El
mundo político peruano es fascinante. Congresistas que hacen viajes inútiles
alrededor del mundo despilfarrando dinero en momentos que Boluarte anuncia que
no hay muchos recursos para apoyar a los damnificados del Norte. Arreglos de
oficinas con gustos exóticos que demandan cuantiosos gastos. Promoción y
participación en un evento de un partido de extrema derecha español cuya
esencia se basa en el racismo y la xenofobia. Una expresidenta del inefable
congreso comenta sobre las muertes de ciudadanos de manera despectiva, como
ella suele hacerlo. Congresistas elegidas de APP que roban el sueldo de sus
trabajadores, y cuyo líder ha dicho suelto de huesos en declaración sobre el
suceso del último escándalo que es por culpa del pueblo obligado al voto que
tiene escoger entre la miasma que nos pone cada uno de los partidos políticos
que están en carrera.
Un
amigo me enviaba un correo invitándome a la reflexión personal dando un mensaje
positivo por esta Semana Santa 2023, pero la realidad genera desasosiego, pues se
presenta totalmente convulsionada por el rechazo político, la ineficiencia de
todos los organismos públicos para enfrentar a los fenómenos naturales y la
casi segura presencia de un Mega Niño que azotará no sólo a nuestro país, sino
será uno a escala mundial. En pleno riesgo que podamos tener un escenario catastrófico
peor que el 2017, nuestro presidente regional ha pedido permiso para ausentarse
por dos semanas. Este es el contexto en el cual uno trata de buscar momentos de
perdón como lo sugiere el mensaje de esta conmemoración, pero creo que ya se ha
perdonado mucho la ineficiencia, corrupción y cinismo de estos individuos cuyo
accionar nos hunde más en el desastre social y preventivo de las últimas
décadas. La reflexión debería ser hecha por ellos, los políticos, un verdadero
mea culpa del crítico momento que se vive tanto en el Sur como el Norte y la
Amazonía peruanos. Su visión centralista, apañándose con buenas intenciones que
nunca se van a cumplir, y la escasa cultura cívica exigen un necesario análisis
honesto de la esencia de sus partidos y su organización. Lastimosamente, estos
organismos políticos están plagados de malos elementos corruptos y angurrientos
que aspiran a un cargo público, desde regidurías hasta la Presidencia de la
República, cargos que se obtienen gracias a los votos dados a los partidos
políticos. Estos no tienen sistemas de candado para evitar el acceso de tanto
indeseable, reglamento interno estricto y desechar el negociado que es el voto preferencial;
además, plantear su ideología que les permitan reducir tensiones absurdas entre
partidos que van a campañas electorales cada vez más virulentas y moderar, lo
más difícil, sus ansias de poder, como lo hemos visto en eternos candidatos
como el caso de Keiko, cuyo nocivo accionar ha creado todo el caos político que
vivimos los peruanos desde la caída de PPK. ¿Lo harán?
3 comentarios:
Muy bien Gerardo. Sigue con tu aporte a la reflexión y toma de consciencia social en nuestro país.
Deberías haber cerrado tu artículo con algo real y contundente: quien nos gobierna es la izquierda con la vicepresidente Dina Boluarte, porque el golpista y corrupto Pedro Castillo está preso y todo el caos, lo generó su mal gobierno. Por lo demás, has hecho una buena correlación de la actual realidad del país. Saludos.
Gracias por tus reflexiones
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