Datos personales

Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
Mostrando entradas con la etiqueta libro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta libro. Mostrar todas las entradas

domingo, 23 de abril de 2017

LEER, COMPLICADA AVENTURA (POR EL DÍA DE IDIOMA Y LA LECTURA, ARTÍCULO DE REFLEXIONES PERSONALES PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN DIARIO LA INDUSTRIA DOMINGO 23 DE ABRIL)

La actividad lectora está en crisis. Las estrategias que hemos empleado por décadas con la actividad lectora han ido colapsando en los últimos tiempos, sea porque la educación se ha deteriorado por una serie de factores externos o internos a ella, o porque los consumidores tienen otros gustos y otras formas de cómo consumir esos gustos. Esto está más ligado a todo lo que llamaríamos una lectura denotativa, pues la connotativa sí es más compleja en su elaboración y en su consumo, así como sus consumidores. Quisiera concentrarme en la connotativa, en la que la Literatura está inmersa. Pasamos a detallar:

Deterioro de la educación:
1)  Desde el punto de vista interno se centra en los siguientes ítems:
a.    Calidad docente, pues muchos docentes no son lectores activos. Se ha dado caso de que incluso se ha identificado docentes que han leído un solo libro de literatura en su formación para docente, limitándose en formas metodológicas y no aspirando más allá de los contenidos curriculares.
b.    Formas evaluativas que castran a los estudiantes con criterios rígidos y que convierten el placer de leer en una pesadilla.
c.    Malas elecciones de textos. El hecho de tener que leer clásicos no debe de convertirse en una obligatoriedad a jóvenes que no tienen el hábito desarrollado.

2)    Desde el punto de visto externo, tenemos:
a.    Criterios que someten al libro como un artículo suntuoso.
b.    Percepción de muchas personas, incluidas PPFF, que ven como no necesario comprar un libro (no confundir con texto) y prefieren derivar sus inversiones en otros artículos como celulares que lo ven como artículos más “polifacéticos”.
c.    Elementos de la sociedad que invita a las formas de adquisición de cultura de manera más “light” y supuestamente divertida.
d.    Gran brecha cultural que aleja a un lector de cierto tipo de literatura.
e.    Encubrimiento de ciertos libros ligeros como literatura. Esto se ve en todas las artes.

Formas y gustos para el consumo:

1)    La forma virtual ha invadido todos los campos. Es un desafío para los escritores atraer a lectores novatos a un mundo que les extraño. Textos literarios con hipervínculos se hacen cada vez más frecuentes, así como la conversión de textos clásicos para ser consumidos por niños o jóvenes.
2)    La imagen en movimiento sonorizada ha ganado gran terreno frente a otras formas de “lectura”. Por eso es importante que los docentes sean muy polifacéticos con sus alumnos: actores, músicos, creativos, casi todo combinado en el momento de leer en voz alta delante de sus niños o jóvenes.
3)    Reforzamiento del conocimiento a través de las ventanas abiertas en una pantalla. Un joven consume tres o cuatro ventanas en simultáneo a la vez, interesante diacronía que la lectura puede explotar; reclama de varias personas de diversas áreas para ir creando nuevas clases del futuro. Lecturas sincrónicas y diacrónicas es lo que joven ahora consume.

4)    Uso de aplicaciones e incorporación de medios y aparatos virtuales en el aula ya no es ajeno. Falta crear una noósfera virtual educativa que permita el desarrollo del conocimiento en una persona cada vez más habituada a ello.

viernes, 23 de diciembre de 2011

EL DESCANSO DE LAS PALABRAS DE CARMEN ORTEGA


Este año tuve el privilegio de presentar dos obras de amigos, a través de cuyos análisis desnudamos al creador y al ser humano que utiliza la palabra para crear belleza.

El 31 de agosto, Carmen Ortega, filóloga y educadora, fue la primera en ser desnudada a través de sus textos. Amante de la lectura, ella busca incesantemente textos para poder motivar a sus alumnos, pero también para poder saciar su sed de ampliar horizontes en este apasionante mundo de las palabras. Carmen había propuesto que tres personas nos acercásemos a su obra (desde la perspectiva kantiana, es muy difícil que accedamos a conocer íntegramente nuestro objeto de estudio, en este caso su obra) para poder presentarla, no como tamices implacables, sino como lectores sensibles, a la comunidad lectora. Fuimos tres los señalados: Karina Bocanegra, docente y poeta, gran organizadora de eventos poéticos; Orietta Brusa, docente e infatigable lectora, así como luchadora de los derechos de las personas; y mi persona. La cita fue en la Alianza Francesa de nuestra ciudad y frente a un numeroso público, comenzamos (me evoca la imagen de Neruda y su Oda a la Cebolla) a deshojar su obra para llegar al corazón de la misma. A través de un diálogo dirigido por mis preguntas, los tres fuimos “pelando” cada una de las capas que se presentaban en sus palabras, en sus cuentos, en sus metáforas, en sus diversas figuras. Cerró la presentación, la misma autora, quien con mucha franqueza reconoció los “finos cortes” que se había hecho a su obra y a ella misma.

El libro de Carmen tiene diversos móviles e inspiraciones. Gran amante del cine, muchos de sus cuentos se acercan a posibles guiones de cortometrajes de corte histórico como es el caso de su primera obra con la que abre el libro: El Escorial. Este cuento abre la primera parte: Con el Tiempo. Además este cuento presenta lo que va a ser el poemario narrativo que tenemos en nuestras manos. La autora, como el adolescente que rescató la Biblia Regia, regresa ya madura para entregárnosla (nos convertimos, cada lector, en Benito Arias) en nuestras manos. Nos va a regalar el valor de las palabras, un poco venidas a menos en estos tiempos, y frente al fragor de la vida cotidiana nos quiere enseñar la belleza de ellas en nuestras vidas, como lo han sido para ella a lo largo de trajinar, tanto como profesora, investigadora, madre, hija, esposa, amiga, mujer. Los siguientes cuentos peregrinan hacia la memoria, la cual es rescatada por la palabra (¡quién sino ella!), a la memoria de esa España gloriosa a la cual ella pertenece y que es su espacio geográfico (como los nombra decididamente). Algo que duramente se busca entre nosotros para hallar también algo básico que se busca en la escritura: identidad.

Luego de su viaje a la identidad, viaja a la intimidad. Y estos viajes son dolorosos, aunque figurados (o quizá personales), porque van cortando facetas de su vida y de las cuales no se puede salir muchas veces airoso. Es la más íntima y que valientemente Carmen (sobre todo para los que la conocemos) ha desnudado en su libro. Deja llagas, escoriaciones, heridas abiertas. Habla del abandono, de la violación, del despojo. También en esta parte se encuentran sus dos narraciones más extensas y que llevan, incluso, nombre propio. Las primeras narraciones breves son como fotografías de emociones, sentimientos de experiencias personales o de otros, las cuales las ha hecho suyas. Algunas teñidas de nostalgia, de remembranzas. Una de las breves más destacadas es Fotografía, con todo el movimiento escénico detenido y ya tornándose sepia. Muy lograda la memoria congelada y contemplativa de un retrato familiar simple, de aquellos que terminan en nuestros álbumes y evocamos con la tristeza de los ausentes. También esta parte/ sección es la más cargada de sensualidad (por eso Con la Vida). Oasis Azul es la que abre esa parte del mundo interno tan poco y tan frecuentemente mostrado. Pero es el sexo también que se muestra con todo su dolor, cuando es vejado como la triste narración Arena y Caña que ha sucedido muchas veces a mujeres que se alejaron de sus patrias para compartir sus vidas con hombres foráneos. Podría ser la historia policial de una violación de una turista más, pero abordada desde el alma de una mujer que ve violentada su dignidad, su condición humana, de mujer. Pero Humo de Soledad y La Nada son obras de nivel discursivo apabullante; fuera de la parte formal, las historias son marcadas por la soledad y el desengaño. Y ambas tienen personajes definidos, con nombres propios, con esquemas de vida trazados, que pueden ser lo de Carmen o los de sus personajes creados que tienen vida propia. La primera historia-cuento sucede en cualquiera de nuestras inefables carreteras, plagadas de cruces de muertos que con el tiempo se vuelven anónimos y quedan como hitos de la vía para los conductores. Triste y dolorosa con un narrador, Alberto, quien se convierte en una suerte de Pedro Páramo. Me hizo evocar a Bécquer y María Elena Walsh, cuando hablaban de los muertos y de las estatuas, tan solos se quedan ambos. La segunda narración se centra en una mujer viajera que vive un engaño y pierde por esas ilusiones lo que, en cierta manera, había creado como relación. Es una obra desencantada en tiempos quebrados muy bien elaborados en breve espacio narrativo.

La última parte, Fantasías, se centra en reflexiones de la vida, de su vida. Es la que más juega con elementos de sinestesia para lograr el sentido total; aquí se halla frente a la inefabilidad, más allá de las palabras (como Vallejo en su poema Intensidad y Altura). Las obras están inspiradas en vivencias de la frustración vivida (incluso, una alude a la política externa española de los últimos años) y presente a otros dos personajes femeninos: Lucía y Rosa. Personajes abandonados que se refugian en la palabra para seguir viviendo; se recurre a lugares comunes que pueden significar vida o muerte, como el agua.

La obra narrativa de Carmen está marcada por un vasto vocabulario, exigente y preciso. El castellano en su vastedad. Tal como también lo comentaron Orietta y Karina. Un buceo al alma femenina, la cual me hubiera gustado más compartir. Sólo me queda ser el dual.  


viernes, 3 de septiembre de 2010

LA SEMANA TIENE SIETE MUJERES. NUEVO LIBRO DE GUSTAVO RODRÍGUEZ

Este es el texto escrito para la presentación del libro mencionado.

Quizá una de las características más relevantes de un escritor viene a ser cómo uno utiliza el lenguaje para transforma no sólo su entorno sino su percepción especial de la comunicación y de la belleza. Es indudable que la vida de cada uno influye en la construcción de los vínculos entre esos peculiares mundos internos con las formas externas, con el lenguaje. Gustavo Rodríguez ha trasladado permanentemente ese mundo de la imagen que es su material de trabajo a su creatividad literaria. Me acerqué a su obra en su primera novela, LA FURIA DE AQUILES, la cual hizo a reír a todos mis alumnos y a mi persona. Desde el título nos crea la intriga, puesto que uno espera hallar una novela de carácter épico y se halla con una divertidísima novela de adolescentes que hace a uno desternillarse de risa, sobre todo en ese personaje que es Cabeto, al cual he hallado muchas veces en amigos, alumnos y personajes que discurren en la vida diaria. El porqué de la mención del título de esta novela está en el hecho de que su estrategia de comunicador y publicista ya parte desde ahí: igual se ve en su libro compilación TRADUCCIONES PERUANAS y ese libro de listas tan interesante compartido que es AMPAY PERU. Sus títulos ya tienen el poder de captar a un incauto lector, comienza a tejer el hilo que envuelve al lector. Aunque no me mordió con LA RISA DE TU MADRE, quizá mi complejo de Edipo no haya funcionado bien.


La trama del drama en ciernes se sintetiza en dos palabras que van a ser claves a lo largo de la misma, son el hilo conductor subyacente en las acciones de cada uno de sus personajes: discriminación y apariencia. En esta última se circunscribe la infidelidad, tolerada en una sociedad de formas bastantes anticuadas como la nuestra. Así van apareciendo sus personajes, construidos a través de un profesor frustrado (otra de las palabras que surgen a lo largo de la lectura) que deseaba a Gloria para él, pero que se ve “atrasado” por un cholo norteño (de Piura, precisamente), cetrino. Una ofensa para un blanco venido a menos en una sociedad abiertamente racista como la nuestra.
Aunque vemos identificadas a cinco mujeres con los días hábiles de la semana, son otras dos las que envuelven el fragor del fin de semana Gloria, la esposa, y su hermana Gracia, la cuñada. El piurano es un personaje con un fuerte conflicto que mejor no mencionar para que el lector lo descubra y cada una de estas 7 mujeres cumple un rol diferente. La denominación recae por el hecho de entrevistar a cada una de ellas en un día específico de la semana para averiguar una posible infidelidad. Rápidamente al inicio de la novela nos contextualizamos en un velorio y, como en Otello y el famoso pañuelito, un papelito rosado escondido en el cadáver del piurano depositado en su ataúd, ahí comienza la acción. Interesante es el orden como las va presentando: la chica lunes corresponde a su despertar, a su llegada a Lima y a su primera frustración (aunque luego llega el ajuste de cuentas). La chica martes es una foránea como él, una chica ecuatoriana que en el fondo la ve como su propia persona: desarraigo y abandono. Es también la más desafiante de todas pues no la inmuta ser hallada en la cama nupcial. La del miércoles es la artista, la del teatro, la del teatro del mundo, la de terribles apariencias (como la de tener un padre alcohólico en su “simpático” mundo). En cierta manera, los astros que rigen a los días de la semana ayudan a contornear a estas mujeres, así la chica jueves es la jovialidad que buscaba el Piurano. Y la chica viernes es la que carga con las mayores desgracias, es la que calla lo que ve de su patrón, es la empleada, la que irónicamente es más celada por la patrona que a sus amigas u otras posibles rivales. Es el lado humano aparentemente débil y más triste de la novela; pero, como el Piurano, es el personaje que se va construyendo desde más abajo. Su miseria inicial (migrante andina que se va a vivir a un lugar carente de toda comodidad) se va transformando en oportunidades y es, de todos los personajes, la que tiene, quizá, una idea de lo que quiere hacer de su futuro, su pasado no la detiene, no la agarrota, puesto que tiene mucho que ganar: su personaje es como la tierra, nos castiga con terremotos, pero es a la vez generosa en darnos la facilidad de vivir en uno de los espacios más pródigos del planeta.

Quedan para “el fin de semana” los dos personajes que tienen nombre propio y con los que se abre y se cierra el ciclo novelístico: Gloria y Gracia; hermanas, una agraciada y la otra gordita. Se traicionan y son sus actos los que abren la puerta a la obsesión, la infidelidad, inseguridad y traición. Quiero tomar prestada una frase de la novela EL FUROR DE MIS ARDORES (SIU KAM WEN), donde reza lo siguiente: “las palabras amor y posesión son sinónimos”

Las escenas finales del velorio rodeado por las mujeres que amó parecen arrebatadas del entierro del personaje principal de la película EL HOMBRE QUE AMABA LAS MUJERES. Todas cómplices de su amor y que en cierta manera no era necesario saber más allá de lo que se tiene adelante. Pero la curiosidad muchas veces nos da trastos y dolores. Y la verdad también.