Domingo 30 de setiembre. Nos levantamos temprano, pues este día
nos íbamos del hotel dejando las maletas en custodia para hacer un viaje por el
Valle Sagrado y cerrar en un hotel en Urubamba de donde saldríamos temprano el
lunes 01 de octubre para visitar Machu Picchu. El desayuno en el lugar era
suculento, diversos jugos, frutas, mermeladas. Ricos panes. Para no quejarse.
Sin embargo, varios alumnos se levantaron con malestar y tuvimos que ir a la
clínica por dos de ellos. Eso nos iba a tomar un tiempo y se perdió la visita a
dos interesantes lugares: Chinchero (lugar que había estado en varias visitas previas)
y Moray, lugar que era nuevo para mí. Ya habrá otra oportunidad. Tras salir de
la clínica, nos fuimos en un taxi a Maras, donde íbamos a encontrarnos con el
resto del grupo.
Maras, un nombre que había oído hablar con regular frecuencia
iba a ser un verdadero descubrimiento. Un salar que gracias a su distribución
por pisos escalonados se ha hecho famoso mundialmente; llegamos cuando el grupo
ya estaba terminando su visita. Como estábamos en periodo electoral municipal y
regional en todo el país, esta zona no era la excepción. Y como era el último
domingo electoral (las elecciones fueron el 08 de octubre), las calles de
pueblos y las carreteras estaban pobladas de caravanas electorales y sus
candidatos. Todo era una fiesta.
Llegamos a la entrada de las salinas y pudimos ingresar al
lugar. La caminata no es tan accidentada, salvo de que llevábamos varias cosas
que felizmente logramos dejar en el bus que nos estaba transportando en el
viaje. En nuestro maletín llevábamos una muda de ropa para el día siguiente,
además que íbamos a quedarnos a dormir en un simpático hotel ya en Urubamba. Descendimos
al lugar a través de un camino ya cargado que tiendas que te venden la sal del
lugar de todos los colores, pesos y precios. La comunidad le ha sacado provecho
a esta riqueza que anteriormente no fue apreciada en toda su dimensión. Estuve
leyendo algunos artículos al respecto, ligeros y de investigación, que comparto
(http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/espacioydesarrollo/article/viewFile/10636/11107)
(https://www.viajaporperu.com/blog/cusco-el-misterio-de-las-salineras-de-maras-y-la-deliciosa-sal/).
Me gustaría leer el artículo Las salineras de Maras: organización y conflicto
de Abdón Palomino Meneses, publicado en 1985 en la revista Allpanchis de Cuzco.
Parece que para haber llegado a donde están ahora los de esta comunidad han
tenido un accidentado camino por recorrer, sobre todo en la propiedad y el
control de la misma. Para complementar la lectura del interesante uso de la
sal, hay que leer la investigación de Bernhard Wörrle sobre el uso de la sal
entre los indígenas y mestizos de América Latina (https://digitalrepository.unm.edu/cgi/viewcontent.cgi?referer=https://www.google.dk/&httpsredir=1&article=1065&context=abya_yala).
Se lee sobre el lugar en las páginas 34-35; 45; 70 (muy interesante); 98 - 100
(explica un grave conflicto de la zona con el gobierno y el monopolio de la sal,
muy interesante); el texto sí vale leerlo. Una cosa que notamos fue que los lugares prohibidos para acceder (había carteles con esas instrucciones) era "invadidos" por turistas, sobre todo peruanos, que no acataban las reglas. Problema de compresión lectora o estupidez supina de algunos turistas que no lo son.
Como ya casi era mediodía, nos fuimos a almorzar en un lugar
que servían un atractivo y diverso buffet. Ya todas las rutas están asfaltadas
y el desplazamiento fue rápido a nuestro objetivo. La mayoría tenía un hambre
de lobos. Nos tomó todo con una pequeña pausa, una hora aproximadamente. Luego
del almuerzo, nos dirigimos a Ollantaytambo, la fortaleza del general inca
Ollantay, quien se volvió en el principal personaje de la obra teatral anónima
que lleva el mismo nombre y que, según la obra, se refugió en este lugar desde
el cual realizó sus actividades rebeldes contra el Inca Pachacútec, quien le
negó el permiso de casarse con la princesa inca Cusi Coyllur. Aunque todo apunta
que el personaje sí existió, el final de la vida real difiere de la obra
teatral: en la obra, este es perdonado por Túpac Yupanqui, hijo de Pachacútec;
pero en la vida real, Ollantay fue ejecutado por Huayna Cápac en este pueblo
que se llamaba Tambo, por lo que se comenzó a llamar Ollantaytambo. El texto de
los hmos. Elorrieta habla de una zona áurea y mítica. Describe un personaje mítico
llamado Tunupa, el cual puede “verse” en una gran formación rocosa opuesta a
las ruinas del sitio. Aquí hay más datos al respecto ( http://blog.redbus.pe/lugares-turisticos-de/cusco/fortaleza-ollantaytambo-valle-sagrado/).
Antes de llegar al lugar, pasamos por una pared escarpada de la cual penden las
famosas habitaciones de este hotel de alturas, el famoso Skylodge (http://www.di-conexiones.com/skylodge-un-hotel-colgante-en-las-montanas-del-cusco-en-peru/).
Ingresar a la población fue todo un rito: un domingo pueblerino, con mitin
político en la plaza de armas y cientos de buses cargados de turistas de todo
el mundo. Un mar de personas subía y bajaba las escalinatas de esta bella
construcción lítica, con grandes construcciones. Aquí más reseñas de su
historia, rica y compleja (https://www.arqueologiadelperu.com/ollantaytambo-la-ciudad-inca-viviente-en-el-valle-sagrado-de-los-incas/?print=pdf)
(https://docplayer.es/37260356-Arqueologia-y-etnohistoria-de-ollantaytambo.html).
En realidad, el ascenso puede ser penoso si no estás habituado a caminar. Hay
senderos que ameritan recorrer con calma para apreciar no solo la magia de las
construcciones, sino esa sabia simbiosis que logró esta gran cultura andina con
su entorno: se alió con la naturaleza para que convivir en paz en la medida de
lo posible. Una cosa preocupante: muchas piedras están saturadas de líquenes, y esto afecta a la piedra de manera paulatina. Urge una limpieza cuidadosa. Un texto más, muy interesante: (file:///C:/Users/Gerardo/Downloads/Construyendo_un_paisaje_inka_La_conversi__1_.pdf)
Al descender, compré un libro para
ahondar más sobre esta zona. Retornamos a nuestros buses para irnos a nuestro
hotel en el cual pernoctaríamos para salir temprano con destino a Machu Picchu.
Fin de nuestra segunda jornada.