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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 16 de abril de 2017

UNA VENTANA DE POSIBILIDADES: TURISMO EN TRUJILLO

El marte 07 de marzo tuve una primera reunión con el Comité Cívico por la Revitalización del Centro Histórico de Trujillo a invitación de Mario Falero, quien lo preside. El motivo de la reunión fue para retomar el trabajo que se hizo el año pasado con sus logros y bemoles, y la necesidad de un compromiso mayor para lograr el objetivo principal que es revitalizar el Centro Histórico de la ciudad. Durante la conversación se comentó, en ese entonces, que estábamos cerca de la fecha en la que el Niño del 25 se manifestó con tres días lluviosos que abatieron a la ciudad el mismo mes a pocos días. Y el 14 cayó la primera plaga a la ciudad. Durante seis días, la ciudad en su totalidad sufrió fuertes lluvias y, sobre todo, siete huaicos que paralizaron la ciudad. Los ciudadanos nos preocupamos de cómo guarecernos y cómo defender nuestros bienes. Una vez pasada estas riadas, la ciudad comenzó a restañar sus heridas, que tomarán buen tiempo, y la espera de un plan coherente para que de una vez por todas Trujillo cuente con un programa de prevención más coherente y que haya una decisión política más sostenible, así se tomen medidas impopulares.
La reunión se centró, sin conocer aún lo que se nos venía, en ofrecer un programa atractivo para la ciudadanía y turistas para la Semana Santa, de la cual nos separaba casi un mes.  Nos cayó la noche; sin embargo, se siguió trabajando en base a unas ideas intercambiadas por correo antes del desastre. La gestión de Miriam Gayoso alcanzó una propuesta de tres circuitos religiosos, para lo cual se había preparado ya un bosquejo de tríptico. Dos de los circuitos eran en el Centro Histórico y tenía a la Catedral como eje principal. Y un tercero que se focalizaba en cuatro iglesias de la periferia que son “iglesias de indios”.  Debido a la situación se trabajó a cierta velocidad con el fin de tener esta propuesta lista para los días jueves 13 y viernes 14, que corresponde a la fecha de Semana Santa. Con el fin de promocionar estas rutas se hizo una conferencia de prensa el viernes 07 para difusión a la comunidad. Ese día, quizá por no haber alcanzado información sobre mi CV, me “nombraron” historiador, profesión que me hubiera gustado seguir, fuera de la de lingüística; pero usurpé ese título. Mil disculpas a los agraviados.
Con el fin de monitorear este nuevo “producto”,  el día 05 se hizo un primer simulacro con la visita del primer circuito. Esta no fue del todo satisfactoria, pues hubo una serie de descoordinaciones que sucedieron, felizmente, en este espacio. Nos encontramos todos en el atrio de la Catedral con el grueso de guías de turismo gracias a la gestión de Yvette Cayetano, quien había convocado al mayor número de ellos para poder convencerlos sobre este proyecto. Hubo más responsabilidades, pero la premura y la situación generada por el estado de la ciudad hicieron que varias actividades sean suspendidas. A las 9 de la mañana, ya reunidos, nos dirigimos a la iglesia de Santa Ana. El templo se encuentra en la esquina de los jirones Orbegoso y Zepita, sin conocerse la fecha de construcción; es una iglesia de Indios, de allí que este mantiene una semejanza con compositiva con los templos análogos, como son los de Mansiche y Huamán; por eso su ubicación no se halla tan distante de una de las puertas de la antigua muralla de la ciudad (obra planificada por el ingeniero italiano Joseph Fomento): la portada de Mansiche. Está dedicada a Santa Ana, madre de María, por lo que es interesante ver una talla moderna de Santa Ana niña con sus padres, los abuelos de María.

 La iglesia es regentada por una orden colombiana de padres, a los cuales se les reconoce por el uso de larga sotana marrón. Cuenta con una plazoleta, antiguamente abierta al público, hoy luce cercada por rejas de fierro que limitan su acceso, acondicionada con bancas, acompañadas de árboles, jardines, farolas y luminarias; cuando uno accede a la plazoleta hacia la mano izquierda y hacia el fondo hay una placa interesante colocada en 1935 que rememora el cuarto centenario de la fundación de Trujillo y el compromiso que asumió la pequeña comunidad judía residente en nuestra ciudad en esos años que se comprometió a reconstruir la iglesia que quedó muy dañada por el Niño de 1925. 

Ese fenómeno fue catastrófico para todo el Norte peruano. Recuerdo la visita de una amiga que venía a investigar el primer caso de posesión demoniaca de dos monjas del Convento de Santa Clara; ella fue recibida amablemente por las madres; poco después se enteró que todos esos archivos fueron destruidos por las lluvias y huaicos de ese entonces. Recuerdo haber visto una foto ampliada de la Plaza de Armas de esos años que mostraba una alfombra negra en el piso de la misma: era una ingente cantidad de insectos que cubrían la plaza. Nos tocaba San Francisco (conocida como “El Sagrario”), pero estaban en plena limpieza. Me hubiera gustado ver las joyas que tiene este convento, diversas tallas e, incluso, se habla de una pequeña escultura de Juan de Legarda, famoso tallador y escultor quiteño de la colonia.  Lástima. 



Así que nos dirigimos a la Catedral. La información de la misma dice así: “Desde la fundación de la ciudad de Trujillo, se planifico y estableció el terreno para la construcción de la iglesia matriz, la que se edificó de manera muy reservada. Sin embargo la primera construcción fue muy simple y con la creación del Obispado de Trujillo mediante bula papal emitida por el papa Gregorio XIII en año 1577, esta iglesia se transformó en catedral, mejorando y ampliado su construcción para que esté acorde a su estatus. Esta primera iglesia fue destruida por el violento terremoto del 14 de febrero  de 1619 siendo reconstruido entre los años de 1647 al 1666. El 23 de agosto de 1967, el Papa Paulo VI elevó a esta catedral a la categoría de Basílica Menor, cuando el arzobispo de Trujillo era el padre Carlos María Jürgen. Esta es la distribución arquitectónica básica que ha llegado hasta nuestros días. El sistema constructivo en que se basa la estructura de esta iglesia es el arco, arcos ciegos, bóvedas, cúpulas, y muros portantes, el establecer el comportamiento de la estructura ante movimientos sísmicos y determinar los puntos de falla, permitirá establecer su estado de conservación. El primer ambiente es el sistema de naves dispuestas en cruz, y que están destinadas al uso público en la se desarrollan las actividades religiosas públicas.” La iglesia ha sido pintada en su interior. Tuvimos la oportunidad de ver dos cuadros: el de Santo Toribio de Mogrovejo otorgando el Sacramento de la Confirmación a Santa Rosa de Lima y el del Misterio de la Santísima Eucaristía, dividida en tres escenas (cielo, tierra e infierno), el cual generó una polémica por las diversas interpretaciones que focalizaban la atención sobre la Virgen María, cuando en realidad el punto de referencia es la eucaristía; la distribución es simétrica y marca claramente la división de los tres niveles; interesante es el trabajo de la luz en el mismo cuadro. Desconozco el autor y buceo en los libros de historia. Alguien debe de tener ese dato. Aquí terminamos el primer periplo, con diversas observaciones a corregir.




No asistí al día siguiente, que era el segundo circuito ni el lunes 10 que se iba a realizar el tercer circuito. Pero sí lo hice de manera oficial el viernes santo, el 14.  Íbamos a visitar las iglesias de las reducciones de indios. Salimos varias personas en un ómnibus en dirección a Huamán, siempre bella. La iglesia Señor de Huamán tiene una de las portadas más impresionantes del arte barroco indígena del Norte peruano. Hay toda una simbología  tan locuaz en sus hornacinas, detalles de las dos sirenas que representan la lujuria, el pecado, caso raro en el barroco peruano. La plaza debe de ser rescatada y cuidar la fachada, pues muchas palomas la están deteriorando con sus heces. En el interior hay varios lienzos coloniales que hay que restaurar urgentemente.





Luego nos fuimos a la iglesia Mansiche, llamada Divino Salvador, que, como Huamán, se construyó sobre zona pantanosa. Las lluvias del 14 de marzo la han afectado un poco. Esta iglesia tiene un bello altar y ha mantenido dos bellos retablos laterales de cedro de Nicaragua.




La siguiente iglesia fue San José que se halla en la carretera a Huanchaco, vecina a Chan Chan. El origen de la misma se pierde en el tiempo pues creen que fue una pascana obligatoria en los peregrinajes de la Virgen del Perpetuo Socorro a Trujillo. Oficialmente fue fundada en 1876. Ironías de la vida: esta iglesia fue la primera que visitó el papa Juan Pablo II en su visita a la ciudad. Todos pensaban que iba a ser Mansiche, se engalanó la plaza de esa iglesia, se hizo un parque de bustos papales e incluso un arco (ahora demolido). Aquí hay leyendas como el de la gringa (que aparece a medianoche a los conductores en la carretera) o del cura sin cabeza. El escritor Camino Calderón habla de otro origen. La iglesia está totalmente pintada en el interior. Parece ser que cada cófrade ha puesto en cada hornacina su gusto particular. Hay una pequeña talla de Cristo de la colonia.




Nuestro último objetivo fue Huanchaco, la iglesia de Nuestra Señora del Socorro. La vista sería impresionante si se pintaran todas las paredes laterales de la casi ciudad. La mirada de ladrillos sin enlucido desmerece mucho una vista panorámica atractiva con el muelle y el mar como fondo. La iglesia tiene varias tumbas en las paredes y lo interesante es obviamente la virgen cuyo rostro es nada menos que la famosa Juana la loca, esposa de Felipe el hermoso de Flandes, y de cuya dinastía vendrían los Habsburgo. Era usual usar los rostros de reinas para imaginar a una talla de vírgenes. En España se usó, por ejemplo, el de Isabel la católica, madre de Juana la loca. Otro detalle es que se halla la tumba del benefactor Dean Saavedra. Además hay un interesante exposición de un amplio y lujoso vestuario para la virgen y el niño que lleva en sus brazos. Hay además una colección permanente de cuadros del pintor Pío Ángel, quien ha hecho la representación de la vía crucis con todos los detalles huanchaqueros que podemos distinguir: la usanza de vestir, los arenales, el mar y el inconfundible cerro Campana, lugar sagrado que esperamos haya la voluntad de preservarlo e incluirlo dentro de la oferta turística de este balneario y la ciudad.






Retornamos a Trujillo, tras casi tres horas de una visita interesante. Un nuevo filón se ha abierto. Ahora a hacerlo crecer y mejorarlo. Trujillo tiene lo suyo.  

domingo, 16 de octubre de 2016

ARTE Y CENSURA: AGUDO DILEMA (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA DE TRUJILLO)

Los recientes sucesos acaecidos en nuestra ciudad ponen sobre el tapete sobre la censura y la actividad artística de una sociedad. La censura es, según la RAE, “la intervención que practica el censor en el contenido o en la forma de una obra, atendiendo a razones ideológicas, morales o políticas”. Esta definición debe de ir acompañada de criterios que te permitan establecer qué es censurable, puesto que la ideología, la política e incluso los criterios morales van cambiando. Un desnudo puede ser objeto de censura en el siglo XIII medieval o en una sociedad religiosa extrema. El arte, la expresión más compleja del ser humano, le otorga diversas oportunidades para su acercamiento: por placer estético y lúdico, por hallar evasión, para conocer su realidad y coyuntura; y para “leer” la abierta denuncia sobre algo injusto que atenta contra la esencia del ser humano. Es muy difícil que la obra artística, de por sí polisémica, postergue una u otra de estas funciones que suele tener el arte en una sociedad. El Quijote, por ejemplo, es una obra que produce placer estético, que me permite conocer la España retratada en la misma, que la puedo utilizar como distracción, pero que también denuncia una serie de injusticias e irregularidades que pasaban en ese entonces en la boca de los personajes creados. Tanto así que la censura le había puesto el ojo por las observaciones que se emitían en dicha novela; se salvó del Santo Oficio al haberse entendido que el personaje era un hombre “que se le había secado el seso” por muchas lecturas inadecuadas. A lo largo de la historia el arte ha sido un tema bastante complejo de cómo tratarlo. Aunque muchos artistas usaron su ingenio para sobrevivir ante el poder político, religioso o económico de su época; varios de ellos o su obra terminaron siendo pasto de llamas o enviados al exilio e incluso ostracismo. La Italia renacentista conoció a un personaje oscuro como lo fue Savonarola, quien no solo persiguió a artistas, sino que quemó sus obras de arte. La Alemania de Hitler vio grandes piras conformadas por libros de autores y escritores judíos, comunistas o socialistas; así como condenó a la oscuridad a músicos judíos, demócratas o comunistas como Kurt Weill, Thomas Mann o Bertold Brecht. Stalin avasalló a músicos como Shostakovitch o cineastas como Serguei Eisenstein. La Argentina de los militares y su ala secreta, la triple A, condenó al exilio a personas como Mercedes Sosa o Quino con su Mafalda, la niña inconformista que molestaba mucho a los militares. El Chile de Pinochet mató a Víctor Jara y mandó al exilio a muchos artistas, algunos de los cuales continuaron su obra en otros países como el nuestro; así tenemos a la famosa bailarina y coreógrafa Hilda Riveros, quien elevó la calidad del grupo de danza moderna de Lima; o el maestro Mario Baeza quien elevó el nivel musical del Conservatorio Regional de Trujillo.
La censura económica y la política en una democracia formal son las más discretas: la decisión de poner una exposición o no publicar un libro de calidad puede tener algunos argumentos descabellados. Pero es una censura real y que impide que el arte y sus diversas propuestas no prosperen o se borren, como lo que hizo Castañeda con varios murales en Lima. Y todo apunta a que lo sucedido en Trujillo con la exposición de Álvaro Portales está en este nivel, pues raros argumentos han surgido para evitar armar una exposición de arte gráfico, cuyo contenido ya había sido difundido y socializado. A veces el desconocimiento de la obra global hace que algunas decisiones sean bastante burdas y que desdibujan a las personas que la ejercen. Esto pasó con diversas exposiciones como “20 años de historia en el Perú” o el documental sueco Tempestad en los Andes, absurdamente censurado al pensar que era una apología de Sendero, cuando en realidad era un documento que desnudaba la crueldad y falsedad de los principales líderes de este nefasto movimiento. La ignorancia es supina. 
Sin embargo, muchas veces también se han presentado ciertas irregularidades que se convierten en un abuso por parte de autores que presentan obras de menor calidad, irregulares o inconclusas, y que por razones obvias no son recibidas. A veces las reacciones son inadecuadas, pues culpan de proceder de manera unilateral (censura) por parte de los organizadores cuando quieren mantener un trabajo serio y respetuoso al público en general. Este problema se ha presentado en galerías, editoriales o salas de arte, teatro y música. Esto obedece también a la poca profesionalización, preparación y compromiso personal hacia su obra que cunde entre personas que se dedican a este complejo quehacer. 

domingo, 7 de agosto de 2016

POR UNA MÁS (A RAÍZ DE LA MARCHA NI UNA MENOS) ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 07 DE AGOSTO

En torno a la marcha “Ni una menos”, han surgido comentarios positivos y negativos tanto desde afuera como en el interior del círculo de personas sobre las cuales recaerán los efectos de esta. Los cambios sociales que deben de ir surgiendo en cualquier sociedad son cambios lentos y difíciles; llevan su propio ritmo. Algunas veces estos cambios son acelerados por voluntad popular como la famosa Revolución Francesa o el Mayo del 68. El movimiento hippie de los 60 fue una reacción paulatina que devino en un cambio necesario en la sociedad norteamericana de entonces, en la que la guerra de Vietnam era uno de los detonantes principales que exigían un reacomodo urgente de diversos actores sociales. Los cambios deben de ir madurando en el grupo social para ir despojándose de paradigmas aprendidos por décadas y que se convierten en lastres enraizados en los entes sociales más insospechados. El término “machista”, por ejemplo, no es imputado solo al varón sino a muchas mujeres que enseñan, bajo ese filtro, a los demás miembros  de la sociedad; en este caso, a sus hijos. El desarrollo de la equidad de género ha tomado un largo camino y aún le falta mucho por recorrer, puesto que lo más difícil no va a ser crear leyes o condiciones para que estos derechos puedan prevalecer. Lo difícil va a estar en el cambio de la mentalidad de una sociedad que, quiérase o no, sí ha sido homogénea en considerar ciertos roles y posiciones estructurales como naturales e inalterables, incuestionables. Incluso desde diversas manifestaciones sociales, como la lengua, hay diversos ejemplos que muestran en su organización e interpretación un mundo orientado hacia lo masculino. Aún a las mujeres que trabajan se les reclama el hecho de que posterguen su maternidad u otros roles para las cuales fueron “creadas”, como algunos líderes religiosos sostienen muy sueltos de huesos. Para muchos historiadores, la segunda Revolución Industrial fue una partera de los movimientos feministas, los cuales surgieron con movimientos socialistas o comunistas, los que no veían con buenos ojos el despertar de las mujeres en el nuevo orden social. Peor aún fue en los sesenta cuando la mujer comenzó a controlar su fertilidad a través de la píldora anticonceptiva por la cual surgieron miles de detractores. Solo basta ver toda la turbulencia actual con la píldora del día siguiente. Y son, muchas veces, las mismas mujeres que “lanzan el grito al cielo” por haberles permitido acercarse más a su independencia.  
Esta marcha puede tener una repercusión poderosa en la sociedad urbana peruana, en el pensamiento colectivo, en la visión de nuestra sociedad. Se espera que esta no sea un evento social, ni un encuentro de amigos, ni la oportunidad para         que muchos fanáticos de la virtualidad se dediquen a cazar Pokemones durante esta. La posibilidad de estropear o debilitar sus objetivos radica en gestos de sus participantes. 
Y, sin embargo, se mueve.

domingo, 10 de julio de 2016

AVANCES AMENAZADOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN EN EL DIARIO CORREO DE TRUJILLO)

La comunidad peruana ha visto el sábado 02 de julio una marcha en muchas de sus ciudades que ha removido varias conciencias, ha llamado la atención a diversos medios y ha perturbado la mente y la tranquilidad de ese extraño statu quo que atenta contra muchas minorías. La marcha de la comunidad LGBT por las calles de Trujillo el último sábado ha perturbado muchos pareceres de varios trujillanos sobre el problema de minorías. Quizá para muchos, algunas actitudes de los participantes no eran las adecuadas y trasgredían ciertos códigos de moral cotidiana, pero estas marchas ocurren porque algo no está marchando bien entre nosotros. Sin embargo, actividades como estas ya están calando en nuestra sociedad aún intolerante y anclada en zonas de confort que supuestamente reflejan el pensamiento de una mayoría. Estamos cambiando.
Pero mientras vemos a personas e instituciones que luchan por lograr una sociedad más tolerante y que se maneje con criterios de justicia y equidad, en otros lares de nuestro planeta hemos visto, conmovidos y aterrorizados,  cómo la intolerancia y la intransigencia están a flor de piel y se manifiestan de las maneras más cruentas e implacables. La absurda muerte de más de dos centenares de personas por una bomba asesina en la vieja Bagdad y la de dos ciudadanos afroamericanos y la masacre de una discoteca gay y la de cinco policías en Norteamérica, así como la silenciosa muerte de un joven travesti en un barrio de nuestra ciudad,  nos muestran que el camino aún es largo por recorrer. El hombre crea más instrumentos y referentes de segregación que de integración; y los extremos de estos son los fanatismos y dogmatismos. Son herramientas supuestamente prácticas e, incluso, incuestionables que usamos para “medir” al otro, para encasillarlo y clasificarlo, ubicarlo en un escalafón de una estructura social que queremos que sea inamovible. Hombres y mujeres tratan de hallar mecanismos de integración para lograr una sociedad menos violenta y más inclusiva, pero diversos motivos se hallan para que estos no se logren. Solo basta ver  todas estas herramientas que me permiten segregar: raciales, generacionales, lingüísticos, económicos, geográficos, culturales, físicos, de género, de opción sexual. 
El mundo jurídico e intelectual propone mecanismos y posturas que tratan de contrarrestar esta situación, pero las costumbres y los saberes adquiridos desde la niñez en el hogar y escuela enraizados en nosotros impiden su implementación. Es un proceso lento que parte desde la casa y las aulas. Muchas sociedades han comenzado a trabajar en propuestas inclusivas que han tenido muchas reacciones de animadversión, más por ignorancia que por planteamientos coherentes. Pero se ha avanzado. Y la peruana está en ese camino inexorablemente.

domingo, 19 de junio de 2016

LAS RAÍCES DEL ODIO (PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA TRUJILLO DOMINGO 19 DE JUNIO)

El reciente y lamentable suceso acaecido en la ciudad de Orlando, EEUU, o lo sucedido con el asesinato de un joven travesti  de 15 años en La Esperanza, Trujillo, son muestras de las diversas manifestaciones de los sentimientos más oscuros que movilizan el comportamiento humano. En el caso norteamericano, todo apunta a que el móvil no ha sido una acción terrorista de carácter político, sino que sus raíces se funden en el odio al otro. Este sentimiento, definido por la RAE como la antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea, genera una profunda repulsión hacia una persona, cosa, idea, fenómeno; e incluso provoca en la persona que odia un deseo vesánico e irracional de destruir a su objetivo. El odio se origina, generalmente, en el miedo a lo que rechaza. Para entender más el hecho que segó la vida de 50 personas tomo prestado el siguiente párrafo del ensayo Odio y racismo en la institución imaginaria de la sociedad globalizada del Dr. en Filosofía Harold Valencia López de Colombia: “El odio al otro […] se instala a través de dos canales. Un canal se dirige al otro (objeto) real, como revés de la imagen positiva de sí mismo. El otro canal refracta en odio a sí mismo, porque el YO como fabricación social es uno de los primeros extranjeros en uno mismo. Es el extranjero que habita en mí y que el proceso de socialización me ha forzado a alojar, […]. Este odio de sí mismo tiene como característica su universalidad, y el sujeto necesita desplazarlo hacia objetos exteriores para poder sobrevivir. Desde esta óptica, hay una tendencia profunda de la psique humana de encerrarse, de rechazar, odiar, de sentir con hostilidad todo lo que no es ella misma, lo otro, lo distinto lo que representa una amenaza, un peligro. Esta tendencia […] es generalmente reforzada […] al conjugarse con la otra tendencia profunda de las sociedades […] a su clausura. […], la tendencia al cierre de toda sociedad, a hacer imposibles ciertas preguntas, su rechazo y hostilidad frente a lo extraño, al extranjero. […] la podremos denominar la raíz social del odio.” (pág. 4, subrayado es mío http://www.ub.edu/demoment/jornadasfp2009/comunicaciones/3_miercoles/valencia-harold-odioracismo.pdf)
Así podemos entender que las denominadas minorías alojan el odio de los demás en los miedos colectivos, manipulados por diversos intereses como los económicos, políticos, religiosos que toman esas características de la universalidad de las minorías; estas pueden ser de toda índole: racial, lingüísticas, generacional, geográficas, de clase, de género. Simplificamos en las minorías nuestros miedos-odios fortalecidos por las construcciones sociales. Y así crecen los miedos sociales como la homofobia o la xenofobia. Da pseudo fundamentos al racismo y la intolerancia religiosa, a la discriminación laboral y a la generalización ramplona de un grupo humano. La sociedad peruana, en cierta manera, resultó siendo violenta por su pasividad ante la terrible masacre con los peruanos que reunían ciertas características: pobre, quechua hablante, indígena. NN para la mayoría de la sociedad urbana costeña.
Estos miedos y odios son aprehendidos por diversos medios: el hogar, el grupo social, los medios de comunicación e, incluso, políticas de Estado, como lo fue el Nazismo como modelo más sofisticado de exterminio. Incluso todos los niveles estructurales de esa sociedad funcionaron para justificar exterminios: desde la filosofía hasta la forma de producción (llámese campos de concentración). Los odios están latentes y esperan una coyuntura para “exorcizar sus demonios” y están presentes en nuestra sociedad: así entendemos las barras bravas o la muerte de dos policías en la sierra liberteña.

Pero es la Educación la verdadera herramienta que puede contrarrestar esos desbordes. Por eso debe de ser prioridad en una nación que quiere cerrar heridas y tender puentes a las minorías con las mayorías. Proceso lento, pero urgente. 

sábado, 14 de mayo de 2016

TRUJILLO, CANDIDATA A PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD (CORREO 08 DE MAYO)

Trujillo se embarca nuevamente en una empresa titánica: ser nominada a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Un proyecto que, de hacerse realidad, sería para nuestra ciudad no solo un galardón sino un sinfín de oportunidades para diversos sectores productivos citadinos, regionales y norteños de nuestro país que se han visto afectados por diversas crisis económicas silenciosas. Indudablemente, sería el turismo el sector más beneficiado, pero este es un gran motor que activa a muchos otros sectores productivos y de servicios de una zona; quien haya estado en un lugar turístico por excelencia lo sabe. Hay países como México o España, cuyas economías son permanentemente alimentadas por sus flujos turísticos que movilizan a agricultores, artesanos, agencias, hoteles, restaurantes, empresas de transporte, bancos, recreación, servicios educativos y culturales; un sinfín de actividades movilizadas desde que un turista pisa una ciudad.
Pero es un proyecto titánico por la labor que hay que realizar en Trujillo para sensibilizar a sus ciudadanos, quienes se convierten, muchas veces,  en los principales enemigos de sus logros comunes. Convertir a nuestro centro histórico en un lugar respetable, digno y amable no significa pintar fachadas o colocar farolas. Es cambiar la mentalidad de los residentes y usuarios de ese espacio en el cual se realizan muchas acciones y actividades totalmente reñidas a los criterios sociales y de convivencia. Significa reeducar a una población acostumbrada a confundir derecho individual con transgresión permanente del bienestar común. Implica cambiar hábitos ligados a una supuesta comodidad personal por otros que permitan a todos los demás vivir en una zona segura y digna como corresponde a cada ciudadano de a pie. Implica restringir tráfico, ordenar el comercio formal e informal, corregir hábitos mal adquiridos, disminuir todo tipo de contaminación (visual, sonora, de aire), respetar normas y leyes ciudadanas, crear más espacios de integración social, proteger patrimonio arquitectónico; convertirnos en seres sociales, desplazando al ser casi hongo en el que nos hemos convertido en las últimas décadas.
Es una empresa que va a tener cientos de detractores cuando comiencen a verse afectados en su mundo cotidiano. Pero es la educación y la comunicación, las armas que permitirán que los trujillanos logremos este sueño común. Si Trujillo quiere alcanzar este logro, este no vendrá por acción divina o por decreto supremo como solemos justificar; vendrá por la acción y gestión que cada uno de nosotros  haga para alcanzar este objetivo. Todos los actores sociales, económicos, productivos, culturales deben de unirse para trabajar. No hay que olvidar que Trujillo ha postulado ya anteriormente y el expediente fue rechazado por las deficiencias humanas que se encontraron.

Como se dice en el argot deportivo, “la pelota está en nuestra cancha”.