

A
raíz de un curso de Arte Funerario que llevé en febrero de este año por cuatro
semanas, tuve la oportunidad de conocer más sobre estas formas artísticas que
muchos no apreciamos por el temor que tenemos a la muerte y a todo lo de su
entorno. En los últimos viajes que hice al exterior tuve la oportunidad de
conocer grandes cementerios como el Père Lachaîse de París, Os Prazeres de
Lisboa, El Recoleta de Buenos Aires y los interesantes museos de disidentes de
Valparaíso, Chile. El arte funerario se manifiesta a través de estatuas, urnas,
mausoleos, lápidas y otras manifestaciones que uno puede ver en estos
cementerios museos. Hace muchos años estuve en el Presbítero Maestro de Lima y
el año pasado fui con Maria y Laura al Cementerio de Miraflores de Trujillo,
muy cargado de historia no sólo para la ciudad, sino para el país, pues fue el
segundo camposanto edificado extramuros. Durante los últimos meses del año
pasado estuve amarrado a la lectura del libro Funerales Republicanos en las
Américas que tiene por compilador a la historiadora Carmen Mc Evoy, que tiene
muchos ensayos sobre héroes de los siglos pasados, cuyas tumbas o mausoleos
pude visitar como el de Artigas (Cristina Mazzeo) en Montevideo o el de
Balmaceda (Alejandro San Francisco), cuyo mausoleo visité a fines del años
pasado en Santiago de Chile, el cual es visitado por cientos de estudiantes y
postulantes de medicina, quienes dejaban interesantes y conmovedoras
declaraciones y pedidos escritos en las paredes de la edificación; casi todos
ellos son por parte de los estudiantes de medicina. Hay incluso un reportaje
sobre esta costumbre. Aquí comparto mi blog sobre mi visita al interesante
Cementerio General de Santiago de Chile, lleno de historia y anécdotas (https://elrincondeschultz.blogspot.com/2025/01/cronica-de-viaje-1-tren-al-sur-viaje.html).
Alucinante. Esta nueva investigación y
curiosidad encontró en Alfredo, un aliado perfecto para hacer las visitas a los
cementerios cercanos de nuestra región. Él iba para grabar la visita del lugar;
yo, tomar fotos y alguna que otra grabación. Nuestro primer objetivo:
cementerio de Chocope. Habíamos escuchado y leído que este es uno de los más
antiguos museos extramuros en toda la nación. Así de joyitas tenemos cerca de
nosotros. El día indicado, domingo 16 de febrero. Salimos premunidos con
máquinas fotográficas y celulares para grabar.





La carretera Panamericana te
lleva hasta el lugar, pero tienes que tomar el desvío para Chocope e ingresar
al pueblo para poder llegar a nuestro destino. Había escuchado que el
cementerio de Chocope es el tercero en antigüedad de los construidos extramuros
en el siglo XIX (1822). Hay una parte nueva que no tiene un orden en su
construcción (lo veremos en los otros cementerios que visitaríamos luego), pero
la parte antigua está muy dañada por los aluviones de Niños pasados.
Es precisamente
la parte más antigua la que tiene un patrimonio funerario más interesante con
lápidas, urnas y pequeños mausoleos, ya olvidados por el tiempo y dañados por
las condiciones climáticas duras en cada Niño cíclico. Pude hacer un video de
esta visita, fuera de un archivo fotográfico: https://www.youtube.com/watch?v=DAmHen8bPj4.
Desde las instalaciones de la parte antigua uno puede ver la autopista, así como
el camino que lleva a Casagrande.
Retornamos ya bastante motivados para visitar
otro camposanto: el de Chicama. Este cementerio está ubicado al lado de una
iglesia jesuita que fue muy importante en la colonia. En el 2015, hice una
visita compuesta, a la Huaca del Brujo/ la Dama de Cao y esta iglesia, aquí
está mi crónica de esa visita: https://elrincondeschultz.blogspot.com/2015/02/una-visita-la-dama-de-cao-y-la-iglesia.html.
En la anterior oportunidad, la iglesia estaba cerrada; pero esta vez tuvimos
suerte al ver que la puerta estaba abierta de par en par.
Se pueden ver los restos
del coro y los espacios en los que se hallaban los retablos. De ahí, nos fuimos
a ver el cementerio. Este tiene unos muros perimetrales en los que se ubican los
parvularios, las tumbas de niños y que son los más antiguos. El espacio ya no
es usado de manera regular, con simetría. Hay desorden en la construcción y lo interesante
es que las familias edifican sus mausoleos pintándolos con colores vivos, dando
un carácter festivo al lugar.



Sí hay restos de lápidas antiguas que van
marcando la moda en cuanto a las imágenes. El cementerio es más pequeño y no está
tan afectado como el que vimos en Chocope (https://www.youtube.com/watch?v=BSAUmnPcTFg).
Pero, desde el punto de vista artístico, Chocope tiene más piezas valiosas que Chicama.
Las visitas las estamos haciendo con Alfredo, quien registra los escenarios
desde otras perspectivas. Aquí su video sobre esta visita: https://www.youtube.com/watch?v=MmGWZg0FKCU.
Después de cada visita, regresamos a Trujillo con bastante información visual y
audiovisual, pero es difícil hallar bibliografía sobre estos lugares que encierran,
quizás, historias interesantes de estas poblaciones. Hay una necesidad de
levantar tanta información de nuestras ciudades, poblados y zonas agrícolas. No
hay que olvidar que nuestra región estuvo dominada por un mundo de haciendas
que determinaban la vida campesina, empleados de las empresas y los dueños de
las mismas. Chocope, por ejemplo, tiene tumbas de ciudadanos alemanes o japoneses
que trabajaban en estos “ingenios”. Hay intenciones desde hace buenos años de
restaurar, por ejemplo, la antigua iglesia de Chicama, por la cual se sienten
atraídos historiadores y arquitectos. Aquí hay una información sintética de
esta zona que era muy atractiva en la colonia, por lo que había varias iglesias
para evangelizar y aprovechar la riqueza de la zona (https://www.elbrujo.pe/blog/territorio-y-sociedad-indigena-en-el-valle-de-chicama-del-siglo-16).
Hay libros interesantes como el de Enrique Amayo, La política británica en la
Guerra del Pacífico, en el que leemos todo el teje y maneje de la lucha entre
británicos y alemanes para poseer los grandes ingenios azucareros, lucha
silenciosa durante el siglo XIX, el cual fue “ganado” por los alemanes y el caso
de Casagrande, por ejemplo. Estas potencias comenzaron a desplazar a los
antiguos hacendados que venían desde la colonia (https://es.scribd.com/document/185947707/Amayo-Enrique-La-Politica-britanica-en-la-Guerra-del-Pacifico).
El mundo agrario de origen colonial de las haciendas ha sido bastante estudiado
(https://sisbib.unmsm.edu.pe/BibVirtual/Publicaciones/inv_sociales/N07_2001/clase_terra.htm.
Pero no se comenta nada sobre el mundo funerario de estos espacios agrarios.




La
siguiente visita era, precisamente, Casagrande. Esta visita fue en dos partes
para poder registrar este espacio que ha tenido tantos cambios, como los que ha
vivido esta hacienda, luego cooperativa y actualmente empresa privada.
El
cementerio es bastante grande, muchas partes colapsadas y construcciones
modernas con bastante desorden, tal como comento en mi video: https://www.youtube.com/watch?v=VMWR2kVePog.
La estructura antigua mantiene sus cuarteles ordenados, algunos con restos muy interesantes.
Ahora hay que ir por más cementerios que tiene nuestra región, vasta y rica. Una gran verdad que la genera el tiempo: hace muchos años escuchaba la canción Los hermanos de Atahualpa Yupanqui, quien en una estrofa decía que nosotros íbamos con nuestros muertos "pa´que nadie quede atrás". Viendo esas viejas tumbas, sí se quedaron muy atrás.