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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 27 de marzo de 2022

TEATRO, TELÓN ARRIBA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 27 DE MARZO)

 


El domingo pasado, tras la presentación un cuarteto limeño ante un público entusiasmado, se anunció una temporada teatral en la que veremos a diversos grupos trujillanos e, incluso, un trabajo personal (https://www.facebook.com/teatroupao/). Viernes 25 de marzo. Continuando con las actividades de reapertura del Gran Teatro de la UPAO, directivos y los responsables de la programación de la cartelera se han lanzado a una audaz iniciativa; personalmente diría “cruzada” por los riesgos que esta conlleva: el rescate y la institucionalización del Festival de Teatro de Trujillo. Como primera obra, tuvimos la puesta en escena de la obra de MVLL, La Chunga, pieza teatral cargada de erotismo, violencia y de rescate. Bajo la conducción de Sonia Rodríguez, su elenco conformado por Aldo Polti, Yusepi Díaz, Jim Pflücker, Ronal Salinas y Lesli Lazo, nos llevan a la Piura de 1945, en el bar regentado por esta mujer identificada como la Chunga. La violencia y el erotismo juegan sus papeles a través de los diversos personajes masculinos y, sobre todo, la dupla femenina que van desarrollando el tema: la desaparición de Meche, una joven atractiva, vendida por Josefino, su amante y proxeneta, a la Chunga. A lo largo de la hora y media que transcurre la obra, vamos conociendo historias a través de las cuales conoceremos las frustraciones y demonios que cargan José, Lituma, el Mono y el mismo Josefino, conocidos como los Inconquistables. Cargados de un machismo rampante, sexismo y clasismo (tal como se ve en su novela que le sirvió de inspiración, La Casa Verde), los cuatro varones tratan de mantener ese statu quo de su mediocridad que les permita existir. Frente a esos arrebatos violentos y extraños dislates, la Chunga emerge como un muro que recibe el embate de agresiones verbales y físicas, humillaciones y complicidades de los actores en escena; pero, poco conocemos de ella, salvo la censura de un personaje al recordarle su pasado. El machismo cómplice se fue aceptando entre muchos espectadores que censuraban más el beso lésbico de la Chunga y Meche, que las vejaciones que esta última recibía por parte de su “amado”. Sintomático en una sociedad que censura manifestaciones homosexuales, pero hace la vista gorda ante evidentes agresiones de los varones hacia las mujeres o miembros de comunidades LGTB; y estas evidencias las vemos en los círculos gubernamentales, partidos políticos y sus cuestionados líderes, y la vida cotidiana en la que los feminicidios y cualquier forma de acoso y segregación contra la mujer están tolerados e, incluso, justificados.

Estas iniciativas culturales, fuera de la necesidad de contar con grupos teatrales de buen nivel, necesitan de un público muy activo, el que se irá formando con buenos espectáculos que este espacio ofrezca y, sobre todo, de autoridades y empresas que apuesten por este rubro. Sólo así ese eslogan, un poco chauvinista, será válido: “Trujillo, la capital de la cultura”.


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