B E L L E Z A Extrema belleza e inquietante.
Este espacio ha sido creado por Gerardo Cailloma con el fin de difundir mis ideas y poder compartir con el que esté interesado temas sobre cine, música, educación, viajes, literatura y todo aquella diletancia que produzca placer estético (como el buen comer)
Datos personales
- Gerardo Cailloma
- Trujillo, La Libertad, Peru
- Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
domingo, 26 de enero de 2014
B E L L E Z A
Etiquetas:
animación,
arte europeo,
arte francés,
arte inglés,
arte italiano,
maestros del arte,
pintura,
tiziano
lunes, 20 de enero de 2014
EL CINE Y LA GRAN GUERRA
Este año Europa y el mundo se preparan para conmemorar el primer centenario
de la declaración de guerra entre el extinto Imperio austro-húngaro contra
Serbia. Esa declaración de guerra marca el fin de un ciclo de la humanidad y el
cambio de estructuras sociales, políticas y económicas globales. Fue, además,
la primera manifestación de globalización efectiva: la primera conflagración
mundial que, una vez concluida, había cambiado el mapa geopolítico mundial, con
la desaparición de dos grandes imperios y la aparición de diversos países como
Polonia; la implantación de las raíces de dos movimientos políticos tenebrosos,
como el fascismo y el nazismo; la aniquilación de una familia imperial y la caída de varias dinastías, y la aparición
del primer estado comunista (Unión Soviética); la primera guerra de grandes
masacres (que se “perfeccionarán” en la segunda guerra mundial); y los Estados
Unidos desplaza al Imperio inglés como primera potencia mundial. Es la primera gran muestra de la globalización
efectiva de nefastas consecuencias. Extrañamente el campo de acción bélico fue
bastante reducido (en comparación de la segunda guerra mundial, veinte años
después): el campo de batalla se circunscribió al noreste de Francia, parte del
territorio belga, en algunas regiones de Polonia, norte de Italia y zonas
focalizadas en Serbia. Por los detalles expuestos sobre los costos y pérdidas
de la maquinaria productiva de cada nación envuelta en este conflicto, la
guerra no significó muchas alteraciones en sus economías. Muchas florecieron y
recobraron su brío pocos años después. El injusto castigo impuesto a Alemania
por sus intenciones de querer entrar en el grupo de los grandes imperios no fue
por causas de tener que pagar las pérdidas ocasionadas a los países vencedores
del conflicto. Esta acción va a generar en el país teutón un fuerte desasosiego
social, crisis económica y la aparición de propuestas sociopolíticas extremas. Además, la primera guerra mundial es una
guerra de medios que convocan, persuaden, seducen a los hombres a ir al campo
de batalla; es una guerra en la que la información es recibida por los medios
impresos, que también fungen de propaganda; y los líderes gubernamentales se
ven pronto envueltos en la contienda de manera excesivamente expuesta. Se
dirigen a sus pueblos, son cabeza de una campaña enfervorizada contra el enemigo.
Es una guerra en la mente de la gente. De ahí su gran repercusión. Es una
guerra de los pobres y los ciudadanos de pie que van a caer en las terribles
trincheras de Verdún, Somme, Loos u otros nombres que causan una dolorosa
recordación. Entre las consecuencias, una vez terminado el conflicto, se tiene
un nuevo mapa de Europa con la desaparición del gran Imperio Austro-Húngaro y
el Imperio Otomano, así como la transformación del extenso Imperio Ruso en un
conglomerado de soviets que se convertirá en la Unión Soviética; la fugaz aparición de la joven Alemania en el
concierto mundial y su absurda rendición en esta guerra traerán lamentables
secuelas a toda Europa y el mundo en general un par de décadas posteriores;
irónicamente los dos imperios coloniales dominantes en ese entonces, Gran Bretaña y Francia, alcanzan su cenit,
pero también inician su acelerada decadencia. Francia se vio debilitada por
esta guerra en cuanto a sus planes geopolíticos, mientras que Gran Bretaña se vio
algo favorecida por la anexión de los territorios perdidos por la desaparición
del Imperio Otomano. Pero la intervención de los Estados Unidos en suelo
europeo ya es un indicio de lo que vendría. Esta guerra replantea los roles
continentales. EEUU, un país de ultramar, interviene por primera vez en Europa,
lo que lo convierte en una gran potencia del orbe; por otro lado, vemos los
inicios de la expansión japonesa en Asia y un hecho importante: la amenazante
realidad comunista que tuvo su primera manifestación concreta en la Rusia de
entonces. En muchas partes, posteriormente durante los años 20, la bandera roja
flamea en lugares tan diversos como el ayuntamiento de Glasgow en Escocia, en
fábricas italianas o en las duras huelgas generales en Gran Bretaña, Francia o
Alemania. El peligro rojo precipita el surgimiento del fascismo y el nazismo. La
intelectualidad europea de esas décadas participó directa o indirectamente en
la conflagración. Artistas y escritores fueron enviados al frente y ellos
mostraron, a través de sus diarios, novelas, poemas o ensayos, l´état
d´esprit, el estado del espíritu de la época, de su tiempo. Así, por el
lado francés, tenemos una vasta producción literaria hecha por autores como los
poetas Louis Aragon y Guillermo Apollinaire, los novelistas Marcel Proust,
Romain Rolland, Céline, el artista multifacético Jean Cocteau, entre
otros. Los desgarradores manifiestos en pinturas,
novelas, poemas, crónicas de guerra o partes periodísticos nos muestran la
crueldad de esta contienda, el sinsabor de saberse abandonados en medio de
bombardeos de obuses o francotiradores. Testimonios como Viaje al fin de la noche
de Céline o varios poemas del poemario Caligramas de Apollinaire nos
muestran la condición y soledad de hombres que fueron al campo de batalla con
una ilusión y que van descubriendo amargamente que son olvidados o carne de
cañón. Muchos de ellos cayeron heridos y acentuaron su espíritu antimilitarista
o antisistema. Pero la campaña de adormecimiento civil acalló a las mentes
pacifistas y predominó el espíritu bélico. Gran Bretaña envía a poetas o hijos
de grandes pensadores. El poeta Robert Graves sobrevive a la batalla de Loos,
pero el hijo de Rudyard Kipling, John, morirá en combate, como le sucedió a la
joven promesa Rupert Brooke. Coincidencias de la vida: el famoso poema If
fue dedicado especialmente por Kipling para su hijo. Kipling, un hombre que
creía en la grandeza del imperio, que apostó por la misión salvadora de su
nación y que había usado su influencia para apoyar a su hijo, miope y limitado
para las órdenes, se vio con la triste realidad de que su hijo varón había sido
una víctima más de esta hecatombe humana. Su cuerpo jamás será hallado, pese a
las gestiones de su desamparado padre. A pesar de todo, siguió apoyando la
causa a través de los medios, como hicieron también Arthur Conan Doyle, H. G.
Wells y Chesterton. Este último se prestó para reclutar a irlandeses,
católicos, bajo el mando británico. Se estaba creando el odio contra los
bárbaros teutones. Pero por el lado alemán, también su intelectualidad se ve
envuelta en esta fiebre bélica. Dos grandes voces sobrevivientes, pacifistas a
su manera, escriben notables novelas que conmoverán al mundo: Sin novedad en el
frente (im Westens nichst neues) de Erich Maria Remarque y Tormentas de
Acero (In Stahlgewitter) de Ernst Jünger. La segunda novela fascinó a
muchas personas ligadas al nazismo, pero siempre el autor se mostró
independiente y sobrevivió como pudo a la locura nazi; mientras que la primera
novela y su autor sacaron provecho al espíritu antibélico de postguerra y se asentó
en los Estados Unidos para vivir cómodamente su sueño americano gracias a las
regalías obtenidas por la venta de los derechos de su novela al cine de
Hollywood. Hubo también personajes polémicos que ensalzaron la guerra, como
Gabrielle D´Annunzio, poeta que con sus ideas no solo artísticas, sino
políticas han de crear las bases de otra lacra que llevará a Europa a una
segunda guerra mundial: el fascismo. Para este poeta, la Gran Guerra era una
forma de galantería. Amaba su posición de subteniente en la guerra. Pero por
otro lado, otros literatos venidos de América describirán a esta como una
acción incomprensible para el genio humano: Hemingway. El mundo del arte que se
había entusiasmado con el desarrollo de la máquina (maquinismo) cambia su
materia de trabajo, tras haber contemplado que aquellas máquinas invencibles no
lo eran tal (hundimiento del Titanic) o se volvían contra sus creadores, como
el caso de las nuevas máquinas voladoras, los aviones. Este acontecimiento creó
un nuevo mapa europeo y mundial por dos décadas. Y el mundo pronto se verá
envuelto en nuevos y graves problemas sociales, políticos y económicos. El gran
crack capitalista del 29 en EE.UU. tocará las puertas de Europa y golpeará a las
poblaciones más vulnerables, como sucedió
con Alemania y su famosa hiperinflación; y con esta situación, vendrá un
salvador: Hitler. El resto ya es historia.
LA
GRANDE ILLUSION (LA GRAN ILUSIÓN) JEAN RENOIR 1937 La película
antibélica por antonomasia dirigida por Jean Renoir, hijo del famoso pintor del
impresionismo, Auguste Renoir. Europa estaba al borde de la guerra, los
vientos bélicos se venían venir. Los artistas pacifistas de la época lanzaban
sus manifiestos en contra de las fuerzas avasalladoras que ascendían en Italia
y Alemania. Y la historia se encargó de demostrar que no lograron su objetivo:
dos años después, un 1 de septiembre, la locura se formalizó. Abel Gance
había hecho una película conmovedora, Yo acuso, en la cual todos
los muertos en la batalla de Verdún se levantaban e iban a sus casas (de
ambos frentes, durante la Primera Guerra Mundial) a reclamarles el porqué de la
acción de sus familiares y a confrontarlos por el inútil sacrificio de sus
vidas dos décadas antes. Las escenas son burdas, pero emotivas. Renoir era un
director provocador, veía las fracturas de una sociedad que se preocupaba por
formalidades absurdas más que el rescate de los valores humanos vitales;
logró reunir
en plena tensión geopolítica a actores de ambas naciones, como es el caso de
Erich Von Stroheim – Rauffenstein en la película- Jean Gabin, Dalio (que hace
el rol de un judío, situación tan escabrosa para el momento, cuando en toda
Europa se hablaba de las políticas antisemitas). Llegó a sus límites cuando
muestra la convivencia de un soldado francés (Gabin) con una campesina alemana (Dita
Parlo) chocó contra la intolerancia que se vivía en ese entonces, cuando todos
sospechaban de todos. Es por eso que muchos países la prohibieron y recién se
pudo verla tras el fin de la guerra. Además, muestra la marcada decadencia de
castas que fueron arrasadas una vez concluido el conflicto. Tanto Rauffenstein
como Boëldieu encarnaban una aristocracia militar decadente y totalmente
desbordada por el apabullante desarrollo tecnológico, pero regida por
formalismos y convenciones de “caballeros” que sucumbirán en la guerra moderna;
así lo van a demostrar Petain y Gamelin
en su pobre desempeño en la segunda guerra mundial. La historia sí sucedió y
muchos quisieron negarla por lo incómoda que resultaba para el momento. Hubo
varios casos verdaderos, que mostraron que el sentido humano estaba más allá de
las ambiciones en juego, habida cuenta que muchas de estas guerras eran
declaradas más por pactos con otras naciones que por una acción directa contra
la nación en la que vivían. Un caso parecido se muestra en la película Joyeux
Noël, en el que la noche de navidad del primer año de conflicto,
soldados alemanes, franceses y escoceses bajaron las armas para vivir un
momento de paz. Todas las tropas y sus jefes fueron sancionados y removidos de
la zona.
ALL QUIET ON THE WESTERN FRONT (SIN NOVEDAD EN EL FRENTE) LEWIS MILESTONE 1929-1930
Este bello filme anti bélico está basado en la novela del alemán Erich
Maria Remarque, quien aprovechó el espíritu antibélico y neutral de los
norteamericanos luego de unos años de concluida la Gran Guerra. El film nos
muestra inicialmente el espíritu explosivo y jubiloso durante el reclutamiento
de jóvenes en un liceo, incluso promovido por varios profesores, salvo alguno
que otro; la algarabía y la excitación no dejaban ver la sinrazón de una guerra:
una sociedad inflamada de orgullo nacionalista envía a su población juvenil a
una masacre segura. Cuando los jóvenes reclutas se encuentran con los
veteranos, estos se encargan de “bajarlos a tierra” y comienzan a ver la crueldad y crudeza de la guerra. El
mundo estaba susceptible a estos hechos, puesto que hacía 10 años había
concluido la Gran Guerra, por eso el impacto en la sociedad norteamericana,
quien no dudó en otorgarle el Óscar a la mejor película en 1930. Sin embargo, pese
a las muchas películas que criticaban las guerras, nueve años después el mundo
se dirigía penosamente hacia una segunda.
PATHS OF GLORY (LA PATRULLA
INFERNAL) STANLEY KUBRICK 1957 Este
film está basado en hechos reales, lo que motivó que sea censurado por el
gobierno francés, por el gobierno español, en ese entonces encabezado por el
tirano Francisco Franco, (quien se dice fue directamente afectado); y por todos
los círculos militares norteamericanos. Tal como le sucedió a la novela LA CIUDAD Y LOS PERROS
(que fue quemada y prohibida en los colegios militares peruanos), el halo de
prohibición acrecentó la fama de este film. Esta película es una abierta
denuncia a la casta militar y su verticalidad, la falsa idea del patriotismo y
los excesos que se cometen en cualquier conflicto armado. Muchos ven en este
film el delicado y preciso movimiento macabro y frío de piezas de ajedrez al
que someten un ejército, un batallón o un pelotón de soldados para lograr su
objetivo, por eso los descarna de cualquier elemento sentimental, el cual sólo
hallamos hacia el final de la película. El propósito del film es denunciar y
denostar la fría maquinaria del poder y su manipulación de los seres humanos,
en este caso, soldados. Está inspirado en un hecho real, una ejecución de
cuatro soldados de la Brigada 119 del
ejército francés. En la historia real, las familias de los cuatro soldados
lograron que la memoria de los mismos fuese recuperada, pese a que las familias
recibieron una pobre indemnización. La práctica de fusilar soldados de manera
aleatoria era una forma de sancionar la indisciplina (en cualquiera de sus
manifestaciones) a todo el batallón. Como los romanos solían diezmar (matar un
soldado de cada diez) para dar una lección a sus legiones. Hubo muchos
problemas para su rodaje. En Francia sólo pudo estrenarse el film completamente
en 1972.
LAWRENCE OF ARABIA (LAWRENCE DE ARABIA) DAVID LEAN 1962 Este
film narra la historia de Lawrence en su misión de hacer contacto con las
diversas tribus árabes y aglutinarlas contra el Imperio Otomano durante la I
Guerra Mundial. A través de él (Lawrence) vemos a un pueblo con un amplio
sentido de libertad, quizá producto de ese ambiente tan sobrecogedor que es el
desierto en su terrible belleza. La fuerza de un hombre rayano a la obstinación
hace que sus metas se hagan realidad. Llegar a Aqaba, cruzar el desierto hasta
llegar al canal de Suez, luchar con las tribus y luego contra los turcos,
acción que lo arrastra a las honduras de su alma (como Roger Casement en El
sueño del celta) lo van pintando en cuerpo entero. Pero su acción, lejos de
lograr la ansiada libertad y triunfo contra los otomanos, tristemente todas las
promesas ofrecidas por él a los árabes sobre su independencia no fueron sino
otorgadas hasta después de la II Guerra Mundial. Esta bella película, con el
recientemente fallecido Peter O`Toole, Omar Shariff y Alec
Guiness, presenta las más bellas escenas de un desierto, espacio muchas
veces visto como poco atractivo y bastante traicionero; y estas poderosas
escenas son acentuadas con la banda sonora compuesta por Jarré.
Etiquetas:
alemania,
francia,
historia universal,
primera guerra mundial
domingo, 19 de enero de 2014
VISITA AL VIÑEDO DE FRANCIA
El verano del 2013 fue para mí todo un descubrimiento europeo. Las
anteriores oportunidades que había visitado Europa, siempre lo había hecho en
invierno. Las ciudades y el paisaje eran oscuras y frías, contrarrestado todo
con la belleza y la historia que cargan las mismas. El brillo solar y el calor
hacen que la gente viva en las calles y las plazas para aprovechar los largos
días que trae el verano. Era muy gracioso ver en París que tiendas y negocios
cerraban a las 7 de la “noche” en pleno esplendor solar. Pero también caminar
bajo el sol tiene sus consecuencias. Nada es perfecto en esta vida. Ya
instalado en Rodez en casa de Isabelle y antes de partir a España para el curso
en Jaca, visitamos los alrededores de esta bella zona. El Aveyron es totalmente
diferente en verano. Se ven los campos fértiles, listos para las cosechas de
agosto. Pero, no todo es perfecto, los agricultores utilizan el abono natural, esto
es, estiércol; por esa razón, hay un abundante enjambre de moscas que pululan
por todas partes. Y también grandes bandadas de golondrinas que vuelan cerca de
estos enjambres para tener un banquete con los molestosos insectos. Habíamos
quedado ese sábado, luego de haber estado en Conques, encontrarnos con Olivier
para almorzar y luego ir a Cahors para ver la antigua iglesia. Pero antes, Isabelle
me llevó a un lugar insospechado: Figeac. Es una pequeña población, fuera de
los límites del Aveyron, ya en el Dpto. de Lot. Es muy pequeña, no más de diez
mil personas (se incrementa en verano por los visitantes), que tiene poco
atractivo arquitectónico, pero sí histórico. En la ciudad no hubo
acontecimiento relevante para la historia de la Francia moderna, pero sí para
la arqueología mundial: es la cuna de Jacques-Joseph Champollion, quien nación
en 1790. Así que nos fuimos a conocer su casa, actualmente convertida en un
museo extraordinario de cuatro plantas. Desde afuera de la casa, frente a la
plaza que se halla frente a la misma, vimos los carteles que anunciaban la
exposición. Cerca de ahí hay una imitación, muy grande, de la famosa piedra rosette,
la que se halla en el Museo
Británico. Nos dirigimos a ver la misma y se halla en el suelo de una
pequeña plaza, hecha como un recodo en una estrecha calle que va al costado de
la casa. La estructura urbana del lugar se ha conservado. Las calles están como
lo estuvieron en los últimos doscientos años y, espero, estarán así por muchos
más. Los franceses son muy celosos de la conservación de su patrimonio, además
que significa la motivación, movilización y el ingreso que hace de Francia una
de las potencias del mundo: el turismo. Ojalá en el Perú veamos a largo plazo
lo que significa tener patrimonio y no derrocharlo como lo han hecho muchos
irresponsables, sea por inacción o por acción dolosa. En fin. Terminada la
breve visita a la maqueta, nos fuimos al museo. Cuatro plantas en una casa que
de afuera vemos solo dos pisos: interesante intervención arquitectónica, fuera
de la dinámica y atractiva museografía del local. El museo cuenta con siete
salas; una dedicada exclusivamente a Champollion y su actividad en Egipto. La
sala cuenta con apuntes originales del egiptólogo y lingüista que trataba de
descifrar los jeroglíficos. Hay cartas a su hermano en las que reflexiona sobre
su viaje y las penurias de la distancia. Hay fragmentos de estatuas, de
vendajes, de momias, un sarcófago. Es un verdadero viaje a la historia, al
pasado, a las lenguas comparadas, a la hermenéutica textual, a la arqueología.
Las demás salas (de haber sido el jovencito que estaba en las aulas de
lingüística en la PUCP, hubiera desmayado o entrado en éxtasis) muestran la
evolución de las diversas escrituras del mundo y, con ellas, el desarrollo del
intelecto humano a través de la palabra escrita, hasta nuestros días. De manera
didáctica, nos invita a reflexionar sobre ese momento en que el hombre realizó
un trazo para crear la primera abstracción de un sonido, de una palabra o de
una idea: ¿Cuándo, cómo? Y desde ahí, la aventura intelectual que nos permitió
contar las piezas de ganado, preservar la historia, narrar, crear cuentos,
crear jurisdicción, escribir libros religiosos. Esa capacidad de abstracción
que en algún planteó Engels en su pequeño e inconcluso tratado “El papel del
trabajo en la transformación del mono en hombre”, cuando el hombre comenzó a
manipular una herramienta y que sintetiza increíblemente Stanley Kubrick en
2001, esa capacidad es la que vemos a lo largo de las otras seis salas: el
nacimiento de la escritura, los alfabetos, el libro, el conocimiento y el poder
ciudadano, y las nuevas tendencias. Un viaje contundente de la humanidad.
Cargados de historia, fuimos a
buscar a Olivier y almorzamos en Cajarc. El calor apretaba. Un delicioso
almuerzo me levantó para continuar con el viaje hacia la zona de viñedos y
tierra de los ancestros de Maxime, nuestro actual Director en la Alianza Francesa.
Cahors es la capital de la provincia de Quercy en el Midi-Pyrénées, zona de
cátaros y de buen vino, así como de buena comida. Pero el objetivo que había
focalizado Isabelle era su catedral. La ciudad tuvo un esplendor en el siglo
XIII, pero bajo el dominio de los ingleses, cayó en la ruina. Previamente había
sido invadida por los musulmanes, por lo que se fortificó la ciudad (¿Qué
ciudad antigua de Europa no era fortificada?) y se construyó un puente con un
detalle: un diablo que fue capturado y que yace colgado de una de las paredes
de este viejo puente.
Pero su catedral es muy interesante. Está dedicada a San
Esteban y fue hecha en el siglo X y tiene muchos detalles románicos (como su
pesada portada y su portal, aunque no respeta la estructura de una iglesia como
tal), bizantinos (una inmensa cúpula como no he visto en otras iglesias de la
zona) y góticas. La construcción es imponente y logramos ingresar a su
claustro, el cual sí es gótico, dedicado a Saint Étienne. La estructura es alta
y bastante oscura, pese a sus vitrales.
Salimos de la iglesia y seguí los consejos de Olivier e Isabelle:
comprar ropa ligera y un par de sandalias. Como las tiendas estaban en remates
(soldes), seguí mi espíritu consumista. Antes de visitar a la familia del
difunto esposo de Isabelle, nos fuimos a ver el simpático puente. Ahí estaba,
tan viejo y con historia como cuando fue edificado en el siglo XIII. Una visita
radiante bajo el sol francés de este verano caluroso.
jueves, 9 de enero de 2014
CONQUES, CRÓNICA DE UN BREVE PEREGRINAJE

Aquella vez habíamos hecho una extensa visita por
zonas ricas de historia y una de estas fue a este tesoro histórico: Conques.
Isabelle había hablado con una amiga suya, profesora de historia, quien gustosa
nos llevó a visitar el lugar. Tomó un atajo para ir directamente al lugar. Por
los pequeños senderos que existen por siglos, fuimos con su auto y llegamos a
nuestro objetivo temprano. Había estado en Conques hacía tres años en el
invierno del 2010. Pero ahora con este esplendoroso sol, caminábamos por las
estrechas calles de esta pequeña ciudad (¿villa?) que vive en verano y
“descansa” en invierno. Aquel enero del 2010 llegamos cerca del mediodía, razón
por la cual no logramos visitar uno de los lugares más interesantes, el famoso
Trésor (Tesoro). Dejamos el auto aparcado en una zona llamada la Salasse e
hicimos una breve caminata. La pequeña ciudad ahora estaba llena de vida, los
lugares de recuerdos abiertos, los restaurantes rebosantes, mientras veías las
torres de abadía de Sainte-Foy brillar esperando nuestra visita. Nos dirigimos
hacia el tímpano de la entrada principal para ver su trabajo tallado
impresionante. La descripción medieval del cielo y el infierno, con 134 personajes
que ascienden a la gloria o que son devorados por seres monstruosos que los
capturan con sus fauces. Por ahí, una pareja de lujuriosos, un avaro, la gula
en todo su esplendor (¡cómo no pecar de gula en una zona tan rica en platillos,
quesos y embutidos! En fin). Pero gracias a nuestra guía docente, vimos un
detalle pícaro en pleno tímpano: un rostro que emerge juguetonamente entre
tanta tragedia en la zona del infierno. Suponen, ya esta es una iglesia que fue
construida y financiada por los campesinos de la zona, que era una forma de
burlarse de los curas que los cobraban impuestos, predicaban la pobreza y
vivían en la riqueza. Pero el miedo al más allá es evidente por lo mostrado en
ese bello trabajo. Llenos de detalles, ingresamos a la iglesia. En realidad, en su interior ya
puedes sentir la frescura, luego de un galopante calor que ya bordeaba los 34
grados. Ahora, con el sol esplendoroso, puedes apreciar el trabajo realizado
por el artista Pierre Soulages, quien procedió a restaurar las vidrieras
(vitraux) de la iglesia, tratando de mantener esa atmósfera que sobrecogía a
los peregrinos que iban en ruta hacia Santiago de Compostela. Conques es parte
de la ruta llamada Vía Podensis, que parte desde Le Puy, antes llega a Espalion
y recalas en Conques. Parece ser que el mismo nombre de Conques viene de concha
(o venera) con la que los peregrinos viajaban llevada colgada en la cabeza y
que la utilizaban
tanto para recoger agua, como cubierto para las comidas.
Recalaron diversos peregrinos, entre ricos y pobres, quienes dejaron ofrendas
al lugar. Muchas valiosas que visitaríamos luego en su museo. El interior de la
iglesia presenta una galería de columna que marca la división entre la nave
central y las alas laterales. Es una
bella muestra de arte románico y está hecha totalmente en piedra y en la
edificación colaboró todo el pueblo. Algunos murales de la antigua iglesia del
siglo XII se mantienen, aunque tenues. El tiempo no pasa en vano. Luego de
caminar bajo sus altos frescos techos y con la tenue iluminación del lugar,
salimos con rumbo al museo donde se halla el Trésor y muchas cosas más. La
primera vez (2010) llegamos tarde, pero esta vez paseamos el lugar a nuestras
anchas. No te permiten fotos, pena. Pero el lugar reúne piezas de diversos
periodos históricos de Francia, arte merovingio, carolingio, datos que me
hacían recordar mis clases de historia del colegio; nombres como Carlomagno o
Pepino, el Breve, aparecen entre los donantes de los tesoros. Presenta diversas
vitrinas que contienen tesoros dejado por reyes peregrinos y enviado por papas
para enaltecer este lugar de peregrinaje. El papado le confería ese valor y, al
título, lo acompañaba con una ofrenda, como un relicario del papa Pascual II
del 1100. Pero hay una impresionante reliquia, la majestad de Santa Fe (Saint Foy), a quien se dedica el claustro, convento y todo el lugar. La estatuilla en oro y piedras preciosas ha tenido una evolución del siglo V en adelante, concluida en el siglo XVI, cuando le agregaron los brazos y las manos. Hay cuatro vitrinas en las que se muestran las piezas de acuerdo al tiempo en que llegaron a la abadía. Uno de los detalles que hacen bello el conjunto es que en torno a la iglesia, el claustro y la bella capilla del Rosario del siglo XV, se fue construyendo una bella villa medieval. Esta fue declarada entre las más bellas de Francia, un concepto que ha permitido mantener el lugar sin modificarlo en su esencia. Uno recorre sus estrechas calles y retorna al medioevo. Ahora, en el cálido invierno, la estrechez de las mismas permitía canalizar corrientes de aire fresco, aunque en invierno no es tan benévolo. El concepto de “Les plus beaux villages de France” es un concepto que podría utilizarse en la restauración y preservación de tan bellos pueblitos de la sierra y costa peruanas que son destruidos con cemento y concreto bajo equivocado criterio de modernidad. La visita fue todo un placer para seguir hallando las raíces de la vieja Francia.
![]() |
La belleza de la Abadía |
Etiquetas:
arte francés,
arte religioso,
Conques,
Educación,
experiencia personal,
francia,
medioevo,
Sainte-Foy,
viajes maravillosos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)