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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 12 de septiembre de 2010

PATERSON CITY, LITERATURA DE LA TRANSCULTURACIÓN

Esta presentación la hice ayer 11 de septiembre.
Paterson City es una novela breve que surge de la motivación académica de una maestría en San Marcos, específicamente de las clases del Dr. Luis Millones; y de las experiencias personales de la madre del autor, quien suele viajar a EEUU con cierta regularidad a Newark. Es una historia cotidiana de un joven emigrante que sufre todo tipo de desarraigo; no solo se queda sin patria, se queda sin su abuelo, luego sin padre, sin vínculos. Paulatinamente va perdiendo su identidad lingüística, ante la coerción que ejerce la nueva sociedad a la cual va a pertenecer (y que al final termina por rechazar a causa de todos los incidentes que le va a tocar vivir). El desarraigo lo va viviendo desde el momento que llega a territorio norteamericano; para esto, la alusión al Perú se da solo en flash back que le hacen recordar al colegio La Salle (por la descripción que hace el autor), por la alusión que hace del distrito Breña, por ese proceso doloroso que fue Sendero Luminoso y la sociedad peruana. Los desarraigos van acompañados de numerosas negaciones;  Mike, uno de los principales de la novela y supuesto amigo del narrador, niega a su padre, en tanto que la madre del narrador niega a su marido, quien se había enrolado a las huestes de Sendero Luminoso, en los años 80; así pues, por el temor y dolor de ver aterrada a una persona fanática, la madre va negando a su hijo, la narrador de la obra, paulatinamente a la figura, la identidad de su padre. Mike trata de negar la lengua que su padre y madre hablan, y adopta una actitud displicente y hasta agresiva contra todo lo latino. La necesidad de Mike de su nueva aceptación es muy dolorosa, puesto que en el fondo exige erradicar todo lo que él es en esencia. Se refugia en un excesivo erotismo para hallar algo real, tangible, vital. Esta exagerada erotización arrastra también  a nuestro narrador, primero para complacer a su nuevo amigo, luego para descubrir las nuevas emociones que esta nueva vida le iba a dar. Pero, además, la erradicación extrema de Mike implica el total rechazo de su entorno familiar y una violenta eliminación de todo aquello que culmina con la destrucción física de todos los elementos que puedan ligarlo al pasado. Las acciones de quemar (destruir, pero también renovar como el mito del Ave Fénix) cierran todo un proceso del deterioro interno de Mike (quien además tiene un diminutivo inglés) para “empezar una nueva vida” En cierta manera, me hace reconocer – salvando distancias de referentes – al famoso cuento “ALIENACION” de Julio Ramón Ribeyro, cuento en el cual Roberto inicia su proceso de norteamericanización con las apariencias externas desde la ropa hasta la piel, la “camaleonización” de su nombre (Roberto a Bob Cabanillas) y la definitiva asimilación a su nueva nacionalidad. Bob es Mike, pero Mike lo hizo desde adentro, no fue voluntad de él convertirse en gringo, su familia lo traslada y la nueva situación lo transforma. Bob quiere ser Bob; Mike lo es, porque ya vive allí y se va a rodear de una sociedad opulenta pero que lo sabe extraño y tiene que buscar los medios para ser aceptado, cueste lo que cueste.
La madre, así como todo el grupo de mujeres de su entorno, realiza una relación asimétrica de poderes y aceptación. La madre, la tía Nelly y la tía Ramona (el vicio sudamericano de “tiizar”, hacernos tíos,  a la gente para hacerla parte del círculo y crear vínculos afectivos rígidos, algo así como el padrinazgo) son el círculo de protección de nuestro narrador. Como todo emigrante, se instala cerca de los suyos y en cierta forma vuelve a instalar esa sociedad que dejó atrás por varias razones, pero que le da cierta comodidad para poder empezar a desplazarse; el hombre es un animal de costumbres y nos cuesta cambiarlas. Las tías ayudan a preservar esa suerte de status quo en la nueva sociedad, son una suerte de tránsito. Pero ellas también han pagado su dolorosa cuota de integración. Como en las novelas de García Márquez, las mujeres son personajes sólidos, que podrían haber sido más explotados, ya que es la nueva realidad de la gente que emigra de nuestro país. Según  estudios hechos sobre la emigración en nuestra sociedad, son las mujeres las que más emigran para hallar un trabajo, sea digno o no, y para sostener a un hogar. Otro revelador estudio nos arroja un dato que debe enrojecer al más velado de los machos de nuestro país: más del 65 % de los hogares de nuestro país es sostenido por la mujer, ella es padre y madre del hogar. Ellas se encargan de todos los detalles, ellas van cubriendo a todos los personajes varones con el olvido. La madre del narrador es un personaje duro, refugiada, sobreviviente y sola. Y se abre camino para darle un futuro a su hijo. Nelly también hace lo suyo, como Ramona (algo que ver con Ribeyro)
 El colegio, el primer gran micro mundo social al cual nos integramos, es el primer ensayo de asimilación, lugar en que los choques no faltan. En realidad, el colegio es la primera gran jungla de la cual debemos aprender a salir  victoriosos. Es pagar nuestro primer derecho a piso para ser alguien en cualquier sociedad. Es interesante ver que los niños de dicho centro educativo público, migrantes, cargan con todo el bagaje cultural, aunque, valgan verdades, son los que rápidamente van a atraer la asimilación a sus respectivos hogares: la lengua, las costumbres, la historia, la visión particular del mundo que cada sociedad tiene. Todo eso es llevado por los más jóvenes a sus hogares. Es por eso que los países donde hay mayor migración como los europeos y los EEUU. Les interesa de sobremanera que los jóvenes vayan a sus escuelas, así la asimilación logra sus objetivos. Por lo boca de Mike, oímos las palabras amenazantes culturales que nos dice que ya ha cruzado la orilla tal como lo dice en su frase “…Allí todos son latinos. Latinos que hablan español como les da la gana, pero que también tienen la obligación de hablar el inglés, no como les dé la gana, sino como a nosotros, los estadounidenses nos da la gana” (pág. 42)
En medio de esa jungla, aparece Clarita, linda, una filigrana para esa selva. Pero, en el orden social, ella debe ocupar un lugar. Cual tragedia griega, el personaje bello encierra en sí un falta destino como la novela nos la ha de contar. La predestinación surge porque nuestro ahora héroe griego “destruye” el orden de las cosas al haberse enamorado de la hija de una prostituta, también ciudadana del Little Lima. Su marginalidad se extiende a su hija y la condena, la ensucia, la marca y la hace maldita. He aquí uno de los principales motivos por el cual esta breve novela tiene visos fatalistas. Vas a crecer en una sociedad de oportunidades, tal como te la han dicho que es, pero esas oportunidades te harán morder una serie de sinsabores que te harán cambiar, a no dudar. Nuestro narrador, simple mortal, juega su rol de héroe predestinado a la desgracia; es el reflejo de cómo todos los peruanos vemos la vida, en la cual dios juega un rol fatalista, “dios lo quiso” “es un castigo divino”, “si dios lo quiere”, “resígnate, así dios lo ha querido”, son frases que surgen rápidamente para justificar en muchos casos nuestra propia torpeza o una forma muy sutil de desprenderme de mi responsabilidad y achacársela a otro.
La novela es ágil, se lee en un solo tranco; personalmente me gusta la imaginación para recrear situaciones creíbles de una sociedad en cual nunca estuvo. Fuera de las alusiones a muchas personas de la soiciedad peruana de antaño, como Perico León y Elmer Alfaro, el famoso "Machucao", hay muchas alusiones a situaciones sociales que para muchos jóvenes como ustedes le son muy extrañas: la vida de Lima en los 80, Sendero Luminoso, Bolívar, la situación histórica de Argentina, Uruguay, Chile y el famoso plan Cóndor que lo lidero Morales Bermúdez  y no Velasco (dato histórico que habría que corregir), el judaísmo tan raro por nuestras tierras y del cual tenemos una fuerte herencia religiosa. Hubo momentos, personalmente, que recordaba los terribles momentos de lo que era Sendero en los 80, bajo el gobierno de Belaunde y el nefasto primer gobierno de AGP, los apagones, los cortes de luz, el toque de queda, los perros muertos colgados en los postes, las masacres de campesinos, nuestros casi 70 mil muertos (más que cualquier país de América que no haya tenido conflicto externo); son situaciones que deben pasar al olvido.
Nuestro narrador, Mike, la madre, la Tía Nelly se fueron para dejar todo eso atrás, pero quiera uno o no, la historia la cargas contigo y te marca. Paterson City es pues la historia de muchos peruanos y de uno solo.

viernes, 3 de septiembre de 2010

LA SEMANA TIENE SIETE MUJERES. NUEVO LIBRO DE GUSTAVO RODRÍGUEZ

Este es el texto escrito para la presentación del libro mencionado.

Quizá una de las características más relevantes de un escritor viene a ser cómo uno utiliza el lenguaje para transforma no sólo su entorno sino su percepción especial de la comunicación y de la belleza. Es indudable que la vida de cada uno influye en la construcción de los vínculos entre esos peculiares mundos internos con las formas externas, con el lenguaje. Gustavo Rodríguez ha trasladado permanentemente ese mundo de la imagen que es su material de trabajo a su creatividad literaria. Me acerqué a su obra en su primera novela, LA FURIA DE AQUILES, la cual hizo a reír a todos mis alumnos y a mi persona. Desde el título nos crea la intriga, puesto que uno espera hallar una novela de carácter épico y se halla con una divertidísima novela de adolescentes que hace a uno desternillarse de risa, sobre todo en ese personaje que es Cabeto, al cual he hallado muchas veces en amigos, alumnos y personajes que discurren en la vida diaria. El porqué de la mención del título de esta novela está en el hecho de que su estrategia de comunicador y publicista ya parte desde ahí: igual se ve en su libro compilación TRADUCCIONES PERUANAS y ese libro de listas tan interesante compartido que es AMPAY PERU. Sus títulos ya tienen el poder de captar a un incauto lector, comienza a tejer el hilo que envuelve al lector. Aunque no me mordió con LA RISA DE TU MADRE, quizá mi complejo de Edipo no haya funcionado bien.


La trama del drama en ciernes se sintetiza en dos palabras que van a ser claves a lo largo de la misma, son el hilo conductor subyacente en las acciones de cada uno de sus personajes: discriminación y apariencia. En esta última se circunscribe la infidelidad, tolerada en una sociedad de formas bastantes anticuadas como la nuestra. Así van apareciendo sus personajes, construidos a través de un profesor frustrado (otra de las palabras que surgen a lo largo de la lectura) que deseaba a Gloria para él, pero que se ve “atrasado” por un cholo norteño (de Piura, precisamente), cetrino. Una ofensa para un blanco venido a menos en una sociedad abiertamente racista como la nuestra.
Aunque vemos identificadas a cinco mujeres con los días hábiles de la semana, son otras dos las que envuelven el fragor del fin de semana Gloria, la esposa, y su hermana Gracia, la cuñada. El piurano es un personaje con un fuerte conflicto que mejor no mencionar para que el lector lo descubra y cada una de estas 7 mujeres cumple un rol diferente. La denominación recae por el hecho de entrevistar a cada una de ellas en un día específico de la semana para averiguar una posible infidelidad. Rápidamente al inicio de la novela nos contextualizamos en un velorio y, como en Otello y el famoso pañuelito, un papelito rosado escondido en el cadáver del piurano depositado en su ataúd, ahí comienza la acción. Interesante es el orden como las va presentando: la chica lunes corresponde a su despertar, a su llegada a Lima y a su primera frustración (aunque luego llega el ajuste de cuentas). La chica martes es una foránea como él, una chica ecuatoriana que en el fondo la ve como su propia persona: desarraigo y abandono. Es también la más desafiante de todas pues no la inmuta ser hallada en la cama nupcial. La del miércoles es la artista, la del teatro, la del teatro del mundo, la de terribles apariencias (como la de tener un padre alcohólico en su “simpático” mundo). En cierta manera, los astros que rigen a los días de la semana ayudan a contornear a estas mujeres, así la chica jueves es la jovialidad que buscaba el Piurano. Y la chica viernes es la que carga con las mayores desgracias, es la que calla lo que ve de su patrón, es la empleada, la que irónicamente es más celada por la patrona que a sus amigas u otras posibles rivales. Es el lado humano aparentemente débil y más triste de la novela; pero, como el Piurano, es el personaje que se va construyendo desde más abajo. Su miseria inicial (migrante andina que se va a vivir a un lugar carente de toda comodidad) se va transformando en oportunidades y es, de todos los personajes, la que tiene, quizá, una idea de lo que quiere hacer de su futuro, su pasado no la detiene, no la agarrota, puesto que tiene mucho que ganar: su personaje es como la tierra, nos castiga con terremotos, pero es a la vez generosa en darnos la facilidad de vivir en uno de los espacios más pródigos del planeta.

Quedan para “el fin de semana” los dos personajes que tienen nombre propio y con los que se abre y se cierra el ciclo novelístico: Gloria y Gracia; hermanas, una agraciada y la otra gordita. Se traicionan y son sus actos los que abren la puerta a la obsesión, la infidelidad, inseguridad y traición. Quiero tomar prestada una frase de la novela EL FUROR DE MIS ARDORES (SIU KAM WEN), donde reza lo siguiente: “las palabras amor y posesión son sinónimos”

Las escenas finales del velorio rodeado por las mujeres que amó parecen arrebatadas del entierro del personaje principal de la película EL HOMBRE QUE AMABA LAS MUJERES. Todas cómplices de su amor y que en cierta manera no era necesario saber más allá de lo que se tiene adelante. Pero la curiosidad muchas veces nos da trastos y dolores. Y la verdad también.

EDGAR MORIN Y LA EDUCACIÓN: LOS SIETE SABERES NECESARIOS. Principios críticos para la nueva educación

Quiero confesar que es la primera vez que leo a Edgar Morin de una manera detenida para ir ahondando en su pensamiento y la influencia que dicho pensamiento influye y cuestiona la educación moderna a todo nivel. Es necesario internarse en su vida para poder entender el vínculo entrañable que existe entre sus experiencias personales y su obra intelectual.

Miguel Grinberg lo presenta así: Morin nació en París el 8 de julio de 1921, quien debió aprender a resistir el dolor desde su temprana niñez por la prematura muerte de su madre; se enroló muy joven a las filas de la Resistencia Francesa y se adhirió al marxismo-leninismo. En 1949 tuvo una fuerte crisis de ideas y se escindió de las filas del estalinismo soviético, pero tampoco abrazó el ideal burgués, al cual muchos intelectuales de su época fueron tentados. Comenta Grinberg sobre su niñez datos tan relevantes como: “mi padre no me enseñó una tradición ni un saber, normas y creencias. No me aportó verdad religiosa alguna, principio político alguno. Poseía, no obstante, y fue poseído por la religión de la familia, que suponía el culto a los padres y la ética espontánea de la solidaridad familiar”. Por ser hijo único vio la desintegración de su gran familia materna, ya que decidió distanciarse de sus familiares tras la muerte de esta. Su trabajo intelectual le permitió acercarse a las grandes estructuras mentales del mundo occidental: conoció la SOCIOSFERA de Karl Marx y la PSICOSFERA de Sigmund Freud. Se adentró al planteamiento noosférico del jesuita Pierre Teilhard de Chardin, y comprobó de cada uno sus limitaciones (como veremos en el discurrir de esta breve exposición). Respetó el fenómeno social como una manifestación sincera, limpia, y le interesaron de sobremanera aquellos que reconocían como “desordenados, irregulares, desviados, oscuros, indeterminados, aleatorios”, aquellos que son el objeto de rechazo y postergación de las grandes corrientes sociales, económicas, políticas, culturales y científicas de un mundo que quiere controlar todo casi matemáticamente (desde muchas perspectivas: cuadros macroeconómicos, teorías socioeconómicas y corrientes macro culturales que puedan avalar, por ejemplo, la economía libre de mercado en la actual globalización).

Ante su exigente formación intelectual y con el fin de preparar a la Humanidad dentro de un modelo educativo más inclusivo, integrador y dentro del marco del pensamiento complejo, fue invitado a escribir una reflexión de la situación actual, un diagnóstico, a pedido de la UNESCO en 1996, cuando iniciaba su “Programa Internacional sobre la educación, la sensibilización del público y la formación para la viabilidad”. Ya se hablaba de la educación en términos de la DURABILIDAD, una educación que permitiese al educando prepararse para el avenir, no solo en conocimientos sino en herramientas y actitudes que le permitiesen afrontar los nuevos retos. Muchas de las cosas que voy a comentar ahora cuestionan todos los niveles educativos, puesto que muchos de los siete puntos que se van a exponer han remecido nuestro sistema como tal.

Morin pide, en su ensayo publicado en 1999 (disponible en Internet y su uso es libre para el uso intelectual), que los siete saberes necesarios que va a exponer sean incluidos en los planes educativos de todas las actuales sociedades sin excepción, pese a que han de tocar elementos sensibles de nuestras sociedades como el pensamiento científico, las opciones filosóficas y creencias religiosas.

Los siete saberes son: las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión. Los principios de un conocimiento pertinente. Enseñar la condición humana. Enseñar la identidad terrenal. Enfrentar las incertidumbres. Enseñar la compresión. La ética del género humano.

Debido a la brevedad de esta exposición me voy a limitar al primer saber.

1) El primer saber se focaliza en el conocimiento y “las cegueras” de este: EL ERROR y LA ILUSION. Morin advierte que la educación debe mostrar que no hay conocimiento que no esté de alguna manera u otra, amenazado por el error y la ilusión. Advierte, válidamente, que un conocimiento no es el espejo de las cosas o del mundo exterior, sino que es una transformación que todos los seres humanos hacemos de nuestro entorno. Explica dos interesantes motivos: todo conocimiento es una traducción y por lo tanto está sujeto a errores, ya que es una interpretación racional; además, la racionalidad no está exenta de sentimientos. Como bien lo explica, cualquier racionalidad está siempre acompañada de un sentimiento que moviliza nuestra curiosidad, necesidad o ansia de saber. En sus palabras, “el desarrollo de la inteligencia es inseparable del de la afectividad”, lo que conlleva a decir que pueden surgir distorsiones. Además, la ciencia cuenta con paradigmas, algunos de los cuales pueden desarrollar ilusiones y ninguna teoría científica puede decirse que dure eternamente. Ejemplos a lo largo de la historia lo demuestran, algunos con tristes casos como el Giordano Bruno o Galileo Galilei. Morin clasifica los errores en:

a. Mentales: Nuestro organismo recoge información a lo largo de su existencia y la va transformando como una suerte de tamiz. Influyen en este proceso nuestro organismo en sí, nuestra naturaleza mental (egocentrismo, negación) y nuestra capacidad de selección de nuestra memoria. Aquí es interesante discutir una serie de ideas que han sido discutido en los últimos años: caso es de la Civilización y cultura, términos cuestionados por pensadores como Walter Mignolo, y el concepto de Cultura o lo culto que marginó por mucho tiempo a la cultura popular, la que se encarga de los elementos “presenciales” de una sociedad como lo plantea Santiago López Maguiña. Estos conceptos son aprendidos y han permanecido por mucho tiempo en nuestras sociedades y han servido como un prisma del cual hemos construido nuestros esquemas y nuestros juicios de valor.

b. Intelectuales: un sistema de ideas puede contener errores y muchas veces tiende a justificarlos. Esto se da mucho más en las doctrinas que no aceptan cuestionamientos. Volvamos a retomar las propuestas reflexivas de Mignolo, quien habla de Darcy Ribeiro para determinar nuevas perspectivas intelectuales que permitan una nueva lectura de nuestras sociedades e historias. La visión eurocentrista de los ‘últimos 500 años nos ha mantenido en una suerte de limbo del cual debemos salir para construir nuestras identidades a través de la educación.

c. De la Razón: nuestra racionalidad nos permite adecuarnos al manejo de la información y contrastarla con una serie de factores de verificación. Así tenemos una racionalidad constructiva, la que crea teorías coherentes y una racionalidad critica, la que evita que dichas teorías se conviertan en doctrinas. Pero no necesariamente el proceso de selección obedece a una racionalización equilibrada, ya que al constituirse en un sistema lógico, puede fundarse sobre bases mutiladas o falsas, y se niega a discutir con otros argumentos. Esta seudo racionalidad muchas veces crea su mundo y no interactúa con la realidad en la que opera, llegando en algunos casos a rechazarla. Según dice Morin, la verdadera racionalidad “dialoga” con la realidad (que en cierta manera se resiste a ser interpretada). Este encuentro debe ser fruto del debate argumentado de las ideas y no debe ser propiedad de un sistema de ideas. La racionalidad llega en muchos casos a prescindir de los seres, los afectos, de la subjetividad y la afectividad. La reflexión de Morin llega a criticar el pensamiento occidental, puesto que este se ha creído (y se cree) dueño de la racionalidad; este se dedicó a ver errores, ilusiones, retrasos en todas las demás culturas a las cuales sometió por su poderío tecnológico y para tal ha construido constructos o esquemas mentales racionales que han justificado este status quo, desde dogmas religiosos (muy prolífero el estudio del pensador francés Jacques Lafaye sobre la conquista de América en su libro MESIAS, CRUZADAS, UTOPIAS) hasta sorprendentes pero “racionalmente” justificadas, teorías raciales.

d. La ceguera del PARADIGMA: punto complementario de lo anterior mencionado, puesto que el paradigma es el ingrediente necesario de la racionalidad. El paradigma selecciona conceptos maestros de inteligibilidad. Este proceso excluye, muchas veces, conceptos que le son antinómicos (el desorden para el determinismo; el espíritu para el materialismo; la materia para las teorías espiritualista; los acontecimientos para los estructuralismo). Así, pues, rechaza ideas que no estén integradas a su discurso o a la teoría. Estas son las razones por las cuales nuestras sociedades han sido poco comprendidas, ya que están ubicadas en el campo de lo salvaje y de lo caníbal. La reciente tercer ola de Globalización ha fingido, como lo advierte Mignolo, haber neutralizado esa percepción peculiar de Europa de los países colonizados y se ha iniciado una sutil forma de “integración” de los países fuera de la producción intelectual identificadas por ellos como relevante. Todo esto se sustenta en una determinación de sus operaciones lógicas maestras, las cuales se tornan preponderantes, pertinentes y evidentes. Y este proceso no permite cierta operación lógica necesaria: la disyunción, la otra posibilidad. Por eso, la adecuación de los primeros eventos de conquista fue un proceso lento y vertical, lo que justificaba su proceso de evangelización, primero, y luego el de civilización. La adecuación empezó con el pensamiento de Descartes, tras la hecatombe del pensamiento europeo luego del descubrimiento de América. El paradigma efectúa así la selección y la determinación de la conceptualización y de las operaciones lógicas, designando las categorías fundamentales de la inteligibilidad y controlando su empleo. La sociedad que lo usa, lo enseña a sus individuos. Va creando relaciones primordiales en el nuevo conocimiento determinando nuevos conceptos, imponiendo discursos y teorías, organizando las mismas y regenerándolas dentro de su marco referencial. Desde el siglo XVII (punto de partida de Descartes y su individualidad subjetiva racional ha separado los objetos de estudios en planos simétricos opuestos:
 Sujeto/objeto; alma/cuerpo; espíritu/materia; calidad/cantidad; finalidad/causalidad; sentimiento/ razón; libertad/determinismo; existencia/esencia.
Una suerte de desdoblamiento y no de integración, excluyendo la disyunción. Lo que no encajaba quedaba en el mundo de lo oscuro, de lo ignoto e incomprendido. Lo mismo pasaba con las lenguas, priorizándose las lenguas occidentales y postergando las aborígenes. Todo esto va creando, ayudado por el paradigma y los modelos de compresión, juicios de valor y rechazo, con los modelos educativos a estimular y rechazar.

e. Acompañan a los paradigmas el determinismo de las convicciones y creencias. Son una forma de sacralización del conocimiento y que termina por anatematizar todo aquello que no encaje dentro del esquema. Hay un ejercicio de coerción que ya se conoce desde la época del Renacimiento y el caso de Giordano Bruno. Se crea, pues, una convergencia de determinaciones sociales, económicas y políticas, como el poder, la división de clases, burocratización del trabajo; con las determinaciones culturales y encorsetan el conocimiento. Los ejemplos se han dado en las dictaduras marxistas como en las del libre mercado (la nueva dictadura) que se han vuelto imperativos de la actualidad. Esto genera lo que él denomina como IMPRINTING como una huella que se delimita una suerte de conformismo y hacia una normalización de la sociedad. Es una determinante de una sociedad, funciona como un molde. Cada ciudadano que accede a una cultura recibe una huella indeleble que lo acompañará a tomar decisiones en su vida.

f. La Noosfera es un mundo ideal en el cual “moran” las ideas, las cuales tienen una suerte de vida propia. Estas existen y asumen una suerte de parámetro del comportamiento y la vida en general de una sociedad, ya que en ella se instalaron los mitos, los dioses; también se han instalado las ideas, las cuales motivan a los hombres a una hiperconsciencia irracional (contradicción). Este mundo debe servir para orientar, no para generar divisiones entre los humanos. Al construir nuestras ideas, estas deben estar sometidas a la duda, puesto que pueden impedir una verdadera relación con el objeto de nuestro estudio, pero no podemos prescindir de ellas, ya que son la pauta para iniciar un estudio y ver sus errores, además.

g. Ante lo planteado por Morin y lo que hemos podido ver en los últimos años, lo inesperado debe formar parte de nuestras expectativas. El avance de la tecnología nos he permitido acceder a nuevas ideas, sociedades, formas de ver el mundo, epistemologías nuevas de la vida. Muchas de estas cuestionarán las nuestras. Los avances en las ciencias sociales latinoamericanas, así como la expansión de las sociedades asiáticas en todos los ámbitos relevantes han de generar fuertes cambios en el mundo. Mignolo advierte en su artículo GLOBALIZACION, PROCESOS CIVILIZATORIOS Y LA REUBICACION DE LENGUAS Y CULTURAS algunos cambios que se avecinan y la actitud bastante reticente de las actuales sociedades dueñas del conocimiento ante estos cambios. No hay que olvidar que la globalización expande el conocimiento, pero este es aun exclusividad de ciertos centros de poder académico.

h. Por último, en el conocimiento debe haber incertidumbre. El conocimiento del conocimiento que vincule al educando con su conocimiento debe ser el principio de toda educación. Debemos saber que el conocimiento en general estará sujeto a condiciones bioantropológicas, culturales y noológicas, las cuales cuestionaran al conocimiento en sí. Debemos estar atentos a cómo integrar al educando con el conocimiento y que este integrado en su entorno, y hacer una meta reflexión del mismo para observar y criticar, no permitir que se ciegue el conocimiento por cualquiera de los puntos anteriormente expuestos. Así pues preparar nuevas teorías más abiertas, críticas, racionales, autocríticas. Se necesita un nuevo paradigma que permita el conocimiento complejo, que integre ese mundo que está allí afuera esperando ser entendido y atendido por nosotros mismos. Como bien culmina Morin su primera reflexión hay que evitar que los hombres y mujeres seamos juguetes o esclavos de nuestras ideas deterministas y erróneas. La educación, como deber, tiene que armar a cada uno de nuestros alumnos para el combate vital por la lucidez. Indudablemente que es un extraordinario punto de partida.

FUENTES:

1) MORIN, EDGAR. LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACION DEL FUTURO, UNESCO, 1999.

2) GRINBERG, MIGUEL. EDGAR MORIN Y EL PENSAMIENTO COMPLEJO, www.pensamientocomplejo.com.ar

3) BEORLEGUI, CARLOS. FILOSOFIA DE LA MENTE, VISION PANORAMICA Y SITUACION ACTUAL.

4) VICH, VICTOR. SOBRE CULTURA, HETEROGENEIDAD, DIFERENCIA. De ESTUDIOS CULTURALES: DISCURSOS, PODERES, PULSIONES. PUCP, UNIVERSIDAD DEL PACIFICO, IEP, LIMA, 2001.

5) MIGNOLO, WALTER. GLOBALIZACION, PROCESOS CIVILIZATORIOS Y LA REUBICACION DE LENGUAS. De GLOBALIZACION Y DIVERSIDAD CULTURAL. IEP, LIMA, 2004.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

PSICOLOGÍA Y CINE

Las artes han sido el campo de las ideas de un momento histórico. Mediante el material de cada una de las grandes artes, la humanidad ha ido moldeando a través de obras propuestas para el entendimiento intrínseco, una sociedad. El arte tiene cuatro grandes funciones: divertir, hacer conocer, denunciar o evadir. Tomadas estas, sobre todo el hacer conocer, ha sido también un medio propagandístico muy bien usado para hacer conocidas varias propuestas. Por eso se dice, que el artista es una suerte de vaso comunicante que resume su época, su sociedad, su coyuntura. El cine ha sido, pues, una de las artes más efectivas para hacer masiva su propuesta de difusión, lo que vendría a serlo también la televisión. Personas tan disímiles como Lenin o Goebbels sabían lo que podían hacer con el cine. Lenin ya lo había identificado como en verdadero arte de masas, algo que no logró la literatura, la danza, el teatro y que sí lo hizo la música, a través de la ópera. Así fueron apareciendo escuelas y directores, quienes seguían una corriente o lanzaban sus propias propuestas para poder hacer del cine su verdadero campo de ideas. Todos los quehaceres humanos vieron el increíble poder del cine, la imagen en movimiento, primero, y con sonido, después. Y comenzaron a tentarlo para sus propios fines. Inicialmente el cine, como el de Georges Méliès, era de puro entretenimiento. Pero personajes como Buñuel y Dalí hicieron las primeras propuestas que acercaban ciertas corrientes de las ciencias humanas con el cine: el surrealismo. Las pantallas proyectaron filmes oníricos en la búsqueda de un nuevo lenguaje que posteriormente serán asimilados por sus propuestas metafóricas o elípticas por la publicidad. La sutileza en la psicología del consumidor.


La introducción de obras teatrales en el cine comienza con la aparición del personaje, un nuevo paradigma. Ópera y teatro se vuelcan en el celuloide y van apareciendo los arquetipos que la literatura arrastró por siglos, pero que el cine los masifica y los convierte en patrones de conducta. Algunas cinematografías como la norteamericana crea la máquina de sueños (Traummaschine) al cual se adosa el star system, que permite crear actores y actrices adecuados a los roles que se crean en los diversos géneros. Pero es el cine de autor el que va más allá y analiza la naturaleza humana, sea por sus traumas o sus desquicios, sea por los diablos que la humanidad carga desde que ésta apareció en el planeta. Directores como Bergman se han preguntado a través de sus películas sobre todo lo complejo que puede ser un ser humano y hasta dónde puede llegar. Aunque los orígenes hayan sido avalados por la divinidad o la justificación de linaje, en realidad lo que han hecho Edipo, Electra, Hamlet, Otelo, Quijote y otros contundentes personajes de la literatura, teatro, pintura, es formar los paradigmas que han de permitir acercarnos al hombre en su esencia. Los humanos hemos empleados a los mismos como elementos catárticos (como bien lo identificó el teatro griego), pero luego trascendieron en su dependencia del arte para convertirse en seres que en cierta manera viven cada día en cada uno de nosotros. Hablamos de un Edipo, pero también de lo edípico; hablamos de un Quijote, pero también de lo quijotesco.

Después del desarrollo del Positivismo científico del siglo XIX, que acompañó – como concreción del mismo – a la Segunda Revolución Industrial, la ciencia exacta (o lo que trata de serlo) comienza a invadir todo campo del conocimiento. Desde la primera taxonomización del mundo hecha por Aristóteles, es durante el desarrollo de la ciencia física y la aparición de las máquinas que surge esta necesidad de profundizar en el conocimiento y la posterior especialización. Gracias a esta actitud surgen las Ciencias Sociales como la Sociología (Auguste Comte) y la metodologización de las nacientes ciencias humanas (Lingüística y Psicología). Estas nacientes ciencias (en cuanto a la construcción de métodos que validen sus teorías, según el espíritu del Positivismo) van buscando ciertos modelos que las justifiquen. Estas nuevas ciencias van pronto creando su propio mundo científico, jerga incluida, y muchas de las teorías y métodos pasan a otras en el fluido de intercambio científico; por ejemplo el concepto de estructura dinámica como pares complementarios surge en la Fonética; la idea de paradigma es un principio lingüístico que muchas otras áreas del pensamiento la han asumido. La Psicología se hundió en el mundo mental del individuo y fue escarbando el interior del ser humano; ante los descubrimientos que iban surgiendo, hubo necesidad de la nominación de estas manifestaciones. Aquí entran a tallar los grandes personajes, que a modo de grandes haces de rasgos, son tomados para explicar el Yo de los individuos; de ahí surge la adjetivación más eficaz de los mismos.

Pero el cine es también un lente social que se aproxima ya no a lo densamente histórico, sino a la cotidianeidad y muchas veces, cual documental, puede mostrarnos retazos de la vida en su devenir y muestra a seres humanos simples con problemas, ilusiones, frustraciones y sueños que nos acompañan desde que nacemos hasta que no toca irnos. Y esto es lo grandioso, la capacidad de poder “congelar” ese momento para ser observado (como las famosas tomas iniciales que mostraba Almodóvar en sus filmes para ver la reacción de las personas cuando se la sometía a situaciones extremas como la muerte de un familiar). Pero el cine, tomando prestado un poco el concepto platónico del arte, es una imitación y esto debe tenerse en cuenta, aunque muchas personas vivan sus películas como si fuesen reales.

L´HOMME QUI AMAIT LES FEMMES (EL HOMBRE QUE AMABA LAS MUJERES) FRANÇOIS TRUFFAUT (1977) (FRANCIA) es una extraordinaria reflexión sobre los relaciones que establecemos en base de carencias, miedos y atracciones entre los seres humanos; en este caso, entre Bertrand Morane (Charles Denner) y las mujeres. Busca vida y muerte, elementos complementarios que se encuentran permanentemente en la dialéctica de la vida; el eros y el thanatos que plantea Freud en nuestras constantes relaciones. Bertrand trata de hallar, en su conflictiva vida de vínculos inacabados, las carencias en las mujeres fascinantes que lo rodean.

ENTRE LES MURS (LA CLASE) LAURENT CANTET 2008 (FRANCIA) Este es un buen film que recibió la Palma de Oro en el Festival de Cannes de ese año. Un profesor de Lengua, François Marin, se prepara para un nuevo año escolar; enseña en una escuela interracial en un barrio de París. Antes de empezar las clases, cada profesor le da a conocer sus opiniones sobre los alumnos del aula que le asignado, los buenos y los malos. Y cada uno de ellos le da a conocer las estrategias que emplea para hacer clases efectivas y lograr los objetivos. En el espíritu democrático de la sociedad, se pide que los alumnos también estén representados en las reuniones para tomar decisiones importantes en la escuela. Su aula respira democracia hasta que un incidente termina por cambiar sus ideas, puesto que las perspectivas que cada uno de los actores muestran, no han sido las esperadas. En el Consejo para ver el asunto de un alumno conflictivo se ven los resultados.

ZWARKBOEK (EL LIBRO NEGRO) PAUL VERHOEVEN (2006) (HOLANDA) Este es un extraordinario film que muestra las honduras del alma humana. Holanda ocupada por los nazis. Entre sus ciudadanos hay gente que apoya a los refugiados, pero también las hay quienes aprovechan de la miseria humana. Como en el film MONSIEUR KLEIN, una a una las personas desfilan delante de una cantante judía, quien ve a su familia asesinada, entregada por sus supuestos amigos (abogados) y enviada como carnada por la resistencia gracias a su conocimiento del alemán y su belleza. Su misión es la de espiar; y en los momentos decisivos, cuando la lealtad y el honor humanos deberían relucir, sale a flote la traición y el egoísmo que es perfectamente explotado en tiempos de guerra. Ella va a ser una permanente superviviente y esa condición, la de la resiliencia, la va a arrastrar hasta el fin del film cuando la veamos viviendo en un kibbutz asediado por las bombas en los años actuales.


martes, 31 de agosto de 2010

MEXICO EN CANNES

Que el Festival de Cannes es el más democrático del mundo, nadie lo duda; que ha logrado mostrar las mejores cinematografías del orbe en su momento, todo el mundo lo certifica. Cannes ha sido el espacio más abierto a todas las propuestas del séptimo arte de todos los tiempos. América Latina estuvo presente desde un principio, sobre todo las grandes cinematografías como la argentina, brasileña y la mexicana. Ésta, desde un principio, estuvo presente en las primeras Palmas (llamada entonces GRAND PRIX) con el film MARÍA CANDELARIA de Emilio “El Indio” Fernández; éste recibió otro premio en 1949 en la categoría de composición musical por PUEBLERINA. En 1951, sube al podio de ganadores Luis Buñuel como Mejor Director con su obra LOS OLVIDADOS. Aunque hecha por capitales norteamericanos y con actores y directores de esa nacionalidad, VIVA ZAPATA recibe el premio por la mejor interpretación masculina, la cual recae en Marlon Brando (1952). Nuevamente Emilio Fernández recibe un galardón por su mejor narración en imágenes por el film LA RED en 1953. Buñuel gana el Premio Internacional con NAZARIN en 1959 así como el Premio de la Crítica Internacional con EL ÁNGEL EXTERMINADOR en 1962. Ya el 1961, había recibido la Palma de Oro por su film VIRIDIANA. Prácticamente el cine mexicano “desaparece” de los podios de este festival, pero su presencia era permanente. El ascenso de Carlos Reygadas como ganador del Gran Premio del Jurado en 2007 con su obra LUZ SILENCIOSA hizo que México vuelva a la palestra del celuloide. El año anterior, otro “enfant terrible” había recibido el Premio a la Mejor Dirección: Alejandro González Iñárritu por su film BABEL. Otro premio fue para el guionista Guillermo Arriaga por el film LOS TRES ENTIERROS DE MELQUIADES ESTRADA.
De la calidad de la actual producción mexicana, se estima que habrá más premios en ciernes como así lo demuestra el reciente film ganador en la modalidad de Cámara de Oro, AÑO BISIESTO de Michael Rowe. Pero hay que destacar la gran competencia con cinematografías que hasta una década pasada eran poco pensables de ser difundidas y vistas en estas latitudes como el cine rumano, uzbeko, chino, coreano y el reciente boom del cine tailandés. Pero en el espíritu de la grandeza del cine como arte, que Cannes sea siempre una fiesta.


VIRIDIANA LUIS BUÑUEL 1961 Quizá uno de los filmes más irreverentes de Buñuel, muy censurado por la curia romana y que disgustó a todas las autoridades eclesiásticas de los países en los que se proyectó esta polémica película, hace escarnio de la actitud pacata e hipócrita de las personas que dicen ser religiosas, pero en sus vidas actúan de otra manera; hay una escena que toma como marco de referencia la Última Cena y están protagonizada por un grupo de desalmados mendigos, delincuentes y prostitutas; esta es precisamente la escena que irritó a Roma y por la que nuestro director se enfrentó a la iglesia. Pero Cannes también desafió a la iglesia en 1961, puesto que el año anterior había entregado las Palmas a otra desafiante película como lo fue La Dolce Vita de Federico Fellini. Pero por esos años se venía venir un aggiornamento de la iglesia que tuvo su más alta manifestación en el Concilio Vaticano convocado por Juan XXIII. Eran otros tiempos.

SANGRE AMAT ESCALANTE 2008 Fue la ganadora del premio principal en la categoría UN CERTAIN REGARD (Una cierta mirada o perspectiva), premio que fue otorgado a los directores del film peruano OCTUBRE, los hermanos Vega. Esta categoría se introdujo en 1998 con el fin de promover la producción de jóvenes talentos y que, además, tienen un apoyo económico para iniciar su distribución en Francia y en varios países europeos. Algunas buenas películas sudamericanas han recibido el premio como la genial WHISKY de Uruguay. Este film es una historia oscura de pasión y crimen, odios y amores filiales truncos. Una pareja anodina, pero de intensa pasión carnal, se ve de pronto perturbada por la visita de la hija de él de su primer matrimonio. Los celos saltan y el desenlace es trágico. ¿La sangre llama a la sangre? Cuestión de perspectivas.

JAPÓN CARLOS REYGADAS 2002 Mención especial en la categoría Cámara de Oro (CAMÉRA D´OR) el 2002, es la ópera prima de este genial director (también autor de la polémica BATALLA EN EL CIELO y la bella LUZ SILENCIOSA). Un hombre que se prepara para morir decide dejar la gran ciudad (México) e irse a la vastedad de un lugar solitario y árido de un cañón. Se aloja en la casa humilde de una viuda y es a través de esta experiencia que el hombre va descubriendo cosas íntimas de sus sentimientos y necesidades, de sus odios y frustraciones hasta su posibilidad de amar y querer vivir. El paisaje juega un papel importante y, como en LUZ SILENCIOSA, da un toque envolvente y transformador de todo aquel o aquella que se encuentra ahí, en su seno.

EL VIOLÍN FRANCISCO VARGAS 2007 un film grabado como si fuese un documental en blanco y negro nos muestra una triste y violenta historia de marginados y desterrados. Trata sobre un viejo que se encuentra entre militares y guerrilleros en una sociedad marcada por la pobreza y la violencia represiva de las fuerzas “del orden”. Podría ser Chiapas, pero puede ser cualquier sociedad andina de nuestros países o en las que haya demasiada y marcadas diferencias sociales. En momentos como estos, en los que comunidades selváticas en nuestra selva se levantan, este film adquiere cierta dimensión en la contextualización respectiva. Muchos critican su clara alusión política, pero en filmes como éstos es bastante difícil asumir un rol neutral. Este film también recibió el premio UN CERTAIN REGARD.

viernes, 20 de agosto de 2010

MÉXICO ACTUAL: DIVERSAS PERSPECTIVAS EN SU CINE

Indudablemente las cinematografías latinoamericanas han tenido un crecimiento bastante dispar a lo largo de su carrera. Durante el periodo mudo, Latinoamericana tenía una producción más o menos regular, casi todos los países tenían una producción regular. En el caso peruano, no sólo Lima hacía largos y cortos, sino que muchas partes del país como Cuzco, zona que vivía en auge del indigenismo vieron un significativo desarrollo del cine como una nueva búsqueda comunicativa y artística de los peruanos de entonces. Producciones significativas se desarrollaron en otras partes de nuestro vasto continente, algunas de las cuales fueron extinguiéndose por diversas razones, siendo la económica en la mayoría de casos. En Perú, Bolivia, Chile, Colombia, en casi todas las naciones sudamericanas se estaba gestando una serie de cinematografías, cuyos temas principales son los de amor, aventuras e históricas. El surgimiento del sonoro, el desarrollo técnico y las guerras mundiales fueron causando estragos en estas industrias incipientes, algunas de las cuales eran bastante artesanales.


El recientemente fallecido Carlos Monsiváis, agudo crítico de la sociedad mexicana, había escrito diversos ensayos sobre los arquetipos cinematográficos de la Edad de Oro mexicana, los años 50. Personajes como Cantinflas, Jorge Negrete, Miguel Aceves Mejía, María Félix y Dolores del Río habían estandarizado en cierta manera el mundo de personajes para ser llevados a la pantalla. En realidad, cada uno de los personajes, salvo algunas direcciones y filmes notables, obedecía a variables de los prototipos como bien los había descrito Monsiváis en su ensayo NO TE MUEVAS, PAISAJE.

Indudablemente que los años 60 y 70, sobre todo, le pasaron factura a esta cinematografía. Graves problemas sociales que estallaron en los 60 eclosionaron en la famosa matanza de Tlatelolco que empañaron el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y las famosas Olimpiadas de las alturas (ya que por primera vez se hacía en una ciudad más allá de los 2 mil metros s.n.m.). La violencia desatada desnudó una serie de problemas que yacían ocultos en una ciudad que sintetizaba el país entero. México ha sido un país que tuvo una sui-géneris continuidad gubernamental que llevó a grados altos de corrupción de violencia, caso Salinas de Gortari, o asesinatos de candidatos que querían una renovación del aparato estatal anquilosado (como el caso de Luis Donaldo Colosio).

El famoso NAFTA de América del Norte trajo duras consecuencias en la economía mexicana que tuvo sus terribles secuelas en los famosos “efectos” de los años 90, como cerrando el siglo XX. Como el efecto SAMBA, VODKA, DRAGÓN, cayó sobre México el nefasto efecto TEQUILA, que arrasó con los ahorros de la gente de clase media; era 1993. Al año siguiente estalla Chiapas, y el Comandante Marcos y sus rebeldes son temas del arte mexicano de entonces. Con la subida de Vicente Fox y la derechización de la sociedad mexicana surgieron nuevos problemas, tan graves como la violencia estructural que se vive actualmente, producto del narcotráfico, debido a la desgracia de tener vecino a México al mercado de la droga más grande del mundo: EEUU. La violencia se ha enraizado lamentablemente en zonas limítrofes y en las grandes ciudades del país.

Así pues, el actual presidente de México, Felipe Calderón, ha subido al gobierno rodeado de violencia y con algunos visos de fraude en contra de su rival de la izquierda, Manuel López Obrador. La sociedad mexicana dista mucho de la sociedad de los 50. Una de las ciudades más grandes del mundo (DF.), un país que sufrió una fuerte debacle con el gran fraude del 2008, y los conflictos de droga que carcome las ciudades fronterizas han hecho de México una nación de extremos. Su arte lo refleja. Su cinematografía lo grafica permanentemente.

En un interesante artículo llamado Roads to the South de Alex Cox en la revista Film Comment (diciembre 1995), él comenta que la visión de México había sido (para él) a través de directores norteamericanos (como Sam Peckinpah o John Huston) o directores extranjeros que residían en México, caso Buñuel. Cox hace un recuento de las que serían las diez mejores películas de esta cinematografía hasta los 90, con una sesuda reflexión y análisis de las mismas. En los 40 el eximio fotógrafo Gabriel Figueroa hizo un genial trabajo sobre todo en los trabajos de Emilio el Indio Fernández. El cine mexicano se vio bastante amenazado por el tratado NAFTA, ya que dicho tratado se oponía a cualquier tipo de ayuda gubernamental. La ambición de Hollywood fue opuesta por un puñado de directores y gente de cine creativos. Algunos cineastas como Arturo Ripstein aparecieron con cierta frecuencia en las pantallas mexicanas ampliamente dominadas por el cine gringo. Los filmes como EL CASTILLO DE LA PUREZA, LA REINA DE LA NOCHE y PRINCIPIO Y FIN estuvieron sólidamente en cartelera. En los 80 y los 90 surgen otros como Luis Alcoriza, Jaime Humberto Hermosillo, Nicolás Echevarría y directoras como María Novaro y Marcela Fernández. No se puede dejar de nombrar a Paul Leduc, quien hizo un verdadero retrato de Frida Kahlo y no el bodrio hollywoodense que vimos hace unos años. Hollywood siempre ha encontrado alguna que otra oportunidad como bien lo comentó Jaime Costa en la revista Cinemateca de julio 1982. En su interesante artículo hace un recuento de los tres grandes países que son “retocados” por Hollywood: Brasil. Argentina y, sobre todo, México.

En la actualidad hay grandes directores, muchos ligados a la cinematografía mundial como Alejandro González Iñárruti y su éxito Amores Perros; Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y el sorprendente Carlos Reygadas (Luz Silenciosa y Batalla en el Cielo, la primera una obra maestra). Esta internacionalización y la conversión de muchos actores y gente de cine en gente del mundillo y del jet-set, ha hecho que distraigamos nuestra atención por la cinematografía que, como la argentina, está permanentemente creando.

He aquí esta breve muestra de cuatro filmes de diversas décadas que tienen mucho qué decir de su sociedad a su manera, sea la comedia, el drama o la tragedia (pero no “a la mexicana”, mismo melodramón de los años 40)


EL APANDO FELIPE CAZALS 1976 Un film bastante violento centrado en tres personajes, adictos a las drogas; un par de ellos induce a su tercer compañero para que su madre sea la que introduzca dichas drogas en el penal y para eso lo hace en sus genitales. Hay escenas muy violentas y de intensa carga erótica, de relaciones lésbicas, que aún hoy causan repulsión. Pero esta triste historia es el retrato del submundo en el cual muchas personas se sumergen y que terminan por denigrarse para lograr sus objetivos.

TEMPORADA DE PATOS FERNANDO EIMBCKE 2005 Esta es una ligera comedia de adolescentes capaces de enredarse en líos cuando están libres de todo control. Un par de amigos de la infancia se quedan solos y deciden hacer de las suyas; piden comida chatarra y se encierran a jugar los juegos virtuales y de pronto se quedan sin luz: pero de ahí surgen nuevos problemas para un chiquillo del mundo moderno.

MORIRSE EN DOMINGO DANIEL GRUENER 2006 Esta es una ácida comedia que muestra todas las aristas de la sociedad a través de un sobrino tonto e incapaz que cae en las garras de un embalsamador corrupto metido en una serie de líos legales; la hija del embalsamador se enamora del mequetrefe mientras el cadáver del tío va rodando de un lado para otro en las situaciones más absurdas como puede presentarse una comedia de humor bastante negro.

UN MUNDO RARO ARMANDO CASAS 2001 ¿Raptos? Hay muchos y nuestra sociedad no escapa de eso. Pero raptar a un famoso personaje de la televisión genera toda una situación hilarante en la que se mezcla el famoso síndrome de Estocolmo con el afán de querer convertirse uno en estrella de TV. Las situaciones tensas como ridículas se suceden a lo largo del film, sea por el afán de obtener la mayor ganancia de la víctima como la gran oportunidad de que este personaje te abra las puertas al estrellato. Para la sociedad peruana, hay muchísimos parecidos.

UNA PREGUNTITA, a propósito de Lori Berenson

Muchos peruanos están felices por el retorno a prisión de Lori Berenson, ¿habrá muchos más cuando Químper, León Alegría, Crousillat y otros muchos de la farándula delincuencial estén en prisión?
Es extraño que aún no se haya hallado a los gruesos delincuentes o que la efectiva justicia no envíe a la cárcel a los archiconocidos estafadores. Espero que AGP, así como mostró su indignación por la liberación del tipejo que quemó la cara y parte del cuerpo a su conviviente, ojalá salga en los medios nuevamente indignado por la ineficiencia (?) de las fuerzas de orden para capturar a tan cínico personaje como lo es el mediático Crousillat. Pero...me estaba olvidando de los personajes del APRA Omar Quezada y Del Castillo, de quienes ya nos hemos olvidado.
Hace un par de semanas mucha gente hacía burlas, mofas y escarnios sobre la elección de Hilaria Supa a la Presidencia de la Comisión de Educación del Congreso. León Trahtenberg escribió un artículo en Perú 21 que destempló a todos aquellos congresistas que reaccionaron de la manera más indigna cuando todos sabemos el talante de muchos ellos y que tienen la caradura de no sonrojarse para conformar las comisiones gordas (hasta la de Ética, la más vapuleada de las palabras humanísticas en esa cueva de buitres). Otorongo no come otorongo. 
Con una memoria así y una indiferencia de la sociedad civil apabullada por una economía de mercado que nos vende la ilusión de desarrollo (para algunos), AGP sale ganador de nuestra risible democracia en 2015. Tenemos lo que merecemos.

jueves, 5 de agosto de 2010

CAJABAMBA, HASTA UNA PRÓXIMA VEZ

Al día siguiente de tan extenuante jornada, nos levantamos con muchos bríos y mucha hambre. Nuestros músculos aún sufrían los embates del día anterior y una sed de caballo nos movilizó temprano de nuestras camas. Aunque estábamos en la sierra, a unos 2,850 metros de altura, Gloriabamba (así dicen que la nombró Bolívar en su estancia en esta pequeña pero linda ciudad) tiene un clima benigno y una geografía no tan tortuosa como muchas de las ciudades de la sierra tienen. Con el sol radiante serrano, salimos a tomar desayuno. La principal falencia de la ciudad está en los servicios de cualquier tipo. Fuimos a un restaurante cercano y estuvo cerrado. Nos fuimos al que el día anterior habíamos tomado desayuno, cerrado; preguntamos a varias personas por jugos, todos indicaban al mercado. Nosotros teníamos nuestras objeciones y prejuicios. De pronto pasamos por una farmacia y pedí ser curado de mis ampollas, la ceremonia se hizo y procedieron a limpiarlas. Gajes del oficio. Mientras me curaban, afuera en la vía peatonal se llevaba a cabo el concurso de pintura para niños. Este concurso, que va en su segunda versión, tiene jugoso premios y ha hecho que diversos pintores del país hayan llegado desde lugares como Cuzco, Arequipa, Puno y otros más. Vi algunas caras conocidas, todos cargando sus caballetes para ir buscando los mejores ángulos de la ciudad. En cierta manera, Cajabamba es una ciudad fotogénica y pictóricamente "retratable". Lo que sí me dio pena fue el hecho que este concurso es un velado homenaje a José Sabogal y su casa que se encuentra no lejos de la plaza de armas está muy mal tenida.
Luego de la cura, fuimos al mercado. Habíamos descubierto una tienda de quesos y una ricas y vigorizantes barritas de ajonjolí. A pelo. Compramos buena fruta en el mercado, a un precio increíble (manzanas, limas, mandarinas). Es una pena que nuestro país tenga un índice tan pobre de consumo de frutas, sobre todo en la sierra, siendo una zona tan rica y variada de producción de la misma.
Nos habíamos encontrado con Claudia Morales, una ex alumna mía en las calles (ya habíamos hablado por teléfono) y le preguntamos por un restaurante "decente". Por fin hallamos uno, Mixturas, creado por una pareja de jóvenes que habían vivido en diversos lugares y que han querido hacer un lugar simpático. Y lo han logrado. Pedimos otros jugos más y algo para reponer las fuerzas perdidas el día anterior. Íbamos de caminata otra vez.
Claudia había hecho contacto con una simpática señora, Cila, con la cual hicimos un arreglo de ir a Ponte (lago y cascadas) y Cauday. Además íbamos a parar en un mirador en el camino.  La caminata fue menos complicada que la del día anterior. El lugar es muy bonito y es el lugar de esparcimiento de los cajabambinos (que por cierto recibía varias visitas). Las cataratas son pequeñas y en esta parte del año no son tan impresionantes como lo suelen ser en temporadas de lluvia. Pero el problema en esos meses es la accesibilidad. Trepamos la catarata, como gatos o reptiles, le sacamos "garras" a nuestros zapatos. Genial.
Al momento de retirarnos, iba llegando más gente, entre ella ya había un pequeño grupo de personas que parecían chamanes. En nuestra ruta a Cauday vimos, desde un parador, la belleza de este valle, el de Condebamba, el que deslumbró a Bolívar. Se ven varios pisos ecológicos y es la razón por la cual había decidido regresar años después.

























Cauday es una pequeña ciudad ya cerca de Cajabamba. Ganadera y agrícola, concentra un puñado de casas silenciosas en torno a una amplia plaza de armas con gallardetes (como el de Huamachuco, es usanza de la zona), portando una inmensa bandera con franjas horizontales (no verticales) en algunas de las cuales tiene como escudo a una virgen patrona de la ciudad o región. En realidad, esta zona tiene una fuerte identidad que muy pocas veces nos hemos acercado para entenderla. La conexión con Huamachuco es clara, ya que eran pueblos prehispánicos de una misma etnia, pero guerreros entre sí. Cajabamba tiene más ricos valles por ser más baja que Huamachuco, lo que le permite mayor diversidad agrícola.

El paseo concluyó con un almuerzo en el Mixtura y luego para "asentar" el almuerzo nos fuimos a conocer el rincón de los suicidas o algo así, que es una suerte de peñón del cual se tiene una bella vista de quebradas y a lo lejos el valle de Condebamba. Estábamos cansados, así que fuimos a hacer una larga siesta hasta la noche. Nos perdimos charlas sobre la pintura, pero preferí oír a mi almohada.
La última noche decidimos comer rico y brindar con vino. Fue una amena charla y en cierta manera un resumen de lo vivido en las dos jornadas.
El último día, viernes 30, salíamos a Trujillo a la 1 p.m. Un buen desayuno - almuerzo. Gustavo se fue a una cabina internet a solucionar un problema de trabajo; por mi parte fui a tomar fotos a la ciudad, a sus calles, sus casas (algunas bellas), a la ciudad de clases que se ven bastante marcadas; de la plaza "hacia arriba", se ve una ciudad con casas grandes, de escudos. Hacia abajo, un barrio más pobre. En la actualidad esto ha ido cambiando y hay un poco más de dinamismo. Pero algo queda.
Fue un grato descubrimiento, pese a las vicisitudes pasadas, a los problemas que sus servicios generan, a los respetos por los tiempos pactados, a una serie de detalles que quedan por mejorar; pese a todo, la visita fue toda una rica experiencia, un buen baño de aventura y un recargue emocional para continuar con el trabajo y zambullirte en la fría ciudad de Trujillo.

miércoles, 4 de agosto de 2010

CAJABAMBA (2)

Una vez terminado nuestro almuerzo en el Fonseca cajabambino, y premunidos por la extensa información que el dueño del lugar nos dio de su ciudad y región, nos fuimos a un terminal cercano al restaurante a negociar con taxista para que nos lleve a algunos de los sitios propuestos. Al final de la negociación, quedamos en ir a las cascadas de Cochecorral. Partimos hacia el lugar que no muy cercano que digamos, no por la distancia, sino por la subida que tuvo que emprender el taxi. Habíamos llegado a las 5 de la mañana y a las 3 y media de la tarde estábamos ascendiendo hasta una altura de 3,300 metros. El paisaje es una belleza y hay un bosque, el cual atravesamos. Pero el bosque sufre una tala permanente, espero que haya una permanente reforestación. Llegamos a una suerte de recodo en la ruta y el taxista decidió no acompañarnos aduciendo cuidar su auto. Desde ahí empezaron los problemas. Atravesamos el ralo bosque y un par de carteles nos indicaba la ruta (?) a las cascadas. El descenso fue un poco penoso, ya que era una trocha cubierta con vegetación y más de una vez nos extraviamos y teníamos que regresar por el camino andado para ver otro sendero. Así, un poco errantes, llegamos al camino real, camino que habíamos divisado desde la altura y por el cual habíamos visto a varios campesinos caminando. Ya por el camino real comenzó una penosa escalada para llegar a dichas cascadas; el tiempo discurría y yo sentía mi corazón batir cada vez más intensamente a causa de la altura. Casi una hora y cuarto después llegamos al sitio con un agotamiento infinito. Allí hicimos una buena pausa de un cuarto de hora para iniciar el retorno. Sugerí ir por el Camino Real para tener una ruta más llana y menos accidentada. Caía la noche. El Camino Real seguía su propia ruta y ésta no se topaba con la carretera. Perdimos a nuestro taxi y entramos en un poco de ansiedad, puesto que la noche caía rápidamente. Pronto vimos luciérnagas en la penumbra y éstas surgían de todas partes. Algunos perros aullaban y divisábamos a lo lejos a la ciudad de Cajabamba. Pero la ruta se tornó tortuosa, empedrada de guijarros de todo tamaño que comenzaron a molestar a mis pies. La soledad era nuestra compañera, ya que no divisábamos a nadie en la ruta; algunas chozas parecían abandonadas, llamábamos a sus ocupantes para tener información y el silencio o un perro nos respondían. De pronto, nos encontramos con un campesino a quien le preguntamos sobre la carretera, él nos dijo que se hallaba muy cerca; cierto era, veinte pasos más y ahí estaba. Como había luna llena se podía distinguir algo. de repente un grito en la oscuridad: otro campesino borracho salía de una casa con su esposa cargándolo y sus pequeños hijos; al ver Gustavo a los niños, éste pensó en duendes; a esas alturas del camino, nuestro pensamiento mágico brotaba por doquier. Ya casi llegando a la ciudad, en los suburbios ya algunos postes de alumbrado nos indicaban algo el camino. Pero aún faltaba llegar a la ciudad en sí y varios tramos aún permanecían oscuros. 
En realidad, más temor sentía yo de las cercanías de la ciudad que del bosque en sí: los vivos son peores que los muertos a no dudar. Y así lentamente nos fuimos acercando más a la ciudad. Si antes no nos habíamos percatado de nuestro cansancio, ya en Cajabamba las caminata de cuatro horas y media nos pasó la factura: yo tenía dos grandes ampollas en la planta de mis pies y ambos estábamos tan cansados que cuando llegamos a nuestro hotel (Premier) sólo decidimos dormir y postegar la cena para el día siguiente.
La irresponsabilidad de todos (nosotros y el taxista) pudo haber llegado a situaciones mayores; felizmente no fue así y llegamos a buen recaudo.
Cajabamba siempre tiene sus riesgos, pese a los años transcurridos.

REENCUENTRO CON CAJABAMBA (1)

Luego de 27 años, vuelvo a una de las zonas que más me impresionó en mi primera visita, no sólo por la belleza de lugar que hallamos Miguel Jaramillo y yo un julio de 1983, sino por la serie de peripecias que nos tocó vivir en ese entonces. Pensé que muchas cosas habían cambiado, pero cada viaje es siempre una caja de sorpresas que nunca dejan de estallarte en la cara para alegría muchas veces, para preocupación otras tantas.
El primer viaje fue hecho con nuestro gran espíritu aventurero y una gran dosis de flexibilidad, habida cuenta que los servicios a la sierra eran (y en la actualidad, en muchas ocasiones, sigue siendo) de pésima calidad. La atención es bastante mala y la vida de uno está permanentemente expuesta al peligro, fuera de la calidad de servicios, como los higiénicos, que te hacen abstenerte de usarlos: no comes, no bebes, no usas los baños; una larga implosión corporal hasta llegar a algún baño decente. Además, en 1983, para julio se habían calmado los duros embates de lo que fue ese terrible fenómeno del Niño que agarró a todos los peruanos desprevenidos, haciendo colapsar casi toda la infraestructura vial norteña, así como la economía de ciudades y hogares de miles de peruanos ante la incapacidad del gobierno de entonces. Sabíamos que la carretera estaba afectada; pero nuestra terquedad aventurera pudo más y salimos en un bus, cuyo terminal se hallaba en la calle Unión, cerca del negocio de mi padre. Premunidos de un maletín comenzamos este periplo que nos llevaría a Cajabamba y, luego, a Cajamarca.
























   Subidos al bus, empezó la aventura. Citados a las 2 de la tarde, el bus salió a las 3. El bus era para unas 30 personas. Cuando llegamos a Huamachuco, en el bus iban unas cien  aproximadamente. Había personas paradas en el pasadizo, apretujadas unas contra otras y esto les permitía dormir con confianza, ya que no iban a caer durante su sueño. Iban varias personas más en el techo y, a pesar del cerrado frío serrano, vi a por lo menos un par de señoras campesinas bajar con hijos en brazos de las alturas. En la ruta de retorno que hicimos esta vez por la tarde vi varios camiones cargando a personas y entre ellas a mujeres con bebes de pecho exponiéndose a todo riesgo. La vida en nuestra sociedad no vale nada; eres equiparable a una cabeza de ganado, o bultos de maíz o papas.

Nuestro actual bus era más grande (un bus-camión) con ciertas comodidades: un bus cama. Nuestros asientos daban a una ventana cuyo picaporte estaba roto: menudo problema. Decidimos cambiarnos de sitio a los asientos laterales. Una vez ahí, a la controladora le increpamos la calidad de bus en el que íbamos; esta reacción nos permitió ir en nuestros nuevos asientos. Atrás de nuestros asientos iba una señora con dos pequeños hijos, uno de ellos terminó defecando, puesto que no había baño alguno y el niño no exigió atención previa alguna. Bueno, nos fuimos con hedores hasta Cajabamba. Ni modo. Tras un par de horas, con nuestro olfato ya saturado, tenté dormir y lo logré. Desperté un par de horas más tarde, casi llegando a la ciudad de Huamachuco, donde el bus hace una de las paradas de rigor. Había una luna llena espledorosa y eso me permitía ver ciertas siluetas del paisaje.
Dejamos atrás Huamachuco y salimos rumbo a Cajabamba, iba con ciertas expectativas y no con algunos temores que a la larga se fueron convirtiendo en realidad. Días previos había buscado en internet información sobre Cajambamba y sus instalaciones hoteleras. Cuando hice la búsqueda, obtuve pocos datos y los que obtuve estaban totalmente desfasados. Recurrí a la Telefónica y fue peor, algunos datos telefónicos eran errados o no existían. Gracias al apoyo de amigos como Gilberth y César Alva, obtuvimos varios datos de hoteles, direcciones y teléfonos. Llamé a varios y los hoteles estaban llenos, había un evento del cual me iba a enterar después.

Llegamos allí a las 5 de la mañana y quedamos en la estación  del mercado; preguntamos por la plaza de armas y la gente, muy amable, nos indicó que quedaba a sólo 3 cuadras del lugar. Nuestro hotel escogido, La Posada, quedaba en plena plaza, así que nos pusimos en camino. Llevaba un morral que había comprado en Israel hace varios años (1988) y aún lo uso por práctico y resistente; puse sus asas entre los brazos y eso me da maniobrabilidad que no te la dan las maletas de mano y de ruedas. Así marchamos hacia la plaza, era 28 de julio, día patrio. La ciudad tenía varios cambios que la hicieron irreconocible de aquella que vi en mi primera visita. La plaza de armas tiene para mí un especial recuerdo: tras el largo de viaje que hicimos con Miguel Jaramillo en ese entonces (salimos a las 3 de la tarde y llegamos a las 11 de la mañana), decidimos comprar un par de botellas de vino para celebrar esa noche. Sentados en la plaza más o menos a las 9 de la noche, sin un alma, se nos acercó un policía y luego otro, nos pidieron nuestros documentos; luego de revisarlos, el primer policía nos indicó que como era zona roja, zona de Sendero Luminoso, lo que solían hacer era primero disparar y luego preguntar quién era o quiénes éramos. Decidimos irnos raudos a nuestro hotel. Ahora era diferente, había ya vivanderas de anticuchos y de desayunos al paso listas para el trajín del 28. Una de ellas nos indicó dónde estaba el hotel. Llegamos a él, tocamos la puerta y nos permitieron usar dos cuartos individuales hasta las 10 de la mañana que iban a desalojar nuestro cuarto doble. Cajabamba estaba celebrando el segundo Encuentro de Pintores en homenaje a José Sabogal, gran pintor indigenista y habían llegado más de 250 pintores de todo el país. Esa situación creó todo un desequilibrio que no habíamos previsto. Había llamado cuatro (4) veces a la administración del hotel dos días antes para asegurar nuestro cuarto y se nos dio una respuesta afirmativa. Una vez levantados, nos fuimos a tomar desayuno, una rica trucha rosada frita con papas sancochadas. Delicioso. Terminado este, nos fuimos a ver el asunto del hotel para ver qué íbamos a hacer, queríamos dejar nuestas cosas instaladas. Pero ¡Sorpresa!, como unos inquilinos previos no querían partir, nos dijeron que ya no teníamos cuarto. En el colmo de la desorganización, nos dijeron frescamente que teníamos que quedarnos en unos cuartos simples que costaban 15 soles a precio de 40 soles. Eso es lo que se llama el puro libre mercado. Felizmente hallamos otro hotel más amplio, con mejor vista, mejores instalaciones y nos mudamos ahí. 

Una vez instalados en el nuevo hotel, nos pegamos una ducha con agua caliente y nos fuimos a comer. El lugar era Fonseca, lugar en el que íbamos a hallar la información pertinente para empezar nuestras aventuras por la ciudad.
Estas aventuras sí que nos iban a traer algunos problemas que teníamos que resolver imaginativamente. Cajabamba, 27 años después.