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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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lunes, 1 de enero de 2018

LIMA: VIAJE PREHISPÁNICO




Luego de un año cargado de trabajo y tensiones en nuestros centros de labores, María tuvo la idea de que acompañáramos a Orietta en el inicio de sus vacaciones a Lima. En principio Orietta se iba por casi dos meses, pero una lamentable circunstancia hará que ella retorne más rápido de lo que había pensado. Pese a todo, seguimos con el proyecto de viajar a Lima. También era una buena ocasión para encontrarme con mis entrañables amigos de la Universidad Católica. Además siempre que he estado por Lima por una u otra razón, me he quedado en las puertas del MALI y esta vez me pensaba sacar el clavo.
Así salimos por tierra vía Cruz del Sur a Lima el viernes 15 de diciembre. En nuestros planes para el sábado 16 era ir a Pachacamac, lugar que visité en 1985. Llegar a Lima y acceder al terminal tomó casi una hora. El tráfico es insufrible. Una vez en la agencia, Orietta llamó a Alonso en cuya casa nos quedaríamos. Nos acomodamos y tomamos un buen desayuno para la jornada. Peque, amiga común de nosotros, se iba a unir más tarde con nosotros. Tomamos un taxi para que nos lleve a Pachacamac, a los cuatro jinetes del apocalipsis. El tránsito es insoportable en Lima. Felizmente había un día nublado que ayudaba. Dejé esta ciudad en 1991 y cada vez que retorno veo mejoras, pero también un marcado deterioro en la calidad de vida del limeño promedio sin auto: pasas mucho tiempo de tu vida diaria en uno, dos o hasta tres vehículos públicos. Y la cantidad de vehículos particulares es otro de los grandes problemas. Las avenidas paran abarrotadas de todo tipo de auto, sobre todo muchas 4X4 que ocupan mucho espacio vital para llevar, muchas veces, a una sola persona. Casi media hora después (La Molina donde estábamos está relativamente cerca de Pachacamac) llegamos a nuestro punto de interés. Recordaba esta carretera cuando en la época universitaria nos íbamos un buen grupo en uno o dos autos a las playas del sur. Divertidos. Pachacamac fue un centro de peregrinaje milenario; me contaba María que cuando vino a Perú la primera vez fue a visitar el lugar y el museo de sitio se hallaba en construcción; ahora ya está concluido.  La visita al museo es necesaria, pues sintetiza la visita del lugar, además que da una serie de datos cronológicos importantes para poder ubicarse en este sitio ocupado por diversas culturas (http://pachacamac.cultura.pe/museo-de-sitio/historia). Antes de hacer ingreso al lugar arqueológico se ve la construcción de un museo grande, el Museo Nacional de Arqueología,  (https://gestion.pe/economia/empresas/ohl-aldesa-construiran-futuro-museo-nacional-arqueologia-146569). Algunos han protestado por su construcción, pero depende de nosotros. Parece ser que en 2016 se levantaron una serie de observaciones, Unesco incluida. Espero que dichas salvedades ya estén corregidas. En ese sentido, México siempre tuvo muy clara las ideas de su patrimonio. Quien ha ido al bello Museo Nacional de Antropología lo entenderá. Ver a Coatlicue, Xochipili, los atlantes, una tumba maya, Xochimilco, el calendario solar, Tlaloc juntos… es demasiado y la visita es corta siempre (http://www.mna.inah.gob.mx/) Entorno a Tlaloc hay una historia que casi parece leyenda si no fuera por todos los registros audiovisuales que hay, vale la pena conocerla (https://www.youtube.com/watch?v=55Kj0V1p-Bs). Volviendo a nuestra realidad, en el Norte hay un sueño de hacer el megamuseo Moche para recopilar los datos de esta gran cultura que abarca desde Ancash hasta la zona sur de Piura. Un amigo arqueólogo proponía el valle de Chicama para ello; pero hay muchas cosas y detalles para tomar en cuenta. El museo de Pachacamac es bastante didáctico, parecido en la museografía al de Túcume: amable, didáctico, información precisa. Y como dije, obligada visita antes de ir por el espacio arqueológico. 





Para visitar el complejo monumental puedes ir en bicicleta. Ese concepto demora en ser aplicado en otros lugares arqueológicos como Chan Chan; hice este lugar con mis alumnos de colegio hace años. Si estuviera organizado sería un gancho. Hicimos el recorrido a pie. Una vez fuera del Museo, nos dirigimos al complejo de adobes Lima para ver técnicas de construcción. De ahí pasamos al Acllawasi, construcción inca que era el espacio más conocido y que ha sufrido daños por los últimos desastres naturales. Sin embargo, por las explicaciones del guía (no sabía eso) este espacios ha sido casi en su totalidad reconstruido (no restaurado) y lo que vemos es una reconstrucción hipotética de este espacio. Por esa razón, este espacio ha pasado, en cierta forma, a un segundo plano. De ahí nos dirigimos a ver una pirámide, la 1, con una rampa. Estas pirámides fueron construidas por los Ychma, cultura posterior a los Wari. Pero, interesante es ver la conformación de los senderos comunicantes entre sí; como dijo el guía, se parecía a lo que uno ve en Pikillacta en Cuzco: construcción Wari, pues esa zona de Cuzco fue planificación Wari. Luego nos dirigimos a la Plaza de los Peregrinos la cual, según contaba nuestro guía, era un sitio de preparación y purificación para los viajeros que llegaban a visitar a este poderoso dios de la tierra (Señor de los Temblores cuzqueño o Señor de los Milagros en el sincretismo cristiano) a su santuario y cuyo ídolo de madera con incrustaciones se halla en el Museo. Desde ahí nos íbamos a dirigir a la cima. En cierta forma, el paisaje asemeja a la Fortaleza de Paramonga, que se halla casi a orillas del río Fortaleza. Volviendo a nuestra ubicación, desde esta plaza se ve el Cementerio Max Uhle, de origen Wari, estudiado por este científico alemán. También se puede ver el armazón que protege al Templo Pintado, el cual se vio bastante deteriorado por la erosión y el clima, sus colores originales se han ido perdiendo por lo que se hace necesario una intervención (lo mismo pasa con los frisos cromáticos de las huacas del Norte, una vez descubiertas son bellas y brillante, luego se “destiñen”). Luego iniciamos nuestro ascenso. Orietta y el enamorado de Peque decidieron quedarse en la Plaza a esperar nuestra locura turística. Pero la visita bien valió la pena. La vista desde el Templo del Sol es bella: Mamacona, las islas, el océano, el sitio arqueológico en su grandeza, la fea ciudad que ya invade sus espacios y las industrias de cemento que no se hallan lejos de ahí. Las islas que se ven frente a Pachacamac fueron la fuente de una leyenda de Cuniyara y Cuvillaqa. He aquí un video (https://www.youtube.com/watch?v=MXeMfJKrmbU). Aquí otra versión de tradición oral (https://www.youtube.com/watch?v=s6KfiWBwG1s). Esta zona fue construcción Ychma, pero fue sometida por los Inca en 1470 aprox. Hay varias paredes reconstruidas del monumento, aunque aún se observan rastros de pintura mural roja. Nuestro guía nos acompañó hasta la zona de las hornacinas que dan frente al mar. Dimos vuelta al edificio y nos fuimos a recoger a Orietta y amigo.







La idea de ir a almorzar al restaurante Tierra Santa en Miraflores fue aceptada por todos. Después de un largo periplo que me permitía recordar lugares como Villa y Chorrillos, llegamos a Miraflores. Dejamos el auto y nos fuimos al almorzar. Como siempre, todo fue generoso con comida que me hace recordar mis meses en Israel: humus, falafel, hina, baclaba, ummm. Una vez concluida nuestro opíparo almuerzo, nos fuimos a ver libros: quería comprar el libro Viaje al fin de la noche de Céline. El libro no fue encontrado, pero encontré otros dos que me simpatizaron: Libro del desasosiego de Fernando Pessoa y El móvil de Javier Cercas. En el camino de regreso a buscar el auto en el Parque Kennedy nos encontramos con un buen amigo, el rabino Bronstein. Como de costumbre, hablamos de ópera y comentaron al respecto Orietta y Maria. Una buena despedida para ir en busca del auto. Habíamos quedado con un buen grupo de amigos de la PUCP vernos en La Noche de Barranco a las 8 pm. Había olvidado las distancias y el tráfico. Regresar a casa nos tomó casi una hora. Era ducharse, cambiarse de ropa y salir casi después de nuestra llegada para ir a Barranco. El encuentro fue genial. Había sido cumpleaños de Laura Moscol el día anterior y lo celebrábamos el sábado 16. Gran reunión. Llegamos a casi las 3 de la mañana a casa. Ya domingo 17.







domingo, 21 de agosto de 2016

CONVIDADOS DE PIEDRA (NUESTRA PARTICIPACIÓN EN RÍO, ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 21 DE AGOSTO)

El día de hoy cae indefectible el telón de la trigésima primera versión de los Juegos Olímpicos de la era moderna. Es también la primera versión en tierras sudamericanas y que, pese a que se  han llevado a cabo en un periodo político y económico turbulentos en Brasil, la magia y alegría cariocas han sido parte condicionante del éxito de los mismos. Es también un escaparate fulgurante en el que tanto atletas como países muestran sus notables avances en tal o cual disciplina. Es también una buena oportunidad de ver una gran gama de deportes que se practican en diversas latitudes y que por la tiranía y mediocridad de nuestra pobreza periodística deportiva nunca los conoceríamos. Es también una forma de validar todo el dinero invertido en la organización de juegos anteriores para demostrar que lo gastado no fue en vano; así podemos entender el avance del deporte británico, chino, australiano, surcoreano y español, cuyos países fueron sede de versiones anteriores; el brasileño que es la actual sede; y el japonés, cuyo país los hará en el 2020. Es interesante ver que, aunque Rusia no esté entre los cinco primeros países, golpeado por el boicot contra sus atletas, de sumar todas las medallas de las anteriores repúblicas que conformaban al ex URSS, ocuparía el primer puesto del cuadro medallero.
El avance de muchos países latinoamericanos es de destacar. Anteriormente teníamos solo a Cuba y esporádicamente a Brasil en los cuadros medalleros. Además de estos, tenemos con medallas de oro a Colombia y Argentina,  este último con diversas disciplinas colectivas de calidad. Se suman a este cuadro, Venezuela, Puerto Rico, México y República Dominicana. ¿Y Perú? Veamos cifras. Perú envió 29 atletas y obtuvo 0 medallas; Bahréin 35, 2 medallas; Filipinas 13, 1 medalla;  Vietnam 23, 2 medallas; Kosovo 8, 1 medalla de oro. Lo mejor logrado por Perú en estos juegos: Julissa Diez Canseco que quedó en séptimo puesto en Taekwondo femenino (49 Kg) y Kimberly García en puesto 14 en Marcha de 20 km. Gladys Tejeda llegó en el puesto 15 en Maratón femenina. Cuando se escribe este artículo, queda pendiente la participación de tres maratonistas. Esperamos una actuación decorosa.

2019. El 26 de julio de ese año, la capital peruana será la sede de la décimo octava versión de los Juegos Panamericanos. Como país anfitrión, hay muchos retos por abordar; estos tres años que quedan obligan a una ciudad caótica y bastante desorganizada a tener claras sus metas. Pero, por el lado deportivo sí es preocupante. Como dueños de casa, es una obligación que estemos presente en cada una de las 48 disciplinas, en ambas ramas, que se realizarán entre el 26 de julio al 11 de agosto.  ¿Estamos a la altura? ¿Son conscientes los medios de comunicación deportivos de lo que se nos viene? Un  indicador para todos: el fútbol, rey en nuestros medios, tuvo una única participación notable en Berlín ¡en 1936! Tres años nos quedan para cambiar el “chip”. ¿Lo lograremos?

sábado, 4 de julio de 2015

CRÓNICAS LIMEÑAS Y CHALACAS: VISITAS RELÁMPAGO

Mayo y junio fueron meses de visitas rápidas a  la capital para participar en actividades diversas y ver espacios interesantes y algunas novedades ligadas a la historia. No en vano en la vieja capital del virreinato y de la república, puedes hallar muchas cosas entretenidas, hundirte en la historia de nuestro país y sufrir las consecuencias de una peruanidad signada por un mal entendido sentido del desarrollo que han convertido a Lima en una de las ciudades más caóticas del continente. La ciudad goza de muchas novedades y buenos servicios, pero su totalidad presenta aún problemas de interconectividad que hace que ir de un lugar a otro durante la semana sea una irremediable pérdida de valioso tiempo en tu auto o en un vehículo de transporte público, como lo testimonian muchas personas con las que he hablado. Los buses y el metro son soluciones tardías, puesto que estas quisieron ser implementados en los 70. El exalcalde “Chachi” Dibós pensó instalar un gran metro en su gestión en 1971; pero las malas lenguas automáticamente lo acuso de corrupto, esta situación lo desanimó y la oportunidad de volver a Lima en una ciudad de avanzada, la dejó rezagada frente a otras capitales o ciudades densamente pobladas. Medellín, por ejemplo, tiene metro desde 1995. En fin, y pese a todo, Lima cuenta con lindos lugares, oferta gastronómica extraordinaria, museos interesantes y espectáculos para todos los bolsillos. Un lugar obligado para visitar.
Entre los días 14 a 17 de mayo se realizó la agenda de presidentes y directores de la Alianza Francesa, una agenda en la que se incluyen visitas a la casa del embajador, almuerzos simpáticos y como punto final, la obra teatral musical PIAF, basada en la historia musicalizada de esta notable mujer. La obra, de autoría de la inglesa Pam Gems, es dirigida por Joaquín Vargas Acosta y tiene una puesta en escena notable. Delante de nosotros, circulan todas las personas que fueron significativas como Marcel Cerdan, Marlene Dietrich, Raymond Asso, Charles Aznavour o Ives Montand. Patricia Barreto en el papel de la Piaf es muy bueno. La obra bien merece una misa.





Para cerrar mi visita a Lima, estuve en casa de unos amigos para celebrar nuestro reencuentro. En casa de Patrick y Laura, nos reunimos para recordar los viejos tiempos. Por la mañana fuimos a almorzar al Pecados Capitales con una exquisita y variada comida de mar, fusión entre lo oriental y criollo. Notable. Por la tarde, tuvimos la intención de visitar la exposición de Chavín en el MALI, pero llegamos tarde; Laura propuso ir a ver la Galería del ICPNA en Av. Angamos. Había una retrospectiva de la obra de Luz Letts, además de una interesante exposición fotográfica de Hans Stoll llamada Plásticos, ya que retrata a diversos artistas limeños de diversas décadas.  Las salas están implementadas de manera correcta, buena iluminación, buena curaduría de los cuadros. Dos interesantes propuestas plásticas en un espacio. Salimos para hacer las compras de vinos y comida para la pequeña cena de la noche. Conversamos hasta pasadas las dos de la mañana. Hay mucho por contar.


La segunda visita la hice el 06 y 07 de junio, visita relámpago con estudiantes de la carrera de turismo. Iba por un objetivo que siempre quise visitar: Real Felipe del Callao. El viaje a Lima fue por tierra, cómodo y tranquilo. Nos instalamos en un pequeño hotel cerca al Parque de la Reserva. Nuestro primer día consistía en ir al centro de la Lima vieja. Fuimos directo al Barrio Chino para ver las locaciones y hacer visitas a tres lugares interesantes: Museo de la Inquisición, Museo de la Gastronomía y el claustro de San Francisco. Para llegar al Barrio Chino tomamos la avenida Abancay, la cual se ha convertido en una vía caótica. Me comentaban que antes de trataba de respetar la señalización de las vías, que determinaba qué tipo de vehículo iba por tal o cual carril; ahora es una verdadera jungla. Delante de nosotros se cruzaron varios micros y taxis sin respetar las indicaciones. Lamentable. Vimos el edificio que alguna vez fue uno de los más altos del país y ahora lo ves con carteles que desmerecen su bella arquitectura:   el edificio Alzamora Valdez, inicialmente sede del Ministerio de Educación y que la actualidad acoge la Corte Superior de Lima. Descendimos del bus al costado del edificio que anteriormente acogía al Ministerio de Economía, al cual recuerdo como un interesante edificio, ahora yace sucio. Apuramos el paso por le Jr. Andahuaylas para llegar a nuestro destino inicial. Estamos al costado del Mercado Central, el edificio que fue construido por la gestión del entonces alcalde Ricardo Bedoya Reyes, luego del incendio del antiguo edificio de una planta en 1964. La anterior construcción fue planteada por Castilla en el siglo XIX en terrenos del Convento de la Concepción para formalizar un centro de abastos, ya que Lima tenía diversos, incluso en la misma Plaza de Armas; pero el posterior Presidente, Rufino Echenique (antepasado de nuestro famoso escritor Alfredo Bryce Echenique), desestimó el proyecto original por costoso. (http://limalaunica.blogspot.com/2012/07/el-antiguo-mercado-de-la-concepcion.html) (http://www.viajeros.com/diarios/lima/el-mercado-central-de-lima).  



El Barrio Chino es muy simpático y ves tiendas, negocios, chifas que acentúan su identidad. Todos los grandes bancos cuentan con una agencia en la zona, con mensajes en español y chino. Es conocida como la calle Capón, ya que aquí capaban o castraban a los chanchos (https://barriochinoperu.wordpress.com/gastronomia-3/); sus casas encierran misterios como templos que valdría la pena visitar (http://www.tripperutours.com/ano-nuevo-chino/) La abundancia de chifas es otro distintivo del lugar y algunos figuran entre los lugares gastronómicos que hay que visitar (http://elcomercio.pe/gastronomia/internacional/historia-calle-capon-gastronomia-china-peru-noticia-1365523). Luego tuvimos unos minutos para poder hacer nuestras compras y nos dirigimos con la profesora acompañante, Jamy, a ver una tienda en la que tienes toda la producción china en Lima. Alucinante y ni qué decir de los precios de las cosas de cerámica o alimentos. Tienes todo para armar tu chifa.


Luego de esta primera visita, nos fuimos al Museo de la Inquisición, museo al que no iba desde 1975. ¡Cuánto tiempo! Hicimos una breve caminata y en el trayecto, ves lo esplendoroso que es Barrios Altos, pese al deterioro sufrido por los años. El museo tiene bastante afluencia de estudiantes (era sábado, raro) y turistas. Ingresas a la Sala de Audiencias, la cual posee un bello techo artesonado de madera.   Entrar a este recinto es recordar una de las etapas más negras de la historia, sobre todo para los librepensadores, los judíos, los protestantes y toda aquella persona que pudiera generar sospecha, como el caso de Pablo de Olavide. Así como la cultura china nos dio innumerables vocablos que ingresaron a nuestro vocabulario (el peruano), también hubo una serie de procesos que se “institucionalizaron” en nuestra lengua y que se convirtieron en diversos referentes de sinonimia en el habla cotidiana. Tal es el caso de “vela verde” que era un terrible procedimiento inquisitorial y que forma parte de nuestro diario hablar.  Del edificio antiguo quedan pocos restos, pero nos muestran el esplendor arquitectónico, pues vemos muros gruesos con maderas, azulejos que adornaban las paredes y una serie de muebles y utensilios que nos dan una buena idea de lo que era la vida diaria. Las cámaras de torturas nos muestran las formas "sutiles" de persuasión y adoctrinamiento (http://www4.congreso.gob.pe/museo/organizacion.html). La visita es bucear en la historia de Virreinato peruano, así como el de Lima y sus instituciones. Además, esta alberga ya instituciones republicanas como el Congreso inicial.  En tiempos como estos, no pocas personas añoran una nueva inquisición, como lo hacen los fanáticos de los grupos musulmanes radicales actuales.




Cerrando nuestro periplo matutino, hicimos un alto para ver el cambio de guardia (en realidad, nunca lo había visto detenidamente, pese a haber vivido casi 20 años en Lima) para luego pasar al Museo de la Gastronomía. Este museo se ha instalado en el antiguo edificio de Correos, una bella construcción con 118 años a cuesta, diseñado para una función determinada y que se le ha dado una nueva, por lo que varios arquitectos e historiadores no han visto con buenos ojos este cambio de uso. Lo recuerdo, porque tenía un museo filatélico al cual iba con cierta frecuencia y había algunos estantes con venta de estampillas para los amantes de los sellos como lo fui en mi juventud y que aún mantengo. Además se comentaba, como sucedió con otras obras del anterior gobierno, las cosas no quedaron concluidas por lo que la museografía no está del todo adecuada. Lo hicieron un poco al caballazo. Pese a todo, y ya todos con un hambre galopante, hicimos la visita con bastante interés para conocer en las dos salas de exposición sobre los productos alimenticios y nuestra culinaria, y otra sobre la quinua. En realidad, es un gran edificio desperdiciado y no sé qué otro fin más tendrá.






Concluida nuestra visita, nos dirigimos hacia el Pasaje Olaya, lugar que todos identifican como la calle Petateros,  en la que fue fusilado un pescador patriota, José Olaya Balandra, mártir de nuestra independencia. Luego de nuestro buen almuerzo, nos fuimos en dirección a San Francisco, visita obligada del centro viejo limeño. Pasamos por la ex Estación de Ferrocarril, ahora Casa de la Literatura, el célebre Cordano y el Hotel Comercio, lugar del famoso crimen de un español, Marcelino Domínguez, por parte de un compatriota suyo, Genaro Ortiz, quien lo mató por dinero, lo despedazó y lo ocultó en dos maletas. Corrían los años 30. Cosas turbias de toda ciudad.
San Francisco es un gran conjunto arquitectónico y vemos parte de este y de lo queda, ya que muchos de sus huertos fueron expropiados para ampliar la actual avenida Abancay, la avenida más contaminada del Perú, tanto por el esmog como el ruido. En los últimos años, San Francisco ha tenido mejoras.  Recuerdo cuando residía en esta ciudad y las diversas visitas que hice. Hubo momentos en que ingresabas solo, ya que no había muchos turistas. Ahora es diferente, pero ya no puedes tomar fotos, ni grabar (aunque algunos lo hacen descaradamente). Este gran conjunto sufrió mucho por los grandes sismos que asolaron a Lima, como el de 1966. Ahora varias partes que estaban en ruinas han sido levantadas y restauradas gracias a la ayuda internacional. Es una verdadera joya y uno nunca deja de apreciar lo que hay entre sus paredes. Lástima que ahora seas llevado un poco como ganado.




Dejamos San Francisco y nos fuimos a la Plaza de Armas y nos fuimos a jironear, a recorrer el Jr. De la Unión, calle con mucha tradición, que se hizo famosa por Abraham Valdelomar, el Conde de Lemos. Hicimos un alto en la portada de la iglesia de La Merced con su bella portada barroca. Lima tiene bellas iglesias escondidas como San Marcelo o la Sagrada Familia. No las incluyen en los circuitos turísticos para visitar. Recuerdo que San Marcelo fue amenaza por la ampliación de la calle  Riva Agüero (ahora avenida Emancipación) y la famosa demolición de la casa Beltrán que tenía bellas acuarelas de Francisco Lazo. Valdelomar hablaba del Palais Concert, al cual reconocía como la síntesis de Lima y por lo tanto del Perú. El antiguo Palais Concert fue un edificio construido por un millonario, Genaro Barragán, y salió de los estudios de Gustave Eiffel, el ingeniero arquitecto de moda de entonces. La casa tuvo su época de esplendor en los locos años 20 y por sus salones pasaron, aparte de Valdelomar, hombres de la talla de José Carlos Mariátegui y César Vallejo. Ahora es una tienda de departamentos, pero se la quiere rescatar como el centro cultural que fue.
Terminamos nuestro recorrido en la Plaza San Martín para ver un restaurante de comida rápida en lo que era uno de los mejores hoteles de Lima, el Bolívar. El bus dio una vuelta a toda la plaza para ver su belleza, que se puede apreciar aún pese a la presencia de ventanas sucias, esmirriados carteles colgados en varias de ellas que deslucen sus bellos edificios. Va a tomar tiempo recuperar el esplendor de esta ciudad, habida cuenta que tiene una autoridad edil bastante enemiga de esos criterios valiosos. Así se puede entender lo que está haciendo en la avenida Arequipa. Tuvimos que ir por la avenida Salaverry, traficada y lentamente dañada por el tráfico para poder ir a nuestro hotel.
La salida a cenar a Miraflores también me permitió confirmar lo que había visto con Laura en la Arequipa a la altura de Lince, en el famoso centro comercial Risso. Se ha convertido en un lugar de luces de neón por doquier, atiborrado de mal gusto. Una lástima.





Así terminé mi primer día fugaz.