Datos personales

Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
Mostrando entradas con la etiqueta conciencia social. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta conciencia social. Mostrar todas las entradas

domingo, 12 de septiembre de 2010

PATERSON CITY, LITERATURA DE LA TRANSCULTURACIÓN

Esta presentación la hice ayer 11 de septiembre.
Paterson City es una novela breve que surge de la motivación académica de una maestría en San Marcos, específicamente de las clases del Dr. Luis Millones; y de las experiencias personales de la madre del autor, quien suele viajar a EEUU con cierta regularidad a Newark. Es una historia cotidiana de un joven emigrante que sufre todo tipo de desarraigo; no solo se queda sin patria, se queda sin su abuelo, luego sin padre, sin vínculos. Paulatinamente va perdiendo su identidad lingüística, ante la coerción que ejerce la nueva sociedad a la cual va a pertenecer (y que al final termina por rechazar a causa de todos los incidentes que le va a tocar vivir). El desarraigo lo va viviendo desde el momento que llega a territorio norteamericano; para esto, la alusión al Perú se da solo en flash back que le hacen recordar al colegio La Salle (por la descripción que hace el autor), por la alusión que hace del distrito Breña, por ese proceso doloroso que fue Sendero Luminoso y la sociedad peruana. Los desarraigos van acompañados de numerosas negaciones;  Mike, uno de los principales de la novela y supuesto amigo del narrador, niega a su padre, en tanto que la madre del narrador niega a su marido, quien se había enrolado a las huestes de Sendero Luminoso, en los años 80; así pues, por el temor y dolor de ver aterrada a una persona fanática, la madre va negando a su hijo, la narrador de la obra, paulatinamente a la figura, la identidad de su padre. Mike trata de negar la lengua que su padre y madre hablan, y adopta una actitud displicente y hasta agresiva contra todo lo latino. La necesidad de Mike de su nueva aceptación es muy dolorosa, puesto que en el fondo exige erradicar todo lo que él es en esencia. Se refugia en un excesivo erotismo para hallar algo real, tangible, vital. Esta exagerada erotización arrastra también  a nuestro narrador, primero para complacer a su nuevo amigo, luego para descubrir las nuevas emociones que esta nueva vida le iba a dar. Pero, además, la erradicación extrema de Mike implica el total rechazo de su entorno familiar y una violenta eliminación de todo aquello que culmina con la destrucción física de todos los elementos que puedan ligarlo al pasado. Las acciones de quemar (destruir, pero también renovar como el mito del Ave Fénix) cierran todo un proceso del deterioro interno de Mike (quien además tiene un diminutivo inglés) para “empezar una nueva vida” En cierta manera, me hace reconocer – salvando distancias de referentes – al famoso cuento “ALIENACION” de Julio Ramón Ribeyro, cuento en el cual Roberto inicia su proceso de norteamericanización con las apariencias externas desde la ropa hasta la piel, la “camaleonización” de su nombre (Roberto a Bob Cabanillas) y la definitiva asimilación a su nueva nacionalidad. Bob es Mike, pero Mike lo hizo desde adentro, no fue voluntad de él convertirse en gringo, su familia lo traslada y la nueva situación lo transforma. Bob quiere ser Bob; Mike lo es, porque ya vive allí y se va a rodear de una sociedad opulenta pero que lo sabe extraño y tiene que buscar los medios para ser aceptado, cueste lo que cueste.
La madre, así como todo el grupo de mujeres de su entorno, realiza una relación asimétrica de poderes y aceptación. La madre, la tía Nelly y la tía Ramona (el vicio sudamericano de “tiizar”, hacernos tíos,  a la gente para hacerla parte del círculo y crear vínculos afectivos rígidos, algo así como el padrinazgo) son el círculo de protección de nuestro narrador. Como todo emigrante, se instala cerca de los suyos y en cierta forma vuelve a instalar esa sociedad que dejó atrás por varias razones, pero que le da cierta comodidad para poder empezar a desplazarse; el hombre es un animal de costumbres y nos cuesta cambiarlas. Las tías ayudan a preservar esa suerte de status quo en la nueva sociedad, son una suerte de tránsito. Pero ellas también han pagado su dolorosa cuota de integración. Como en las novelas de García Márquez, las mujeres son personajes sólidos, que podrían haber sido más explotados, ya que es la nueva realidad de la gente que emigra de nuestro país. Según  estudios hechos sobre la emigración en nuestra sociedad, son las mujeres las que más emigran para hallar un trabajo, sea digno o no, y para sostener a un hogar. Otro revelador estudio nos arroja un dato que debe enrojecer al más velado de los machos de nuestro país: más del 65 % de los hogares de nuestro país es sostenido por la mujer, ella es padre y madre del hogar. Ellas se encargan de todos los detalles, ellas van cubriendo a todos los personajes varones con el olvido. La madre del narrador es un personaje duro, refugiada, sobreviviente y sola. Y se abre camino para darle un futuro a su hijo. Nelly también hace lo suyo, como Ramona (algo que ver con Ribeyro)
 El colegio, el primer gran micro mundo social al cual nos integramos, es el primer ensayo de asimilación, lugar en que los choques no faltan. En realidad, el colegio es la primera gran jungla de la cual debemos aprender a salir  victoriosos. Es pagar nuestro primer derecho a piso para ser alguien en cualquier sociedad. Es interesante ver que los niños de dicho centro educativo público, migrantes, cargan con todo el bagaje cultural, aunque, valgan verdades, son los que rápidamente van a atraer la asimilación a sus respectivos hogares: la lengua, las costumbres, la historia, la visión particular del mundo que cada sociedad tiene. Todo eso es llevado por los más jóvenes a sus hogares. Es por eso que los países donde hay mayor migración como los europeos y los EEUU. Les interesa de sobremanera que los jóvenes vayan a sus escuelas, así la asimilación logra sus objetivos. Por lo boca de Mike, oímos las palabras amenazantes culturales que nos dice que ya ha cruzado la orilla tal como lo dice en su frase “…Allí todos son latinos. Latinos que hablan español como les da la gana, pero que también tienen la obligación de hablar el inglés, no como les dé la gana, sino como a nosotros, los estadounidenses nos da la gana” (pág. 42)
En medio de esa jungla, aparece Clarita, linda, una filigrana para esa selva. Pero, en el orden social, ella debe ocupar un lugar. Cual tragedia griega, el personaje bello encierra en sí un falta destino como la novela nos la ha de contar. La predestinación surge porque nuestro ahora héroe griego “destruye” el orden de las cosas al haberse enamorado de la hija de una prostituta, también ciudadana del Little Lima. Su marginalidad se extiende a su hija y la condena, la ensucia, la marca y la hace maldita. He aquí uno de los principales motivos por el cual esta breve novela tiene visos fatalistas. Vas a crecer en una sociedad de oportunidades, tal como te la han dicho que es, pero esas oportunidades te harán morder una serie de sinsabores que te harán cambiar, a no dudar. Nuestro narrador, simple mortal, juega su rol de héroe predestinado a la desgracia; es el reflejo de cómo todos los peruanos vemos la vida, en la cual dios juega un rol fatalista, “dios lo quiso” “es un castigo divino”, “si dios lo quiere”, “resígnate, así dios lo ha querido”, son frases que surgen rápidamente para justificar en muchos casos nuestra propia torpeza o una forma muy sutil de desprenderme de mi responsabilidad y achacársela a otro.
La novela es ágil, se lee en un solo tranco; personalmente me gusta la imaginación para recrear situaciones creíbles de una sociedad en cual nunca estuvo. Fuera de las alusiones a muchas personas de la soiciedad peruana de antaño, como Perico León y Elmer Alfaro, el famoso "Machucao", hay muchas alusiones a situaciones sociales que para muchos jóvenes como ustedes le son muy extrañas: la vida de Lima en los 80, Sendero Luminoso, Bolívar, la situación histórica de Argentina, Uruguay, Chile y el famoso plan Cóndor que lo lidero Morales Bermúdez  y no Velasco (dato histórico que habría que corregir), el judaísmo tan raro por nuestras tierras y del cual tenemos una fuerte herencia religiosa. Hubo momentos, personalmente, que recordaba los terribles momentos de lo que era Sendero en los 80, bajo el gobierno de Belaunde y el nefasto primer gobierno de AGP, los apagones, los cortes de luz, el toque de queda, los perros muertos colgados en los postes, las masacres de campesinos, nuestros casi 70 mil muertos (más que cualquier país de América que no haya tenido conflicto externo); son situaciones que deben pasar al olvido.
Nuestro narrador, Mike, la madre, la Tía Nelly se fueron para dejar todo eso atrás, pero quiera uno o no, la historia la cargas contigo y te marca. Paterson City es pues la historia de muchos peruanos y de uno solo.

miércoles, 4 de agosto de 2010

CAJABAMBA (2)

Una vez terminado nuestro almuerzo en el Fonseca cajabambino, y premunidos por la extensa información que el dueño del lugar nos dio de su ciudad y región, nos fuimos a un terminal cercano al restaurante a negociar con taxista para que nos lleve a algunos de los sitios propuestos. Al final de la negociación, quedamos en ir a las cascadas de Cochecorral. Partimos hacia el lugar que no muy cercano que digamos, no por la distancia, sino por la subida que tuvo que emprender el taxi. Habíamos llegado a las 5 de la mañana y a las 3 y media de la tarde estábamos ascendiendo hasta una altura de 3,300 metros. El paisaje es una belleza y hay un bosque, el cual atravesamos. Pero el bosque sufre una tala permanente, espero que haya una permanente reforestación. Llegamos a una suerte de recodo en la ruta y el taxista decidió no acompañarnos aduciendo cuidar su auto. Desde ahí empezaron los problemas. Atravesamos el ralo bosque y un par de carteles nos indicaba la ruta (?) a las cascadas. El descenso fue un poco penoso, ya que era una trocha cubierta con vegetación y más de una vez nos extraviamos y teníamos que regresar por el camino andado para ver otro sendero. Así, un poco errantes, llegamos al camino real, camino que habíamos divisado desde la altura y por el cual habíamos visto a varios campesinos caminando. Ya por el camino real comenzó una penosa escalada para llegar a dichas cascadas; el tiempo discurría y yo sentía mi corazón batir cada vez más intensamente a causa de la altura. Casi una hora y cuarto después llegamos al sitio con un agotamiento infinito. Allí hicimos una buena pausa de un cuarto de hora para iniciar el retorno. Sugerí ir por el Camino Real para tener una ruta más llana y menos accidentada. Caía la noche. El Camino Real seguía su propia ruta y ésta no se topaba con la carretera. Perdimos a nuestro taxi y entramos en un poco de ansiedad, puesto que la noche caía rápidamente. Pronto vimos luciérnagas en la penumbra y éstas surgían de todas partes. Algunos perros aullaban y divisábamos a lo lejos a la ciudad de Cajabamba. Pero la ruta se tornó tortuosa, empedrada de guijarros de todo tamaño que comenzaron a molestar a mis pies. La soledad era nuestra compañera, ya que no divisábamos a nadie en la ruta; algunas chozas parecían abandonadas, llamábamos a sus ocupantes para tener información y el silencio o un perro nos respondían. De pronto, nos encontramos con un campesino a quien le preguntamos sobre la carretera, él nos dijo que se hallaba muy cerca; cierto era, veinte pasos más y ahí estaba. Como había luna llena se podía distinguir algo. de repente un grito en la oscuridad: otro campesino borracho salía de una casa con su esposa cargándolo y sus pequeños hijos; al ver Gustavo a los niños, éste pensó en duendes; a esas alturas del camino, nuestro pensamiento mágico brotaba por doquier. Ya casi llegando a la ciudad, en los suburbios ya algunos postes de alumbrado nos indicaban algo el camino. Pero aún faltaba llegar a la ciudad en sí y varios tramos aún permanecían oscuros. 
En realidad, más temor sentía yo de las cercanías de la ciudad que del bosque en sí: los vivos son peores que los muertos a no dudar. Y así lentamente nos fuimos acercando más a la ciudad. Si antes no nos habíamos percatado de nuestro cansancio, ya en Cajabamba las caminata de cuatro horas y media nos pasó la factura: yo tenía dos grandes ampollas en la planta de mis pies y ambos estábamos tan cansados que cuando llegamos a nuestro hotel (Premier) sólo decidimos dormir y postegar la cena para el día siguiente.
La irresponsabilidad de todos (nosotros y el taxista) pudo haber llegado a situaciones mayores; felizmente no fue así y llegamos a buen recaudo.
Cajabamba siempre tiene sus riesgos, pese a los años transcurridos.

domingo, 20 de junio de 2010

SARAMAGO, MONSIVAIS: PENA


En el tráfago diario de nuestra vida, hay que hacer siempre un alto para hacer un recuento de lo que nos pasa como seres humanos. Esta vida cotidiana que se ha venido construyendo en los últimos años (ni yo, ni creo que los que lean este blog han querido construir un mundo así) nos ha hecho insensibles, apurados, angustiados, egoístas y pragmáticos hasta el extremo. Los diarios han traído en estos últimos días dos noticias que enlutan nuestra dignidad humana por lo que estos hombres significan para la formación de nuestra esencia como seres humanos. En la vorágine noticiosa de fútbol y petróleo derramado, el pensamiento de estos dos hombres cuestiona precisamente, por un lado, nuestra absurda formación mediática: un balón de fútbol es más importante que los conflictos humanos - hoy día es el día del refugiado, del exiliado, del que perdió todo, ¿lo sabíamos?; y por otro lado, la incapacidad (o falta de voluntad) del hombre de querer cambiar sus paradigmas por sólo ver su egoísta provecho personal y atentar contra todo lo que rodea: sus semejantes y el planeta.
Leí interesantes ensayos de Monsiváis sobre el cine y la construcción de la identidad mexicana (y de paso, la latinoamericana). Agudo ensayista, arremetió contra todo. Le dio "de alma"  al espíritu del macho mexicano demoliendo el paradigma encarnado por Pedro Infante y Jorge Negrete. Sin ser un Gregorio Marañón, que cuestiona al macho Casanova, el macho latino va perdiendo pie sea en su ensayo No te muevas Paisaje,  así como en su fascinante libro Escenas de Pudor y Liviandad. En esa última tiene un ensayo (que encierra varios escritos) titulado Mexicanerías. ¿alguna vez hubo once mil machos? Quizá algunos pseudo charros estarán felices con su reciente deceso. Espero, como suele suceder para los mercachifleros del libre mercado, sea esta una oportunidad para que sus textos tengan una mayor difusión. Me dio mucha pena que en la última feria del libro aquí en Trujillo, ciudad de la "cultura", su visita haya pasado totalmente desapercibida (¿alguna universidad con facultad de CC. Sociales lo invitó? y que su tremenda exposición haya sido disfrutada por un puñado de expectadores. Si comparamos la visita de Vargas Llosa con la de Monsiváis, la situación es embarazosa. El mediático Vargas arrastró a mucha gente hasta Huanchaco; para el genial Monsiváis estuvimos unas cien personas (y es mucho decir). En fin. Queda en mí el gusto de haber departido algunas palabras con  este genial hombre. Era enemigo de protocolos, esos paradigmas que cuestionaba y detestaba, tanto así que ni siquiera se hacía llamar Licenciado o Doctor como les gusta a los mexicanos y muchas personas, que piensan que esas palabras los van a cubrir de dignidad o de mediocridad.
La reciente partida a Saramago es otro gran dolor para la humanidad. Cuando leí el discurso que dio al recibir el premio Nóbel, muchas lágrimas vertí al ir reconociendo a este gran hombre que había conocido al leer su gran llamado a sensibilidad como es Ensayo sobre la Ceguera; al ir describiendo de manera muy personal su infancia, en dicho discurso narró el momento en que su abuelo, sabiendo que iba a morir, comenzó a despedirse de sus amados árboles, porque sabía que no los iba a volver a ver. Los estrechaba con todo el amor que una persona puede tener por un ser amado. Su abuelo, un hombre analfabeto del campo, le dio la más bella lección de vida, el amor por los seres, el respeto de la esencia de estos y el velar por el bienestar de los mismos. Cuando leí El Evangelio según Jesucristo, vi en él al narrador que te va calando en las fibras de tu propia naturaleza. No soy muy religioso, pero al haber abordado el lado humano de Jesús, trascendiendo sus marcos referenciales temporales, me acercó a esa imagen que muchos quieren negar: la naturaleza humana de Joshua. La escena que más me desgarró es la de Jesús llorando frente al cuerpo de su padre José que había sido crucificado con los habitantes de Séforis.
Quiero trascribir este párrafo conmovedor: " Aquel muchachito llamado Jesús está arrodillado al lado del cadáver, llorando, quiere tocarlo, pero no se atreve, mas siempre llega un momento en el que el dolor es más fuerte que el temor a la muerte, entonces se abraza al cuerpo inerme, Padre, padre, dice y otro grito se une al suyo, Ay José, ay mi marido, es María que ha llegado al fín, agotada, venía llorando ya desde lejos, porque ya desde lejos, viendo detenerse al hijo, sabía lo que le esperaba. El llanto de María redobla cuando repara en la cruel torsión de las piernas del marido, es verdad que no se sabe, después de morir, qué ocurre con los dolores sentidos en vida, en especial con los últimos, es posible que en la muerte se acabe todo..." De la capacidad de poder procesar todas esas vicisitudes que acompañaron a Saramago puede haber recreado este dolor como lo hizo Vallejo en su poesía por la muerte de su hermano Miguel.
En verdad, qué sola se queda la humanidad. Gloria Mundi

LA POLÍTICA DEL MAL VECINO: UN COLEGIO

Vivir cerca de un colegio es, muchas veces, una terrible pesadilla. Los meses de clases pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza para una persona, como yo, que tiene que levantarse con gritos de mozalbetes e himnos estruendosos a las 7 de la mañana, fuera del endemoniado tráfico que se genera con la llegada o partida de los críos y jóvenes. De un tiempo a esta parte, las diversas conversaciones que hemos tenido con las autoridades escolares del plantel educativo vecino han sido algunas penosas, otras sensatas. Algunas autoridades de dichos planteles (una vez fui director de área de uno de los colegios de aquí en Trujillo) han tenido buenas relaciones con el vecindario al cual tratan de integrarse. Otros han sido el modelo ideal de cómo ser un pésimo vecino y un modelo ideal del profesor que va a generar patrones verticales en sus alumnos y subordinados.
El colegio en cuestión, Colegio Liceo de Trujillo,  genera una serie de actividades que fomentan la permanente trasgresión de nuestra zona, que es una zona residencial como estipula la municipalidad de mi ciudad. Pero, valgan verdades, la ley en nuestra sociedad es ley muerta, ya que ni las autoridades no hacen acciones para hacerla respetar, y en la mayoría de casos es ella misma quien la quebranta. El Colegio Liceo de Trujillo ha fomentado la formación de diversas bandas, cuya única oportunidad de ensayar es casi al aire libre. El fomento del arte musical es siempre bienvenido; es más, debiera ser un aliciente para crear en los jóvenes amor a la música y aprender de su disciplina para otros quehaceres de los mismos, por ejemplo, el estudio. Pero todo esto se debe realizar en un marco adecuado y aparente que perturbe la paz de los demás. El día de hoy domingo, el diario La Industria ha publicado especial sobre el ruido en nuestra ciudad. Creo que podría incluirse en las diversas modalidades que acosan a los ciudadanos trujillanos el de los generados por las bandas de los diversos centros escolares.
Esta situación se agrava mucho más en las cercanías de los fiestas del colegio en cuestión o la participación del mismo centro en una actividad cívica (la que hemos totalmente militarizado). Es interesante que para un evento cívico tengamos a varios de nuestros adolescentes perdiendo valiosas horas de clases y que incluso la absurda participación de los jóvenes en estas marchas se conviertan en varias notas de diversas materias. He oído a algunos directores, quienes defienden esto, decir que es la forma cómo un adolescente muestra amor a la padria. Y son directores escolares. Así, pues, tenemos con la venia de la dirección, la invasión de espacios públicos para hacer sus prácticas. Muchos conductores, incluido yo, nos hemos visto desesperados en diversos lugares de la ciudad que fueron sorpresivamente invadidos por diversos mozalbetes, quienes desafiaban burlonamente a los conductores, bajo el amparo de un permiso jamás mostrado a la comunidad. Peor aún, estos ensayos se hacen en zonas residenciales, zonas para vivir teóricamente en paz y no para ser agredidos por ruido y actitudes soeces de alumnos y profesores. Son, pues, malos vecinos. Su preocupación es cumplir con su absurdo plan de trabajo en cual, por lo visto, no se incluye el valor del respeto y las normas básicas de convivencia; el colegio enseña al alumno a ser un trasgresor de reglas sociales de manera impune y autoritaria. El caso más extremo y triste fue el que sucedió hace unos años en México, caso nefasto de situaciones límites creado por la falta de respeto hacia los demás: una guardería había tomado por mala costumbre cerrar la calle para hacer sus eventos casi interdiarios con la molestia de los vecinos; las primeras oportunidades fueron bienvenidas por los vecinos, pero luego se fue tornando una pesadilla; hasta que llegó lo peor: un día un vecino exasperado arremetió con su camioneta contra profesores y pequeños alumnos con un saldo signficativo de muertos, heridos y lamentaciones. El hecho fue juzgado como un verdadero crimen, pero no se vio los orígenes del mismo. El límite del conductor es el que puede pasar a una persona que esté apurado en su vehículo por una urgencia y ve cómo de manera impune se apropian de espacios públicos para el uso indebido del mismo. Cuando la Avenida España u otro espacio es ocupado ilícitamente (tienen raros permisos), sería interesante hacer un encuesta a los ciudadanos de micros, taxis, a todos aquellos que ven postergadas sus actividades importantes y urgentes por eventos como estos.
¿Qué están entonces aprendiendo? Cierto es que para obtener una nota aprobatoria para estos jóvenes, más que estudiar es tratar de levantar lo más posible la pierna delante de un estrado para aprobar. Sé que en varios colegios, incluso cursos como Historia, Sociales, Cívica, depende de una estúpida marcha. Si la ciudadanía se vuelve más sensata frente a esta bizarra política que fue un poco desechada por el pasado ministro Lynch durante el gobierno de Toledo, el actual gobierno ha vuelto a esta absurda política para fomentar el carácter circense de lo que debe ser un día festivo patriótico y dar un raro sentido de competitividad entre los colegios. Hay que competir en conocimiento práctico, no en mecanicismos verticales. Como docente universitario, además, vemos con  mucha preocupación que los alumnos vienen con menos herramientas básicas de estudio y conocimientos básicos de lengua, matemáticas y realidad nacional. Esas valiosas horas desperdiciadas, así sean fuera de hora de clases, deberían ser mejor aprovechadas en herramientas metodológicas de estudio y conocimiento geopolítico, fuera de lenguaje y ciencias.
Pero esto dista de ser tomado en cuenta y peor aún se va acentuar para poder ofrecer más circo a la comunidad; si los tanques chinos no saldrán, que salgan los alumnos en vez. Entonces, y volviendo al tema que me hace escribir este llamado de alerta, todos los vecinos que tengamos un colegio público o privado (varios de ellos) cerca a nosotros, seremos torturados por la insensatez y verticalidad de las autoridades educativas de nuestra ciudad, región y país. Preparémonos.

martes, 2 de marzo de 2010

Y TÚ, ¿CÓMO DISCRIMINAS?

¿Cómo discriminamos?.
Discriminar: el diccionario de la R.A.L.E. tiene dos acepciones interesantes: "separar, distinguir, diferenciar una cosa de otra // 2. Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc."

Leía el balance económico de 179 países en el atlas publicado por Le Monde para el 2010 (Le Monde, bilan Economie 2010)  publicado en el mes de enero, en el cual se hace un detallado y sintético estudio de la cantidad de países previamente nombrada. Es interesante cuán fríos pueden ser los datos y cuán relativos y engañosos los resultados. La  relatividad de las cifras se ve en este atlas que muestra a nuestro país ("tigre de América") con un crecimiento de 1,5 %, Alemania - 5, 3 % y Congo un increíble 7,4 %. Datos fríos del atlas.
Hay una sección muy interesante en esta revista-atlas que ha motivado escribir esta reflexión. En la sección En resumen (En bref, pag .12) hay una serie de informaciones interesantes, cuadros, datos que en cierta manera sirven para acompañar los datos, informes, entrevistas y mini ensayos que hay a lo largo de la publicación. Algunos que son muy interesantes: para el 2010 habrá la suma de 43 millones de desempleados nuevos, expectativa dada por la Oficina Internacional de Trabajo, si es que en el mundo no se hacen los ajustes pertinentes (¿los habrá? ¿cuántos nos toca a nosotros?). Otra escala de desigualdad es la que se ha incrementado en los Estados Unidos; así otros datos y cuadros muy interesantes para leer con detenimiento, como indicadores de deterioro del medio ambiente o salubridad y salud.
El cuadro que más me ha interesado era el de la Discriminación en el campo laboral. Con una serie de variables, se ha hecho una encuesta a 26756 personas entre los 27 países que conforman la Comunidad Europea. Los parámetros son (en orden de respuesta): a) el modo de vestirse, de presentarse;  b) la edad;  c) el color de la piel o el origen étnico;  d) alguna discapacidad física;  e) la apariencia física general (estatura, peso,..);  f) el modo de hablar, el acento;  g) la manifestación de un credo religioso;  h) el sexo;  i) opción sexual;  j) el hecho de fumar o no;  k) el nombre;  l) la dirección (entre otros no especificados).
Extrapolemos estos parámetros de esa sociedad en la nuestra y veremos algunos de estos valores fácilmente aplicables a nuestros mensuras, nuestros medidas de segregación.

a) En el primer caso, la ropa de marca se ha vuelto un parámetro interesante que se ha tornado todo un quebradero de cabeza para padres que son sometidos por sus hijos para acceder a diversos grupos sociales. Para eso está, además, la fábrica de la moda.

b) En la edad, gracias al nuevo sistema, cada vez las personas somos más descartables. La juventud es el terror de los adultos y viejos. El canibalismo laboral de nuestros países ha acentuado esta terrible realidad creada en los últimos años. Una amiga regresó a su país, Argentina, a buscar trabajo; por su edad ya era obsoleta para su sociedad. Mi cuñado camina muy nerviosos en los últimos tiempos; sobre él pende la espada del despido.

c) Lo del color de la piel ya huelga decir cómo tratamos este tema en nuestra sociedad. Lo de cholo de mierda, negro de mierda, blanquiñoso de mierda o chino de mierda está a flor de labio y sale en nuestro hablar cotidiano. ¿O no?

d) La discapacidad física es todo un parámetro que recién ha entrado en la conciencia de la sociedad peruana desde lo laboral hasta las mejoras de construcciones de espacios públicos o privados, pero ¿cuánto? Dudamos en poner baños especiales para ellos o elevadores en lugares de dos o más plantas.

e) En Dinamarca entendí una situación especial: las bromas que solemos gastarnos como gordo, chato, calvo, panzón, etc.. son impensables en la sociedad danesa. Pero existen esos matices discriminatorios.

f) El otro día una profesora me contaba el caso de una alumna que había llegado de la selva para estudiar en nuestra universidad. La alumna pocas veces abrió la boca para participar en clases, ya que su peculiar forma de hablar de la selva arrancaba alguna risa burlona de algún mozalbete. La chica terminó por retirarse del aula.

g) Lo del factor religioso aún no es relevante en nuestro país, no es frecuente ver judíos, cristianos ortodoxos o musulmanes en nuestra sociedad. Pero ya hay cierta animadversión por algunos grupos cristianos protestantes.

h) i) La opción sexual es aún una lacra en nuestra sociedad, si tomáramos esa referencia en nuestro país, la homosexualidad masculina y femenina sigue siendo un hostil factor de segregación. Lo mismo sucede con la mujer, quien tiene que abrirse paso en una sociedad marcadamente masculina.

j) Los fumadores están conformando ese nuevo de discriminados, los vemos en las puertas de edificios fumando solos o en grupos, como nuevos apestados.

k) Los últimos casos sí se dan en nuestra sociedad, a tal grado que las leyes permiten a una persona poder cambiar sus nombres si es que sus padres tuvieron la mala idea de ponerle algún nombre no apropiado, que genera suspicaciones y muchas veces situaciones hilarantes.

l) Vivir en un Pueblo Joven, una Callampa, Una Villa Miseria, una Favela, define una serie de decisiones. Comparémolas con los que viven en zonas residenciales: los servicios, la seguridad, la actitud.

Este pequeño cuadro nos da a entender, además, de dónde saldrán algunos de los nuevos 43 millones de desempleados para este año.
Si conoces gente que está en estos parámetros, avísales. Están en las listas de discriminados y pueden ser candidatos de los próximos reajustes laborales.
Si no es así, ¿cómo discriminarías tú a la gente para llegar a la meta?


PD. AGP (indignante) ha viajado a Chile a llevar ayuda y traer compatriotas. Cuzco ha tenido intensas lluvias y a 8 muertos recientemente. Pisco ya tiene más de dos años en la dichosa "reconstrucción". ¿Nuevas formas (o antiguas) de discriminación?

domingo, 10 de enero de 2010

TRUJILLO, LA CIUDAD EN LA QUE QUEREMOS VIVIR

Una semana interesante se nos viene por delante. El día de ayer sábado veía con mucho interés una exposición didáctica de Bernardo Toro a un grupo de "elites" sociales de Asunción, Paraguay. La conferencia versó en su experiecia del rescate que se hizo de Bogotá como ciudad. Y es una experiencia que tiende a replicarse por toda América Latina, por ser Colombia un país que tiene muchas similitudes con  los demás de la región, esto es aquejado de los mismos problemas y que presenta las mismas potencialidades como las que tenemos en nuestros países. Su proyecto (con todo su grupo de trabajo) es exitoso y comenzó en 1995, cuando las fuerzas sociales de la ciudad se sentaron para ver qué podían hacer para salvar a Bogotá y convertirla en un lugar digno para sus habitantes y para vivir.
El proyecto demás está repetirlo, ya que es bastante difundido entre las autoridades y políticos de nuestros países. Estuve en Bogotá en 1992 y la ciudad era famosa por su violencia. Tuve dos percances que acentuaron ese temor; uno en el aeropuerto, que me salvé de ser asaltado gracias a la intervención de un policía, y el otro cuando fui a comprar libros luego de haber estado en el teatro; un grupo de amigos que bebía aguardiente me sugirió no salir de la tienda; sospechamente luego de mi ingreso, ingresó un grupo conformado por una mujer y dos hombres; compraron textos escogidos al azar y pagaron. Cuando me acerqué a pagar mis libros (uno de ellos La Gramática de Rufino Cuervo) el que hacía de cajero me advirtió de no salir. Eran, según él, de seguridad del estado. El grupo me invitó a tomar unas cuantas copas de aguardiente. Un momento después, uno de ellos salió y me dijo que me podía ir. Era un 06 de febrero de 1992.
Ayer en la reunión de casa de Marcela, hubo comentarios positivos de Bogotá. Ahora es una ciudad segura y agradable para vivir. Ahora, parece ser que nuestras ciudades, Lima, Trujillo, se han vuelto las ciudades violentas en las que hay mucho por hacer.
Las reflexiones que hizo Toro en su exposición son muy interesantes y que implican, sobre todo, un cambio de actitud de todos los agentes sociales de la sociedad latinoamericana. El ver la ciudad como un bien común implica no sólo un cambio de abajo, sino y, sobre todo, de arriba. En realidad, es una suerte de revolución copernicana de las relaciones sociales en Latinoamérica.
Una de las frases más contundentes que escuché en dicha exposición es la que enuncia que si creamos formas de exclusión la violencia es una respuesta segura. Es una verdad dicha y demostrada; el problema es que no la extrapolamos en nuestra sociedad. Cosas tan absurdas como no integrar a todas las fuerzas vivas de una sociedad como ambulantes, prostitutas y personas marginales (pandillas) en la construcción de nuestra ciudad, ya vamos por mal camino. Las estamos excluyendo de un espacio el cual comparten y tienen derechos, como deberes, con la ciudad en la que vivimos.
La narración descriptiva de las experiencias iniciales de Bernardo Toro fue bastante aleccionadora del camino que tenemos por delante. Temas como violencia, infraestructura, salud y educación son temas álgidos que exigen de nosotros como ciudadanos una revalorización del sentido comunal público de los mismos, los cuales han sido irresponsablemente dejados de lado y "tercerizados" (graciosa palabra empleada para cuando quieres deshacerte de un  tema espinoso) a la actividad privada. La pregunta es si la actividad privada ha hecho algún bien con el caótico transporte público de nuestra ciudad. ¿Lo ha hecho? La actividad pública fue postergando su responsabilidad y los ciudadanos otorgaron su complacencia a algo que nunca debió salir del patrimonio de todos los ciudadanos de una ciudad. La aceptación de este fenómeno adosado al hecho del rechazo de lo público ha acentuado esta brecha que va a tomar tiempo subsanar. Pero no va a ser difícil.
La educación es otro tema bastante álgido que se ha tocado en esta gran problemática. El pago de los contribuyentes origina el sueldo de los servicios públicos de la ciudad; entonces la ciudadanía debe aprender a organizarse para "aprender" a exigir con coherencia este nuevo proceso. La ciudadanía no debe exigir derechos, también debe asumir responsabilidades y ésa es una de ellas: no debemos actuar relegando nuestras responsabilidades y derivando a otros acciones que nos competen. El plan es un trabajo colectivo que apunta a un bien común: la ciudad.

sábado, 19 de diciembre de 2009

LA VIOLENCIA EN TRUJILLO


Creo que para todos nosotros los trujillanos y los peruanos, en general, no nos cabe duda de que las noticias sobre la violencia urbana y su tratamiento han sido objeto de diversas reflexiones y propuestas a un problema bastante enraizado por mucho tiempo en nuestra sociedad. Quizá lo que se esté viviendo en Trujillo es producto no de una espontánea reacción a una situación, sino un problema generado por años en nuestro espacio urbano. En cierta manera, lo de Trujillo es una realidad violenta estructurada gestada en los últimos lustros; es, también, el reflejo de la crisis social que existe en el país y la cual se ha focalizado en nuestra ciudad, como un laboratorio. El modelo de violencia social en los 80 se dio en  Ayacucho; ahora es el turno de Trujillo.
Una serie de elementos se ha conjugado para vivir lo que estamos viviendo; y lo que se ve es la punta del iceberg.
Quiero contar una historia que un día mi padre nos la narró cuando éste vivía. Mi padre tenía un negocio en la calle Unión, zona densamente comercial (cercana al movimiento de transporte hacia la sierra de La Libertad); vecina a esta calle estaba la temida Cerro de Pasco (ahora podría considerarse una suerte de parque infantil frente a otras zonas bastante turbulentas de la actualidad). La prosperidad de muchos negociantes de la zona, en los 80, se veía amenazada por una delincuencia incipiente (comparemos con las bandas actuales, muchos de estos delincuentes hacían sus fechorías por dinero rápido para conseguir droga, la famosa pasta básica de cocaína). Teníamos algunos delincuentes identificados que proliferaban por la zona para hallar a algún transeúnte incauto (los había por cientos). La actividad comercial atraía a muchas personas de la sierra que llegaban a hacer sus negocios. Había uno claramente identificado, al cual lo llamaban "el Piurano". Este individuo era un ex-reo, el cual en sus momentos de lucidez paseaba pidiendo un pan; cuando estaba bajo efectos de la droga, mostraba con orgullo y desafiante, las cicatrices logradas en sus reyertas en prisión o sus lides callejeras. Era bastante avezado.
Cierto día, un grupo de comerciantes de la zona se reunió, entre ellos, mi padre. Habían hecho, los comerciantes, contacto con un grupo de policías, quienes ofrecían sus servicios para una suerte de escuadrón de seguridad. En cierta manera, los vecinos y comerciantes de la zona estaban desesperados al ver cómo personajes, como el nombrado delincuente, eran capturados por dichos policías y, luego de un día, se los veía merodear nuevamente por la zona. Había una serie de comentarios: abogados corruptos que los protegían; policías corruptos que cobraban su cupo; leyes muy blandas que impedían retener por más de un día al hampón capturado. La idea de un escuadrón especial era "lo ideal" para este grupo de comerciantes y vecinos. Mi padre estuvo muy asustado por la idea; creo que se fue a la tumba con el secreto de si apoyó o no a dicho escuadrón. Sospecho que el escuadrón (lo podemos llamar así)  sí fue cierto, ya que muchos delincuentes, incluido nuestro famoso Piurano, desaparecieron (pero aparecieron otros); según decían, habían huido de la zona; otra versión que escuché a mi primo que trabajaba con nosotros era que habían capturado a un delincuente, lo habían subido a un patrullero y que, accidentalmente, recibió un disparo en la pierna, a la altura de la femoral; tras varias vueltas por la ciudad, llegaron a un hospital para constatar que el delincuente era cadáver.
Haya sido cierto o no, esa es la idea que cruza ahora por la mente de muchas personas como la del taxista con el cual conversé hace dos días. Ya había sufrido un asalto y estaba cansado de vivir en la zozobra, ya que muchos delincuentes se encubren de taxista para cometer sus fechorías; y para hacerlo, deben "sacar del mercado" a los taxistas verdaderos, ya que no les permiten acceder a sus posibles "clientes". Según me comentaba el taxista, estos delincuentes negocian sus pasajeros-víctimas con otros delincuentes. Hace unos años presenté una buena selección de cuentos del escritor Fernando Ampuero; en dicha selección, el primer cuento, Taxi Driver, sin Robert de Niro, narraba las historias de taxistas que vendían borrachos a drogadictos y traficantes de órganos y otras cosas. Cuando leí el cuento, sentí pavor; cuando me narró sus historias aquel taxista, me vino a la memoria aquella increíble historia y reflexioné sobre aquella frase: "la realidad suele superar la ficción".
El triste paradigma de violencia en los 80 fue la ciudad de Ayacucho, la cual reflejaba el problema que asolaba a todo el país; una violencia estructural social, producto del descontento acumulado por años en la sierra deprimida del Dpto. de Ayacucho, que generó una violencia vertical del Estado.
El siglo XXI, en sus inicios, nos escogió para ser el nuevo paradigma. Trujillo tuvo un boom los primeros años de este siglo que se manifiesta, orgullosamente, en sus centros de ventas, sus grandes tiendas comerciales, la gran presencia de tarjetas de crédito y una suerte de pujanza industrial básica generada por la agroindustria y la minería, sus dos grandes pilares. Estas "piedras de toque" permitieron una movilidad comercial y social nunca antes vista en nuestra ciudad. Se desarrolló el comercio, pero lo demás quedó bastante rezagado. Lentamente la ciudad comenzó a incubar ciertas situaciones para crear eventos propicios para una suerte de choque social.
En cierta manera, Trujillo recibió tranquila un fuerte boom comercial que trajo consigo un flujo humano atraído por las oportunidades laborales. Mucho de este flujo humano halló un puesto de trabajo (no necesariamente adecuado y digno, pero a la larga un trabajo); otros muchos, no. Trujillo ya adolecía de oportunidades laborales previas al boom; a la llegada de este, la población desempleada trujillana compitió con la migrante y el conflicto social incrementó.
Esta situación se ha visto más acentuada en los últimos meses a raíz de la crisis económica mundial que ha jaqueado la producción agroindustrial. Hay zonas como Alto Salaverry cuya población laboralmente activa trabajaba en las esparragueras. Ahora casi el 90 % de ellos no trabaja. Son  desempleados.
La aparición de las pandillas, producto del fuerte desajuste sociofamiliar de los 90 (gran cantidad de padres y madres migraron a USA, Japón, Chile, Italia, España y Argentina), suplió esa carencia de las figuras paterna y materna, y fueron apareciendo bandas de adolescentes de manera inquietante. Pero estuvo, en cierta manera, controlada. Estas pandillas, en cierta forma, van a ser el terreno del cual se van a "alimentar" las bandas organizadas. Ya desde la segunda década de los 90 era frecuente apreciar las formas cada vez más sofisticadas de delincuencia en nuestra ciudad. La presencia de delincuentes "importados", sobre todo colombianos, halló un terreno bastante fértil en Trujillo y otras ciudades peruanas. Los ciudadanos nos enfrentamos con una delincuencia más astuta y avezada: clonación de tarjetas, secuestro al paso, robo electrónico. Modalidades a las cuales no estábamos preparados.
El crecimiento de un mall es signo de una riqueza visual; eso nos han querido mostrar y es, como el azúcar, la golosina que quería ver el niño. La primera parte de esta década, ciudades como Chimbote o Chiclayo, conocidas por su movimiento comercial, acompañada de un hampa más o menos organizadas, fueron perdiendo paulatinamente su identidad peligrosa. Trujillo fue acogiendo estas bandas. En un principio, eran bandas de paso, trásfugas, migratorias; luego, se afincaron.
Alguna vez hablé con un docente que había trabajado para la prensa amarilla de nuestra ciudad; dicha experiencia le permitió acumular una impresionante información de lo que son varios sectores de las periferias de Trujillo: tierra de nadie. Lo de los distintivos que identifican a las bandas se han vuelto toda una industria del tatuaje y de stickers (pegatinas) que pululan por nuestras calles en personas y vehículos.
La ciudad está llegando a situaciones un poco extremas. La desesperación de muchos se ha transformado en respuestas rápidas y violentas, las cuales van a conllevar a más violencia.
La violencia actual obedece a más factores que sólo el de la perspectiva policial: así tenemos lo laboral justo; lo educacional (la calidad educativa es paupérrima en el país y de esto no escapa Trujillo); lo comunicacional (los medios tienen una alta responsabilidad por crear patrones de conducta en los jóvenes, los cuales tienen nuevos "héroes" bastante deplorables); la planificación de una ciudad ; la imagen institucional (si tenemos paradigmas corruptos como tomar 15 mil dólares del estado para apoyar graciosamente un espectáculo, ¿qué podemos exigir de personas de escasos recursos a ser modelos de conducta? ); la corrupción de las instituciones del Estado (judicial -sobre todo -, policial) y éste mismo; la necesidad de un diálogo permanente de las instituciones vivas de una ciudad.
Estamos, pues, frente a la punta de un iceberg; saquemos o tratemos de sacar todo el iceberg para atacar de fondo el problema. Sino, no lograremos solucionar el problema y será, como los rebrotes de Sendero, un mal endémico que no pararemos por más que organicemos marchas de buena intención.

domingo, 13 de diciembre de 2009

KØBENHAVEN, LA INTRANSIGENCIA Y EL PESIMISMO FUTURO


Hace un par de meses colgué en mi blog un tema que se ha vuelto una pequeña punta de un iceberg muy profundo y que tiene muchas repercusiones en la realidad mundial y ecológica. El aborto era parte de una cerrada campaña para mantener la idea de un mundo con cierto statu quo y que ha comenzado a eclosionar por una serie de acciones que nos está pasando una fuerte y riesgosa factura.

La Cumbre de Copenhague ha estado plagada de propuestas que implican un cierto compromiso de países ricos para remediar su error histórico, dizque ayudando a los países pobres a mejorar su calidad de vida que conlleva a mejorar el medio ambiente. Pero el tema debe abordar no sólo la arista ecológica por ella misma, sino ir sobre las entelequias humanas para generar un verdadero cambio y no hacer de estas propuestas una mera declaración  lírica a la "nada"


Uno de los temas que se ha hablado, pero que no se quiere abordar abiertamente es el de la explosión demográfica y el control de la natalidad. De esto último venía a colación lo del aborto. Había leído en un ensayo que la población humana no debería exceder de los 2 mil millones de individuos sobre el globo terráqueo; era una propuesta que permitía un equilibrio en lo que generamos en nuestra vida a lo largo de ella (comestibles, consumo y desechos) y el planeta con el fin de no crear las situaciones críticas que ya han aparecido (no por voluntad divina, sino por acción del hombre) como sequías, hambres extremas y las prontas guerras por apropiación de recursos naturales como el agua y la energía (un tema sensible en el Perú). Este tema es muy espinoso y muchas personas han reaccionado ante mi observación,  en algunos casos, de manera agresiva. La distorsión de los procesos naturales por parte de los humanos ha permitido la longevidad, así como cierto boom natalicio, corroborado por varios principios religiosos, algunos de los cuales terminan por ser una orden extremadamente tiránica. El control de la natalidad es aún, precisamente, un tabú sobre todo en las sociedades con más problemas económicos. Recuerdo un amigo de mi padre, muy humilde él, le contaba, orgulloso, que iba a nacer su hijo décimo segundo (12). Además, acotó algo inverosímil: "cada hijo viene con el pan bajo su brazo". Además, imagino, venía con sus tarros de leche, sus pañales desechables, sus medicinas, sus biberones y otras avituallas de un recién nacido. Creo que quería decir que venía también con una cuenta en un banco o algo así, ojalá.
El sistema actual le interesa que haya más gente para convertimos en el número que uno tiene para ingresar en él: desde tu nacimiento entras en el engranaje del consumo que se ha sofisticado mucho más; pero eso ha tenido, desde los 70, consecuencias nefastas La supuesta comodidad para el consumidor ha generado profundos cambios en la conducta humana, apuntado directamente a la idea del consumo. Ahora somos más de 6 mil millones que generan una presión de toda índole sobre varios grupos sociales y que han generado mecanismos de poder increíblemente poderosos y sutiles (por ejemplo, las todopoderosas Corporaciones), y que no tienen mucho interés por cambiar. Hay cientos de ejemplos al respecto: desplazar el consumo de energía fósil ha sido el sueño de varias décadas, pero siempre hay algún incoveniente por ahí. Las corporaciones sí tienen un peso político importante, eso nadie lo puede negar (hay que ver el papel activo de las "hermanas petroleras" en los últimos conflictos de Medio Oriente).
La competencia comercial va a ser otro de los grandes escollos que son esgrimidos por los países grandes para no pasar a reducir su fuerte emisión de gases tóxicos al medio ambiente. ¿Querrán cambiar su política industrial y pensar, además, en reducir su producción y sus mercados consumistas? Para una corporación esto significaría guerras encarnizadas entre ellas, ya que el mercado se vería reducido de todas las formas posibles; además cambiar los hábitos de comsumo sería otro golpe certero al que habría que ver cómo hacerse a la idea. Usar energía solar, libre y limpia es posible, pero raramente la tecnología es aún cara, ¿por qué? Las respuestas económicas las sabemos todas, esperemos otras respuestas que sean más válidas que la económica (sabemos que lo económico se sujeta a las decisiones que se tome)

Al volver con el problema poblacional, no dejo de recordar a todos aquellos que dicen  defender la vida, no importando si al hacerlo entramos en conflicto con la calidad de vida de los demás. El bienestar pasa a un segundo plano cuando incitas, obligas, exiges a la gente a tener hijos, incluso sin haberlos planificado o estés en riesgo personal siguiendo tu embarazo. He oído respuestas espeluznantes que no hace sino ver que si mi propuesta pareciera fascistas, las de estas personas no distan en nada de serlo. La lógica es terrible y muchas se cubren con una justificación de instituciones cuyos fundamentos y procesos contradicen lo que proclaman, sobre todo las religiosas.

Hay, pues, muchos intereses que entran a tallar en esta cumbre; me parece que el fracaso de la misma ya está dado, puesto que, de tomar decisiones de reducción y otros, implicaría un cambio político que debe reflejarse en lo económico, y apuntar sobre lo educativo y cultural (cambiar hábitos sociales).

Cuando veamos que la temperatura ya haya subido 2 grados más, nos estaremos viendos las caras para lamentarnos. Dicen que nuestro país es uno de los más sensibles frente a este situación. Ahora podemos empezar a vivirlo con el Niño que se viene. Triste realidad de una de las formas más evidentes de la globalización.

sábado, 17 de octubre de 2009

ABORTO Y LA MADUREZ DE LA MUJER



La última semana la polémica sobre este espinoso tema ha sido abordado desde diversas perspectivas, con visiones que rayan con el fundamentalismo y que creo que amerita la reflexión de todos los ciudadanos que luchamos por los derechos personales.

En todo este "espacio democrático de discusión" se ha escuchado de manera insistente y con una posición casi obtusa a miembros de la curia católica, apoyando una posición en la cual se dice proteger a un embrión (hay todavía una larga discusión filosófica, científica y ética al respecto); pero, la mujer, quien es la que está más directamente afectada, ha tenido poco espacio de resonancia (salvo a las que han apoyado la visión de la iglesia conservadora) sobre las futuras decisiones que debe tomar nuestro país como política de estado. Varias cosas.
1) El tipo de aborto asistido y consentido que se propone es para dos casos específicos en los cuales la mujer como tal va a salir bastante damnificada. Según nos han enseñado, los hijos se crean y conciben con amor. Eso es lo que se habla para la constitución de una familia. El producto de una violación no es un acto de amor, a menos que, en los últimos años, la violación haya adquirido un nuevo valor semántico en el cual el fruto de la misma pueda llamarse acto de amor. la posición forzada de la sociedad para con la mujer violada es inaudita; en vez de protegerla, ella debe forzosamente llevar en sus entrañas el producto de su mala experiencia. Lo más gracioso (y eso es real) es que la sociedad se va a desentender del futuro de esa mujer y la va a dejar abandonada a su suerte. La autoridad eclesiática me ha parecido muy ligera en su declaración de acoger a todos los hijos producto de una violación. Hasta donde sé, los miembros de la iglesia católica tienen jurada la restricción de tener hijos y exigir una acción que para ello no es aplicable dista mucho de su comprensión y compromiso para entender al otro o, mejor dicho, a la otra. Además, y lo que más sorprende, es que la máxima autoridad eclesiástica de nuestro país tuvo la desfachatez de declarar a militares y personajes sombríos que "los derechos humanos son una cojudez"; ergo, los quieres vivos para después no ser protegidos en esta vida, bajo esa óptica que escoge quiénes tienen derecho a recibir un trato digno de ser humano y quiénes no.

2) Bueno, si le damos vuelta a esta perspectiva y se informa bien a las mujeres que sufren violaciones (niñas por sus padres o padrastros, mujeres violadas en la selva por el ejército o sendero, chicas violadas por pandillas, etc...) que no se preocupen, puesto que el producto de su mal momento tendrá un "padrino" para el mismo. Además, si lo vemos bien, la mujer sí podrá denunciar públicamente su violación (nuestra sociedad ve mal a una mujer violada e incluso se la culpa de ser ella la provocadora de una violación, mismo mito de Eva y la manzana) con el fin de certificar para que la iglesia sí pueda recibir con sello de garantía que el bebé que va a acoger sí es producto del odio humano y no del amor del mismo.

3) Esto va a amarrado al hecho de que nuestra sociedad es aún muy hipócrita en cuanto al manejo de su sexualidad tanto social como íntima. La pobreza del sistema educativo de no querer abordar la educación sexual choca con el concepto de creencia. La educación sexual es como enseñar lenguaje o matemáticas a los alumnos. Es un derecho general y no es una cuestión de opción. Yo sí puedo optar por aprender religión o no, puesto que es una cuestión de fe. Pero saber cómo es mi cuerpo y qué debo hacer para preservarlo y tomar medidas para curarlo es un deber del estado hacerlo y un derecho natural de todos los ciudadanos. Pero cuando hay cuestiones de índole religiosa sobre este tema, estamos trasgrediendo el derecho natural de los ciudadanos a conocer la verdad, así esta interfiera con preceptos de fe. Quizá así nuestro país tendría menos mujeres adolescentes o niñas preñadas, objeto de su ignorancia. Las mentes más obtusas pueden pensar que conocer los órganos genitales es invitar a que los alumnos vayan directamente al pecado. Con todo el mundo de internet que nuestros jóvenes tienen y la abundancia de diarios chichas que apuntan al varón de escasa cultural, lo que debe hacer el Estado es desarrollar una verdadera política de prevención. Eso es crucial desde cualquier perspectiva: así no "sacas del camino" a tanta niña o joven escolar o universitaria que tiene un futuro personal por labrar y mucho qué aportar a nuestra sociedad.

4) Del punto 3, puedo decir muchas cosas que suelto aquí: quizá los hombres estemos creando formas de control contra la mujer para evitar su competencia, así la sacamos del mercado laboral. Otro punto más, y esto va con la dinámica del mercado, me aseguro que la máquina de hacer clientes (un hijo es cliente desde que nace, sino pregúntenle a las clínicas materno infantiles y toda la industria láctea del mundo) no me falle. Ya se ha visto en Europa que la población ha decrecido. Creo que esa medida debemos aprenderla. La población crece demasiado y nos han hecho creer que eres útil si hijos tiene. Los mejores casos de esta política fueron Mussolini y Hitler. No hemos cambiado mucho que digamos.

5) Si los jóvenes supieran manejar más su sexualidad, casos como el que tenemos en discusión ahora descenderían. Es una posibilidad. Pero debemos despegarnos del tabú. Y el tabú lo respetas, pero no sabes por qué. De saberlo, de quitarnos un poco la venda, quizá la sociedad aborde este tema con más franqueza, con menos complejo por parte de los padres para con sus hijos y los hijos se acercarían con más confianza a sus padres. Es un gran temor, y pocos son los hogares latinoamericanos en los que este tema es francamente abordado. Si hay alguno, déme ejemplos para saber que ya estamos cambiando.

6) El segundo caso de aborto asistido es más terrible; es condenar a una mujer desde el embarazo a sufrir psicológicamente. Saber que el feto presenta malformaciones o, peor, su periodo de vida va a ser breve (acéfalos u otros casos) es condenar a la pobre mujer a que sea una madre fracasada y frustrada. Muchas de ellas les dan una palabra que es muy típica en Latinomérica: resignación. Resignación a ser pobre, resignación a ser incapaz, resignación a tener un empleo mal remunerado. Hay más segmentos de resignación. El de ser madre es uno de ellos y allí hay un amplio espectro. El derecho a la felicidad personal de la mujer como madre no existe. Ojalá rescatáramos a Nora Krostrad de Casa de Muñecas para volver a entender lo que son los derechos personales. Mi madre recién goza de su felicidad individual como persona mayor y viuda (tiene 74 años) ¿Hay que esperar tanto para ser feliz y poder tomar tus propias decisiones?
Largo camino aún para la humanidad.

jueves, 24 de septiembre de 2009

GLOBALIZACIÓN O NEOCOLONIALISMO: PANDILLAS, LENGUA. ¿IDENTIDAD?



La reciente visita de Jesús Valero a nuestra Universidad y a la Alianza Francesa de Trujillo ha abierto una serie de interrogantes. El conversatorio ha invitado a la reflexión sobre este tema, el cual queda mucho por definir, sea por actitudes, sea por perspectivas. Convertido en debate, las reflexiones sobre la globalización y las incidencias en la migración interna y externa, y en la conformación de la cultura y la identidad de dichos grupos humanos demandan aclarar definiciones sobre lo que entendemos por globalización y neocolonialismo.

Creo que los ejemplos cotidianos pueden ayudar a entender (o a enredar más) estas dos palabras.
El primero que me viene a mente es el de los jóvenes: estuve leyendo diversos artículos sobre las pandillas y las maras. El primer movimiento social (lo es) se da por una serie de causas que concurren en nuestras sociedades. Una de ellas es la presencia de familias disfuncionales a causa de la migración de uno de los miembros cabezas de una familia: generalmente era el padre, pero recientemente, es la madre quien se ha visto en la necesidad de migrar para contribuir con el ingreso familiar. La ausencia de autoridad y el abandono han hecho que muchos adolescentes, en nuestro instinto gregario, hallen en una pandilla la familia que no tiene: pertenencia, identidad, seguridad. La migración forzada de tantas personas a países que les ofrecen oportunidades ha cambiado la fisonomía de pueblos enteros en América Central (sobre todo en El Salvador y Guatemala) y en Ecuador. Muchas familias peruanas han visto partir a la madre para trabajar en ciertos servicios que generalmente los oriundos no suelen hacer: servicios domésticos, niñeras, servicios de poca exigencia formativa. La pandilla otorga al nuevo "huérfano" una suerte de estabilidad y pertenencia que ya no halla en su familia. Algunas personas tienen la suerte de reunir a sus familias, pero algunas de estas reuniones en el extranjero han sido poco satisfactorias, puesto que muchos de los adolescentes reubicados en sus nuevos lugares de residencia enfrentan una serie de problemas de adaptación, tanto personal como social. La nueva sociedad que los acoge no es del todo permeable, situación que se ha agravado con la reciente crisis de los países ricos, en desmedro tanto de los países pobres como los residentes de los mismo en sus espacios geográficos. El desplazamiento humano (la transhumación de miles de personas por varias naciones europeas) ha generado graves problemas sociales, políticos y económicos. Uno de estos graves problemas en sociedades como la norteamericana fue la creación de pandillas en sus territorios, que luego fueron "reexportadas" a sus lugares de origen; tal es el penoso caso de El Salvador, donde han surgido sólidas pandillas o maras, de jóvenes de origen salvadoreño-americano, y han creado una sociedad con reglas estrictas de convivencia y violencia. De las guerillas, surgen ahora las sofisticadas maras.

Pero el origen de estas pandillas obedece también a la poca capacidad que tuvieron los países receptores de migrantes, muchos de ellos explotados o forzados a radicar en estos países (recuerdo la película Gran Torino y el grave problema de las minorías vietnamitas viviendo en USA).

En la discusión se habló de la posición y perspectiva que se tiene con los migrantes. Es interesante ver el grave problema que ha estallado en los países ricos que no tuvieron capacidad de respuesta o, si la hubo, no fue la acertada. Algunas leyes francamente racistas fueron muchas veces las provocadoras directas de la forzosa aglutinación de estos grupos humanos tratados como subciudadanos, si cabe el término.

La quimérica globalización habla de la aldea global; simpático eufemismo que no concuerda con lo que esta declaración presenta: ciudadanos del mundo. De serlo, implicaría un trato de igualdad a todos, libre movilidad, equidad en el trabajo y oportunidades: esto implicaría, como un ejemplo, que una persona que trabaja en Singapur, Nueva York o Trujillo de una transnacional perciba el mismo sueldo. Lo último será rebatido, obviamente, por cualquier economista. No son criterios de igualdad, son otros. Ese punto de partida lo dice todo. Las desigualdades priman para pesar de muchos y benéplacito de otros.

Sigo pensando en el neocolonialismo.

domingo, 30 de agosto de 2009

MÉXICO, LA SERPIENTE EMPLUMADA EN EL ECRAN



No le fue difícil a la crítica de cine advertir, a principios de los sesentas,
El atraso contaminador de la industria. La condena fue instantánea:
He aquí la fábrica de la enajenación, los envilecedores de una colectividad finalmente indefensa que acepta lo que le dan.
CARLOS MONSIVÁIS, NO TE MUEVAS, PAISAJE.


La cinematografía mexicana es una de las más activas y prolíferas de América Latina. Desde el periodo mudo, el cine de México ha tenido una interesante y activa evolución; a raíz de los primeros 50 años de cine sonoro, hubo una suerte de resurgimiento del cine en dicho país con un grupo de jóvenes directores, dispuestos a cambiar la imagen demasiado estereotipada de esta cinematografía. Los años 30 y 40 sirvieron para crear toda una industria consumida en México, en Latinoamérica y luego en el resto del mundo. Para esta acción, según Monsiváis, la industria del cine se armó de estereotipos en guiones, sonidos, fotografía, paisajes y sobre todo actores. Carlos Monsiváis escribió un interesante ensayo sobre dicho cincuentenario (NO TE MUEVAS, PAISAJE) en el que da cuenta de todos esos arquetipos que, en cierta manera, se convirtieron en un lastre para la industria del cine y para la cultura mexicana en general. Las figuras de personajes perdedores como Pedro Infante, o desafiante como María Félix, obedecían a la construcción de personajes de fácil lectura para un público iletrado y hambriento de espectáculo. En este breve ensayo, Monsiváis carga con todos de manera agudamente reflexiva y, que en cierta manera, le da bases para la creación sin prejuicios de un nuevo cine nacional. Los primeros años del cine eran años duros, sin recursos. Esa necesidad la convirtieron casi en política: un paisaje sencillo, campestre. Pero, a su vez, destilaba un carácter bastante reaccionario, contrario a los movimientos sociales revolucionarios que habían vivido por casi dos décadas. Muchos de sus filmes se centraron en el mundo agrario-campesino. Allí tenemos ALLA EN EL RANCHO GRANDE, film en el que veladamente glorifica el statu quo social, ataca la situación de reforma agraria que había promovido hacía dos décadas Lázaro Cárdenas y se construyen personajes nada conflictivos; en cierta manera, pasivos y complacientes, y temerosos de cualquier cambio social. Las mujeres tenían roles inamovibles, establecidos y, aquellos personajes que trasgredían, sancionados. María Félix no es un ave raris; su pecado o atrevimiento es también sancionado, como sucede en DOÑA BÁRBARA. Este cine elevó a la categoría de modelo o patrón de conducta al macho mexicano: borracho, pendenciero, mujeriego, pero absurdamente tierno y humano. Una dicotomía creada para poder permitir a ese pueblo necesitado de autorretratos, el verse reflejados. La hipotética actitud descriptiva no es tal, ya que su carácter es contradecir los cambios que se venían gestando en la sociedad mexicana. Eran factores, en realidad, de alienación. Defendían (a través de la farsa, la comedia, el melodrama) situaciones racistas, clasistas, de verticalidad, pensamiento feudal agrario, machismo. A los curas mojigatos, defensores del patrón injusto y abusivo. Criticaban la modernidad y el avance de la mujer y la iglesia comprometida.
Quizá el cambio se dio en los 70, cuando subió el presidente Echevarría, éste nombró a su hermano Rodolfo como director del Banco Nacional Cinematográfico. Este tenía por propósito fomentar el desarrollo de un cine nacional, se contó con una gran presencia de actores jóvenes que recibieron un apoyo estatal (la idea también fue promovida en Perú). Esto suponía contar con nueva gente, nuevas actitudes, nuevos guiones y sacarse de encima años de arquetipos que le han costado al cine mexicano. El camino recorrido hasta nuestros días ha dado su fruto. Ante el triunfo de obras como AMORES PERROS y la internacionalización de muchos de sus actores y directores (Diego Luna, Gael García, Alfonso Cuarón), se puede decir que esa línea de trabajo ha permitido al cine de México dar vuelta a la página.

He aquí 3 filmes que muestran propuestas diversas sobre la realidad mexicana en tiempos diferentes, filmes que nos muestran los nuevos lenguajes de lo social y cultural de esta fascinante sociedad.

EL EVANGELIO DE LAS MARAVILLAS ARTURO RIPSTEIN 1998 Una interesante temática que es cotidiana en nuestra sociedad: la forma fácil de poder engañar a una sociedad al límite. El típico oportunismo y la descarada manipulación de la gente desesperada por parte de líderes religiosos son mostrados de manera abierta y alegórica a lo largo de este film. Estas circunstancias no son ajenas en nuestra sociedad, ya que ésta es permanentemente bombardeada por instituciones religiosas y pseudo religiosas hambrientas de fieles y, sobre todo, de sus dineros. El reciente escándalo de un líder religioso brasileño nos demuestra que esto no es nada nuevo en nuestra sociedad. La parafernalia, el temor, la amenaza y la supuesta salvación eterna son las eternas promesas de todas estas organizaciones bien organizadas, con recursos estructurados para impresionar y con un discurso aprendido para impactar sobre los más débiles de una sociedad: los pobres, los desesperados, los jóvenes. El caso más patético que se haya vivido en nuestro continente fue el caso de la secta Templo del Pueblo, dirigida por Jim Jones. Este, con la absurda historia del fin de mundo, mandó al sacrificio a 919 personas (incluidos 180 niños), no sin antes haber acribillado a cientos de balazos a un senador norteamericano, Leo Ryan, y a tres periodistas. En la misma iglesia católica tenemos muchos casos de sectas, muchas de ellas conservadoras que envenenan la mente de muchas personas, sobre todo adolescentes.

MIL NUBES DE PAZ JULIÁN HERNÁNDEZ 2003 Esta polémica película ha catapultado de su novel director a la fama. Y el caso no es para menos. Es una sincera y bella película que nos habla del dolor del amor y soledad de un joven homosexual en una México que, pese a ser la ciudad más grande del mundo –tiene 30 millones- se la muestra vacía y solitaria. Hecha con pocos recursos y en blanco y negro, este film es un valiente testimonio poético, que ha terminado por despercudir a la sociedad azteca de su letargo que en cierta manera fue expuesta un poco antes de las elecciones presidenciales. Algunas marchas sobre la igualdad de género y legalizaciones llevaron a los mexicanos a abrir sus conciencias y a sacar la gente de los clósets. Esta actitud deviene en un proceso lento para esta sociedad tan bien perfilada por uno de sus más grandes críticos, Carlos Monsiváis, en su análisis Escenas de Pudor y Liviandad; el típico macho mexicano, el de Jorge Negrete, está revolviéndose en su tumba. Pero el film no tiene esa intención; su intención está en el dolor y la soledad, en las heridas que nos crea el amor furtivo, el ocasional y lo difícil que es restañar las honduras del alma. Pese a lo “humilde” del film, esta película ha recibido diversos premios por la crítica y el cine comercial. Los tiempos cambian.
LOS ALBAÑILES JORGE FONS 1976. En los 70 el cine mexicano pasa una suerte de Nouvelle Vague, con una marcada intención social y tratan de despercudirse de la excesiva carga de estereotipos heredada del cine de los 40 y 50, tal como explicamos en un inicio. Así aparecen una serie de directores que abordan la sociedad mexicana con una visión más concreta y cruel de la misma, casi heredera de la obra del maestro Buñuel. Esta película inspirada en la obra de Vicente Leñero, convertido en guionista del film, nos remite al mundo de la construcción y las relaciones entre los personajes del mismo. Se ven personajes más identificables y con una intención de compromiso más evidente. El film muestra los tratos de trabajo, la verticalidad patronal, la corrupción y los crímenes que pueden surgir de esta. Es un fresco social, algunos personajes son satirizados por lo que representan y aparece junto con otras dos películas de alta carga social como son CANOA y MECÁNICA NACIONAL.