en realidad, nuestra ciudad está muy desmejorada). El paseo por la marina y, luego, por la playa fue agradable. Según Milka y Chicho, había tenido la suerte de haber llegado bajo el sol; y entonces los barceloneses se iban a la playa. Aunque el Mediterráneo es un “tazón”, muchos bañistas sacaron sus tablas para surfear (olas muy pequeñas, si vieran lugares como Chicama o el mismo Huanchaco) e incluso hubo nudistas que caminaban “en pelotas” por las playas. Barcelona es muy abierta y tolerante al respecto, con su comunidad gay y lésbica, así como su tolerancia racial y religiosa. Es un litoral no muy accidentado y el mar, como decía, es una poza, un remanso de paz. Caminamos mirando la zona de Centro Internacional de Comercio (World Trade Center)  para terminar en el monumento a Colón, famoso vigía de la playa barcelonesa. Me contaban que antes de los juegos olímpicos, estaba acoderada una réplica de uno de las carabelas de Colón; cuando uno lee las crónicas imagina barcos de grandes dimensiones. Totalmente lejos de la verdad. Es por eso que es una lástima que se haya sacado la réplica, la que hubiera servido a todos nosotros como un claro ejemplo de lo que es valor (o ambición) haber cruzado el Atlántico en tan insignificante nave. Mis respetos a esos intrépidos.


Luego de esta caminata, Milka nos invitó a subir por la Ramblas; pasamos a ver el palau Güell y cerca de ahí el Gran Teatre del Liceu; fuimos a su interesante mercado (Mercat de la Boqueria) y allí calmamos la sed con algunos jugos de frutas. Europa decepciona por los precios y la calidad de las frutas. Hay buenas naranjas o manzanas, e incluso uva. Pero papaya, chirimoya, mango, piñas, son frutas exóticas y eso hace exótico el precio también. Luego pasamos frente a la casa de la virreina (Palau de la Virreina), construida por Amat i Juniet (catalán de origen), famoso para los peruanos por sus amores con la “perra chola” (Perricholi). Milka, como chisme, nos contó que Amat mandó a construir soberano palacio para resarcirse de sus amoríos en tierras indias. Los cachos fueron saldados con una bella edificación. En nuestro caminar veíamos detalles de las ideas de los geniales arquitectos y diseñadores que alocaron Barcelona: fuentes, farolas, gárgolas, chimeneas, ventanas, esquineros, fontanas. Hicimos una breve parada en la iglesia de Betlem. Pero ya el cansancio nos pasaba factura y era momento de encontrarnos con Julia, amiga de Milka, y con Wilbor, a quien veía más de 20 años. Como punto de encuentro nos fuimos a la iglesia de Santa Maria del Mar. Según Milka, es una construcción hecha por el gremio de los pescadores que aportaron en su edificación. Es una bella construcción gótica del siglo XIV. Me cuenta que la noche de navidad, antes de la misa del gallo, una voz blanca intepreta El Cants de la Sibil-la. Bella.

Para cerrar la noche, todo el grupo, los 5 comimos tapas hasta reventar. Se comen los pinchos, cada mondadiente con una presa que escoges a voluntad. Todo rociado de cerveza de buena calidad. Una simpática velada. Pero como era día de trabajo, todos teníamos que regresar. Coordiná con Quique para visitar juntos más Barcelona.
Oigamos el Canto de las Aves

http://www.youtube.com/watch?v=-BP6FSJ8YcE