Ya vamos por nuestra segunda
semana de riadas violentas, lluvias tropicales y una crisis social y de
infraestructura que nos van a costar quizá un punto de nuestro ansiado récord
de país en crecimiento sostenido y atractivo a las inversiones privadas. Pero,
nos las tenemos ganada por no haber recapacitado como ciudadanos y habitantes
de una ciudad, región y país que ya ha cambiado en su naturaleza física.
Cualquier acción que se haga o se deje de hacer tiene una repercusión segura.
Algunos extraviados surgen por ahí culpando a la naturaleza; tildan lo sucedido
de castigo divino eludiendo así nuestra plena responsabilidad de haber cometido
gruesos errores a lo largo de estos años perdidos: elegir autoridades incapaces,
fomentar el desorden y caos, haber sido partícipes directos o indirectos de
acciones contravenidas a la lógica urbanística (como construir en zonas
inhabilitadas, participar en invasiones de terrenos o traficar con áreas
prohibidas; hasta haber construido aberraciones en nuestros propios domicilios),
haber sido parte de un tejido corrupto que ha ahogado propuestas que hubieran
atenuado con creces el fuerte impacto que estamos sufriendo. Esa es nuestra responsabilidad. Desde el
fuerte Niño del periodo 82-83 a la fecha, hemos hecho acciones lamentables que
ahora nos toca reflexionar para actuar con coherencia y visión de futuro. Ahora
es el paso de los profesionales correctos, honestos y de proyección para que
los dirigentes actuales, desde la más pequeña base (Junta Vecinal) hasta la
Presidencia, tomen las medidas correctas, no populistas ni populacheras que son
las que han alimentado estas últimas cuatro décadas en nuestro país. Por eso,
vayamos a los libros de historia y veamos qué líderes y qué partidos nos
arrastraron a la situación que estamos. Creo que este sería un buen referente
para cualquiera de las próximas elecciones que tengamos.
Sin embargo, hay que
destacar el trabajo silencioso de hormiga de organizaciones que hacen bien su labor;
y de jóvenes, cientos, miles de ellos pertenecientes a diferentes instituciones
o espontáneos que respondieron rápidamente a la adversidad sobrepasando la
inercia, el desconcierto, el oportunismo e, incluso, el egoísmo de muchas
autoridades (algunas de ellas fueron deshonestas con la sociedad actuando con
avaricia y acaparamiento). Estos jóvenes han abierto los ojos, son la semilla
para educar a una sociedad que no se le otorgó herramientas para actuar frente
a adversidades como la actual (veamos qué lamentables hechos se han suscitado por
vecinos que han provocado más caos en la ciudad). Estos son los héroes actuales
y los ciudadanos de mañana con otra mentalidad, ameritan tener nuestro
reconocimiento y no a esos falsos héroes como la mujer salvada de una riada, pobladora
irresponsable de una zona ocupada ilegalmente. Héroes de barro no necesitamos
ahora, los medios deben de rectificar su actitud que muchas veces es más
tremendista que colaborativa.Este espacio ha sido creado por Gerardo Cailloma con el fin de difundir mis ideas y poder compartir con el que esté interesado temas sobre cine, música, educación, viajes, literatura y todo aquella diletancia que produzca placer estético (como el buen comer)
Datos personales
- Gerardo Cailloma
- Trujillo, La Libertad, Peru
- Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
domingo, 26 de marzo de 2017
APRENDIZAJE DOLOROSO ( ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 26 DE MARZO)
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