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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

viernes, 18 de marzo de 2011

OZU, MIZOGUCHI, GRANDES MAESTROS

Ironías tristes de la vida. Los terremotos han marcado permanentemente la vida de los japoneses. El gran sismo del primer día de setiembre de 1923 que destruyó a la ciudad de Tokio y que provocó la muerte de más de ciento veinte mil personas, originó grandes cambios en la vida social y cultural. Uno de estos cambios concierne directamente al cine, puesto que van a potenciar grandes estudios fuera de la ciudad de Tokio, estudios en los cuales se van a producir filmes de diversa calidad y género a tal nivel que harán del Japón el país de mayor producción cinematográfica por esos años.


Pero debemos remontarnos un poco más, a los años finales del siglo XIX. La violenta apertura del gobierno y sociedad japoneses va a tener como respuesta una activa campaña de “asimilación” de la cultura y tecnología occidentales, momento decisivo que ha sido retratado en sus artes y que marcaron definitivamente al Japón de hoy. La desaparición de los endogámicos shogunatos dan inicio a la era Meiji, una era acorde con el expansionismo occidental. Japón asumió el embate y comenzó a recibir todos los aparatos que iban poblando la vida cotidiana de los europeos y norteamericanos. Uno de ellos fue el cinematógrafo. Uno de nuestros maestros, Mizoguchi, fue un intenso productor de cine mudo y que, gracias a su genialidad, va a aportar algunos cambios al cine japonés como iremos viendo. La creación de grandes estudios va a ser promovida luego del gran sismo del 23, descentralizando la producción en otras ciudades como Kioto u Osaka. Ese periodo va a generar dos vertientes marcadas, una social, ligada a la expansión de las ideas izquierdistas del momento; otra ligada al crecimiento de un movimiento nacionalista militarista que va a concluir tristemente en una aventura expansionista truncada como pináculo con dos bombas atómicas en dos de sus ciudades industriales. Luego, la ocupación norteamericana va a replantear el cine nipón y va a ingresar por la puerta grande cuando una obra maestra de Akira Kurosawa fue premiada en el Festival de Venecia de 1956: Rashomon.

Este es el marco histórico que envuelve a nuestros maestros.

En el caso de Mizoguchi, un autor de vida marcada por estos drásticos momentos, más los intensos y dolorosos conflictos familiares y personales, lo van a hacer un cineasta que se va a preocupar por retratar los drásticos cambios que vive sociedad japonesa, así como la delicada situación que viven las mujeres en dicha sociedad. Desde muy joven tuvo una marcada inclinación artística y tuvo que lidiar con un padre intolerante que rechazaba cualquier intención de su hijo en sus opciones de vida. En el antiguo Japón había ciertos trabajos que se consideraban deshonrosos, sobre todo los ligados al mundo moderno. El interés de Mizoguchi por querer trabajar en el cine era una acción deshonrosa tanto para él como para la familia. La crisis familiar había obligado a su padre a vender a su hija al mundo de la Geisha. La hermana mayor de Mizoguchi, con siete años de diferencia, va a marcar definitivamente en su vida, y va a ser uno de sus más marcados leit motiv de su cinematografía. Muchas de sus ochenta y cinco películas (de las cuales sólo le sobreviven treinta y una) tratan de ese tema, e incluso una de sus obras maestras nos muestra el mundo dolorosa de la mujer marcada. Tuvo una vida bastante azarosa viéndose, incluso, envuelto en un escándalo con una amante que casi termina en una muerte prematura. No sólo las heridas físicas en la espalda de las cuchilladas lo van a marcar, sino que su carácter va a verse transformado en un nuevo director. Todo esto sucede en 1925, Mizoguchi se convierte en el director que vamos a conocer como maestro, exigente, detallista, muchas veces caprichoso, pero que supo captar de su personal lo mejor que éste le pudo ofrecer en los rodajes en los cuales se involucraron. Cuidadoso de la reconstrucción de una época, pidió a todos los integrantes de su equipo conocer los detalles de la coyuntura que se representaba. Antonio Santos, en su obra biográfica, nos comenta sobre la “volatilidad” de compromiso que nuestro director tuvo en cuanto a su compromiso con su arte; en cierta manera, fue adecuándose a las circunstancias sociales, culturales y políticas que le toco vivir; y, pese a que colaboró e incluso filmó una película que exaltaba el carácter belicista del gobierno japonés durante su periodo de trabajo con la Compañía Nikkatsu, los vencedores norteamericanos lo nombraron presidente de la empresa Shochiku. Este último periodo de su vida, va a crear obras maestras hasta su muerte acaecida el 24 de agosto de 1956, vencido por la leucemia.

La vida de Ozu fue también bastante agitada. Luchó en la China (en la zona de Manchuria entre 1937 y 1939 antes la segunda guerra mundial) y fue capturado en Singapur, lugar al cual había sido destinado para colaborar con el departamento de propaganda de su ejército. Pasó seis meses en prisión y tras su liberación retornó plenamente al mundo del cine en 1947. Es considerado el director “más japonés” (frente a Kurosawa, quien era considerado el más occidental de todos los directores nipones) y en su obra se preocupó por ese choque que significó el mundo occidental con el Japón tradicional. Sus filmes nos hablan de esos duros encuentros que significó sobre todo para los adultos. Su técnica en el trabajo de cámara fue lo que más impactó en su cinematografía, pues filmaba sus personajes y escenas a la altura de una persona sentada la usanza japonesa, casi en el suelo; el uso tendía a ser discreto con planos medios y generales, y las perspectivas podrían partir de un muro, una columna o una mesa, total discreción para no perturbar el desarrollo del drama que “corría” delante de nosotros. La obra de Ozu es tardíamente conocida, puesto que muchas personas veían su producción fílmica poco alcanzable al gusto occidental, por tal motivo su obra fue poco o nada difundida en Occidente y sólo en los 70, una década después de su muerte (murió de cáncer en 1963) Ozu fue descubierto por los ojos europeos y norteamericanos. Ambos directores, con Kurosawa, dominaron el panorama del cine nipón en los años 50 hasta los 60. Pero hubo otros directores que dieron una vitalidad especial a esta escuela oriental que no deja de sorprender hasta nuestro día con maestros como Kitano o Imamura, o el gran Hayao Miyazaki.

LA VIDA DE OHARU (SAIKAKU ICHIDAI ONNA) KENJI MIZOGUCHI JAPÓN 1952 Contundente y sorprendente película sobre el estudio de una geisha y su sufrida vida durante el siglo XVII, en un Japón aún medieval y en el que la estratificación social era prácticamente inamovible; en una sociedad tan rígida y machista, la mujer tenía escasos o nulos derechos en las decisiones que ella tomase para su vida. La costumbre de vender a las hijas ha estado tan extendida en nuestras sociedades que es así cómo podemos entender el sentido de las razones por las cuales el padre de la novia daba al novio no solo la virginidad intacta de su hija (a través del vestido blanco), sino que además pagaba los gastos de la fiesta de la boda, más una dote que le permitiera en un principio mantener a la nueva unión, sobre todo a la novia. Los matrimonios arreglados, las ventas de hijos e hijas, eran muy frecuentes. Siendo muy joven, nuestro director fue un testigo impotente de la venta de su hermana mayor, Suzu, para convertirse en geisha; esto nos permite entender esta franca y dolorosa película de una mujer, hija de un mercader, que intentó ser libre en el amor y caer en lo más bajo de estratificación social, solo apreciada por su cuerpo.

TOKIO MONOGATARI (CUENTOS DE TOKIO) YASUJIRO OZU JAPÓN 1953 Este es uno de los mejores filmes de Ozu, una narración sencilla de una pareja de ancianos, que decide ir de visita a Tokio para ver a su hija mayor. Una serie de acontecimientos desagradables los impulsa a regresar, pero en el trayecto la esposa muere. El anciano tiene que enfrentar la soledad y surgen diversas propuestas. Este sencillo film es un extraordinario ejemplo de simplicidad y observación, involucrando a nosotros, los espectadores, como participantes de las historias al poner las cámaras a la altura de una persona sentada a la mesa, técnica muy recurrente de nuestro maestro, donde se desarrollan los diálogos o encuentros. Un film que muestra no sólo los choques generacionales, sino los culturales que agobiarán a Japón por muchas décadas. Estos choques han de originar algunos movimientos conservadores que proponían un retorno a las viejas tradiciones. Uno de estos fue el famoso escritor Yukio Mishima.


UGETSU MONOGATARI (CUENTOS DE LA LUNA PÁLIDA) KENJI MIZOGUCHI 1953 Una de las obras maestras que abrieron el occidente para el cine nipón. Está basada en una leyenda homónima del siglo XVI, obra de Akenari Ueda. La obra se centra en dos parejas de las cuales los varones deciden buscar el amor, la fortuna y el poder. Las mujeres abandonadas corre cada una de ellas una triste suerte entre la prostitución y la muerte, suerte que es desconocida por los díscolos maridos que se vieron de pronto arrastrados por la locura de las guerras civiles que asolaban la zona. La obra de por sí es redonda, bella, poética; un film con fantasmas que acompañan a los vivos, con lagos brumosos; pero hubo una propuesta que quizá hubiera ensombrecido esta obra maestra: el fin tiene una suerte de redención para ambos hombres, pero habían sugerido que ésta termine con un final más real, mostrando las miserias del hombre en su lujuria, ambición y podredumbre moral. Quizá hubiera tenido más éxito, tal como el mundo es.

SANMA NO AJI (EL SABOR DEL SAKÉ) YASUJIRO OZU 1962 Otro bello film de Ozu, que nos muestra la triste realidad de la vejez que tiene que enfrentarse a la soledad y el abandono. Un hombre viudo ve a su hija en edad casamentera y le propone que se case sabiendo que esta situación conllevará al abandono. Ozu es un maestro que desnuda las emociones más profundas, pero cotidianas de los hombres. Sus filmes no son complicados, son sencillos. Esa sencillez termina por demolernos; en este caso, es lo que puede suceder en nuestros hogares: el hombre viejo viendo que se le acerca la soledad se refugia en el alcohol.




Bibliografía:

JAPANESE CINEMA. Galbraith, Stuart; Duncan, Paul. Taschen, 2009

LAS 100 MEJORES PELÍCULAS. Kobal, John. Alianza Editorial. 1995.

MIZOGUCHI, KENJI. Santos, Antonio. Cátedra.1993.

sábado, 12 de marzo de 2011

LA BEAUTÉ DE TOULOUSE

























Si alguna ciudad siempre me llamó la atención por los elementos que la vinculaban era Toulouse. La evocaba mucho por el gran pintor que la lleva en su apellido, Henri de Toulouse - Lautrec, de origen noble y vinculado a esta zona, a Midi-Pyrénées (aunque el museo más bello de su obra se halla en Albi, sobre todo la exposición de sus notables afiches), luego, ya en el mundo de la música, siempre había escuchado de la orquesta del Capitolio de Toulouse, famoso por hacer interesantes representaciones operísticas, con un buen director como Michel Plasson, y es con la Ópera de París, los principales cultores de la cultura musical francesa (aunque también está el nuevo y bello local de la Ópera de Lyon).

Llegamos con Isabel un sábado lluvioso por una visita de horas a Toulouse, dejamos el auto en el estacionamiento de un súper mercado y de allí tomamos el metro, cómodo y rápido (algún día lo tendremos). Lo interesante es que las estaciones eran nombradas en occitano y francés. El occitano se escuchaba tan cerca al castellano, como al catalán. Históricamente esta zona rica en agricultura y en lo social y cultural, fue codiciada por muchos; en su espacio geográfico se desarrollaron los cátaros, los cuales fueron tratados como herejes y prácticamente destruidos durante la campaña de la cruzada albigense (por lo de la ciudad de Albi, donde está una bella iglesia que tiene murales que muestran esa triste masacre). Inocencio III y los reyes Capetos ambicionaron sus riquezas y tierras. Según la historia, (y depende cómo se la vea), fue la oportunidad de Francia de anexionarse estas tierras "eternamente". Y por todo el territorio ve trazos de los "Perfectos", "les parfaits". Una de mis metas es ir a Carcassone y Montségur, los monumentos cátaros por excelencia. El Conde de Toulouse, Raymond VI,  jugó un papel importante y su ciudad fue asediada entre 1217 al 19. Hace mucho tiempo ya.
En la ciudad hay mucha historia, llegamos por el capitolio hacia la plaza principal y de ahí, siempre guiado por Isabel, nos fuimos a Nuestra Señora de Taur, en homenaje a San Saturnino, cuya tumba estuvo en este lugar y después trasladado a la otra inmensa y bella iglesia: Saint Sernin. Taur viene de toro, animal que fue empleado para matar a Saturnino, uno de los primeros obispo de la ciudad, quien fue sentenciado a muerte por no haber hecho los sacrificios a los dioses. Saturnino fue atado al toro, quien fue picado y corrió con el cuerpo del santo hasta destrozarlo. Según dice la historia popular, la calle que une San Sernin y la plaza (Rue de Taur) fue la que transitó el toro. La iglesia es del siglo XIV, construcción posterior a una obra paleocristiana. La iglesia tiene detalles por todas partes de toros, recordando la muerte del santo. Lo malo es la penumbra en la que se les ve ahora. En realidad, lo hacen para que la luz artificial no dañe las pinturas o murales. Pero también está en el hecho de que los inviernos son oscuros y, pese a los vitrales colocados posteriormente, la luz es insuficiente. Peor en un  día lluvioso.
Sin embargo, pronto vería una recompensa. Antes de ir a un bello lugar, Isabel me dijo para ir a almorzar a un sitio simpático; en la parte superior del mercado principal se encuentran muchos restaurantes de pescado y otras delicatessen. Nos indicaron uno de los mejores, gracias a los datos de la nuera de Isabel, quien le indicó por teléfono. Y era cierto, comida extraordinaria, buen vino, langostinos, sopas de pescado y queso al estilo fondu, un plato fuerte a base de pescado en hierbas, mucho pan y quesos; luego un mousse de chocolate y un café para seguir adelante. En el trayecto a Saint Sernin, entramos a una pequeña librería y hallé una joya: Astérix en occitano. Lugar que voy de lengua variada, trato de hallar la versión de este cómic en lengua vernacular: ya lo tengo, fuera del francés y castellano obviamente, en alemán, hebreo, catalán, portugués, holandés, sueco, danés, húngaro, griego, inglés y hasta en latín, que lo conseguí en Alemania. Pero seguiré en mi búsqueda por más. Desde la librería hasta a Saint Sernin eran unos pasos, y me hallé con esta impresionante iglesia. Lo que uno ve de primera impresión es la torre campanario octogonal de 65 metros, en ladrillo. Ingresas a la iglesia y su distribución es como la de una cruz románica. Alta, amplia e iluminada por luz natural. Y luego quedaba visitar la cripta, en la que esta iglesia encierra sus tesoros. Tiene una interesante galería que tiene unos pequeños altares de "todos los santos" y que rodean posteriormente al altar mayor de la iglesia. Después de la visita a la cripta, decidimos salir por la "puerta principal", la cual no tiene torres principales y su portada es relativamente humilde en comparación con lo que uno halla en el interior. Allí me sucedió un percance: por ir con la cobertura abierta de mi cámara, una de las memorias de mi cámara se cayó descuidadamente. Felizmente uno de los encargados la había guardado y la pude recuperar cuando ya había dado todo por perdido.

























La visita breve a Toulouse iba a terminar con una "cerecita": el convento de los Jacobinos, de creación dominica. Santo Domingo estuvo y predicó en esta ciudad, donde fundará su congregación. Esta congregación ayudará a crear la universidad regida por ellos. Esta iglesia tiene unos bellos vitrales que dan una sensación  de paz y tranquilidad; en muchos aspectos, salvando tiempo y estilos me hizo recordar a los vitrales de Chagall en Zúrich o la Iglesia de la Dormición de la Virgen en Jerusalén, lugares en los que la luz filtrada por los vitrales te dan una sensación especial. Un poco, aunque bastante descuido, lo viví en una iglesia de Paita en Piura, que tiene unos bellos vitrales de Winthernitz.

Lo único que faltaba era ver esa bello claustro románico que esta iglesia tiene en su haber. Una belleza.
Lleno de arquitectura e historia, teníamos que irnos de Toulouse, pues teníamos un buen trecho hasta Graulhet para ir a ver los hermanos de Isabel y. luego, ir al concierto de Paco Ibáñez.
Un día redondo.






domingo, 6 de marzo de 2011

ADIÓS A CATALUNYA Y A EUROPA

Viernes 04 de febrero, prácticamente mis últimos días de visita a Europa. Me levanté relativamente temprano y tomé un buen desayuno con Quique; conversamos sobre lo que iba sucediendo en Perú y en nuestras vidas, pero ya se iba haciendo hora de ir a casa de Chicho a preparar mis maletas, a hacer las reservas de vuelos desde París y mi chequeo desde Lima a Trujillo. Ya estaba despidiéndome de todos. De pronto las casi dos semanas que había pasado entre Francia y España se habían ido, pero había tenido la oportunidad de ver a varios amigos para volver a restablecer nuestros puentes de la memoria.
Con un fuerte abrazo, nos despedimos con la firme promesa de volver a vernos. Es bueno tener fe en tus sueños. Me acompañó con su gran perro Pisco hasta cerca de la estación del metro y lo dejé. A seguir adelante. Llegué a mi estación  y me enrumbé a casa de Chicho; todos habían salido, me dediqué a preparar maletas, a tomarme una buena ducha, revisar los correos del trabajo y personales, y hacerme la idea que en dos días iba a estar en Perú. Chicho me llamó para confirmarme que íbamos a salir 































con Jéssica, la dueña de casa y él, me invitaban a mi último almuerzo. Tanto Jéssica como Chicho habían decidido llevarme a un restaurante a comer tapas y otras cosas deliciosas (que eran la maravilla para mi colesterol y mis triglicéridos, pero no todos los días va uno a Barcelona). Un almuerzo de despedida delicioso, con buena conversación, diciéndome cada uno de los diversos platos a base de mariscos que se iban pidiendo, rociado con cervezas y vino. Barcelona es una ciudad marítima. Para ser viernes, el restaurante estaba repleto y se veía una febril actividad. Lo que sí me sorprendió es el problema del espacio para los autos, tal como lo viví desde el primer día que pisé Barcelona. Terminado el almuerzo, nos fuimos a casa a recoger mis cosas, ya que antes de ir al aeropuerto íbamos a ir a ver a Wilber, acción que se frustró por estar muy ocupado. Chicho entonces a Montjuïc para despedirme de la ciudad con una vista panorámica de ella. Desde ahí pude ver la Barceloneta, el Mirador de Colom, Barri Gòtic; para la próxima vez, y lo tengo prometido, debo de ir a uno de los museos más interesantes de España: Museu Nacional d´Art de Catalunya, en el Palau Nacional de Montjuïc.
Ya la hora nos decía que teníamos que irnos, el aeropuerto Castelldefels está a unos 20 kilómetros y era casi hora punta de un viernes. Mejor no arriesgar.
Chicho había hallado un vuelo bastante barato desde Barcelona a París (casi 70 euros) y llegas a Orly. Ideal. El vuelo dura casi dos horas y vas muy cómodo. Viajar en tren (sobre todo el TGV) es una buena experiencia, pero resulta ser más caro. A veces el tren tiene sus ventajas, puesto que las estaciones terminales quedan en la misma ciudad; pero en mi caso, tenía que ir de una aeropuerto a otro.
Llegué a Orly cerca de las 10 de la noche. Premunido de dos libros y mucha paciencia, esperé en la sala de esperas (vale la redundancia) hasta las 5 am. del sábado 06 para embarcarme en Iberia a Madrid y de ahí a Lima. El avión salió puntual desde Orly, pero en el chequeo retuvieron mis jabón líquido y mi enjuague bucal. Estaban sicoseados con todo lo que había sucedido en el aeropuerto de Moscú y además Osama Bin Laden había amenazado a Francia. Fui una pseudo víctima de la coyuntura.
Llegué a Madrid dos horas después. Mi vuelo a Lima salía en cuestión de un par de horas; para tal ocasión me compré una buena batería de revistas de historia y cómics; las iba a necesitar, puesto que en la parte del avión que viajé había casi un niño por adulto. Toda una odisea.
Lima me recibió a las 7 de la noche del mismo sábado, aunque yo estaba ya en domingo. Esas son las emociones de los viajes largos. Bienvenido al verano.


SEGUNDO DÍA BARÇA

El segundo día en Barcelona fue un día para pasar con Quique y conversar largo y tendido sobre nuestras vidas y la ciudad que lo acoge casi 20 años. Tomé el metro desde Bac de Roda, cercano a la casa de mis amigos y fui a su encuentro como el día anterior, cerca de la estación Universitat. El punto de encuentro FNAC de Plaza de Catalunya. Quique me iba a llevar a  ver "su" Barcelona, nos enrumbamos a ver el buen trabajo que se ha hecho con las bibliotecas públicas en la comuna catalana; para tal motivo nos fuimos caminando por las calles de Barcelona bajo un tenue sol hasta la Biblioteca de Catalunya parte de un complejo conformado con el Antic Hospital de la Sta. Creu. Visitamos los interiores y es todo un placer ver una biblioteca donde el usuario llega a sacar el material que quiera en diversas lenguas y religiones. Vi a muchos jóvenes pululando sea por la tarea, sea por el placer de ir a buscar cómics, que hay varios en castellano y catalán. Luego de esta visita, nos fuimos al Museu d´Art Contemporani de Barcelona (MACBA), todo un culto a lo audiovisual; es un bello edificio que complementa con la Casa de la Caritat, la cual ahora como el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) en una construcción de cierta antigüedad que ha sido acondicionada para las propuestas de las nuevas formas de comunicación y sus manifestaciones artísticas. La premura no nos permitió ni ver la exposición  permanente, ni la itinerante; lo malo es que ir a verla te implica horas de ver material audiovisual sobre diversas propuestas. La que se ofrecía ese día (que terminaba el 27 de febrero) era una reflexión sobre la construcción de la imagen política de nuestros días: la exposición se llamaba El D_Efecte Barroc, Polítiques de la Imatge Hispana.Y el folleto tiene un interesante juego de palabras: "lo hispano está embarrocado, ¿quién lo desembarrocará? El desembarrocador que lo desembarroque, buen deshispanizador será" Un estudio de las imágenes creadas "en común" a lo largo de las historias de España, esa esencia hispánica muy ligado a lo barroco, retorcido, revejido por nuestros hilos históricos y que seguimos usando como un distintivo. En la exposición hay ejemplos de España, México, Chile y Perú. El afiche tiene una imagen que reúne a varios líderes latinoamericanos bajo un altar barroco que puede ser de cualquier iglesia del siglo XVII o XVIII. Genial el concepto y lo interesante es escudriñar este transfondo en nuestra alucinante campaña presidencial (como para una segunda exposición). Ambos lugares son para verlos con mucho tiempo y con los ojos puestos a nuevas propuestas a asimilar. Queda pendiente en mi agenda.
Salimos del museo hacia el Barrio Gòtic y llegamos momentáneamente a ver la fachada de una iglesia que me impresionó mucho: St. Felip Neri. Quizá la iglesia no sea tan impresionante, pero sí lo que sucedió allí: fusilamientos masivos durante la guerra civil. Barcelona fue una de las ciudades (y en general toda la Cataluña y el País Vasco) que abrazó la causa republica; y los franquistas se vengaron de ella. La rivalidad entre Madrid y Barcelona fue aprovechada y acentuada durante los años oscuros del franquismo. Contaban algunas personas que llegaron antes a Barcelona que ésta era una ciudad descuidada, postergada. Durante el franquismo, la cultura catalana fue sometida; recuerdo a un cura vasco y a varios hermanos de La Salle que eran catalanes, lo que el régimen les imponía para que no hablasen sus lenguas y se olvidasen de sus autonomías que habían sido logradas durante la República. Y las huellas en la portada de esa iglesia nos cuentan cómo la pasaron los catalanes que rechazaban al régimen. Les recomiendo leer dos libros que explicarán, en cierta manera, cómo la paso la España de Franco: la primera parte de Opus Dei, el Totalitarismo Católico de Emilio Corbière, y La Guerra Civil Española de Paul Preston. Dura vida la que vivieron en esos años.
Para sacarle más el jugo a la visita nos fuimos a La Sagrada Familia; tomamos el metro (sueño un día Trujillo con metro o tranvía rápido). La iglesia está en permanente refacción; me desalentó ingresar el gentío que estaba en la puerta y los precios excesivos que ahora cobran. Me comentaban que la industria del turismo en España se vio afectada por la crisis del 2008 y con la actual crisis (acompañada con lo de Grecia e Irlanda), y veo que muchas empresas buscan cómo recuperar sus inversiones. Pero pagar 15 euros (casi 45 soles) te hace pensar sobre lo que a veces el turismo termina por distorsionar. Tal como pasó en la Catedral, y como sucede en muchas ciudades (como Cuzco, por ejemplo), el copamiento de ciertos lugares públicos para volverlos privados y lucrar con ellos es bastante cuestionable. Y España busca capitales de donde y a quien sea se lo saca. Me hizo recordar la visita al Partenón, en Atenas. Toda mi expectativa de tener un buen encuentro con la historia, con el arte se desvanece por el mar humano que te arrastra y la presión del tiempo que te exigen. Las dos veces que me encontré con Tut-ank-amon en el Museo Egipcio fue de no más de 1 minuto cada vez.
Para "cicatrizar" mi pena, Quique me enseñó otra alternativa: Hospital de la Sta. Creu i Sant Pau. "Subimos" a pie por la Av. de Gaudí hasta el complejo hospitalario, el cual se halla en refacción, pero se puede visitar libremente. El arquitecto de este bello complejo no fue Gaudí, sino Lluís Domènech i Montaner. El lugar es bello y es también un centro académico para las ciencias médicas.  Bello.
Luego de la visita, nos fuimos cerca de la casa de Quique a almorzar, puesto que de ahí se iba a sus clases. Me invitó a cenar con  su amigo en su casa, entonces me enrumbé a casa de Chicho.
Una hora después recibo una llamada indicándome que los planes habían cambiado un poco, que íbamos a participar en una exhibición de un documental sobre mujeres peruanas emigrantes en Barcelona. Quique es muy amigo de personas que constituyen asociaciones que ayudan a emigrantes latinoamericanos. El documental se llama "Peruanas en Barcelona 1985-2010, Ciudadanas de aquí y de allá", y nos muestra el proceso que muchas mujeres emigrantes compatriotas nuestras han vivido para adaptarse a la sociedad que las recibe. Algunas se adaptaron bien, para otras fue doloroso. Una cosa que he podido experimentar es el proceso de asimilación lingüística de muchos peruanos. Quique, en muchos aspectos, pese a todos los años que tiene viviendo en España, sigue hablando como limeño. En el documental, muchas peruanas habían desterrado su forma de hablar. Quizá, como dijo alguna vez Jorge Yika, es una forma de mutación hacia la supervivencia. En el aeropuerto de retorno a Lima, oía muchas hablas en las salas de espera; oía a colombianos que preservaban su acento, los inconfundibles rioplatenses; pero en el avión que iba a Lima, muchos compatriotas ya hablaban como españoles. Jorge Yika contó el caso de una chica que sólo tenía seis meses en Madrid y había sepultado su trujillana forma de hablar. Es todo caso para estudiar, si la presión de los miles de emigrantes latinoamericanos a España ejercen algunos cambios en los diferentes niveles de la lengua; debe de haberlos. En todo caso, esos testimonios vertidos por las casi 20 mujeres entrevistadas para el documental son respuestas a un futuro que se labraron cada una de ellas. Valioso. Otro dato más que me impactó es el hecho que esta institución, Plataforma Q´atary Perú, ha logrado sistematizar el trabajo para la ayuda de los emigrantes, sobre todo mujeres; fueron ellos, los de Plataforma, los que avanzaron para conservar derechos de los emigrantes y una asistencia (protección) en caso de abusos. Y estos modelos se están aplicando a las demás migrantes sudamericanas, sobre todo ecuatorianas; y ahora lo van a comenzar a trabajar con otro gran grupo numeroso: las filipinas.
No nos quedamos al cocktail; partimos rápido, puesto que el amigo de Quique nos esperaba para la cena. Fue una buena velada, con recuerdos, risas, nostalgias, buen vino.
Como ya no había metro a esa hora, quedé en casa a dormir.

miércoles, 23 de febrero de 2011

ANGURRIA DE UNOS POCOS FRENTE AL BIEN COMÚN

Estamos siendo testigos de un evento que puede cambiar la imagen de una sociedad permanentemente golpeada por los caprichos de unos pocos a la de una sociedad cuyo bienestar general sea respetado por cada una de las personas que la integren. Lo que sucede en Lima es clave para que el ciudadano de a pie se sienta respaldado por sus autoridades frente a la prepotencia que suelen imprimir los grupos de poder sea éste económico, político, religioso o de cualquier índole.
La correcta decisión de sacar todo tipo de panel publicitario que entorpezca el normal fluir de una ciudad debe ser aplaudido por todos, ya que obedece a un principio no sólo de estética o de bienestar, sino a un principio de orden el cual todos los ciudadanos debemos respetar para poder convivir en armonía. Sabido es que este principio cívico no es respetado frecuentemente puesto que no ha sido aprendido por cada uno de nosotros a lo largo de nuestras vidas: lo que no se aprendió de niño, no se lo aprenderá de grande, parafraseando el refrán alemán. Es cierto, en un país caracterizado por hacer lo que uno con poder hace sin importarle a los demás ha sido nuestro ambiente educativo, y la historia en su forma oficial y/o popular nos lo demuestra. Lastimosamente los últimos representantes oficiales de los peruanos (llámese gobiernos) no han hecho nada más que corroborar esta suerte de ley tácita en nuestra sociedad. Montesinos y su gavilla. Toledo y su familia. Alan García y su clan. Cada uno con sus más que terribles muestras ante la sociedad de "el que puede, puede y hace lo que le da la gana". Desde la "hora Cabana" hasta Bagua y la corrupción del Poder Judicial, son diferentes grados de esa impunidad que hace de nuestro país una verdadera jungla en la que sobrevive el más fuerte, el que golpea más, el que suelta más billete, el que compra más periodistas, el que acapara más terrenos, el que hace lobbys más jugosos; en fin, la muestra es vasta e interesante, y nos dice mucho de nosotros como sociedad.
Pero, de pronto, una mujer quiere poner un poco de orden en su casa, en su Municipio. Y su decisión ha causado escozor a todos los políticos que veían nerviosos cómo sus líderes eran golpeados directa o indirectamente con el fenómeno Wikileaks. De pronto, les llegó la oportunidad para poder retomar la imagen ante el electorado para aparecer como luchadores de los intereses del pueblo, en este caso, "la libertad de expresarse". Eso dicen.
Los políticos que tenemos son personas que saben que su estabilidad económica personal depende del hecho de ganar un curul; eso les permite vivir cómodamente por otros 4 años, tener su casa en Lima, hacer sus negocios particulares (¿habrá alguno que no haya sacado provecho de su posición como congresistas, sea no pagando impuestos, reflotando sus empresas, beneficiándose de la compra barata de terrenos declarados como eriazos, creando universidades o sucursales de ellas, logrando prebendas, o un largo etcétera?). Esto es lo que está en juego en realidad. Un cartel menos es un puñado de votos menos en las ánforas. Quizá. En la memoria leve de los electores peruanos, quizá sea necesaria una recordación en una esquina de un parque, en el techo de una casa, en una avenida saturada de carteles. Quizá pueda recaudar tres o cuatro votos más, quizá.
Pero Susana Villarán ha actuado con sentido común. Si mi espacio está saturado, lleno de tantas cosas, procedo a limpiar y a arreglar. Y en el caso de la comuna, para eso existen marcos legales que defiendan a todos los que habitan ese espacio. Las leyes se hacen para velar el bien común (salvo las que a veces nos han sorprendido nuestros gobiernos, algunas con nombre propio). Si mal no recuerdo, durante el gobierno municipal anterior, hubo una idéntica acción que se procedió a limpiar una avenida de varios carteles publicitarios e incluso se desmanteló un cartel electrónico. No sé en qué quedó toda esta acción, puesto que fue noticia de una semana, luego hubo otras prioridades noticiosas. Sería bueno saber si se respetó o no lo decidido. Y espero que la Alcaldía de Lima haga prevalecer su autoridad para que marque una pauta de la cual todos los ciudadanos de todas las demás ciudades del país nos debemos ceñir. Aquí en Trujillo tenemos la mala suerte de tener a dos personajes ligados al Municipio que están postulando al Congreso; ergo, las posibilidades de ver a nuestra ciudad bajo las reglas del ornato y respeto están muy lejos de que se cumplan, habida cuenta que el alcalde nuestro maneja la institucionalidad con un sentido de gamonal (no están extintos).
Personalmente apoyo la decisión de la Alcaldía en la persona de su alcaldesa; que los prepotentes que han salido ayer en TV amenazando de enjuiciarla por su recta decisión entre en razón y que éstos entiendan que no es un capricho personal, sino el poder de una ciudad que debe ser respetado. Mas, si siguen en su decisión, que nos sirva de medida para ir conociendo el talante de los personajes que quieren representarnos. Por sus actos los conoceremos.

sábado, 19 de febrero de 2011

MI ENCUENTRO CON PACO IBÁÑEZ

(A Goyo y a Milka)















29 de enero. Un día bastante especial. Había recibido algunos correos de Isabell antes de partir a Francia que me daba una información inquietante: un concierto de Paco Ibáñez en una ciudad cercana (relativamente) a Rodez, a la casa de Isabel.  Ya Isabel había planificado todo. Había arreglado un viaje a la ciudad de Toulouse (de la cual hablaré con calma) y tras la visita nos íbamos a la ciudad de Graulhet. Paco Ibáñez es muy conocido en el sur de Francia, vivió en cierta manera su exilio aquí y cultivó grandes amigos (algunos de ellos son amigos muy cercanos a mi anfitriona). Cuando leí el mensaje, de pronto a mi memoria llegó mis años universitarios cuando en los 80 hicimos un grupo de música llamado Perejil. Los líderes del grupo eran Fito Luján y Milka Rabasa. Ella buscaba las canciones más idóneas para poder ser interpretadas por el grupo en el que estaban Paty Matuk, Mariella Monzón, algunas veces Ricardo y yo. Y por primera vez oía la música de Paco. Su concierto en el Olimpia se volvió un disco de audición obligatoria en mi casa y mis hermanos ya conocían estas melodías. Así como Silvio, Pablo, Joan Manuel o Mercedes, también estaba Paco Ibáñez. Su timbre de voz nos era conocido así como sus interpretaciones de Arcipreste de Hita, Góngora o León Felipe. Neruda fue varias veces recitado en mis clases de literatura con la música para el poema XV o el XX. Quevedo llegó con mucho amor a mis alumnos con sus canciones. Pensé que nunca iba a tener la oportunidad de verlo. Había visto en los 70 a Mercedes Sosa o Quilapayú en Arequipa, en los 80 a los Inti Illimani y Serrat en Lima; en Israel vi a Joan Baez quien empezó su concierto cantando Gracias a la Vida en castellano, nunca más emoción que ese momento. Pero Paco no estaba en mi mente.

8:30 de la noche, puntualmente salió al escenario todo vestido de negro con su guitarra en mano, nos hablaba indistintamente en francés y castellano, el público entendía todo. Sus canciones tradicionales retumbaban y la gente lo acompañábamos. El momento más emocionante cuando nos contó que la canción Palabras para Julia la cantó en Argentina en un lugar donde hubo torturas. Emocionado nos narró la reacción del público. Hombre muy trejo y con sus años a cuestas no calla nada. Su cólera es sincera y su canto canaliza sus sentimientos.
Casi una hora y media de concierto nos llenó a todos los presentes. A Galopar arrastró a los viejos españoles a un fuerte aplauso y nos dejó su fuerte crítica a las políticas europea y norteamericana actuales.
Una vez terminado el concierto y luego de unos 15 minutos, me permitieron pasar a conversar con él. "Un peruano quiere conversar contigo", fui a su camerino con toda la gente y me estrechó la mano; luego, tomó su guitarra e hizo un amago tocando un ritmo de huayno, me dijo que estaba con intenciones de componer un  huayno. Había estado el año pasado en Machu Picchu y que Perú le gustaba, su gente, su ritmo; me habló de Vallejo y tiene, ojalá lo haga, la intención de musicalizar algunos poemas.¿por qué no? Conversamos de la realidad musical peruana, de la situación de Sudamérica, de Lima y Cuzco; espero algún día venga a ofrecernos un concierto, ha estado en Argentina, Chile, Venezuela; aquí nos preocupa que llegue Jonas Brothers, dudo que el interés monetario les pase por la cabeza traerlo.
Me despedí con afectuoso abrazo y esperando volver a verlo. Ojalá. Una noche para el recuerdo.




http://www.youtube.com/watch?v=15JfnrqBqSI&feature=related

PASEO BARCELONÉS

Tras la visita al mundo del modernismo barcelonés, nos enrumbamos al almuerzo. En el trayecto iba contemplando otras bellezas arquitectónicas de la ciudad, que daban muestras del esplendor que tuvo Barcelona a inicios del siglo XX. Este modernismo arquitectónico va a la par de la belle époque francés, al art nouveau, al gusto de Gustav Klimt y su revolución vienesa, a la expansión europea por el mundo, a los inicios del cine, del gusto por el arte utilitario, los adornos menores y las joyas (hay que ver la exposición del museo Orsay en París para soñar), al desarrollo de la industria y de la construcción (aparición de nuevos elementos para la edificación, así como el rescate de los antiguos como el mosaico); toda esta febril época se va enfrentar, como el Titanic, con el primer fracaso colectivo de la humanidad: la primera guerra mundial. Pese a todo, Barcelona queda como un museo viviente de toda esa intención humana de una nueva sensibilidad (Freud, Proust, Debussy) y nuevos caminos del arte por lo onírico (lo que viene con ello, el surrealismo de Dalí, Buñuel, Derain, Picasso y, en cierta forma, Lorca).


Dejamos momentáneamente ese mundo para ir más atrás, al renacimiento y barroco catalán, el de sus plazas, iglesias y edificios cívicos. En realidad, uno se encuentra con monumentos más antiguos que los referidos a estos estilos, pero es por comodidad. Es más, el barrio se llama Barri Gòtic. Gracias a la propuesta de Quique nos fuimos a comer a un restaurante pequeño, pero muy acogedor, atendido por las mismas cocineras y propietarias: un restaurante familiar (no esos impersonalizados típicos de cadenas de comida, estandarizados). En un ambiente jovial pedimos el delicioso menú; lo recuerdo claramente por el arroz en tinta de calamar (a estas alturas mi colesterol y mis triglicéridos estaban en plena orgía, pero luego me di cuenta que no fue así); tomando con vino de la casa, los cuatros charlamos sobre nuestras vidas, nuestros achaques y lo que pasaba en el mundo y en el Perú. De pronto estaba en la cafetería de letras de la Católica; recordamos los viejos amigos, hicimos un recuento de ellos: Ingrid, Pierina, Conchito, Cristina, José Antonio, tantos amigos. Teníamos que ponernos al día.


Quique tenía que partir para dar sus clases (yo estaba de visita, el problema del que llega al mundo de los amigos que están trabajando). Así que Quique partió, y Chicho y Milka decidimos seguir la larga caminata. Antes de despedir a Quique fuimos por el barrio judío, uno de los lugares preferidos de Milka, caminamos por sus callejuelas y de pronto oí a un guía hablando hebreo; eso trajo en mí la memoria de una de las ciudades más bellas que haya visitado en mi vida: Haifa. Y todas estas ciudades, como Estambul, Esmirna, el Pireo, algo Tel Aviv, tienen ese sabor mediterráneo. Ya el sur de Francia se parece en paisaje a las colinas y pequeñas ciudades israelíes. Me transportaba a ello, y recordé que estos dos países eran para el mundo judío dos tierras amadas: Sarfat (Francia) y Sefarat (España, la amada). Barcelona tuvo su judería y estaba en una de las ciudades más dinámicas del renacimiento mediterráneo; y sus construcciones me lo iban a demostrar. Una vez concluida la visita a la vieja judería, Milka nos invitó a tomar un café en su departamento (piso, como dicen allí). Antes de dirigirnos, volví a pasar por la catedral, la cual no pude apreciar por estar rodeada de andamios y con el inconveniente que ahora te cobran por entrar. Desistimos de visitarla y dimos una vuelta por la Plaza de St. Jaume, ahí vi dos bonitos edificios que me recordaban a Madrid y su neoclásico: Casa de la Ciutat (Ajuntament) (con unos detalles curiosos y simpáticos) y el Palau de la Generalitat. Aquí me parece que revientan el lugar los barcelones cuando gana el Barça. El fútbol lo respiras por todas partes. Ya en el dpto. de Milka, y tras un cafecito reparador, nos mostró un poemario suyo que había ganado en un concurso. Obviamente el apremio no nos permitió leer algo de éste, pena. Raudos ya, salimos hacia la Barceloneta. el antiguo barrio de pescadores,  y su malecón, espacio ganado al mar para tener más playa y haber hecho un simpático paseo a sus ciudadanos (lo hicieron todo para las olimpiadas: en Trujillo estamos en vías de un bolivariano y, en realidad, nuestra ciudad está muy desmejorada). El paseo por la marina y, luego, por la playa fue agradable. Según Milka y Chicho, había tenido la suerte de haber llegado bajo el sol; y entonces los barceloneses se iban a la playa. Aunque el Mediterráneo es un “tazón”, muchos bañistas sacaron sus tablas para surfear (olas muy pequeñas, si vieran lugares como Chicama o el mismo Huanchaco) e incluso hubo nudistas que caminaban “en pelotas” por las playas. Barcelona es muy abierta y tolerante al respecto, con su comunidad gay y lésbica, así como su tolerancia racial y religiosa. Es un litoral no muy accidentado y el mar, como decía, es una poza, un remanso de paz. Caminamos mirando la zona de Centro Internacional de Comercio (World Trade Center)  para terminar en el monumento a Colón, famoso vigía de la playa barcelonesa. Me contaban que antes de los juegos olímpicos, estaba acoderada una réplica de uno de las carabelas de Colón; cuando uno lee las crónicas imagina barcos de grandes dimensiones. Totalmente lejos de la verdad. Es por eso que es una lástima que se haya sacado la réplica, la que hubiera servido a todos nosotros como un claro ejemplo de lo que es valor (o ambición) haber cruzado el Atlántico en tan insignificante nave. Mis respetos a esos intrépidos.


Luego de esta caminata, Milka nos invitó a subir por la Ramblas; pasamos a ver el palau Güell y cerca de ahí el Gran Teatre del Liceu; fuimos a su interesante mercado (Mercat de la Boqueria) y allí calmamos la sed con algunos jugos de frutas. Europa decepciona por los precios y la calidad de las frutas. Hay buenas naranjas o manzanas, e incluso uva. Pero papaya, chirimoya, mango, piñas, son frutas exóticas y eso hace exótico el precio también. Luego pasamos frente a la casa de la virreina (Palau de la Virreina), construida por Amat i Juniet (catalán de origen), famoso para los peruanos por sus amores con la “perra chola” (Perricholi). Milka, como chisme, nos contó que Amat mandó a construir soberano palacio para resarcirse de sus amoríos en tierras indias. Los cachos fueron saldados con una bella edificación. En nuestro caminar veíamos detalles de las ideas de los geniales arquitectos y diseñadores que alocaron Barcelona: fuentes, farolas, gárgolas, chimeneas, ventanas, esquineros, fontanas. Hicimos una breve parada en la iglesia de Betlem. Pero ya el cansancio nos pasaba factura y era momento de encontrarnos con Julia, amiga de Milka, y con Wilbor, a quien veía más de 20 años. Como punto de encuentro nos fuimos a la iglesia de Santa Maria del Mar. Según Milka, es una construcción hecha por el gremio de los pescadores que aportaron en su edificación. Es una bella construcción gótica del siglo XIV. Me cuenta que la noche de navidad, antes de la misa del gallo, una voz blanca intepreta El Cants de la Sibil-la. Bella.

Para cerrar la noche, todo el grupo, los 5 comimos tapas hasta reventar. Se comen los pinchos, cada mondadiente con una presa que escoges a voluntad. Todo rociado de cerveza de buena calidad. Una simpática velada. Pero como era día de trabajo, todos teníamos que regresar. Coordiná con Quique para visitar juntos más Barcelona.
Oigamos el Canto de las Aves

http://www.youtube.com/watch?v=-BP6FSJ8YcE

viernes, 18 de febrero de 2011

FORÇA, BARÇA

Debo confesar que Barcelona no estaba en mis planes. Una llamada telefónica de Chicho Velásquez, mi ex vecino aquí en Trujillo y ahora residente allí ya más de 8 años, me hizo una llamada los últimos días de diciembre. Y me planteó ir a visitarlo, ya que iba a ir al sur de Francia a visitar a varios amigos míos. “Date un salto, estás a un paso, te regresas a París en tren o en avión, es muy barato, te quedas en casa”. Esa conversación fue decisiva para incluir a Barcelona en esta breve visita al viejo continente. Chicho, viajero empedernido, se dio “un salto” hasta la casa de Melissa, en el sur de Francia. Hicimos algunas visitas previas por la zona (que luego narraré en otra oportunidad, lugar de Templarios) y tomamos su auto para irnos hacia el sur. Las excelentes carreteras y autopistas francesas y españolas nos permitieron hacer un viaje cómodo, deteniéndonos brevemente en una ciudad muy simpática, Béziers; aunque un ex alumno me había invitado a visitarlo, el tiempo nos apremiaba, así que sólo estuvimos casi un par de horas en la ciudad y seguimos ruta. El sistema de peaje se ha modernizado en España, sólo mostrando tu tarjeta de descuento a un sensor instalado en la parte superior de cada caseta para poder agilizar el paso (imagino instalado en nuestras carreteras para ver que lo evadan o se lo roben). La idea era llegar lo más pronto posible a Figueres y Cadaqués a conocer el museo Dalí y su lugar de residencia. Pero una cosa es la voluntad y otra la realidad. La llegada a Figueres fue un poco accidentada: mi cámara sufrió un percance y el museo ya estaba listo a cerrar. El gran museo Dalí tomaba dos horas de visita y nos quedaba sólo media hora para hacer el recorrido. Para otra vez será. Nos olvidamos de Cadaqués también. La cercanía a Francia hace ver carteles en esa lengua, así como catalán, la lengua oficial de Cataluña (Catalunya). El espacio catalán acogió una sociedad y cultura muy poderosa, acompañada de una lengua que tuvo su esplendor en el Medioevo, al igual que su “prima” cultural, la occitana. El famoso conde de Tolosa tuvo fuertes vínculos con el conde de Barcelona y crearon una suerte de unidad económica que fue la fuerte tentación de un gobierno central como lo fue París, por un lado; y por otro lado, una fuerte rivalidad social, política, económica y cultural entre Barcelona y Madrid. Esta última situación se acentuó gravemente con el triunfo de la dictadura de la falange franquista y opacaron el mundo catalán desde los años 30 hasta la muerte del dictador Franco en 1975. La era del deshielo permitió crear las autonomías y, con ello, el rescate de la cultura e identidad catalana. Y esto se ve en todo lado: la identidad lingüística se da desde el aula de los colegios, en televisión, en la internet, publicidad, diarios, información de parlantes, carteles de información. Pero en las calles, a decir verdad, escuché poco catalán. Leía más que oía, salvo en la televisión.


Me quedé 3 días y un poco más en Barcelona; llegué el martes por la noche, y lo primero que hicimos fue ir a una tienda FNAC a ver si se podía arreglar mi cámara; el golpe sufrido no había afectado al lente, sólo se había roto el filtro y, felizmente, no afectaba el hecho de tomar fotografías. Compré varias películas en dvd y el filtro respectivo. Pero no se arriesgaban a sacar el filtro roto. Antes de ir a instalarnos en su departamento, pasamos por un edificio emblemático de la ciudad: la Torre Abgar de los servicios de agua potable de la ciudad, la cual se ilumina de manera diferente cada noche. Y es todo un espectáculo. Pero otro espectáculo fue ir a cuadrar su auto en la calle. Barcelona es, sin lugar a duda, uno de los lugares más densamente poblados de Europa y sus espacios son al milímetro aprovechados. Y tienen esos milímetros un alto costo. Vivir en Barcelona en tu departamento con un auto es tener la mitad de tus ganancias en pagar los espacios habitados por ti y tu auto. Pagas una fortuna.



Al día siguiente, miércoles había de encontrarme con mis amigos de la universidad, Quique y Milka, a quienes no veía en años. Milka estuvo aquí hace 4 años; Quique no lo veía desde los 80. Iba a ser un reencuentro emotivo, el punto de reunión fue en puertas del FNAC de la Plaza Catalunya cerca a Universitat. Gracias al metro (ya Trujillo debe ir pensando en uno, es una solución genial) puntuales, llegamos Chicho y yo al encuentro. Fue un buen abrazo para ambos, un abrazo que quiere sintetizar el buen recuerdo y todas las esperanzas soñadas desde nuestras aulas universitarias. Antes de empezar la visita “oficial”, pedí a mis amigos ir a ver alguna casa fotográfica para arreglar mi lente; fuimos a una que me pedía dejar mi cámara por dos días y con el posible costo de 150 euros (imaginar que la arreglé aquí por 50 soles); como podía seguir tomando fotos con relativa facilidad, desistí de mi empresa y me zambullí en la ciudad. Iba a ser guiado por la calles de Barcelona por 3 peruanos que han hecho su vida en España. Milka, cual mujer dominadora, tomó las riendas de la situación y nos llevó a conocer “su” Barcelona (cada uno en su momento me enseñó su Barcelona). Milka nos arrastró a ver la Barcelona modernista. Y todos la vinculan con Gaudí. Arrastrando por las ramblas y las calles de la antigua ciudad medioeval, una ciudad que nos muestra todo su pasado esplendoroso y que fue acallado por décadas, hasta que la ciudad fue propuesta como sede de los juegos olímpicos de 1992. Esa ocasión el rostro de la ciudad cambió y nos dejó la actual Barcelona con sus agudos y bemoles.


En nuestro paseo, bajando por el Paseo de las Gracias (P. de Gràcia), la primera casa en visitar fue la casa Battló, un bello edificio de viviendas que muestra de este arte complejo que imita a la naturaleza y que tuvo una serie de seguidores en esta ciudad (no sólo Gaudí, sino Puig, Domènech, Vilaseca, entre otros más). Esta casa está inspirada en las formas naturales de las hojas, cráneos y antifaces para lo cual ha utilizado hierro, mosaico. Al costado de ésta, está la casa Amatller del arquitecto Josep Puig, un bello edificio que era de viviendas, actualmente sede de un instituto. Ambas construcciones hacen un conjunto armónico, equilibrado, nada estridente como lo que hallamos en nuestra arquitectura urbana. Chicho me contaba lo difícil y selectivo que es edificar en esta ciudad; en cierta manera, esas reglas la hacen mantener bella y ordenada. Si Trujillo tuviera autoridades rectas, otra sería la cara de nuestra ciudad. Un detalle que no observamos es el hecho de que no ves cableado que afea a la ciudad, ni de luz, ni de teléfono. Esas marañas que afean tu vista y que se convierten a veces en foco de riesgo no los vemos por la ciudad. Para cerrar esta visita por el modernismo barcelonés, fuimos a una bella construcción llamada Casa Milà, en la misma Gràcia. Esta casa es todo un símbolo social, dependiendo del punto en que se la vea. El edificio ha sido adquirido por la Caja y está decidida (la Caja) a sacar a todos los residentes. El ingreso era libre, ahora ya no lo es; y los vecinos de las plantas superiores se resisten a desalojarlos. Es la lucha silenciosa de los ciudadanos por sus espacios versus las grandes corporaciones. El problema es que muy pocos atienden estas situaciones por el problema de la crisis. Barcelona es una ciudad fuertemente golpeada por la crisis. De eso, hablaremos en otro momento. Así pues, La Pedrera, como se conoce a este edificio, fuera de su belleza, se ha vuelto en una suerte de símbolo subterráneo. Cerramos parcialmente la visita a lo modernista con el palacio Güell (lo vimos por la tarde), el cual no pude ver por estar en refacción. Pena. Pero los detalles de su fachada eran impresionantes y, pese al cansancio de la caminata bajo un tenue sol, le pudimos arrancar destellos de su belleza que en otro momento la lucirá mejor. Espero verla.

Todo el grupo se dirigió hacia la zona vieja a almorzar.

LE MAÎTRE ALAIN RESNAIS

Si hay un director de cine de difícil ubicación, este vendría ser Alain Resnais, un interesante y prolífero director francés, cultor de cine de autor (aunque él refute esta visión sobre su obra), identificado en un principio en la nouvelle vague, creador de filmes de difícil identificación genérica pero que muestran sus marcados gustos por la arquitectura y la música. Amante de Proust, tuvo una formación culta devorando lecturas de leyendas bretonas y la riqueza de los comics, cultura un poco despreciada por mucha gente que no los considera como manifestación de una nueva gran arte. Nace en Vannes el 03 de junio de 1922 e inicia su pasión por el cine desde los 13 años con una pequeña cámara familiar de 8 mm. Incursionó además en el teatro y tiene una marcada predilección por el mundo de la pintura, como lo demuestra el buen número de documentales sobre pintores o realizaciones cromáticas (Guernica, Max Ernst, Van Gogh, Gauguin). Su visión del arte la traslada a una lectura especial y compleja del espacio y del tiempo, propuestas de cómo “traducir” en imágenes estas dos medidas físicas y metafísicas de la vida. Por eso es un director muy cuidadoso en la construcción de sus escenarios para poder mostrar de manera gozosa el recorrido por los espacios mostrados en sus filmes. Algunas de sus películas muestran esa interesante disposición del trabajo de actores en espacios en los cuales ellos (los actores) se convierten en estatuas para ser parte del espacio en el que se han “instalado”. Su preocupación por el espacio y el tiempo se ven a lo largo de su filmografía con trabajos interesantes de reconstrucción de hechos así como la repetición de escenas e incluso filmes que tienen ciertas variables, lo que hace que nuestro director haya sido descuidado por el circuito comercial por mucho tiempo, debido a sus propuestas de autor que lo distan de un cine para el grueso público. Nuestro director fue siempre muy reticente de la imagen mostrada, pues reconocía que ésta sólo representaba parcialmente la realidad; por esa razón, reconocía en la imagen una ficción intencional y como tal debería entenderla el espectador. Su acercamiento a los autores de teatro le ha permitido crear propuestas fílmicas en las que la ficción ocupa un lugar preponderante, con escenarios intencionalmente artificiales, que nos muestran un escenario donde discurre la acción, tal como lo vemos en las escenas iniciales de su film Melo. Trabajó con los conceptos arquitectónicos de manejos de espacios, cambiando intencionalmente detalles de un decorado para ver sus efectos, como pasa en sus filmes gemelos Smoking / No Smoking. Además está el hecho de haber trabajado con dibujantes de tira cómica para la construcción ficcional de películas como La Vida es una Novela (La vie est un roman) y Quiero ir a casa (I want to go home). No debemos olvidar que fue uno de los fundadores del Club de Tira Cómica, que luego se convertiría en el Centro de Estudios de Literaturas de Expresión Gráfica.


Como dice Vincent Amiel, estamos frente a un cine de construcción de fragmentaciones, lo que lo hace un cine de montaje. Como algunos artistas escultóricos que de-construyen intencionalmente un elemento natural para luego construirla con los fragmentos obtenidos; pero ya no estamos frente al objeto inicial, sino a una pieza intencionalmente reconstruida y, como tal, ya no es real en su esencia. Es igual este tratamiento frente a un film. Es un concepto meta cinematográfico que debe ser manejado conscientemente como lo “exige” nuestro director.

Esta es una breve muestra de la filmografía de este maestro, filmes rigurosos y muchas veces rechazados por los circuitos comerciales (no llegaron a nuestras carteleras de manera comercial) que nos dan una visión general de su trabajo y de su preocupación en la búsqueda fílmica desde la arquitectura, teatro y otras artes.
L´ANNÉ DERNIÈRE À MARIENBAD (EL AÑO PASADO EN MARIENBAD) 1961 este film lo ubican dentro del movimiento de la nueva ola, pero no encaja dentro de los cánones de este notable movimiento del cine francés de los 60. Una propuesta interesante de un cineasta que buscaba nuevos horizontes en la cinematografía. Para esto trabaja con Alain Robbe-Grillet, quien como guionista adaptó la novela de ficción “La Invención de Morel” del argentino Bioy Casares. Toda la historia ocurre en un bello hotel antiguo, con doraduras, pasadizos y espejos. Sus habitantes, burgueses, viven una vida de hastío y rutina; de pronto un hombre advenedizo recorre las instalaciones y ve a una mujer que reconoce haberla conocido y amado hacía un año. Film de espacios y tiempos. Un lugar donde las cosas transcurren lentamente y no hay un pasado, un presente o futuro, todo está detenido. Incluso en el extremo de la despersonalización de los personajes, cada uno de ellos tiene un nombre de una letra.


MURIEL OU LE TEMPS D´UN RETOUR (MURIEL O EL TIEMPO DE UN RETORNO) 1963 Obra de reencuentros y fracasos. Personajes que se reúnen y reconstruyen en la vida cotidiana, pero son personajes que han sido marcados por guerras como las vividas en Europa el siglo pasado. Esta obra tiene también un entorno interesante para la sociedad francesa: la guerra de Argelia. En cierta manera, Muriel es un personaje inexistente, pero que en torno a éste se va desarrollando las historias. Una película bastante atrevida para una época en que la sociedad francesa estaba en conflicto interno en cuanto a su posición con sus colonias. Muriel fue un personaje torturado y asesinado, y se convierte en el motivo que subyace en el film.


MON ONCLE D´AMÉRIQUE (MI TÍO DE NORTEAMÉRICA) 1980 Tres vidas de diferentes orígenes se entrecruzan y van a experimentar emociones y fracasos. Un cuarto personaje, un profesor, hace un estudio reflexivo del comportamiento natural, al cual parece no escapa el hombre. Este último personaje es el que explica las historias a través de figuras naturales vistas que funcionan como alegorías de lo que les va sucediendo en sus relaciones. Las intrincadas relaciones se van conectando de una manera casi aleatoria que exige al espectador atención y tomar el o los hilo(s) de la historia. Ante las frustraciones el mecanismo de nuestro cuerpo tiene reacciones innatas que casi se asemejan a nuestras relaciones sociales. Y el profesor mira el comportamiento de los tres primeros personajes como ratas de laboratorio para validar su hipótesis. Es una película que, pese al toque cerebral de los orígenes de los comportamientos de los personajes, van logrando su vida propia, su independencia.


ON CONNAÎT LA CHANSON (LA VIDA ES UNA CANCIÓN) 1997 Es un film experimental que propone un acercamiento entre el lenguaje narrativo, el diálogo y la música. Se inspira en el autor inglés Dennis Potter, agudo crítico de la sociedad inglesa, quien utiliza lo popular en sus obras. Pareciera ser un film musical, pero las melodías complementan las unidades narrativas del texto en desarrollo. Por ello recurre no a canciones creadas para el film, sino toma las melodías populares francesas o en habla francesa para redondear ideas. Pareciera que se insertaran de manera aleatoria, pero mantienen el hilo de la narración. Lo interesante es que el film carga una de las características de nuestros tiempos: la depresión. El film puede presentar historias de amor entre los 6 principales personajes y llegan a tener sus canciones con las que “definen” sus sentimientos; pero, lejos de poder verse una ligera comedia de emociones y errores, lo que vamos a ver es un conjunto de personajes que pueden deprimirse por sus ansias insatisfechas, sus frustraciones diarias o los fracasos del amor.



Bibliografía:


RUSSO, EDUARDO; EXPLORADOR EN EL LABERINTO, EL CINE DE ALAIN RESNAIS Y LA VIDA ES UNA CANCIÓN, La Gran Ilusión, No 11, 1992.


AMIEL, VINCENT; ALAIN RESNAIS, DE GUERNICA À CŒURS, Scope Éditions, 2008