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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 29 de mayo de 2016

EDUCACIÓN, CULTURA Y ARTE, LAS ÚLTIMAS RUEDAS DEL COCHE (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 29 DE MAYO)

Para nadie es un secreto que las actividades humanas que forjan el espíritu del hombre, su identidad social y el desarrollo de sus capacidades hacia una persona libre, autónoma y crítica no son prioridad para estados o partidos que priorizan la rentabilidad inmediata por sobre todas las cosas. Es más, se considera a la vista y percepción de este tipo de grupos políticos como una suerte de lastre y una forma inútil de gasto que atenta contra los réditos de una empresa, sociedad o nación.
Aunque la educación es tomada como un punto neurálgico en los planes gubernamentales de ambos postulantes al Gobierno peruano, la declaratoria sobre la misma presentada en dichos planes implica un arduo camino y una fuerte inversión en el recurso humano. Al leer ambos planes, estos hacen variadas propuestas para mejorar este rubro sensible: Peruanos por el Kambio tiene 19 páginas dedicadas al mismo (pág. 20-39) y Fuerza Popular, menos explicada, con solo 6 páginas (13-19). Tienen declaraciones de buena voluntad. Sin embargo, no se habla de la continuidad de algunos proyectos exitosos del actual gobierno como los sistemas becarios (Beca 18, uno de ellos) que han permitido un salto cualitativo para muchos jóvenes de escasos recursos o con dificultades para acceder a otros tipos de becas en el mundo universitario nacional e internacional.
Los demás asuntos pendientes que competen al Estado no son del todo abordados de manera directa y específica,  y se diluyen en propuestas genéricas, como es el caso de Fuerza Popular, que solo en el bloque de prevención contra la violencia  se habla de la importancia de la cultura, del arte y del deporte; en Peruanos por el Kambio sí hay una descripción más precisa de un plan para la cultura y derivados en 11 páginas (96-107) dando pautas para una mejor gestión. Viéndolo así, es factible que varias propuestas y gestiones actuales, instituciones e incluso ministerios, puedan desaparecer en uno u otro gobierno que suba este 28 de julio. Ya hemos visto en Lima cómo se han desarticulado valiosas propuestas culturales y artísticas que comenzaron a dar un nuevo rostro a la capital.
La educación, la cultura y el arte son vistos como campos minados para gestiones mediocres y corruptas. Diversos dichos populares avalan la idea de que un pueblo inculto e ignorante es fácilmente manipulable y los arrastran a tomar decisiones, incluso, contrarias a los intereses sociales e individuales. La educación excesivamente utilitaria y pragmática no desarrolla el espíritu de crítica, necesario para sostener la democracia. En las últimas décadas, además, las formas mediáticas y comunicativas han ayudado a fortalecer criterios de cultura light, individualista, ramplona y superficial. Quizá tengamos nuevas versiones de Laura Bozzo en la alicaída televisión peruana.
En los próximos cinco años, esta tendencia se acentuará.  

domingo, 22 de mayo de 2016

¿HACIA UN NARCOESTADO? ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 22 DE MAYO

“Detrás de cada gran fortuna, hay un delito”. Esta frase fue acuñada por el escritor francés Honoré de Balzac que aparece recurrentemente en su libro La comedia humana; una frase que describe la Francia posrevolucionaria en la que hombres y mujeres inescrupulosos sacaban provecho y amasaban grandes fortunas de manera ilícita y, como leía un comentario, “haciendo harina a los demás”.
Por estos días, la nueva denuncia contra Joaquín Ramírez, congresista de la República por Cajamarca y amasador de una gran fortuna meteóricamente acumulada, ha refrescado la memoria de todos los peruanos sobre los diversos sucesos en los que diversas formas reñidas de la ley han intervenido de manera directa en la política peruana corrompiéndola. La investigación en su contra se abrió el octubre del año pasado por la Fiscalía de Lavados de Activos al solicitar, como primer paso, levantar su inmunidad parlamentaria. Las investigaciones han ido desmadejando no solo el accionar de este personaje, sino el de muchos miembros de su familia que militan en el partido Fuerza Popular.
Los negocios turbios siempre han tenido fuerte presencia en la política nacional a través de diversos personajes que militaban en los partidos de turno. Los contubernios eran variados: en la época del primer gobierno de Fernando Belaunde, el contrabando, sobre todo textil, avalado por el entonces Ministro de Marina, almirante Florencio Texeira, debilitó a ese gobierno. El retorno de la democracia en los 80 trae otros dos sonados casos: el de Guillermo Cárdenas Dávila, “Mosca Loca”, quien se ofreció pagar toda la deuda externa del Perú de entonces; y el caso de Carlos Langberg, quien financió la campaña de Villanueva del Campo por el APRA, frente a Belaunde por su segundo gobierno. Ya el narcotráfico, poderosa herramienta de corrupción, se había instalado en el Perú y comenzaba a extender sus turbias redes. Ambos gobiernos de AGP también estuvieron regados de escándalos como el caso de Reynaldo Rodríguez López, “El Padrino”; y los famosos narcoindultos o los extraños vínculos con Gerald Oropeza y familia. Pero fue el gobierno de Alberto Fujimori y su siniestro socio Vladimiro Montesinos en el que el narcotráfico y la descarada corrupción de prebendas y dinero contante y sonante se enraízan en todos los niveles de la sociedad peruana, fuera de la densa red de corrupción que recorrió el mundo de la privatización como el sonado caso Yanacocha. Los estudios de Alfonso Quiroz, destacado historiador fallecido prontamente (HISTORIA DE LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ, IEP, 2013); Carlos Iván Degregori, antropólogo también fallecido (LA DÉCADA DE LA ANTIPOLÍTICA, IEP, 2012; así como el de las periodistas británicas Sally Bowen y Jane Holligan (EL ESPÍA IMPERFECTO, PEISA, 2002); todos, con sus respectivas investigaciones, develaron una red corrupción insospechada que se convierte en la pesada herencia que recibe nuestra debilitada sociedad política. La historia identifica al gobierno de Alberto Fujimori como un narcoestado.   
¿Estamos en camino de seguir esa línea?

domingo, 15 de mayo de 2016

DEBATES PRESIDENCIALES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 15 DE MAYO)

Estamos a menos a tres semanas de nuestra prueba de nervios como electores peruanos. Por ahora vayamos a las cifras, ya que estas nos ayudarán a dar un panorama interesante y a entender el porqué de algunas acciones que los dos candidatos están realizando y que posiblemente hagan en lo que resta de este periodo preelectoral.
Según los datos de la ONPE, en las últimas elecciones del 10 de abril, hubo 22’901,954 electores hábiles para ejercer su voto; de esta cantidad, lo ejercimos el 81.8 %; esto es, 18’734,130 electores. Sigamos con las cifras. Los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta recibieron: Keiko Fujimori, 6’115,073; y Pedro Pablo Kuczynski, 3’228,661. Si sumamos los votos de ambos tenemos: 9’343,734. Resta, pues, una gran masa electora de 9’390,396. Si agregásemos los electores hábiles que no votaron en la primera vuelta (4´167,824), hace en conjunto la envidiable masa electoral de 13’558,220. Esta es la cantidad de peruanos que no votaron por ninguno de los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta. Casi un 65 % de los ciudadanos no optó por ninguna de las dos propuestas de gobierno que se parecen tanto y, con las cuales, muchos peruanos no comulgan. Es más, casi tres millones de peruanos, entre blancos y viciados, no optaron por ninguno de los diez candidatos de la primera contienda. Entonces quedan unos diez millones de votantes a los cuales tratarán de atraer a su redil y captar algunos de los totalmente escépticos
Con las cifras frías que tenemos, comienza el peligroso juego de captar votos a través de promesas insostenibles y golpes sucios entre candidatos que se apoyaron mutuamente ante el “monstruo” Ollanta Humala en 2011. Entramos al campo de la demagogia pura, en la que la pena de muerte, la compra de un millón de patrulleros, limpieza de delincuencia en un año u otras vanas promesas han surgido y surgirán en boca de los candidatos para atraer a su tienda a electores casi nihilistas, cansados de indiferencia y algunos al borde de la insurgencia y beligerancia, como se ha visto en algunos resultados de la primera vuelta. En las giras que hacen los candidatos vemos anuncios como revisión de leyes mineras, acercamiento a la minería ilegal, relectura de las ideas de Gregorio Santos, baja del impuesto a la renta, son peligrosos cantos sibilinos que dejarían a una sociedad peruana bastante convulsionada. El torpe centralismo de los candidatos no les permite leer lo que pasa en el resto del país, pese a los trabajos de dirección política que han hecho algunos partidos como el fujimorismo.
Queda como una opción de aclarar las cosas para ese gran público a través de un buen debate en el que aclaren las ideas y que muestren claramente las diferencias entre uno y otro candidato. El hecho de que uno de ellos sea la hija de uno de los gobernantes más corruptos del planeta no es impedimento para que varios peruanos puedan votar por ella. 
Demos paso a las ideas.

EDUCACIÓN SEXUAL (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA DOMINGO 15 DE MAYO

La sexualidad es uno de los temas más controversiales en ser tratados en nuestra sociedad. Pese a ser un asunto que tiene sus bases en lo biológico, es una entidad compleja por ser ya de carácter cultural que ha devenido en el tiempo en un gran tabú. Los órganos sexuales no son tratados idénticamente como los órganos respiratorios o de la vista. Han sido valorados de manera distinta, puesto que se han vuelto referentes culturales fuertemente ligados al poder, sobre todo cuando nos referimos a una de sus funciones como lo es la reproducción. Tan solo la imagen de una persona emasculada (varón que pierde su pene) frente a una persona que haya perdido un ojo o lisiada de una pierna tiene un tratamiento cultural que va más allá de la carencia física. Además, el mundo de la cultura visual ha utilizado el desnudo humano, sea masculino o femenino, con otras intenciones más allá de lo que significa enseñar la piel. Es un gran constructo que ha ido creando capas invisibles para cubrir con un manto mental la sexualidad de cada una de las personas y que, por diversos medios, se ha buscado cinceles para romper esa pátina oscura que cubre nuestros cuerpos.
Ingresar la sexualidad dentro de la educación ha sido uno de los procesos más complejos, mucho más de lo que fue la teoría de la evolución en el siglo XIX. El tabú fue bastante fuerte en casi todas las comunidades que recibieron formación judeocristiana en sus criterios educativos. No hay que olvidar que los planes de educación obedecen a un acercamiento de un niño o joven a su realidad; y en este acercamiento ha habido muchos elementos que han intervenido para que dichos planes sean aplicados o no. Factores políticos, sociales, religiosos, entre otros, han sido decisivos para que ciertos contenidos sean aceptados o no. Muchos docentes vamos aprendiendo en el camino cuándo se enfrenta a cierta censura tácita o explícita a ciertos temas que quisiera abordar para enfrentar ciertas problemáticas que aquejan nuestras sociedades. Incluso la educación sexual ha sido un tema que ha “viajado” por diversos cursos para poder ser enseñada dentro de un plan. Es que en realidad, este problema es un fiel reflejo de la sociedad que inspira cualquier plan curricular. La sociedad peruana puede estar enfrentando un acercamiento violento a este denso tema de forma irregular, trasgresora y con tardíos mecanismos de respuesta. En los 60, bajo la revolución hippie, las canciones de protesta y la aparición de la píldora que cambiaron súbitamente arquetipos educativos comenzando a abordar temas más actuales como la sexualidad, hubo posterior a estos movimientos respuestas conservadoras que quebraron un posible diálogo franco entre los jóvenes de esa época y sus mayores. La literatura y el cine comenzaban a romper los esquemas rígidos de una realidad que impactaba con una nueva visión del mundo que se vio desde Concilio Vaticano II, el Mayo francés y la moda unisex.
En pleno siglo XXI, con el internet invadiendo cada rincón de miles de hogares urbanos, todavía se piensa que la sexualidad no debe de ser tratada en un centro escolar. Increíblemente, nuestros jóvenes son cada vez más activos sexualmente hablando a temprana edad. El impresionante dato que en 2014, el Perú tuvo un incremento del 14 % más de jóvenes adolescentes embarazadas es una cifra escalofriante que tiene hondas repercusiones personales, sociales y económicas. Es interesante que ante esta realidad, ya algunos colegios estén dando programas de inclusión a dichas niñas o adolescentes para que frustren su carrera escolar como lo era antes. Tuve oportunidad de ver un proyecto de inclusión para estas jóvenes en un pequeño colegio de la sierra liberteña; este proyecto lo estaban ejecutando con una compañera de colegio.
El sistema educativo intenta incorporar este tema, pero las reacciones vienen de todos los frentes, sobre todo, de padres de familia. Algunos argumentos son descabellados: alguna vez oí decir a un padre que era darles herramientas para que los chicos comiencen a tener vida sexual tempranamente. No se han puesto a pensar que la educación ayuda a la prevención y esto se logra conociendo. Conocer es prevenir. Hay mucha gente, incluso mayor que no conoce su cuerpo y menos el del otro. Sería bueno ya dar un vuelco al respecto.

sábado, 14 de mayo de 2016

TRUJILLO, CANDIDATA A PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD (CORREO 08 DE MAYO)

Trujillo se embarca nuevamente en una empresa titánica: ser nominada a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Un proyecto que, de hacerse realidad, sería para nuestra ciudad no solo un galardón sino un sinfín de oportunidades para diversos sectores productivos citadinos, regionales y norteños de nuestro país que se han visto afectados por diversas crisis económicas silenciosas. Indudablemente, sería el turismo el sector más beneficiado, pero este es un gran motor que activa a muchos otros sectores productivos y de servicios de una zona; quien haya estado en un lugar turístico por excelencia lo sabe. Hay países como México o España, cuyas economías son permanentemente alimentadas por sus flujos turísticos que movilizan a agricultores, artesanos, agencias, hoteles, restaurantes, empresas de transporte, bancos, recreación, servicios educativos y culturales; un sinfín de actividades movilizadas desde que un turista pisa una ciudad.
Pero es un proyecto titánico por la labor que hay que realizar en Trujillo para sensibilizar a sus ciudadanos, quienes se convierten, muchas veces,  en los principales enemigos de sus logros comunes. Convertir a nuestro centro histórico en un lugar respetable, digno y amable no significa pintar fachadas o colocar farolas. Es cambiar la mentalidad de los residentes y usuarios de ese espacio en el cual se realizan muchas acciones y actividades totalmente reñidas a los criterios sociales y de convivencia. Significa reeducar a una población acostumbrada a confundir derecho individual con transgresión permanente del bienestar común. Implica cambiar hábitos ligados a una supuesta comodidad personal por otros que permitan a todos los demás vivir en una zona segura y digna como corresponde a cada ciudadano de a pie. Implica restringir tráfico, ordenar el comercio formal e informal, corregir hábitos mal adquiridos, disminuir todo tipo de contaminación (visual, sonora, de aire), respetar normas y leyes ciudadanas, crear más espacios de integración social, proteger patrimonio arquitectónico; convertirnos en seres sociales, desplazando al ser casi hongo en el que nos hemos convertido en las últimas décadas.
Es una empresa que va a tener cientos de detractores cuando comiencen a verse afectados en su mundo cotidiano. Pero es la educación y la comunicación, las armas que permitirán que los trujillanos logremos este sueño común. Si Trujillo quiere alcanzar este logro, este no vendrá por acción divina o por decreto supremo como solemos justificar; vendrá por la acción y gestión que cada uno de nosotros  haga para alcanzar este objetivo. Todos los actores sociales, económicos, productivos, culturales deben de unirse para trabajar. No hay que olvidar que Trujillo ha postulado ya anteriormente y el expediente fue rechazado por las deficiencias humanas que se encontraron.

Como se dice en el argot deportivo, “la pelota está en nuestra cancha”.

domingo, 1 de mayo de 2016

RIESGOS DINÁSTICOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 01 DE MAYO)

En los relatos históricos de los reyes hispánicos, hay varios datos interesantes y espeluznantes de aquellos hombres y mujeres que recibían el derecho divino de gobernar sobre millones de súbditos. Historias secretas como el posible asesinato accidental del infante Alfonso de Borbón por el anterior rey Juan Carlos de España; o la locura de la última de los Trastámara, Juana la loca, son algunas de las perlas dinásticas. Pero la que se lleva los créditos es el oscuro fin del sucesor Don Carlos, el cual nació con evidentes taras y poco equilibrio emocional. Según el historiador Javier Marcos y otros biógrafos de Felipe II, Don Carlos “tiró a uno de sus criados por la ventana [..], apaleó a algunas niñas, amenazó con un cuchillo en la garganta al Duque de Alba [..] e incluso, de un mordisco, arrancó la cabeza a una ardilla viva”. Parece que su padre no tuvo mejor solución que provocar su muerte para evitar que tamaño personaje ascendiera al  trono por derecho propio. Los ingleses tuvieron a uno sombrío en Ricardo III, quien recién recibió sepultura real cinco siglos después de su muerte. Franceses, italianos, rusos, todas las naciones que llevaron reinados hereditarios tuvieron personajes que cubrían su incapacidad y su reñido comportamiento solo por tener una divina justificación.
La Revolución Francesa, bajo la inspiración de las ideas de Rousseau y Voltaire, no solo cortó la cabeza del rey sino el concepto mismo del poder hereditario. Algunos estados monárquicos, ante las tristes evidencias históricas, también han puesto límites y salvaguardas ante posibles dislates reales. Además el concepto de partido político surge como consecuencia de la necesidad de ir reemplazando los cuadros gubernamentales reales y preparar a la gente en rubros de gestión pública.
Pero la historia nos muestra que los hombres tendemos a olvidar los errores cometidos y volvemos a ellos. En la actualidad, las inspiraciones monárquicas surgen con bastante frecuencia por nuestros países. Pareciera que la constitución de partidos políticos en nuestras naciones obedece, en el fondo,  a la formación de castas reales para perpetuarse con el control de sus súbditos. El caso de los hermanos Cáceres en el Sur peruano es fiel reflejo de la forma de pensar de muchos “líderes” políticos que siguen los pasos de Piérola u otros caudillos. Los comentarios poco afortunados del electo primer congresista de la República evidencian claras intenciones de tener el poder a perpetuidad.
Es un buen momento en que los peruanos, los votantes, hagamos una radiografía de nuestros partidos políticos. Muchos de estos son manejados como chacras privadas, nombrando o destituyendo a dedo a personas a su antojo, desplazando a personas capaces por otras serviles y útiles a su ego. En camino a nuestro Bicentenario, como sociedad, debemos de madurar nuestra política a través de los espacios creados para la Res Pública: el partido político.

domingo, 24 de abril de 2016

¿PARA QUÉ CUATRICENTENARIOS? (ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO DOMINGO 23 DE ABRIL)

Abril ha sido un mes generoso en celebraciones relevantes para las artes y cultura locales, nacionales y mundiales. Abril es mes de las letras y obituario perenne de César Vallejo. Pero este año, las letras recuerdan los cuatrocientos años de la muerte, asombrosamente coincidente, de tres grandes escritores: William Shakespeare, Don Miguel de Cervantes y Saavedra, y el Inca Garcilaso de la Vega. A pesar de que en nuestra sociedad hemos ido perdiendo el respeto por los elementos culturales constructores de la identidad y las personas que forjaron las simientes de lo que somos, es necesario rescatar del olvido general a personajes que elevaron, en este caso el idioma, las herramientas humanas para dignificarlas y hacerlas vehículo de cultura y desarrollo. Shakespeare y Cervantes son para sus respectivos idiomas el momento cumbre de su expansión y empoderamiento. Volvieron cultas sendas lenguas en ese camino que fue el Renacimiento para los idiomas modernos que se hablan en casi todo el planeta. Los consolidaron y, además, los convirtieron en inagotable y esplendorosa fuente artística y de identidad. Sus países natales han preparado diversas celebraciones, puesto que son conscientes de la relevancia de estos escritores que retrataron la psique humana. Y sus personajes se convirtieron parte de la cotidianidad de los hombres e ingresaron a nuestro vocabulario; por eso tenemos actos quijotescos o dudas hamletianas.

Para los peruanos y americanos, en general, surge la figura de Garcilaso, el primer mestizo cultural, el primer hombre que, a decir del músico francés Manú Chao, comenzó una era de la que no hay marcha atrás: el mestizaje. Garcilaso condesó los primeros demonios que arrastraron a todos los hombres y mujeres que no se adecuaban a modelos sociales, religiosos, culturales; esa suerte de parias que andaban por las colonias sin poder ubicarse en el inconsciente de la época. Se desarrollaron complejos que, 400 años después, cargamos sobre nuestras espaldas e impiden que palabras como “inclusión” y “derechos humanos” sean difíciles de aplicar en una nación que cada cierto tiempo saca esos lastres oscuros para prejuzgar al otro, a los demás, para aplastarlos. Garcilaso tendió puentes y le fue difícil. Sin embargo, dio el primer paso para unir dos realidades tan distintas, pero que convivían en él. Idealizó su pasado, sí. Pero en el contexto de su época, frente a las humillaciones que eran objeto sus medio hermanos, tuvo el valor de rescatar todo aquello que fue vilipendiado y visto como salvaje y atrasado. Así muchos continúan pensando; solo basta ver los comentarios de muchos en las redes sociales para ver qué poco hemos cambiado desde aquel encuentro de dos mundos un doce de octubre de 1492. Quisiera retomar las opiniones de Manú Chao; en una entrevista hecha en un diario limeño, dijo que estaba maravillado de Latinoamérica puesto que llevábamos muchos años de ventaja con lo del mestizaje. Espero que algún día sea cierto plenamente.

TERREMOTO PARA DESNUDAR NUESTRA SOCIEDAD (ARTÍCULO PARCIALMENTE PUBLICADO LA INDUSTRIA DOMINGO 24 DE ABRIL)

Los desastres naturales son un reto permanente para la humanidad. Los hombres los han estado estudiando por siglos para aprender a convivir con ellos y, en situaciones extremas, reducir la mortandad en los lugares que sufriere uno de ellos. La geografía física del planeta no es estable y el hombre busca las formas y métodos para atenuar las consecuencias cuando los cambios geográficos se tornan violentos y sorpresivos. Erupciones volcánicas, terremotos, maremotos, inundaciones; diversos fenómenos naturales que han exigido al hombre aprendizajes forzosos y dolorosos. Y uno de esos aprendizajes se ha convertido en la seguridad.
La seguridad es la ausencia de peligro o la sensación de confianza que tenemos por algo o alguien. La seguridad la vamos obteniendo a través de la educación, así como, las acciones que hacemos y que se convierten en medidas y sistemas de seguridad. La población de lugares de alto riesgo termina por desarrollar una cultura preventiva con el fin de minimizar las consecuencias de un siniestro. Esto sería lo ideal.
Hay desastres naturales más allá de toda prevención y cuyas consecuencias son desastrosas y mortales. Como los históricos terremotos de Lima de 1746 o el de Lisboa en 1755,  o el caso más reciente de Japón de 2011. Sin embargo, la naturaleza humana suele perniciosa contra sus mismos congéneres y el afán de lucro está por encima y sus efectos mortales son más efectivos que los desastres en sí. Los ejemplos son de los más diversos y están muy ligados a la corrupción. Veamos dos casos: construcción en zonas riesgosas, zonas que han sido designadas como inhabitables por ubicarse peligrosamente en cauces de ríos secos o ex pantanos desecados irregularmente son ofertados como espacios urbanizados. No es raro que ante la proximidad de un nuevo fenómeno de El Niño, los medios informativos eleven reportajes advirtiendo del inmenso peligro que corren poblaciones en zonas altamente vulnerables y que no se toman medidas drásticas, sino a la espera de una desgracia mayor para recién actuar. Muchas de estas situaciones se han generado a vista y paciencia de autoridades coludidas con inescrupulosos traficantes de tierras, cubiertos con el manto de “empresarios”; la sociedad ante esta situación calla y culpa a las fuerzas de la naturalezas o divinas.

La otra está dada en el boom de la construcción que no ha sido puesto a prueba a la fecha. Es una situación bastante temeraria. Hagamos un poco de historia: en el terremoto de 1746, Lima se vino prácticamente abajo. El virrey José Antonio Manso de Velasco, Conde Superunda (sobre las olas por el terrible tsunami post terremoto) tuvo la triste misión de reconstruir Lima y Callao; pero el poder de los ricos y de la iglesia impidieron que Lima tuviese un plan coherente de reconstrucción. Diferente fue Lisboa quien tuvo a Sebastião José de Carvalho,  Marqués de Pombal, la misión de reconstruir la derruida ciudad; y este actuó con criterio científico por encima de poderosos y clérigos. E hizo una Lisboa planificada y reconstruida con un concepto de equilibrio y seguridad. En el terremoto de 1974 en Lima, nuevos edificios de concreto colapsaron pese a tener el sello de antisísmico. Queda la pregunta generada por la triste experiencia vivida por nuestro vecino Ecuador: ¿sobreviviría nuestra ciudad a un sismo de tal magnitud? Cierto es que cada sismo tiene su “identidad”; pero las fuerzas destructoras se pueden confabular con la corrupción humana. En los terremotos de Taiwán, las caídas frecuentes de edificios familiares muestran la cruda perversión de constructores: las bases de los edificios estaban rellenas de tapas de gaseosas. En un país en que los criterios de calidad se han relajado tanto para permitir el boom económico y sobrevivir a la informalidad, salta la pregunta: ¿cómo estarán las bases de los numerosos edificios familiares? Quizá, y espero equivocarme, pueda ser un temor infundado. Pero el día que Trujillo pase la dura prueba, de pasarnos algo, esperemos que no sea la acción humana la que nos cause daño.  

domingo, 17 de abril de 2016

RESACA ELECTORAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 17 DE ABRIL)

Una semana pasada las accidentadas elecciones presidenciales y congresales, ya tenemos un panorama político de interesante lectura. Elecciones en las que hubo “heridos” de muerte que ya se cuentan como cadáveres políticos, así como ganadores insospechados que han cambiado el contexto social de nuestro país.
Para los muertos de esta contienda, estas elecciones han significado, para varios de ellos, su definitivo retiro de la política peruana; pero también ha significado, para desgracia de sus correligionarios, la casi o total extinción de otrora partidos poderosos que animaban las campañas electorales pasadas. El gran favor del JNE de mantener la valla mínima salvó a dos partidos que habían acuñado laureles políticos: APRA y PPC. La alianza formada para estas elecciones fue el clarinazo que pasó dura factura a sus ambos líderes. Tanto Alan García como Lourdes Flores Nano ya están dando pasos al costado para que sendos partidos traten de salvar lo que se pueda en la debacle. Sin embargo, la peor parte la llevó el PPC, puesto que ha perdido a buenos congresistas que tenían una buena carrera política para permitir que asuman escaños otros de dudosa capacidad del partido acompañante. Los militantes del partido limeño no se lo perdonarán a su lideresa. En el caso de AGP, su ego no le permitió ver el antivoto que carga históricamente y que tiñe a todo su partido. El hecho de que en enero la cúpula partidaria no le haya permitido su renuncia a esta contienda ha sido una interesante forma de desembarazarse definitivamente de este personaje. Otro dato interesante es el hecho de que el partido de Castañeda no va más allá de su cuestionado líder y, para Nano Guerra, fue el momento para darse cuenta de que ya es momento de que baje del bus y siga otro camino. El caso de Toledo ya linda con la lástima. Su obcecada actitud lo ha dejado en maltrecha posición y el poder judicial estará determinando su suerte.
En saldos positivos tendríamos a Acuña que, aunque separado por medidas que no se aplicaron por igual a los demás candidatos, vio que era posible “oler a popularidad”. Sus estrategias son las que han empleado descaradamente los otros contendientes. Si la sociedad acepta fácilmente este tipo de acciones ilícitas, Acuña puede tentar para la próxima contienda. El populismo asistencialista es una buena arma. Keiko y Acuña lo comparten. Barnechea trajo a un partido que lo rescató de los últimos rincones: ACCIÓN POPULAR. Sus últimos errados desplantes lo hicieron trastabillar, pero estuvo presente en la contienda. El otro es Verónika Mendoza (FRENTE AM, quien subió de un casi 2 % en diciembre a 18 %. El contendor a quien pisaba los talones, PPK, no dormía en calma. Y si la campaña demoraba un par de semanas más, quizá los resultados hubieran sido otros.
En realidad, los dos candidatos de segunda vuelta casi se mantuvieron iguales. Ahora comienza el segundo tiempo.

domingo, 10 de abril de 2016

CORRUPCIÓN NUESTRA DE CADA DÍA

Aunque la noticia no es tan nueva (un diario capitalino, La República, ya hablaba sobre el caso de los Panamá Papers), la corrupción cuyos hilos llegan a todos los segmentos de la sociedad ha vuelto a la boca de todos. Es un tema recurrente en todas las sociedades del planeta y, pese a ser nociva contra el bien social, se incrementa en países de acentuada pobreza o en las que las brechas económicas, como el nuestro, son bastante marcadas y escandalosas.
Para entender más este fenómeno vamos a tomar prestadas las ideas presentadas en la revista Filosofía Hoy No 21 con fecha de agosto del 2013 en dossier dedicado a la corrupción que azota a España y otros países (pág. 21-31). La crisis originada en los Estados Unidos en 2008 causó una serie de destapes (Maddock, uno de ellos) que por afán de lucro y una sed insaciable de bienes y dinero arrastraron a muchos ciudadanos a una seria debacle económica evitada por los gobiernos de turno de entonces: salvando bancos, por ejemplo. La revista dirigida por Amalia Mosquera habla de la naturaleza de la corrupción. Los seis puntos son claros y aplicables a cualquier caso, sea en entidad privada o pública (siendo esta última más grave ya que afecta la estabilidad de una sociedad y se instala como un cáncer o metástasis social. Todo parte de un agente corruptor que pervierte su entorno: 
1) este cree que lo suyo es más valioso (“sobrevaloración psicótica de lo propio”) frente a una subvaloración de lo ajeno, y lo hace sin remordimiento. 
2) Genera un clima de credibilidad de tal manera que las personas que sean víctimas de sus actos colaboren con ellos con toda pasividad; por eso detestan la violencia para no generar inestabilidad en su juego. 
3) Son hábiles y crean mecanismos que aseguran una cierta estabilidad para mantener la actividad corruptiva.  
4) El corrupto se convierte paulatimente en una persona admirada por dotes intelectuales y capacidad de “emprendimiento”.
5) El corrupto desprecia a las demás personas que, pudiendo hacer lo mismo, no son arrojados a realizar dichos actos. 
 6) Y por último, ya cayendo en los límites de la insania social, tiene una escasa percepción del riesgo y desarrolla una confianza amparada en la impunidad. 

En este texto aparece una explicación etológica al respecto: a lo largo de la historia el hombre ha demostrado: 
 a) un instinto permanente a obtener cosas de manera ilícita y desenfrenada; 
 b) ante el crecimiento social, apareció el bien común que trató de poner límites a la exagerada ambición al hombre de manera individual; 
 c) sin embargo, las sanciones y descrédito no son bastante fuertes, pese a ser un conjunto de acciones que atentan contra el bien común; y 
 d) los corruptos siguen actuando como si no fueran a ser descubiertos. Este es un vivo retrato de una persona y una sociedad corrupta. 
Para el destacado etólogo Konrad Lorenz, en su estudio de la adaptabilidad humana a lo largo de la historia se han ido acentuando algunas alteraciones que han distorsionado principios de supervivencia que respondían a la pregunta para qué. Así se ha llegado a casos casi enfermizos como la desmedida reproducción, el ansia competitiva, armamentismos, visto por el famoso etólogo austríaco como trastornos de nuestros mecanismos de comportamiento, que tuvieron una finalidad para preservar a la especie y en la actualidad son “mecanismos patológicos”,
Pero para todos es ya una verdad que la corrupción daña a la sociedad. Genera atrasos en todos los niveles del quehacer humano: tergiversa las relaciones humanas y pasamos a ser meras fichas de personas e instituciones que no tienen escrúpulo alguno.

Cerrando el informe sobre corrupción, se habla de Bertrand De Speville, abogado inglés y especialista en lucha contra la corrupción, quien plantea tres elementos muy importantes para la lucha contra la corrupción en una sociedad: la represión (penas duras sin capacidad de negociación), la prevención y la educación, eje importante y de los más descuidados en países pobres como los nuestros. Todo esto enmarcado en voluntad política. La pregunta es: ¿existió o existe voluntad política en nuestros entes gubernamentales frente a este hecho?

Publicado en La Industria de 10 de abril, suplemento Enfoque

DÍA D (ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO DOMINGO 10 DE ABRIL)

El día decisivo llegó. Casi veintitrés millones de peruanos, y entre ellos casi tres millones de nuevos votantes jóvenes, iremos a las urnas para escoger entre los diez candidatos que postulan a la Presidencia a aquel que nos gobernará por los siguientes cinco años, acompañado de sus vicepresidentes; y, además, a los 130 congresistas que conformarán el nuevo Congreso que legislará durante un lustro a la sociedad peruana. En este acto electoral, los peruanos delegaremos a 138 personas que nos representen, legislen, protejan, eduquen, cuiden nuestra salud, actúen racionalmente, defiendan nuestros intereses y el bien común, culturicen, protejan nuestro medio ambiente, respeten nuestras ideas, faciliten nuestros proyectos; todo bajo la perspectiva de lograr una sociedad más justa, integrada, inclusiva y dirigida hacia la felicidad.  Esas son las promesas que los cientos de candidatos han estado difundiendo en diferentes medios a una sociedad bastante vapuleada y desencantada de mensajes positivos que se lanzan al aire y que vienen de personas cargadas de un pesado pasado que debe de ser tomado en cuenta.
Desde el inicio de la democracia formal en nuestro país, hemos tenido diversos presidentes electos y de facto que han intentado propuestas y modelos para poder desarrollar nuestra sociedad. Hubo 59 presidentes (algunos interinos y de transición) desde que nuestro país se declaró independiente de España. Todos ellos ascendieron al poder, de manera legal o subrepticia, con la responsabilidad de gobernar a una sociedad que tiene grandes carencias y profundas diferencias. Una sociedad en la cual muchas formas de escepticismo e indiferencia han ido ganando terreno gracias a que las grandes necesidades básicas no han sido satisfechas o son de mala calidad; necesidades convertidas en  promesas de diversos gobernantes de turno, los cuales las olvidaron o postergaron una vez ya en el poder. Una sociedad que ha visto a sus instituciones políticas debilitarse por el carácter caudillista de sus líderes, la escasa educación cívica de la ciudadanía y la carencia mortificante de una ideología tras un partido político. Y estas elecciones se han visto agravadas por haber tenido poco espacio para discutir planes concretos de gobierno y sí para defenestrar al oponente y crear un clima de zozobra y pánico que nada bien le hace a nuestra sociedad.
Quien suba al sillón presidencial este 28 de julio tiene la obligada misión de trabajar para la sociedad, que apunte hacia el desarrollo y no solo el crecimiento, el cual ha deslumbrado a un grupo de peruanos por haber contemplado solo lo económico sin ver los demás rubros importantes como salud, educación, integridad y bienestar, y que alcance a la mayoría de peruanos. Sino, todo esto, como de costumbre, volverá a ser promesa electoral en cinco años.  La pobreza e ignorancia son fuentes inagotables de réditos políticos.


sábado, 9 de abril de 2016

LA SOLEDAD DEL ELECTOR PUBLICADO EN CORREO DOMINGO 03 DE ABRIL

Cuando salga este artículo, estaremos a una semana de una de las elecciones más perturbadoras e irregulares que los peruanos hemos vivido en los últimos años en nuestro país. Esta anómala situación me hace evocar el film inglés, La soledad del corredor de fondo de Tony Richardson, en el que un joven marginal, descubre que es un buen fondista y comienza a especializarse. En su entrenamiento en solitario, recuerda su vida dura familiar, pero, sobre todo, lo cruel de un sistema que hizo todo lo posible por aislarlo y frustrarlo. Extrapolando este film con lo que se viene el próximo 10, cuando se esté en el cuarto secreto y delante de las urnas el dubitativo elector peruano tendrá que escoger entre 10 candidatos sobrevivientes de este proceso electoral, los cuales casi todos ofrecen lo mismo con escasa diferencia o matiz, y casi todos presentan un pasado escandaloso ligado a la corrupción. Son candidatos que se han transformado para bailar para nosotros, beber cerveza en vasos que en otras ocasiones no lo harían, comer potajes en platos que en su vida lo volverán a hacer. Para hacer el ridículo para nosotros. Incluso algunos han pasado a mostrar casos de abuso como el desembarco de todos los pasajeros de un vuelo interno para facilitar el desplazamiento de una candidata. Hemos sido testigos de gestos ligados al populismo del momento, cuya única intención es que demos nuestra fuerza, nuestro voto a personajes que nos ven como un número más o como parte del porcentaje por el cual están perdiendo la cabeza.
Además, estaremos con nuestra duda recordando lo anómalo que ha sido este periodo electoral. El votante ha sido remecido por acontecimientos que han enturbiado esta campaña y, peor aún, tanto el JNE como JEE han colaborado en ello tomando decisiones que han generado malestar en la sociedad peruana por un escandaloso favoritismo. Son situaciones que han mostrado poco respeto por reglas y personas.

Pero, volviendo al film, el solitario corredor se da cuenta paulatinamente del poder que tiene para cambiar su vida. Siguiendo con la extrapolación, el elector en su soledad debe de ser consciente que estará tomando una trascendental decisión para un país que necesita propuestas concretas, despojadas de prejuicios y que apunten a defender los derechos de los peruanos sin excepción. Estará delegando su fuerza, como lo dijo Rousseau en su Contrato Social, a una persona que recibe ese encargo del elector. Luego de las elecciones, gane quien gane, el elector debe de continuar con su actitud crítica hacia los personajes que vayan a gobernarlo a partir de julio del 2016. Es hora de organizar la sociedad civil para evitar que aquellos que reciben la designación popular no se olviden rápidamente de la gente que le otorgó su voto. Esa es la democracia y eso es lo que pregonan los candidatos a todos los poderes.

martes, 29 de marzo de 2016

TEATRO Y SU FUNCIÓN EN NUESTRA SOCIEDAD (LA INDUSTRIA DOMINGO 27)

Teatro, una de las grandes artes clásicas de la humanidad, tiene entre sus funciones las de enseñar, sensibilizar y divertir a los hombres. Acompaña a la humanidad desde tiempos ancestrales y estuvo muy ligada a los ritos litúrgicos de los antiguos pueblos hasta las primeras manifestaciones en su propio lenguaje en la Grecia clásica con la que comienza a “caminar solo”.  El teatro ha sido además un instrumento poderoso de comunicación de grupos interesados que, como lo será el cine después, buscaban en este el medio para desarrollar una ideología, un mensaje, una enseñanza e, incluso, una amenaza. Por siglos, el teatro fue un arte masiva, capacidad que va a ser “asumida” por el cine como bien lo había vislumbrado Lenin y los grandes creadores de las escuelas del cine mudo (Chaplin, Eisenstein, Griffith). El teatro era popular, la gente conocía a los actores y asistían a diversas presentaciones en diversos escenarios o corrales de comedia. España tuvo un siglo esplendoroso con hombres de la talla de Lope de Vega o Calderón de la Barca. Inglaterra con Shakespeare o Marlowe; Francia, con Racine o Molière. Las cortes reales mantenían un séquito de artistas, entre ellos a los mejores dramaturgos. Las revoluciones posteriores cambiarán el sentido del teatro, pero no deja de ser masivo. Toda ciudad tiene su escenario oficial, como los tuvieron los griegos y romanos. En pleno era de la tecnología, los escenarios se han sofisticado, pero siguen vigentes y, en países de gran desarrollo cultural, sus carteleras son frondosas. Muchas ciudades del mundo, para llamarse tales, sostienen incluso compañías de teatro con las cuales miden sus estándares de calidad de vida. No necesariamente una ciudad con mucho dinero signifique una ciudad desarrollada, puesto que la cultura es un barómetro importante y, de eso, nuestro país aún tiene grandes carencias y deficiencias.

En el Perú, el teatro incluso ha abierto venas económicas que hasta una década antes no se pensaba que se podía dar. También se ha visto el rico vínculo entre la educación y el teatro, el cual encierra un enorme potencial para el desarrollo sinérgico de ambos. Se apostó por una extraordinaria experiencia lograda entre varios grupos trujillanos de teatro y una universidad local, con resultados insospechados. La jefatura de un Departamento de la misma coordinaba con promotores culturales para preparar una agenda anual de obras que estuvieran vinculadas a un tema que la universidad tomaba en sentido transversal para los cursos que incluía este departamento. Hubo temas centrados en violencia, género, inclusión, identidad, entre otros. Los estudiantes asistían a diversos escenarios de nuestra ciudad. El teatro se movía. Un año se puso en escena a 14 obras desde clásicos hasta adaptaciones modernas. Se llegó a un momento en que no había escenario disponible o había dos obras en simultáneo.
La experiencia permitió que se generase una disciplina teatral para respetar tiempos y compromisos. Además, permitió la aparición de nuevos grupos para incrementar las propuestas. Otros apostaron por traer actores y grupos desde Lima, Chiclayo y Cajamarca. E incluso de Brasil y Colombia. La ciudad se enriqueció con una variada cartelera, pero el problema fue que los mismos grupos no apostaron a crear una temporada. Hubo varias personas con las que comentaba estas actividades y se sorprendían que no se haya habido difusión alguna para que el público en general asistiese. Se limitaron a hacer la obra para los estudiantes. De haber apostado a una temporada, el público hubiera respondido. Faltó audacia.
Ahora la universidad en cuestión ya no ve relevante esta experiencia para la educación de los jóvenes. Es inaudito que las casas de estudios superiores no hayan incorporado al teatro como una estrategia de aprendizaje que volvería a Trujillo en la ciudad cultural a la que aspira retornar. Cuando la ciudad tenía menos de cien mil habitantes había compañía de zarzuela, un teatro activo, una orquesta sinfónica de buen nivel, una compañía de ballet activa, un movimiento cultural promovido por la Universidad Nacional y otros centros culturales. Ahora la ciudad tiene casi un millón de habitantes y se habla de un sorprendente boom económico; tiene más de cinco grandes universidades y muchos colegios que se jactan de promover la cultura. Comparativamente hablando, no somos ni siquiera un pálido reflejo de lo que fue el boom cultural de los 60 y 70. ¿Qué se puede hacer para achicar esa honda brecha cuando las mismas autoridades académicas y económicas no apuestan por la cultura? No solo basta tener escenarios fastuosos o remodelados, sino políticas claras que demuestren que hay una intención clara de aportar en ese proyecto de volver a hacer la ciudad de Trujillo un foco de cultura en el Norte peruano. ¿Hay alguno? 

LA ESTRATEGIA DEL MIEDO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 27 DE MARZO)

Un lamentable suceso acaecido esta semana en Bélgica ha movilizado ciertos temores en ambos lados del continente y que suelen ser incorporados durante las campañas electorales como la que estamos viviendo los peruanos. La detonación de tres bombas en Bruselas ha repercutido en la memoria de varios peruanos a quienes los temores y recuerdos de los años 80 han retornado con temor. En situaciones como estas, la mayoría opta por la política de la verticalidad, el endurecimiento de las leyes, las acciones punitivas y la presencia de un Estado sancionador. En Europa las candidaturas de partidos de extrema derecha, muy racistas y aislacionistas, han tenido “un golpe de suerte” para seguir promoviendo este tipo de políticas, pese a que la sociedad europea tiene ya experiencias históricas que frenan “en seco”, todavía, algunas descabelladas propuestas legales para evitar repetir la última experiencia que originó una guerra mundial y costó 80 millones de vidas.
En el Perú, algunos de los candidatos peregrinan la idea de aplicar políticas fuertes para contrarrestar la violencia urbana así como la violencia de grupos sediciosos. Están aplicando la estrategia del miedo en el electorado. Esto se oye en entrevistas y las redes difunden estas insidiosas noticias. Se prometen leyes que serían difíciles de aplicar por una serie de “candados” constitucionales que, de romperlos, colocarían a nuestro país en una situación delicada internacionalmente hablando. Además, las propuestas chocan con una triste realidad: un Estado débil y golpeado por la corrupción en casi todas sus entidades que lo conforman. Uno de los candidatos recuerda la estabilidad generada en la última década del siglo pasado, pero esa estabilidad fue a coste de debilitar la presencia del Estado hasta volverla prácticamente nula en muchas partes de la nación y en diversos sectores de nuestra estructura social. Se lo degradó y se lo convirtió en una rémora. A esto hay que agregar la gangrena de la corrupción que infestó todos los niveles de los organismos y poderes estatales como sucedió con el Ejército y el Poder Judicial.  De querer aplicar medidas para la seguridad de la Nación, estas deben empezar con una reforma cabal del Estado para hacerlo sólido y eficaz,  y un combate cerrado contra la corrupción, la cual fue fomentada, precisamente, en los gobiernos anteriores de algunos partidos que están candidateando en esta contienda y que usan, contradictoriamente, argumentos basados en el miedo histórico.
Esta contienda dista de ofrecer debates serenos sobre estos dos puntos. Sus planes son inmediatistas y eso es peligroso. Ideas absurdas como política de “tierra arrasada” vieron su fracaso en la campaña contra SL, por ejemplo. Por eso, es bueno darse una vuelta por el libro Sendero de Gustavo Gorriti para comparar lo que se promete y lo que puede suceder de seguir con esas promesas ante estas realidades.


jueves, 24 de marzo de 2016

EL PODER DE LA NEGACIÓN (ARTÍCULO PUBLICADO EN DIARIO CORREO DOMINGO 20)

En 1972 estalla el famoso escándalo Watergate en los Estados Unidos. Una interesante campaña desinformativa se comenzó a desarrollar a través de los diversos canales manejados por las personas cercanas al entonces Presidente de esa nación, Richard Nixon. Esta campaña de la negación fue desmentida paulatinamente a lo largo de dos años, hasta que las evidencias mostradas por los periodistas Woodward y Bernstein del Washington Post derrumbaron toda la maraña legal y comunicativa que había desarrollado la administración Nixon. Ante tal insostenibilidad, Nixon tuvo que renunciar el 8 de agosto de 1974 para evitar ir a juicio y tener un final más penoso del que tuvo. Ahora todo esto es historia; sin embargo, estos hechos pasados nos permiten entender gestos y acciones actuales en diversas contiendas políticas como la que estamos viviendo.
En las democracias formales, como la que trata de mantener nuestra nación, muchas estrategias son retomadas de experiencias y ensayos hechos en diversos procesos electorales en esta y otras latitudes. El poder de la negación es una estrategia frecuentemente usada por candidatos de toda talla y talante que quieren ocultar algún dolo para aparentar que todo está dentro “del marco de la ley”. En la época Nixon, las presentaciones del entonces Presidente ante radio y televisión era una retahíla de negaciones ante las preguntas o dudas formuladas por los periodistas. Se acuñó esta frase cliché: “No se ha robado. Repito: no se ha robado”. Fue casi como la frase oficial que resonaba en los medios.
En los últimos años nuestra nación ha sido remecida por una serie de acontecimientos que afectan directamente a casi todos los actuales candidatos a la Presidencia o al Congreso. Estos hechos impedirían, en otras latitudes, el retorno o el ascenso en el mundo electoral de tal o cual candidato. Oscuros negociados, evidencias contundentes de corrupción, compra de jueces y autoridades, indultos escandalosos, visitas y convivencia con personajes corruptos; son algunos de los ejemplos que han originado que las estrategias de comunicación de muchos de los partidos en la actual contienda se aboquen a una intensa campaña de negación. Frases como “pesada mochila” o “se robó menos” encierran un mensaje ambiguo que ayuda a esta desinformación. Peor aún en un país cuyos medios de comunicación masivos no son del todo independientes y marcan un sesgo por tal o cual candidato al cual ayudan a destilar o borrar “su pasado”. Sin embargo, hay periodistas y personas que trabajan en el mundo de la información que mantienen fresca la memoria para una población que carga sobre sus espaldas haber sido gobernados por el sétimo presidente más corrupto de la historia mundial. Esa sí es una pesada mochila.


domingo, 13 de marzo de 2016

EL PAÍS DE LA INCERTIDUMBRE

En los últimos días, el ambiente electoral ha pasado a ser una verdadera incógnita en la que el electorado peruano se encuentra sumido en el aturdimiento. A casi un mes de las elecciones presidenciales y congresales, la lista de 18 candidatos que iniciaron la carrera electoral ha quedado reducida a 14; uno por retiro voluntario, otro por decisiones gubernamentales, y otros dos por tachas a sus candidaturas. La primera es una sana ocurrencia que se da cuando un candidato pulsa la realidad y ve que sus oportunidades son bastante magras. En versiones anteriores, algunos candidatos han hecho lo mismo y lo más coherente es retirarse de unas justas en la que ya no vale la pena hacer una inversión de energías y dinero tanto para el candidato como para sus seguidores y partido. La de Urresti es una acción de sacrificio del candidato hecha para salvar la existencia del partido. Las otras tienen otra razón. Las tachas, salvo caso de gravedad evidenciada como puede ser esta coyuntura, suelen darse al inicio de cualquier periodo electoral para que esta situación no enturbie la transparencia institucional de un proceso bastante sensible en una sociedad que muestra bastante escepticismo con organismos públicos, como es el caso del Jurado Nacional de Elecciones. Ya esta entidad se ha visto involucrada en situaciones bastante escandalosas como las famosas reelecciones de Alberto Fujimori, la última bastante cuestionada por los organismos inspectores internacionales que supervisaron todo el proceso.
Estos acontecimientos están acentuando en nuestra sociedad una suerte de caos social y político heredado en las últimas décadas, generados por una “desorganización moral”. Las marchas y contramarchas de JNE y el JEE han dado la sensación de improvisación, de parcialización y dubitación que no hacen nada bien al periodo electoral. Nuestra madurez política es una utopía, estamos bastante lejanos a ello. Por lo contrario, nuestra sociedad manifiesta rasgos peligrosos desarrollados en las últimas décadas. La sensación de desorden está calando todos los niveles del tejido político hacia una anomia. Tomando como fuente al analista chileno Rodolfo Leiva, quien hace un estudio sobre la anomia política, esta se produce en condiciones de debilitamiento del aparato institucional y el alejamiento de la ciudadanía en la participación política originando “una escasa cohesión de la sociedad con baja integración de los individuos, sumado a la ilegitimidad, la corrupción y la escasa justicia. Lo que genera la llamada crisis de participación, de representación, la desafección política, la escasa ciudadanía y la consolidación del poder en  base a minorías. Es decir, una apatía política”. La coyuntura actual está alimentando esta situación tan generalizada en el electorado, inmaduro, volátil y manipulable por una serie de personajes que, lejos de consolidar principios políticos necesarios para cualquier sociedad, hacen de la masa votante un grupo de incondicionales nada leales e irresponsables de las decisiones que tomen (o no) una vez hayan sido elegidos. Los lamentables ejemplos de congresistas improvisados y tránsfugas validan.
Futuro nada auspicio para nuestra política nacional.

Gerardo Cailloma

(Publicado por extractos en el Diario La industria 13 de marzo)

¿LA MISMA VARA? ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE MARZO

César Acuña y Julio Guzmán están fuera de la carrera a la Presidencia. La decisión tomada por el JEE el miércoles 9 cierra un capítulo más de esta contienda electoral. De más está decir que las repercusiones han comenzado para ambos, sobre todo para nuestro ex alcalde cuyas instituciones académicas han sufrido una remecida que está causando “muertos y heridos”.
Una de las razones esgrimidas para sacar a al ex candidato Acuña, fuera de las graves e irrefutables pruebas de plagio, es la de entrega de dádivas, acción prohibida durante cualquier proceso electoral.  Las gruesas evidencias de entrega de dinero en Piura y Chosica han sido la causa contundente de su exclusión. Lo realizado por los jefes de campaña del fallido candidato era práctica común de su partido, como lo mostraron antiguas campañas electorales para la Alcaldía o la Gubernatura regional; además de utilizar sus centros universitarios como cantera barata en la cual ejercía un proselitismo evidente bajo el cual sus estudiantes y profesores tienen que “alinearse”. Varias veces se han denunciado casos de docentes cuyos contratos eran condicionados por una velada lealtad exigida que trasgrede el concepto de universidad como tal. Todo esto ha sido siempre alimentado por un acentuado asistencialismo, el cual es justificado como la forma cómo ganar presencia (y votos) en diversos sectores sociales sensibles económicamente. Bolsas de arroz o azúcar equivalían a votos potenciales. Esta práctica viene desde los inicios del siglo XX desde Leguía hasta nuestros días.
La práctica asistencialista paternalista apunta precisamente a necesidades básicas descuidadas por el Estado o instituciones para las cuales fueron creadas.  Salud, alimentación o seguridad han sido cubiertas en diversas campañas electorales  por diversos candidatos (Acuña no es el único) que, en cierta forma, agradecen esta realidad, porque obedece a una costumbre fácil de captar votos. La pobreza es una extraordinaria oportunidad de negocios y genera una forma peculiar de seguridad colectiva o de “cubrirse las espaldas”, como bien lo saben la mafia y el narcotráfico. Son los nuevos héroes sociales. Esta práctica no la ha hecho solo Acuña y sus seguidores. Debemos recordar los famosos panetones de la Casa del Pueblo de antaño o los de Keiko durante la campaña navideña del 2015. Pero en los últimos días, la tentación de ser dadivoso coincide con la angustia de una posible segunda vuelta electoral y todo lo invertido en la presente campaña se vaya al agua.  Eso parece que ha pasado por la cabeza de Vladimir Huaroc en Satipo. Si humanitaria fue la justificación que esgrimió Acuña, la que costó su salida electoral, ergo, ¿qué se está esperando con el candidato a la segunda vicepresidencia de Fuerza Popular para sancionarlo como al ex alcalde trujillano? ¿O son medidos todos con diferentes varas? La salud política nacional espera que el JNE y JEE actúen prontamente con esta acción o la gente seguirá viendo en este proceso algo tan turbio que ya muchos hablan, irresponsablemente, de fraude.

Gerardo Cailloma

DAÑOS COLATERALES (PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 06 MARZO)

La exclusión de la candidatura de César Acuña a la Presidencia causará una serie de repercusiones que  ya se han venido sintiendo y cuyas consecuencias no son del todo previsibles, aunque sí estimadas. Los impactos de su nueva situación se pueden identificar en tres niveles: académico, ciudadano y político.
Lo académico afectará más a un sinnúmero de instituciones, docentes y estudiantes de las mismas. Acuña creó un emporio educativo a nivel nacional que ha sido remecido por los últimos acontecimientos, pues este fue empleado sin descaro por el candidato para su proselitismo. Además, en plena campaña, las evidencias del plagio impactaron sobre otras universidades tanto en el país como en el exterior. Estos impactos causaron una fuerte merma en la imagen académica de las mismas y una gran duda en el imaginario de una población que apuesta ciegamente en la educación superior, la cual  ha sido el espacio para acciones inescrupulosas que generan un fuerte engranaje no muy transparente en el mundo de la profesionalización. El libre mercado en este campo ha generado distorsiones y aberraciones que ahora estamos pagando. ¿Cómo quedará su Universidad luego de su penosa campaña? Las aulas tienen su retrato y su nombre aparece en la segunda estrofa del himno de la Universidad. ¿Cuánto está afectando a sus estudiantes, docentes y graduados este escándalo?  Y de paso, ¿cuál es la factura que se le puede pasar a universidades como la Complutense con este ruido? El mundo académico es muy estricto y, en diversos casos de plagios, no es nada indulgente. Casos abundan y las respuestas son severas. Imagino que los jurados académicos españoles habrán “puesto sus barbas en remojo”.
Lo ciudadano es un bumerán para Trujillo, ciudad que le otorgó el derecho de gobernarnos por dos periodos ediles. Utilizó nuestros votos al Gobierno Regional como trampolín para lanzarse a la Presidencia. Durante su permanencia en el sillón edil fue sordo a diversas observaciones de su gestión y hubo un manejo nada transparente de los recursos municipales. El famoso video de “plata como cancha” durante su campaña para la reelección no fue impedimento para que la masa electoral apostara por él. Hizo a toda una población cómplice.

Y en lo político ha logrado el entierro de varios personajes de nuestra política. Lo de Humberto Lay y Anel Townsend han sido los primeros náufragos de este descalabro. Aunque, las cataduras morales no son prioridad en este ambiente. Las llamadas “ñustas” de Acuña quizá vayan a sobrevivir como las famosas geishas de Fujimori, quienes defendieron y defienden a ojos cerrados a este personaje fuertemente cuestionado por la corrupción. En un país de escasa memoria, todo puede pasar.

lunes, 8 de febrero de 2016

BUENOS EJEMPLOS EN TRUJILLO

Frecuente es ver u oír noticias que muestran el lado oscuro de nuestra sociedad. Los medios de comunicación masiva, en cualquier soporte que este emplee, llena sus titulares con malas nuevas que causan zozobra en la población, la insensibilizan por el excesivo manoseo de las circunstancias en las que ocurrieron y, a la larga, han desarrollado morbos y prejuicios en la sociedad urbana que le permiten crear estereotipos determinantes con los cuales identifican y se autoidentifican ciertos grupos humanos, sea por condición social, ubicación geográfica, género, edad, estudios, un largo etcétera. Estas observaciones fueron obtenidas gracias al estudio descriptivo y analítico sobre la criminalidad juvenil realizado en El Porvenir (http://juventud.gob.pe/publicaciones/102-criminalidad-y-violencia-juvenil-en-trujillo/).
A raíz de este estudio, la ONU se interesó en llevar a cabo un programa de fortalecimiento de la seguridad humana con el fin de apoyar, difundir y sistematizar aquellos proyectos que apunten, de manera desinteresada pero autosostenible, a fortalecer la prevención y la educación en áreas críticas en nuestra ciudad con el fin de atender a los grupos sociales más vulnerables y bastante desatendidos por los sectores público y privado. En Trujillo hay varias instituciones que trabajan más allá del carácter asistencialista a los que nos hemos acostumbrado para paliar momentáneamente un problema que necesita ser atacado más de fondo. Estuve visitando algunas de estas instituciones que han generado cambios en jóvenes y sus familias y, a través de ellos, el entorno social en el que se hallan. Algunas pequeñas aún como la asociación francesa Pour Les bébés que trabaja en Río Seco; la británico-norteamericana SKIP (https://www.facebook.com/SKIPPeru/) en el mismo Río Seco (https://www.youtube.com/watch?v=O84PqHm_dvk); o la asociación alemana El Puente, localizada en El Milagro; son algunas que tienen proyectos que fomentan la política de ayudar a esos estratos sociales generalmente en el área educativa (http://www.puente-trujillo-peru.com/). Por el lado peruano también hay algunos interesantes, uno de los cuales espera pronto implementarse en nuestra ciudad, como D1, el cual fomenta la danza entre la juventud y ha tenido buenos resultados en Lima. El camino para lograr sus metas no está exento de diversos problemas: desconfianza de la población, provecho político (algunos bastante descarados), engaños y criolladas, desinterés e inconstancia por parte de los invitados a participar en estas interesantes propuestas que buscan mejorar sus vidas, no bajo el concepto de dádivas, sino en base a un compromiso sólido que exige disciplina y aprecio al trabajo. También está la desinformación y desconocimiento del grueso de la población de la labor hecha por estos ciudadanos que han abandonado su zona de confort para aportar en hacer de esta ciudad un lugar más agradable y lleno de oportunidades a sus habitantes.