La
educación peruana está de capa caída. Tanto la superior como la básica, ambas están
sufriendo un acelerado deterioro que nos va a pasar una pésima factura a toda
la ciudadanía, gracias a personajes que han perdido toda vergüenza.
El
asalto a la dirección de uno de los pilares de cualquier sociedad ha sido
motivo de algunas conversaciones con personas académicas que miran con asombro
y decepción el rumbo que ha ido tomando este rubro vital. La toma de la SUNEDU
acentuará el deterioro de la educación pública y una sostenida amenaza contra
la educación privada de calidad, rodeados de universidades de “medio pelo”,
fábrica de títulos y con fachadas pintadas para engañar al “cliente”. Y, por
otro lado, las declaraciones lamentables y matonescas por parte del “ministro
de educación” (si se puede llamar como tal) describen el sombrío futuro que se
nos viene. Por ejemplo; el incidente que involucra a Patricia Benavides, “Fiscal
de la Nación”, y la Universidad Alas Peruanas ya raya con la desfachatez. En
cualquier otra sociedad respetuosa de la ley (como dice defender tan taimado
personaje), esta ya hubiera renunciado a su puesto, peor aún cuando UAP negó
que hubiera estudiado en su institución. De haber existido los controles universitarios
necesarios, la embarazosa situación que se vive con Benavides no hubiera
existido y no hubiera puesto en grave entredicho el sistema judicial. La nueva
cabeza de la SUNEDU, Manuel Castillo, tiene un pasado oscuro en la Universidad
Nacional de Piura, donde se lo acusó de corrupción en el manejo de concurso
para la docencia. Como un regalo para la UNP, puso como rector a su excliente contencioso,
Santos Montaño, acusado de haber ganado gracias a unas elecciones fraudulentas
para el rectorado. Escandalosa decisión. La permisividad para acreditar
universidades de medio pelo hará que la calidad universitaria decaiga, las
posibilidades de aceptación de títulos profesionales se circunscriban a sólo un
puñado de serias casas de estudio y ahuyente al talento nacional a emigrar,
pues el mediocre panorama plagado de seudo universidades forzará a un buen
estudiante a buscar horizontes fuera del espacio nacional. Las buenas
universidades deben buscar, exigir seriedad en los procesos de acreditación para
poder ubicarlas en el circuito internacional, fomentar el intercambio
estudiantil y docente, y la investigación.
Por otro lado, las declaraciones de Manuel Becerra atentan contra una sociedad que busca la conciliación, integración e inclusión. Cada vez hay más colegios que asumen estrategias pedagógicas y conductuales de manera positiva y constructiva para la sana convivencia; pero las actitudes y comentarios de la cabeza de la educación peruana tiran al tacho el esfuerzo de miles de educadores peruanos que tratan de cambiar el chip de que sólo con violencia se modula la violencia, como el caso de la pena de muerte. Puentes tendidos, rotos por la intransigencia de este personaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario