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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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miércoles, 19 de noviembre de 2008

LOS ABISMOS DE BUÑUEL EN SU PERIODO MEXICANO


El instinto es la motivación central del cine de Buñuel.
Sus personajes viven con unas conciencias afiebradas por la tensión
entre la carnalidad y las condiciones que lo limitan: sociales,
biológicas o morales.
ASCANIO CAVALLO. SOBRE LUIS BUÑUEL



Buñuel ha sido un verdadero paradigma de cineasta polémico, genial y contestatario. Desde sus trabajos iniciales en España en la corriente surrealista, hombro a hombro, con artistas de la talla de Salvador Dalí, Buñuel va a empezar un largo camino cinematográfico trazado por su anticlericalismo, comunismo y soberbio ingenio que lo han hecho uno de los más grandes directores de todos los tiempos. Desde su PERRO ANDALUZ hasta ESE OSCURO OBJETO DEL DESEO, Buñuel, adusto (como el retrato que pintó de él Dalí en 1924), dejó una estela de filmes, algunos de estos considerados verdaderas obras maestras de la cinematografía mundial. Por la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial en la Europa de entonces, el director aragonés se vio forzado al exilio; debido a sus ideas izquierdistas, no pudo trabajar en Hollywood por lo que se vio obligado ir a México, país que recibió a cientos de intelectuales, sobre todo de origen español. Su incursión en estudios Churubusco fue trascendente para el cine mundial, trabajando con guionistas, fotógrafos, actores y sobre todo actrices, de quienes explotó sus artes con el fin de dirigir películas que alucinan a los amantes del cine y a los que no, también. Tal como reza el encabezado de esta reflexión, Buñuel fue una suerte de Marqués de Sade moderno (como plantea Octavio Paz), el cual supo mostrar en su producción mexicana toda esa voluptuosidad que hace al ser humano, un ser muchas veces impredecible. Pero en la misma reflexión escrita por Cavallo, nos dice que Buñuel no hace un giro intelectual hacia la destrucción, sino, al contrario, busca en el instinto la posibilidad de seguir adelante, de sobrevivir frente a las fallas terribles que las instituciones humanas no han podido corregir o remediar, pese a haber creado sistemas con el fin de garantizar la felicidad del hombre; así pues, ni el Estado ni la Iglesia han sido o son capaces de otorgar al hombre un sistema ideológico de seguridad, de ahí sus reiterados fracasos en lo individual. Su posición anticlerical le va a granjear cientos de enemigos dentro de la jerarquía católica, sobre todo luego del estreno de VIRIDIANA (1961), en la que hay una escena de lo más irreverente que hizo saltar hasta al Papa. La herencia del surrealismo ha hecho ver bastante onirismo en su producción, lo cual no es del todo falso, pero sí muy limitante. Nuestro Director quiso también enseñar cómo es la realidad, en sus escenas descarnadas y nada concesivas. Quizá haya muchos que queden escépticos sobre la sociedad, luego de ver varios de sus filmes. Pero esa no fue su intención. Militante él, su cine se valió de cualquier medio para mostrarnos todo. México le dio esa oportunidad y transformó el melodramón en el espacio de la lucha de instintos viscerales para vivir. No es benevolente, así es tristemente la realidad y, como dice Miguel Marías, aún tiene (Buñuel) toda la razón. Además, con poco dinero y mucho talento, tanto suyo como el de los que lo acompañaron, dieron al cine, obras maestras.

Aquí algunas de sus obras maestras:

LOS OLVIDADOS (1950) como dice George Sadoul, “..fue un grito de horror y de piedad, lleno de ternura bajo una aparente crudeza..” Es una visión descarnada de la pobreza, y que nos muestra de manera directa y sin concesiones la crueldad en ese mundo olvidado. Los pobres no son vistos como seres idealizados, sino son mostrados en ese mundo hecho para sobrevivir; cualquier rasgo de bondad es un chispazo de debilidad que puede costar caro. Esta película tiene sus grandes destellos surrealistas en las escenas del sueño de Pedro, en la muerte del Jaibo (el actor que veremos en EL LUGAR SIN LÍMITES de Ripstein) y el ciego libidinoso que acosa a una niña. La escena de la tortura de una pandilla al ciego pudo haber inspirado a otra secuencia en el clásico de Kubrick La Naranja Mecánica (1971). Fue la primera gran obra de Buñuel en tierras americanas (había filmado otras dos para ese entonces)

ÉL (1952) extraordinario filme, pareciera un típico tema mexicano, pero es un demoledora crítica al macho, al prototipo de la inseguridad y vemos dicha debilidad a través de las escenas alucinantes que este personaje de alcurnia nos puede mostrar por sus irrefrenables pasiones y temores. El actor Arturo de Córdova (Francisco) va destruyendo a su pareja Gloria (Delia Garcés) por sus obsesiones enfermizas, de corte fetichista y edípicas. En una sociedad en la que el varón es dominante por costumbre, las locuras de Francisco son aceptadas como la reacción normal de un esposo correcto frente a los posibles devaneos de su mujer. Toda una historia digna para un poema de Sor Juana Inés de la Cruz, sin más.

LA ILUSIÓN VIAJA EN TRANVÍA (1953) Aunque es considerada una obra menor en la filmografía de Buñuel y con pocos recursos técnicos, no deja de ser una simpática comedia urbana con varios toques surrealistas. Dos amigos trabajadores de la compañía de tranvías de México logran robar por un día su herramienta de trabajo que iba a ser destinada al depósito por obsoleta. El acto quiere ser enmendado pero las circunstancias provocan que la broma siga su curso. Mas, al fin y al cabo, no deja de ser una mera ruptura de la cotidianeidad de la vida de cada uno de estos hombres, como lo es en la mayoría de todos los seres humanos.

EL ÁNGEL EXTERMINADOR (1962) es una obra maestra; fue la última película de su ciclo mexicano y penúltimo con una actriz a la cual supo explotar en todo su talento: Silvia Pinal. La película, como obra maestra, tiene muchas lecturas por la gran cantidad de metáforas visuales que esta nos da. Lo más notable de este filme es el desarrollo de la historia en un solo espacio, creando micromundos a los que accedemos gracias a la cámara para resaltar esa marcada sensación de claustrofobia que nos quiere evidenciar con este encierro. En este enclaustramiento somos testigos, además, del deterioro de todo decoro burgués y moralista a extremos insospechados. De visión obligada.

NAZARÍN (1958) basada en la obra de Benito Pérez Galdós, del mismo nombre, es una interesante película que nos muestra a un Buñuel irreverente con la visión cristiana y lo absurdo que puede ser el mundo o las leyes que tratan de interpretarlo y regirlo. Cabe recordar que los escritores del 98, círculo al cual pertenece Benito Pérez, es un conjunto de hombres y mujeres que enfrente una fuerte crisis de fe; nos lo muestra Unamuno, Pío Baroja y esta pequeña obrita que muestra a un cura (Nazarín = Nazareno) que trata de enmendar el mundo con la palabra del evangelio; quijotesca ilusión que lo lleva a situaciones francamente hilarantes, pero dolorosas. Las escenas finales son bastante tristes y de paso da una buena patada contra toda esa pacata acción de muchos hombres y mujeres “religiosos” que dicen practicar la caridad cristiana.


Bibliografía:

HISTORIA DEL CINE MUNDIAL, George Sadoul, Siglo XXI editores. 1980.

LA GRAN ILUSIÓN. Varios. No 12. Universidad de Lima. 2000

DICTIONNAIRE DE FILMS. Bernand Rapp y Jean-Claude Lamy. Larousse. 1995.

jueves, 28 de agosto de 2008

CINE SOBRE MÉXICO




El público extranjero rechazaba las versiones en su lengua natal, porque los actores no eran los que ellos querían ver en la pantalla. En el llamado "cine hispano" de Hollywood (las versiones en español) el problema se agudizó por la gran cantidad de acentos de los actores, algo que nunca tomaron en cuenta los productores hollywoodenses.
EL CINE HISPANO EN HOLLYWOOD, Más de cien años de cine mexicano



OTROS OJOS SOBRE MÉXICO: PERSPECTIVAS


El cine, como todas las artes, es una forma de interpretación del mundo, en tanto una realidad espacial y temporal. Así pues, una obra literaria o arquitectónica, es el reflejo de lo que sucede en la sociedad que al artista le tocó vivir. En la visión marxista del estudio de una sociedad, el arte es parte de lo que se denomina supraestructura que conforma, con la infraestructura – medios de producción, recursos naturales-. La estructura de una sociedad. Es, pues, una suerte de vaso comunicante que acerca el mundo interno del artista con su contexto y la humanidad ha ido proponiendo nuevas formas que ayudasen a lograr una feliz consecución entre lo referido y su referencial. Esta búsqueda ha encontrado en los artistas, seres ávidos de material para poder comunicar su mundo interior, los indicados para indagar el alma humana en su esencia; los que buscan en su diversidad y la pluralidad, la unicidad. En su incesante búsqueda, el hombre del siglo XVI sale (en su primera globalización) y comienza a relatar lo que ve; comienza (lo habían hecho ya los árabes en su expansión proselitista, los cruzados y luego los navegantes italianos a la cabeza Marco Polo) un proceso de deslumbramiento y de comparación que movilizará al mundo. El siglo XIX es otro de los grandes procesos de expansión de la humanidad y no sólo se dedica a conquistar lo geográfico (Ríos, montañas) sino a conocer con más detenimiento a los pueblos que habían sido avasallados por la metrópoli europea. El último gran bastión humano de aislamiento, Japón, se abre ante la irrupción norteamericana y de pronto la moda es japonesa; vemos a los impresionistas franceses, a los escritores de ópera italianos escribir sobre Japón. Estas lecturas eran muy especiales, puesto que la óptica que los artistas empleaban obedecía a sus propios patrones de vida y su cosmogonía; en muy simpática escuchar a Madame Butterfly cantando en italiano y en un sistema musical típico de occidente. Lo exótico no eximía que el artista adecuase lo visto u oído a patrones de la cultura de éste (el artista).

El cine ha sido, como fuente de diversión y conocimiento, un campo experimental de textos. El cine llega cuando la humanidad ya cubre la mayor parte del planeta en su proceso de expansión capitalista: los científicos son enviados por sus gobiernos para estudiar los nuevos espacios, tanto para ver las nuevas materias primas, así como estudiar los potenciales mercados; así se entiende las misiones de Humboldt, Darwin, Laplace, entre otros; es un mundo amplio y nuevo, por lo tanto hay diversos espacios tanto geográficos como naturales para poder ser reinterpretados. Los nuevos lugares son objeto de fantasía y exotismo; el romanticismo, el simbolismo capturan estos lugares y los releen a sus medidas. En el cine, es Europa y luego Norteamérica que se encargan de reinventar el mundo desde sus perspectivas. Muy poco hicieron por respetar el mundo que se estaba manipulando para sus intereses. No podemos olvidar las interesantes lecturas del mundo romano o, en general, el mundo antiguo desde la perspectiva de las actuales potencias para hacerlas parte de su propaganda. Pocos han sido los directores que respetan la esencia de la cultura que se muestra; los más, se adecuan de acuerdo a la intención del momento.
Un país como México ha tenido siempre esa relectura especial, sobre todo de sus vecinos; el lugar de diversión, de narcotráfico, de corrupción. La imagen de este país sintetiza lo que las grandes potencias culturales ven de nuestros países; aún retengo en la retina una versión bastante distorsionada del imperio de los incas en la película llamada en castellano “El Imperio del Sol” con Christopher Plummer, en la cual él era Atahualpa. La versión de Eva Perón en la ópera de LLOYD WEBER es una versión bastante sesgada de lo que fue esta mujer; las versiones de Maciste que llenaban las salas de cine fueron retomadas en su concepción como Rambo o Terminator. En muchos casos, el cine se vuelve en burda propaganda para defenestrar al enemigo (todos los filmes sobre Cuba o los países socialistas) o para justificar su invasión, ya que es la única manera de civilizar a los “ignorantes”; he ahí el esperpento de 55 DÍAS EN PEKÍN o cualquier bodrio que justifique la invasión de Iraq.

Este corto ciclo de películas nos muestran relecturas de México y desde México a través del cine; algunas son respetuosas, otras son incidentales, otras, bastante lesivas contra un pueblo. Por eso, en caso último, es necesario mostrar y advertir en estos espacios al público en general de estas especiales acciones que en muchos casos ofenden a diversos pueblos del planeta.

¡QUE VIVA MÉXICO! SERGUEI EISENSTEIN (URSS) 1931 Como comenta George Sadoul, este es uno de los proyectos más soñados de nuestro artista. Es un extenso fresco del México de inicios del siglo XX, y se haya dividido en cuatro partes: FIESTA, SANDUNGA, MAGUEY y SOLDADERA. Eisenstein se fascinó por la cultura mexicana y dirigió esta obra a modo de consuelo por habérsele impedido filmar en los Estados Unidos. Es un canto coral de la cultura mexicana, con impresionantes escenas rituales de la muerte. Sin embargo, fue una de las obras más maltratadas del Director, ya que prácticamente nunca la tuvo en sus manos; a pesar de haber tenido el apoyo del escritor socialista norteamericano Upton Sinclair , éste lo fustigó por haberse “devorado” todo el presupuesto y no haber concluido con el rodaje. Cuando el maestro retornaba a la Unión Soviética, el escritor incautó sus bobinas, más aún al recibir la noticia que había derrochado el dinero en perversiones sexuales y haber trabajado con personas de dudosa reputación en México. De la versión de 5 horas y 20, se ve frecuentemente la versión de 1 hora y 40 minutos, versión hecha por Grigori Alexandrov en 1973. Muchas de las escenas fueron empleadas por otros directores o fueron presentadas como documentales en los años 40, como el caso de TEMPESTAD SOBRE MÉXICO (de Sol Lesser) o MOMENTO BAJO EL SOL (de su amiga y biógrafa Mary Seton).

EL TOPO ALEJANDRO JODOROWSKY (MÉXICO/CHILE) 1970 Este es un verdadero film de culto, un bizarro western mexicano, con escenas extremadamente violentas y que se producen en todo este contexto típico de los 70, bajo la influencia de la revolución de las flores, el mundo hippie y la presencia de las religiones del lejano oriente se entremezclan en la película. Para su época fue todo un revuelo y es producto de la imaginación de este escritor de origen chileno, quien ha incursionado en casi todas las artes (como Jean Cocteau). El mismo director hace el principal papel como el pistolero justiciero, tomando como modelo el héroe solitario fordiano (como John Wayne). El western sí ha sido parte de la cultura de los estados mexicanos que fueron usurpados por Estados Unidos durante su fase expansionista; es más, muchos de los filmes hechos por algunos directores antibélicos de los 70 crearon películas en esa zona movediza que era Río Grande en ese entonces: ahí tenemos un clásico con LA PANDILLA SALVAJE (1969), cuya existencia termina en una masacre contra los hombres de Pancho Villa; el director, Sam Peckinpah, hizo otro clásico con varios actores mexicanos: TRÁIGANME LA CABEZA DE ALFREDO GARCÍA (1974)

EL CALLEJÓN DE LOS MILAGROS (زقاق المدق ) JORGE FONS (MÉXICO) 1995. Esta es una especial relectura de la obra maestra del escritor egipcio Naguib Mafuz, quien había recibido el Nóbel de Literatura en 1988. En la obra original, las historias transcurren en la ciudad de El Cairo y, gracias al guión de Vicente Leñero, se traslada a la ciudad de México de nuestros días. La trama está dividida en cuatro partes fácilmente identificables y ellas se van hilvanando a través de la reflexión de tres personas. Arturo Ripstein es el productor y hay cierta mano en la elaboración del film con varios tintes de humor negro. Son historias de personas marginales y, hasta cierto modo, fracasados. El reparto también hizo famoso esta película, pues cuenta con Bruno Bichir, Salma Hayek y María Rojo.

TRAFFIC STEVEN SODERBERGH (USA) 2000 Esta premiada película trata sobre los sólidos vínculos del narcotráfico entre dos países que se complementan: Estados Unidos y México. Las cinco historias se hilvanan entre ellas y vemos los hilos del poder contaminados por esta lacra de la sociedad. Lo interesante es el tratamiento de las historias que no dejan de tener un acentuado tufillo racista y altanero: la parte mexicana es filmada en blanco y negro, y muestra zonas desoladas cercanas a la frontera, sobre todo en Tijuana; quizá es así como el film quiere ver a las zonas deprimidas generadoras de la materia prima (en este caso, intermediarios para el gran mercado como lo es Norteamérica); la parte estadounidense es a color y pese a ello no esconde las podredumbres del poder. De todas maneras, la narración es sostenida y al final de cuentas queda una sensación de incertidumbre y escepticismo, por lo menos del lado mexicano. En realidad, es una visión un poco sesgada como lo es con todos los países productores de droga, a quienes se les imputa la responsabilidad de producirla, pero la sociedad opulenta no es capaz de enfrentar de manera efectiva los conflictos de sus adictos ciudadanos que generan este atractivo mercado.

miércoles, 13 de agosto de 2008

EL ACUARELISTA de Daniel Ró


El primer largometraje de Daniel Rodríguez salió "al ecran" el día martes 12 de agosto a las 7 y 10 minutos en el cine Planet, sala 5 de la ciudad de Trujillo. El trabajo visual es impecable, gracias a la participación en la fotografía del tailandés Tanon Sattarujawong, amigo de Daniel, con quien ha trabajado previamente en algunos cortos y lo que hizo que el director haya estado en esas tierras respirando una perspectiva diferente de ver las cosas. La historia parece mucho en su estructura a la construcción de la narrativa fantástica, con ciertas escenas de un "déjà vu". El escenario en el que se realiza el film es atractivo y rinde homenaje a esa gran película de imágenes construidas como lo es VERTIGO. En cierta manera, el acuarelista `(interpretado por Miguel Iza) es el detective "Scottie" Ferguson , en su ingenuidad y la forma envolvente cómo va siendo arrastrado a una situación kafkiana inaudita. En eso ayuda mucho las evocaciones al maestro POLANSKY en su tratamiento de los inquilinos que comparten el edificio. Los encuadres y primeros planos nos recuerdan a EL INQUILINO y EL BEBÉ DE ROSEMARY, con una escenografía agobiante y destructiva. Los personajes que rodean al acuarelista se parecen mucho a los que rodeaban a Rosemary cuando estaba gestando. El tratamiento de la imagen y el acierto que logra con la superposiciones de las acuarelas con la fotografía nos recuerda los montajes que logró Clouzot con EL MISTERIO PICASSO y a Kurosawa en la escena LOS CUERVOS en su película SUEÑOS, cuando el narrador tangencial viaja por las pinturas de Van Gogh en búsqueda del pintor. La actuación en general es bastante sostenida, hay un buen trabajo de dirección de los mismos, sobre todo en la caracterización de etérea que tiene la actriz Sol Alba. Igualmente los actores secundarios hacen un buen complemento en esta historia onírica. Quizá la música sea un punto flaco, ya que en algunos momentos pasa a ser demasiada explícita en situaciones evidentes por sí mismas. Esas situaciones se daba en las escenas cómicas que resultaban de los malos entendidos. Es un film no comercial, hecho a medida de lo que el director ha soñado. Vale.