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Trujillo, La Libertad, Peru
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lunes, 2 de octubre de 2017

CULTURAS COMBI, MOTOTAXI, CAMIONETAZA: ROSTRO DEL PERÚ (ARTÍCULO PUBLICADO DIARIO CORREO DOMINGO 01 DE OCTUBRE)

La combi es un medio de transporte público en el que han sintetizado y sincretizado una serie de características, tanto positivas como negativas, de la cultura popular diaria; encarna el espíritu emprendedor de la gente en general, así como la cultura de la trasgresión de normas básicas de convivencia. En un inicio describía a una población claramente segmentada con características propias que fueron inicialmente descritas por José Matos Mar en su libro Desborde popular y crisis del Estado en 1984. Luego Luis Pásara acuñaría un término que agregó ciertas actitudes a ese espíritu emprendedor, pero que se alejaba un poco del espíritu solidario andino: el famoso Achoramiento. En un simpático y preciso artículo  de Eloy Jáuregui (2013) (http://sociologiahoy.blogspot.pe/2013/07/cultura-combi-y-camionetazo-en-el-peru.html) agrega un nuevo término, el del “camionetazo”, para describir esa evolución disruptiva, trasgresora y hasta peligrosa de este grupo que no atiende a normas, de hacer lo que me da la gana y ser informal en todos los campos posibles. Este nuevo término acuñado enuncia el poder económico adquirido por este grupo que se ha alejado de los orígenes planteados por Matos Mar para identificar las nuevas formas de interrelación social que vivimos todos los días y que pueblan el día a día de todas las personas de ciudades como la nuestra. La marginalidad de los 80 se ha convertido en el segmento que identifica a una clase social consumista y alto poder adquisitivo. Y esta cultura está en todos los segmentos sociales: ya no viven solo en PPJJ, sino en zonas residenciales; ya dejan la moto para tener una 4X4; ya no pagan al contado con billetes estrujados, sino con tarjeta de crédito platino. Pero en sus relaciones y accionar mantienen la tendencia hacia la anomia social. Y tratan de destruir toda formalidad, acción ya internalizada en todos los peruanos que quieren vivir el boom social y político de esta cultura. Se ve en las casas que construyen, en la forma cómo manejan sus vehículos, la forma cómo se presentan sus candidatos y los compromisos que asumen estos con sus cargos. Se legitiman políticamente a través de sus candidatos que pueblan no uno, sino varios partidos políticos de la actualidad; y estos personajes, una vez en el poder, se comporta como una combi o mototaxi (http://elcomercio.pe/viu/cultura-combi-420292?ref=ecr). Su actitud es la que colabora en el caos de la ciudad, ya de por sí caótica.

Los ciudadanos nos hemos acostumbrado a esta cultura; con el tiempo se vuelve “normal”. Un ejemplo: cuando un foráneo se sorprende del ruido que sufrimos cotidianamente, nos llama la atención  que eso sea “irregular”: la radio a todo volumen y el estridente claxon, usado a diestra y siniestra, son los ruidos (sí, son ruidos) que forman parte de nuestro paisaje sonoro. Haga la prueba y párese un rato en ciertas avenidas para experimentar esa “agradable” sensación