Cercanos a Fiestas Patrias en las que todos celebramos una fecha simbólica y relevante para nosotros, nubarrones cubren el panorama social. Nubarrones políticos como de salubridad en medio de una crisis mundial: la anomia política partidaria y el rebrote galopante de la pandemia que puede cambiar el rostro de la debilitada economía peruana en su conjunto.
La renuncia de dos integrantes de APP en el Congreso obedece más al prurito por la obtención del poder de cualquier manera. Esto nos muestra cualidades y flaquezas individuales y partidarias. Y debilitan a este partido para las elecciones municipales y regionales del próximo octubre. Es interesante analizar el destino que optaron cada uno de los dos “pesos pesados” exapepistas: Echaíz se fue por la ultraderecha conservadora y Héctor Acuña hacia la izquierda atomizada. El caso de este último es bastante relevante, pues, además de ser congresista por La Libertad, es hermano de César Acuña, cuyo partido regenta el poder en muchos municipios y el Gobierno Regional en la actualidad. Solidez deteriorada. Los liberteños tenemos dos congresistas que los elegimos por un partido para migrar a otro en menos de un año. Lecturas que podemos deducir de este hecho: la carencia de una clara ideología de los partidos políticos hace que estas congregaciones acojan personajes de tendencias políticas antagónicas que generan situaciones conflictivas a la hora de tomar decisiones transcendentales para nuestro país. Así podemos ver también la misma trayectoria del errático presidente que nos gobierna. Postuló por un partido de derechas (Perú Posible) en el 2002 para terminar encabezando la lista presidencial por una caricatura de partido que se fragmenta cada vez más (Perú Libre). Sólo podemos entender esta situación a que nuestros representantes únicamente les interesa aprovechar del poder lo más posible; para esto, se autoasignan puestos públicos, desde direcciones locales hasta ministerios, o se premian entre ellos para revestirse (hasta con cuadro develado) de legalidad y falsa gloria. Todo esto en el marco de un claro enfrentamiento de dos poderes desgastados para toda la ciudadanía. Las integrantes del poder ejecutivo y legislativo, salvo excepciones puntuales, tienen otras prioridades personales, antes que priorizar en pensar cómo enfrentar los problemas del rebrote de la pandemia y la gran crisis generada por una inflación mundial, escasez de recursos básicos y una tensión bélica en el mundo. El mensaje puntual de Uriel García ha sido, espero, una contundente llamada de atención a esta gavilla de dirigentes que tenemos. Ellos, los políticos, nos están dando una muestra de la miseria moral en la que puede caer nuestra sociedad. Acciones como el de la atleta huancaína Kimberly García, hermosa y poderosa, que sintetiza la labor de millones de peruanos trabajadores nos da un rayo de esperanza en medio de la miasma. Para ellos, los peruanos de a pie, Felices Fiestas Patrias.