Miércoles 03: Nos íbamos a Bilbao. La ruta de salida tomada por Carmen fue por una zona industrial. Palencia es una ciudad no muy grande. Es una región de orígenes muy antiguos (una pena que no hayamos ido al Museo de Palencia: https://museoscastillayleon.jcyl.es/web/es/museopalencia/museo-palencia.html). Aunque pequeña frente a otras ciudades españolas, tiene una serie de joyas que he ido describiendo en las anteriores crónicas (https://www.viajeroscallejeros.com/lugares-que-ver-en-palencia/). Su historia medieval es muy interesante y el personaje de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, fluye en la ciudad, pues fundó un hospital en la iglesia de San Lázaro (https://turismopalencia.eu/historia/). Como muchas ciudades europeas medievales, estas fueron creciendo alrededor de la iglesia (https://www.condadodecastilla.es/cultura-sociedad/religion/el-obispado-de-palencia-en-la-alta-edad-media/). Palencia está llena de estatuas y parques, esos de los que en nuestro país carecemos y los que atenúan el calor; veamos lo que nos está pasando ahora en el que metemos más cemento que áreas verdes. En la anterior gestión edil, del expulsado alcalde Fernández, se le ocurrió colocar pasto artificial en vez de plantar árboles o instalar cercos vivos. O la mala costumbres de cortar árboles para poner una ermita con una imagen religiosa. Teniendo una población de casi cien mil habitantes tiene dos inmensos parques y de uno de ellos hablé cuando vimos esa suerte de festival de luces (Parque Huerta del Guardián). Además de muchos pequeños parques y rotondas en los que hay varias estatuas que le dan un buen ambiente a la ciudad. Tiene una buena calidad de vida y todos los servicios necesarios para no tener que depender de ciudades más grandes como pasa con Trujillo que dependemos de Lima. Una bonita ciudad con identidad. (https://palencia-turismo.com/). Como comentaba, Carmen tomó una ruta de salida por un parque industrial. El viaje dura un poco más de dos horas y media; al ser autopistas, no hay esos atolladeros que tenemos en la “autopista del Sol” (que nunca la acaban) y tampoco ingresa a las ciudades como suele ser aquí ralentizando el transporte de cualquier tipo. Sin ir muy lejos, la autopistas ecuatorianas o chilenas son mejores que las que tenemos aquí. En la carretera se pasa cerca de pueblos y pequeñas ciudades que han sido nombradas en la historia Miranda del Ebro, Torquemada o Burgos que visitaríamos al día siguiente. Hay algunos tramos que son muy bonitos y comentaban que cuando cae nieve algunas pequeñas villas se convierten en verdaderas postales navideñas. Llegamos a Bilbao cerca de las 1 pm. Nos instalamos en el departamento de Adela y su esposo, y salimos a almorzar. El hambre apretaba. Nos fuimos al restaurante Galtzagorri Sagardotegia con un menú extraordinario (https://www.galtzagorri.com/). Bebimos un vino blanco cuyo nombre me hizo recordar un restaurante de Barranco: Cantarrana. Una vez que terminamos nuestro almuerzo, Adela se fue a casa, mientras nosotros nos íbamos en el Metro a nuestros objetivos: el Museo Guggenheim y Museo de Bellas Artes de Bilbao. Tomamos su buen sistema de metro que, aunque no es muy extenso, da un buen servicio en una ciudad que no es muy grande, pero sí extensa, pues crece paralelo a la gran ensenada en el que había hornos y astilleros. Aquí información del metro: https://www.metrobilbao.eus/es/mapa-y-estado-de-la-red, https://www.youtube.com/watch?v=L2j_jJH0cfE, https://www.masbilbao.com/metro/.
Bilbao es una bella ciudad que ha sido intervenida en grandes proyectos que la ha transformado en lo que es en la actualidad. Los grandes museos están ubicados fuera de lo que se denomina el Casco Viejo. Volviendo al metro, llegamos a la estación seleccionada en 18 minutos aproximadamente: la estación Moyua. Desde ahí nos fuimos primero al Museo de Bellas Artes. El ingreso es libre y se permite tomar fotos sin flash. El museo tiene una gran colección, pero lastimosamente nos vimos varias obras de su patrimonio de arte europeo y español (https://bilbaomuseoa.eus/museo-de-bellas-artes-de-bilbao/historia/). Conversaba con algunos amigos sobre varios artistas españoles que fueron opacados por los logros de Juan Gris, Dalí y Picasso. Un par de pintores que mucho aprecié fueron Joaquín Sorolla e Ignacio Zuloaga. En el 2019, gracias a Carmen en Madrid nos fuimos a la casa museo de Sorolla, una visita para el éxtasis. Aquí mis recuerdos de esa visita: https://elrincondeschultz.blogspot.com/2019/10/el-madrid-de-sorolla-mi-ultima-noche.html. Tanto Zuloaga como Sorolla habían sido descubiertos por mí por mi pasión filatélica. Las estampillas eran, anteriormente, las grandes y humildes mensajeras de la cultura de una nación; algunas estampillas peruanas eran verdaderas obras de arte que me permitieron conocer a Bacaflor, Laso, Camino Brent, etc.; o las esculturas artesanales del maestro Mendívil, por ejemplo. España sacó una extensa colección en las que estuvo las de Zuloaga (https://infimar.com/es/sellos-de-1971/673-2019-26-pintor-zuloaga.html). Zuloaga fue un gran maestro y algunas de sus obras terminaron en grandes familias argentinas o uruguayas durante el siglo XX como los que vi en el Palacio Taranco en Montevideo (https://fundacionzuloaga.com/ignacio-zuloaga/). Siempre en mis gustos filatélicos, recuerdo las estampillas de otro gran maestro como lo fue Francisco Solana (https://infimar.com/es/sellos-de-1972/690-2077-84-pintor-solana.html). Varias de estas estampillas están en mi colección. Volviendo al Museo de Bellas Artes, pudimos ver varias piezas de arte moderno como obras de Pablo Picasso, Francis Bacon o Hockney. Vimos también una pintura de Ribera con varias reinterpretaciones de artista modernos inspirados en la misma.
Vimos una buena instalación en una sala oscura de Manu Arregui: Armonías de Senectud (https://manuarregui.com/portfolio/armonias-de-senectud-2020/). También vimos una instalación Trece a Centauro del artista Sergio Prego (https://www.youtube.com/watch?v=bSYA68E6Pe0). También se puede ver el patrimonio donado por Nicolás de Lekuona (https://bilbaomuseoa.eus/exposiciones/donacion-nicolas-de-lekuona/, https://www.youtube.com/watch?v=R8FCFv8l1_8). Al salir del museo, nos encontramos con la estatua de Zuloaga, el más destacado pintor vasco (https://24hpaisvasco.es/blog/el-arte-vasco-pintores-y-escultores-destacados). En el museo había otras obras de otros pintores vascos de nacimiento. Luego hablaremos de la historia de este pueblo y su lengua. Nos dirigimos al siguiente objetivo: el Museo Guggenheim. La gran remodelación de Bilbao atrajo muchas propuestas arquitectónicas, culturales y sociales para los ciudadanos; por eso es importante conocer la historia de esta ciudad y la propuesta atrevida que ha permitido que se haya convertido en la bella ciudad que es (https://www.disfrutabilbao.com/historia, https://www.masbilbao.com/historia/). El museo tiene un interesante edificio, colosal (https://www.guggenheim-bilbao.eus/).
En sus exteriores hay varias estatuas de diversos materiales; en camino a la entrada principal se ve la estatua de un gran perro como cerco vivo. Ingresamos para ir viendo qué visitar en las tres plantas con una distribución futurista, interconectado con un patio central donde se hallaban los ascensores. El museo alberga una gran colección de arte moderno, con grandes representantes del pop art estadounidense como Rauschenberg, Warhol, Roy Lichtenstein, entre otros. Tiene instalaciones fascinantes como la de la japonesa Yayoi Kusama (https://www.artlex.com/es/artistas/yayoi-kusama/) que es un salón pequeño con espejos y luces (https://www.singulart.com/es/blog/2024/01/14/sala-de-espejos-infinitos-de-yayoi-kusama/). Las obras de Tapiès y Basquiat hay que verlas: https://www.guggenheim-bilbao.eus/la-coleccion/artistas/jean-michel-basquiat, https://www.rtve.es/fotogalerias/antoni-tapies-del-objeto-a-la-escultura-en-guggenheim-bilbao/120795/at-treballant-07/9/, https://prensa.guggenheim-bilbao.eus/src/uploads/2013/07/D-Tapies_ES.pdf. Y otra colección notable es la de Pablo Picasso: https://www.guggenheim-bilbao.eus/exposiciones/un-picasso-escondido, https://www.euronews.com/culture/2023/10/11/picasso-sculptures-take-centre-stage-in-must-see-exhibition-at-bilbaos-guggenheim.
Es una muy buena colección que nos muestra la creatividad y el uso experto de diversos materiales para convertirlos en sus obras. El museo ya estaba cerrando por lo que teníamos que salir del edificio; nos dirigimos a ver la gran estatua en forma de una gran araña llamada Mamá de Louise Bourgeois (https://www.guggenheim-bilbao.eus/la-coleccion/obras/mama). Nos dirigimos hacia el puente Zubizuri, del famoso arquitecto Calatrava (https://www.barcelo.com/guia-turismo/es/espana/bilbao/que-ver/zubizuri/) para cruzar hacia el centro viejo con el fin de ir al Ayuntamiento, totalmente iluminado por las fiestas. Nos estábamos yendo a comer unos churros con chocolate caliente, pues el clima lo exigía. Para eso el esposo de Adela nos llevó al Café Lago Bilbao donde no tuvimos mucha fortuna. Se había logrado un sitio, pero el mozo no era muy atento y nuestro pedido jamás fue solicitado. Nos paramos y nos fuimos. Antes de regresar pedí ayudarme a buscar Astérix en vasco. Pasamos por una tienda de libros usados y pregunté, la señora me dijo que lo podíamos hallar en ELKAR Bilbao, estaban a punto de cerrar. Aquí había cómics y CD de todo tipo de música. Vi también el reciente libro de Mario Vargas Llosa. Pregunté sobre los cómics y lo que buscaba estaba ahí. Compré el famoso Astérix en Hispania. Genial (https://asterix.com/es/coleccion/albumes/). Tengo una buena colección de este cómic en muchos idiomas: danés, sueco, húngaro, neerlandés, griego, hebreo, latín, catalán, portugués, francés, occitano, alemán, inglés, español y ahora vasco. Una de las curiosidades es ver las habilidades de un traductor para poder captar la comicidad de un cómic y poder ser traducido a otro idioma. El problema está también que mucho del espíritu cómico de Astérix es el manejo obligatorio de datos históricos, así como las expresiones idiomáticas y los chistes lingüísticos. Pesada labor. Por otro lado, el vasco es un idioma muy interesante, antiguo y sin origen latino (https://cronicapaisvasco.es/blog/la-historia-del-idioma-vasco, https://www.youtube.com/watch?v=lGd0R-rUYio). La identidad vasca está en su lengua, la cual fue perseguida duramente durante el franquismo. Recuerdo la historia que nos contó un sacerdote vasco que comentaba sobre un anillo de hierro que se colocaba en el dedo de un alumno y para deshacerse de él tenía que provocar a otro para que lo insulte o le hable en vasco, esa acción era castigada con el anillo de hierro. Si al final del día seguías llevando el dichoso anillo, eras castigado en el patio del colegio. Terrible. Además, me detuve a buscar música cantada en vasco. El grupo Mocedades es, por ejemplo, de origen vasco. También lo es Mikel Erentxu (https://www.youtube.com/watch?v=q7vGpjS-O5c). Al final opté por un álbum doble: Lertxundi (https://www.youtube.com/watch?v=CjL2hRBL-3o). Atrás quedaron los años duros del ETA, del independentismo vasco, muchas muertes y fuertes redadas policiales (https://www.youtube.com/watch?v=LprC5DU59TU). Caminamos un poco más y fuimos a tomar el metro para regresar a casa. Cenamos algo ligero y nos fuimos a dormir temprano. Al día siguiente regresaríamos a Palencia, vía Burgos.