La actividad lectora está en crisis. Las estrategias que
hemos empleado por décadas con la actividad lectora han ido colapsando en los
últimos tiempos, sea porque la educación se ha deteriorado por una serie de
factores externos o internos a ella, o porque los consumidores tienen otros
gustos y otras formas de cómo consumir esos gustos. Esto está más ligado a todo
lo que llamaríamos una lectura denotativa, pues la connotativa sí es más
compleja en su elaboración y en su consumo, así como sus consumidores. Quisiera
concentrarme en la connotativa, en la que la Literatura está inmersa. Pasamos a
detallar:
Deterioro de la educación:
1) Desde el punto de vista interno se centra en los
siguientes ítems:
a. Calidad docente, pues muchos docentes no son lectores
activos. Se ha dado caso de que incluso se ha identificado docentes que han
leído un solo libro de literatura en su formación para docente, limitándose en
formas metodológicas y no aspirando más allá de los contenidos curriculares.
b. Formas evaluativas que castran a los estudiantes con
criterios rígidos y que convierten el placer de leer en una pesadilla.
c. Malas elecciones de textos. El hecho de tener que leer
clásicos no debe de convertirse en una obligatoriedad a jóvenes que no tienen
el hábito desarrollado.
2) Desde el punto de visto externo, tenemos:
a. Criterios que someten al libro como un artículo suntuoso.
b. Percepción de muchas personas, incluidas PPFF, que ven
como no necesario comprar un libro (no confundir con texto) y prefieren derivar
sus inversiones en otros artículos como celulares que lo ven como artículos más
“polifacéticos”.
c. Elementos de la sociedad que invita a las formas de
adquisición de cultura de manera más “light” y supuestamente divertida.
d. Gran brecha cultural que aleja a un lector de cierto tipo
de literatura.
e.
Encubrimiento
de ciertos libros ligeros como literatura. Esto se ve en todas las artes.
Formas y gustos para el consumo:
1) La forma virtual ha invadido todos los campos. Es un
desafío para los escritores atraer a lectores novatos a un mundo que les
extraño. Textos literarios con hipervínculos se hacen cada vez más frecuentes,
así como la conversión de textos clásicos para ser consumidos por niños o
jóvenes.
2) La imagen en movimiento sonorizada ha ganado gran terreno
frente a otras formas de “lectura”. Por eso es importante que los docentes sean
muy polifacéticos con sus alumnos: actores, músicos, creativos, casi todo
combinado en el momento de leer en voz alta delante de sus niños o jóvenes.
3) Reforzamiento del conocimiento a través de las ventanas
abiertas en una pantalla. Un joven consume tres o cuatro ventanas en simultáneo
a la vez, interesante diacronía que la lectura puede explotar; reclama de
varias personas de diversas áreas para ir creando nuevas clases del futuro. Lecturas
sincrónicas y diacrónicas es lo que joven ahora consume.
4) Uso de aplicaciones e incorporación de medios y aparatos
virtuales en el aula ya no es ajeno. Falta crear una noósfera virtual educativa
que permita el desarrollo del conocimiento en una persona cada vez más
habituada a ello.