El panorama político es incierto, cargado de polarización y de actos desatinados de todas las partes. Además, la ONU ha emitido un informe alarmante que pone en jaque a la humanidad entera. Todo esto bajo el manto incierto y amenazador de una tercera ola de una pandemia que nos ha golpeado fuerte en todos los sentidos. Sin embargo, la vida sigue adelante para ciudadanos sencillos y creativos que sacan fuerzas de las adversidades y construyen belleza para los demás. Trujillo ha tenido diversas manifestaciones artísticas y culturales ya de manera presencial entre conciertos, obras de teatro y exposiciones. La creatividad no ha cesado y, como suele ser en el espíritu creador, ha logrado convertir, incluso, la adversidad como fuente de inspiración.
He podido ver este último
viernes 13 uno de esos chispazos que cambian la vida a una persona. Gracias a
la gestión de David Gennell, artista trujillano afincado en Lima, en
coordinación con El Cultural, se ha inaugurado una exposición-museo ambulante de
visión obligatoria: Primitivo. En esta vemos diversas manifestaciones de arte
popular que iluminan nuestros ojos y mente al ver cómo, a través de la madera,
el barro, las fibras, los colores; estos artistas han reinterpretado el mundo,
su mundo. Algunas nos muestran el camino duro que han tenido que transitar tras
duras vivencias violentas personales y sociales que les cupieron vivir. Y es
notable. Tan fuerte es su respuesta al mundo que muchas de estas ya se han
convertido en patrimonio de nuestra nación, como es el caso de Primitivo Evanán
(quien da el nombre a esta exhibición) y algunos de sus artistas se han
convertido en personajes del Bicentenario; la presencia de algunos de ellos en
la muestra quienes han venido a mostrar su arte y dictar unos talleres me
permitió conversar con ellos, sobre todo con la Sra. Mery Salazar. Me contaba
los días duros del terrorismo y de la indiferencia de la sociedad; pero ella
siguió adelante y muestra con orgullo su pasado yanesha. Interesante las
conexiones que hay entre la injusticia y el arte: en una de las tablas Sarhua
de la exposición, se ve una denuncia de una artista que sufrió violencia racial
y clasista por parte de otra mujer.