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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 10 de marzo de 2024

DE VUELTA AL COLE ( ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 10 DE MARZO)

 


Mañana 11 de marzo, millones de estudiantes vuelven al colegio. Aunque ya hay varias instituciones privadas que han retornado a las aulas, la cantidad de niños y adolescentes no es significativa al grueso de la población escolar peruana. A lo largo del casi millón trescientos mil km2 de territorio, más de nueve millones de escolares poblarán las aulas de varios colegios con problemas de infraestructura, débil conectividad y apuros urbanos en torno a estas construcciones. La Libertad tiene más de 500 mil almas que irán a sus colegios a lo largo de sus 12 provincias y 83 distritos. Es un gran movimiento humano que moviliza a casi toda la población peruana, tanto en lo social como en lo económico. Perú es uno de los pocos países grandes de Latinoamérica que tiene un bajo gasto público frente a otros países en el área educativa: 3,9% del presupuesto frente al 5,3 de Colombia o 5,6% de Chile. Aunque la carrera docente ha ido mejorando paulatinamente, hay todavía un gran trecho por recorrer. Todavía hay muchos puntos débiles en la formación universitaria en la carrera de pedagogía, pero hay avances. Muchas veces nos encontramos con docentes que manejan criterios procedimentales que exige la burocratización de esta labor, pero tienen falencias en el manejo de contenidos de sus cursos: he conocido docentes de lengua que habían leído un libro en su vida o tienen grandes vacíos en conocimientos de ciencias u otras áreas. La capacitación para docentes en cuanto al manejo de contenidos debe ser activa. Pero sí hay que reconocer que muchos docentes se desalientan por los numerosos documentos que se exigen que hacen pesada su labor. Además, la débil posición de un docente frente a problemas, incluso judiciales, ha desalentado a no muchas personas que ya no hallan atractivo enseñar por las múltiples barreras y relajaciones que repercuten en la autoridad del docente en el aula y fuera de ella. Muchas personas han encontrado una forma de lucro a través de quejas insólitas contra docentes y colegios. Las normativas relajan la exigencia académica debilitando los logros que, a la larga, repercuten negativamente contra la sociedad. Para colofón, el docente debe enseñar valores a sus alumnos; sin embargo, el mundo adulto que lo rodea ve a políticos inescrupulosos que atentan contra el medio ambiente y se pide conciencia ecológica. Ser honesto y vemos a nuevos ricos surgidos de la ilegalidad que corrompen a la sociedad en su conjunto. Apreciar y respetar el arte y cultura, y vemos la millonada que se gasta en personajes nada edificantes para la niñez manipulados por conveniencia política. Ser responsables de su ciudad y vemos la actitud de sus ciudadanos que actúan de manera egoísta e individualista como lo vemos en el tráfico de nuestra ciudad. Amar a su patria y son los jóvenes quienes quieren irse lo más pronto del país. Una obra titánica por delante, pero no imposible con un camino por trazar gracias al trabajo silencioso de miles de docentes y padres de familia que quieren un país mejor. Una luz de esperanza en el camino.


sábado, 12 de agosto de 2023

SOCIEDAD DE NIÑOS VS. LOS ADULTOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 23 DE JULIO)

 


Por estos días, millones de niños de jóvenes han celebrado las próximas Fiestas Patrias o lo están haciendo. A lo largo y ancho de nuestra nación, y contra todas las dificultades, miles de docentes y padres de familia se aúnan para que los niños y adolescentes en edad escolar conmemoren un aniversario más de nuestras fiestas que nos recuerdan la oficialización de la ruptura con la Metrópoli. De manera puntual, se ha tomado la declaración de la Independencia en Lima como el corolario del largo proceso que, en realidad, culmina en la Batalla de Ayacucho en 1824. Como decía un amigo historiador, detalles sutiles del centralismo peruano.

Pero centrémonos en estas conmemoraciones que movilizan a todo nuestro país para celebrarlas. Los niños, sobre todo, asumen estas festividades con mucho entusiasmo: ellos reciben mensajes a través de sus profesores, publicidad y propaganda de todos los medios que celebramos la libertad, la diversidad, la justicia, el honor, el orgullo de pertenencia, la identidad, la verdad, el civismo, un largo etcétera de cualidades y valores que se van a destacar a través de discursos, pancartas, folletos, maquetas, un sinfín de material visual que veremos pegado en las aulas o exhibidos en las ferias de fin de segundo bimestre escolar. Los entusiastas niños aprenden bailes, hacen dibujos y recitan poemas que hablan de héroes, de una patria ideal, de una sociedad justa, inclusiva y llena de derechos, de personas cívicas que respetan a los demás ciudadanos, que asumen una mayor conciencia ecológica y que vela por el bienestar de los demás. Sin embargo, los rostros de jóvenes de años superiores distan mucho de ese entusiasmo que vemos insuflado en los niños. Escépticos, dudan de las palabras que escriben, pronuncian o leen. Están orgullosos de su país, pero quieren irse lo más lejos posible de este; aman a su patria, pero no es un lugar en el que esperan vivir; hablan de la inclusión y justicia, pero el choleo y racismo son parte esencial de su vocabulario. Cierto es que la adolescencia, periodo crítico en el desarrollo personal, es confrontacional; pero, ¿qué los hace tan escépticos de nuestras palabras, de nuestros actos y nuestras propuestas? Pues, nosotros, los adultos. Desde el mundo político hasta nuestro accionar cotidiano, creamos en nuestros jóvenes un doble discurso en el que nuestras acciones y comentarios deterioran la credibilidad de un orden, seguridad y las bases de una estabilidad tanto personal como social. Los docentes se hallan, muchas veces, en una franca desventaja frente a estas situaciones; la palabra justicia tiene tan poco sentido para muchos jóvenes que ven hechos y planteamientos basados en el abuso del poder, así como el facilismo; y en nuestra sociedad, el escaso respeto a la ley y la impunidad, espacios en los que la corrupción es la moneda de todos los días, ingrediente clave. Los chicos crecen en una triste disyuntiva creada por nosotros. Para reflexionar.



domingo, 23 de abril de 2023

EDUCACIÓN EN PICADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 23 DE ABRIL)

 


La educación peruana está de capa caída. Tanto la superior como la básica, ambas están sufriendo un acelerado deterioro que nos va a pasar una pésima factura a toda la ciudadanía, gracias a personajes que han perdido toda vergüenza.

El asalto a la dirección de uno de los pilares de cualquier sociedad ha sido motivo de algunas conversaciones con personas académicas que miran con asombro y decepción el rumbo que ha ido tomando este rubro vital. La toma de la SUNEDU acentuará el deterioro de la educación pública y una sostenida amenaza contra la educación privada de calidad, rodeados de universidades de “medio pelo”, fábrica de títulos y con fachadas pintadas para engañar al “cliente”. Y, por otro lado, las declaraciones lamentables y matonescas por parte del “ministro de educación” (si se puede llamar como tal) describen el sombrío futuro que se nos viene. Por ejemplo; el incidente que involucra a Patricia Benavides, “Fiscal de la Nación”, y la Universidad Alas Peruanas ya raya con la desfachatez. En cualquier otra sociedad respetuosa de la ley (como dice defender tan taimado personaje), esta ya hubiera renunciado a su puesto, peor aún cuando UAP negó que hubiera estudiado en su institución. De haber existido los controles universitarios necesarios, la embarazosa situación que se vive con Benavides no hubiera existido y no hubiera puesto en grave entredicho el sistema judicial. La nueva cabeza de la SUNEDU, Manuel Castillo, tiene un pasado oscuro en la Universidad Nacional de Piura, donde se lo acusó de corrupción en el manejo de concurso para la docencia. Como un regalo para la UNP, puso como rector a su excliente contencioso, Santos Montaño, acusado de haber ganado gracias a unas elecciones fraudulentas para el rectorado. Escandalosa decisión. La permisividad para acreditar universidades de medio pelo hará que la calidad universitaria decaiga, las posibilidades de aceptación de títulos profesionales se circunscriban a sólo un puñado de serias casas de estudio y ahuyente al talento nacional a emigrar, pues el mediocre panorama plagado de seudo universidades forzará a un buen estudiante a buscar horizontes fuera del espacio nacional. Las buenas universidades deben buscar, exigir seriedad en los procesos de acreditación para poder ubicarlas en el circuito internacional, fomentar el intercambio estudiantil y docente, y la investigación.

Por otro lado, las declaraciones de Manuel Becerra atentan contra una sociedad que busca la conciliación, integración e inclusión. Cada vez hay más colegios que asumen estrategias pedagógicas y conductuales de manera positiva y constructiva para la sana convivencia; pero las actitudes y comentarios de la cabeza de la educación peruana tiran al tacho el esfuerzo de miles de educadores peruanos que tratan de cambiar el chip de que sólo con violencia se modula la violencia, como el caso de la pena de muerte. Puentes tendidos, rotos por la intransigencia de este personaje.


domingo, 4 de diciembre de 2022

¿OSCURO PANORAMA? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO 04 DICIEMBRE 2022)


Estamos ya terminando un año académico tanto a nivel escolar como el universitario con sus respectivos semestres; un año en que se volvió a la presencialidad, parcial o total, dependiendo las condiciones de cada centro educativo. En un año con muchas marchas y contramarchas por la latente crisis sanitaria y una zozobra política gracias a la inoperancia de toda la casta política peruana, vamos culminando un año de aprendizajes y reaprendizajes en todos los niveles. Un año que debe poner en alerta a todos los sectores de la sociedad peruana, pues las repercusiones de este sector se verán en todos los campos de las diversas actividades productivas, académicas, sanitarias, culturales e, incluso, recreativas. La educación es un pilar básico para cualquier sociedad y su cuidado o el descuido de esta pasa una pesada factura.

Tras dos años de educación virtual a trompicones agravada por las brechas sociales, económicas, geográficas, se comenzó el 2022 con cierta incertidumbre y esperanza en todos los niveles. La decisión de permitir la promoción de los escolares en riesgo académico por esta situación de emergencia genera preocupaciones en el ámbito universitario que se halla frente a un estudiantado de serias carencias, inmediatez en sus resultados y crecido en el mundo de facilismo y la queja como forma de negociación para lograr sus objetivos nada positivos. Dos promociones, la del 2020 y del 2021, pueblan numerosas universidades privadas en su mayoría. Estos estudiantes también tuvieron uno o dos años académicos virtuales con todas las deficiencias que pueden haberse generado por su rápida implementación. Las medidas de urgencia deben de ser descartadas para no incrementar la brecha que veremos crecer en los años entrantes. La debilidad de estos estudiantes frente a un rigor académico necesario se ha incrementado debido a la sobreprotección familiar, fuera del debilitamiento de la autoridad docente, incrementada por este retorno en el que muchos niños y jóvenes han perdido una serie de habilidades sociales por el aislamiento. Es un proceso de readaptación que exige la colaboración de todas las partes, algunas más preocupadas en censurar, criticar o sacar provecho en vez de construir soluciones en pro de todos. Muchos de los nuevos graduados poseen escasas herramientas y habilidades para enfrentar una real vida universitaria. En el caso de las universidades privadas, el panorama es sombrío; antes de la pandemia, estas habían comenzado a incrementar las horas de dictado a los docentes de tiempo completo; en muchos casos, los docentes universitarios tienen mucha más carga lectiva que uno escolar; peor aún el hecho de que las aulas virtuales han permitido incrementar el número de estudiantes (clientes en sus términos) a cargo de un docente. El retorno de la exigencia académica en todos niveles y otras medidas debe ser prioridad; así se comenzará a evitar el vertiginoso deterioro de nuestro tejido social.

domingo, 23 de octubre de 2022

TAPANDO EL SOL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 23 DE OCTUBRE)


Mientras la sociedad peruana es sacudida por un extraño caso hipotético de rapto y secuestro de una mujer e hija, y vemos escépticos el circo en el que se ha convertido la mediocre clase política que puebla el Ejecutivo y Legislativo, decidí escribir este artículo en respuesta a unas observaciones hechas por algunas personas sobre un evento que muestra el deterioro paulatino de nuestra sociedad: el descalabro del deporte peruano en los últimos Juegos Suramericanos en Asunción, Paraguay.

Para nadie es un secreto que el detrimento de los deportes individuales y colectivos va amarrado con los problemas educativos en general. Las canteras que alimentan los futuros deportistas en modalidades individuales (atletismo, por ejemplo) o colectivos (básquet, béisbol, fútbol, entre otros) son los colegios. De ahí el gran valor de los “Semilleros escolares”. Desde hace décadas, con el fin de “optimizar recursos humanos”, diversos gobiernos permitieron que plazas docentes de Educación Física (como también el curso de Arte, por ejemplo) hayan sido ocupadas por docentes de otras áreas, como matemáticas o lengua. Fatal error que nos está pasando una aplastante factura en la actualidad. Los dorados años 60 o 70 con atletas, nadadores, voleibolistas, boxeadores e, incluso, basquetbolistas que iban a Olimpiadas o acumulaban medallas en Panamericanos, Sudamericanos o Bolivarianos van quedando en la memoria de los que vivimos esos años. Los logros de las fondistas (sí, mujeres) de los últimos años es más la muestra de coraje, asombro y también abandono, que el hecho de haber surgido dentro de un plan de trabajo sistemático, ese que carecemos hace años. Son casi un milagro. Veamos cifras comparativas. Odiosas, pero contundentes. En nuestros Panamericanos, los de Lima 2019, Perú quedó en 9º lugar con 39 medallas (https://www.lima2019.pe/medallero-panamericanos). Tres años después, Sudamericanos de Asunción (sin USA, Cuba, Canadá, México o República Dominicana) Perú obtuvo 74 medallas (19 de oro) y quedamos en 7º lugar, nuevamente desplazados por Venezuela y Ecuador (https://olympics.com/es/noticias/medallero-juegos-suramericanos-asuncion-2022), que en los Panamericanos estuvieron por debajo de nosotros. En líneas generales, el deporte peruano ha tenido un retroceso mortificante. En los diarios, sólo mencionaron el triunfo del vóley femenino por la de oro y una que otra esporádica nota por los 19 oros obtenidos. En los Suramericanos de Cochabamba del 2018, Perú obtuvo 92 medallas, 22 de oro (https://www.futbolperuano.com/mas-deportes/portada/cochabamba-2018-asi-quedo-el-medallero-oficial-de-las-14-delegaciones-193496). El abandono hacia las demás disciplinas deportivas es más que evidente, no sólo por parte del Estado, sino de las empresas y medios de comunicación. Las secciones deportivas, por ejemplo, llenan sus páginas con notas insulsas sobre futbolistas hasta de clubes de segunda que focalizarse en resaltar a deportistas que pugnan por participar en un Mundial o Panamericano; sólo se narra la anécdota cuando las familias de algunos seleccionados organizan polladas con el fin de recabar dinero para cubrir los pasajes o estadía. Prioridades perversas en un país necesitado de modelos positivos juveniles.



domingo, 19 de junio de 2022

CAMBIANDO EL CHIP (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 19 DE JUNIO 2022)

 

Uno se mueve por percepciones y modas, muchas de las cuales terminan sesgando nuestras decisiones o las que empleamos como argumentos válidos para influir sobre otro u otros. Estas percepciones no permiten ver un entorno completo de una situación, objeto o idea; y condicionan decisiones que, incluso, competen a nuestra integridad e ideamos proyecciones que no se acercan en nada a nuestra real capacidad o la de otros. Este texto es una reflexión, producto de una experiencia construida a través de décadas al estar ligado en sectores “puente” entre el mundo escolar y el universitario.

En las últimas décadas, la invasión comercial en el mundo educativo ha terminado por sobrevalorar ciertas instituciones en desmedro de otras entre los estudiantes y los padres de estos, que pasan de un nivel educativo a otro. Fuera de haber convertido a dichas instituciones (la universidad) en francos negocios, esta invasión también ya hace un buen tiempo ha transformado al simple estudiante en cliente; esta percepción ha hecho que las estrategias empleadas por dichas instituciones hacia esos “clientes” desestimen una serie de requerimientos que la vida universitaria en sí exige, lo que ha generado todo ese acelerado deterioro del sistema educativo superior peruano. Varias veces he conversado con personas que estudiaron o dirigieron instituciones como institutos técnicos o escuelas de estudios superiores sobre esta situación que aleja a muchos jóvenes de la posibilidad de hacer estudios superiores con mejor desempeño, pues están adecuados a sus propias capacidades. La percepción errada en las últimas décadas sobre el estatus profesional ha hecho que muchas actividades que necesitan personas bastante calificadas hayan sido pasadas por alto como una buena posibilidad para cualquier joven egresado de aulas escolares. El bombardeo incisivo de las casas universitarias por este reclutamiento genera desasosiego y frustración a adolescentes que se ven forzados a seguir una carrera para la cual no tienen aptitud alguna. Algunos modelos educativos escolares tratan de trabajar más en el estudiante en la búsqueda de su felicidad que se manifiesta en una verdadera elección que se adecue a su integridad y sus capacidades. Hay que “cambiar el chip” que se tiene sobre ambos tipos de estudios superiores para acercarnos a lo veraz: se quiere hacer correr a un joven una carrera de fondo y sólo tiene medio pulmón. Además, hay que tener en cuenta que bajo toda la publicidad y propaganda social subyace una palabra perniciosa llamada “éxito”. Aún seguimos siendo uno de esos países que tiene una población en la que hay, sin menospreciar la labor, cajeros de ventanillas de banco con maestría o taxistas con diplomas universitario; y con una acentuada escasez de personas que podrían realizar actividades prácticas con mayor efectividad y que la podrían dirigir hacia ese éxito, en cuanto satisfacción personal y buen desempeño en la colectividad.


domingo, 8 de mayo de 2022

UN VERDADERO SALTO AL VACÍO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 08 DE MAYO)

 


Hasta los años 90, ingresar a la universidad era todo un reto. Implicaba una fuerte inversión en academias preuniversitarias, amanecidas y frustraciones. Además, nuestro país mantiene un defecto en el sistema educativo escolar: el de graduar alumnos muy jóvenes, con grandes escaseces de herramientas académicas y habilidades blandas. Desde ese entonces, se liberalizaron varios campos de la vida cotidiana de los peruanos; entre ellas, la educación. Así fueron surgiendo varios proyectos educativos de todo nivel en diversas partes del país para suplir las carencias educativas de calidad por un lado e incrementar, por el otro, la oferta que podría generar una sana competencia en un rubro que presentaba serias limitaciones por no ser cubiertas correctamente por el Estado. El Fujimorismo debilitó el Estado hasta donde pudo y dejó un “laissez- faire” a la iniciativa privada para suplir estas necesidades. Así fueron surgiendo centros educativos en todos los niveles, pues la creación de estos contaba con beneficios tributarios y otras facilidades para la inversión. El boom educativo devino prontamente en un franco desorden que permitió, incluso, la apertura de numerosas instituciones en situación precaria no sólo en sus planes curriculares, sino en sus mismas instalaciones. Además, esta insana proliferación se tornó en un evidente deterioro de la calidad educativa, pues ante un mercado que se iba reduciendo de postulantes y el abaratamiento de costos, muchas universidades privadas comenzaron a bajar todos sus niveles en pro de la rentabilidad, palabra que resultó toda una amenaza contra la educación en sí. La retención de estudiantes a toda costa y el relajado control de las instituciones educativas superiores permitieron que gente inescrupulosa abriese aulas, incluso, en cocheras de casas particulares. La creación de la SUNEDU obedece, precisamente, a detener esta incontrolable orgía de las máquinas de títulos en las que se han convertido casi todas las universidades. Desde entonces, ha habido una confrontación abierta contra esta y muchos oscuros lobbies se convirtieron en partidos políticos. Así vemos cómo diversos personajes han ido ascendiendo a nuestro lamentable congreso para buscar sólo los intereses más torcidos contra la calidad educativa. La exigencia de estándares mínimos las obligó a tener que adecuarse a un perfil básico de lo que es una universidad. Pero un perfil básico, con el que no se aspira a estar entre las mejores de Latinoamérica, ni de lejos. El objetivo es evitar el mayor número de situaciones irregulares como la creación de carreras sin ningún plan de estudios, ni una idea de la proyección sobre la comunidad: se las creaba puesto que los nombres de dichas carreras eran bastante “marketeros”. Y hay muchos puntos más de observación. De debilitarse la SUNEDU, la espiral de descenso de la universidad peruana será inevitable; nuestro sistema será un paria en el mundo académico mundial.


domingo, 1 de mayo de 2022

DESAFÍOS PARA UNA SOCIEDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 01 DE MAYO)

 


 Trujillo es una ciudad que fluctúa en el millón de habitantes. Una ciudad que ha crecido caóticamente, pese a algunos intentos loables de poder ordenarla en muchos de los rubros importantes de movilización urbana. El Gobierno Central ha dispuesto el retorno al cien por ciento de la presencialidad, situación que ha generado problemas no sólo en las instituciones educativas por cuestiones logísticas, sino por todo el problema vial que se genera por el desplazamiento de estos miles de estudiantes sea por movilidad particular o pública privada. Trujillo tiene registrados, desde motos y mototaxis hasta camiones y remolques más de ciento veinte mil unidades, de las cuales entran “en actividad” temprano de lunes a viernes unos cien mil vehículos (motos hasta buses), una realidad vial estresante que se apiña en avenidas o calles en las que están ubicados centros educativos, grandes y pequeños, privados o públicos. El retorno de miles de estudiantes escolares a aulas ha generado grandes malestares en hogares (en lo microsocial) como en las instituciones educativas (macrosocial). Aún no regresan los estudiantes de universidades privadas o la única pública. La UNT cuenta con más de quince mil estudiantes, solamente. Con la escasa educación vial que hay en nuestra ciudad por parte de muchos conductores, los estudiantes están en alto riesgo. Muchos sectores de la ciudad tienen calles deterioradas y algunas fueron intervenidas "gracias" a la campaña electoral del próximo octubre. Una intervención que pudo haberse hecho el año pasado cuando todo el sistema educativo estaba en la virtualidad. Por otro lado, nuestra ciudad cuenta con un servicio público (que es privado) caótico; tienen muchas unidades en deterioro crítico y son altamente contaminantes; deberían de estar fuera de circulación desde hace muchos años. Los ticos, por ejemplo, ya tienen más de ¡30 años de circulación!; además, al no haber una regulación en este campo y al igual que el comercio ambulante, hay mucha informalidad en estos servicios, pues vemos escaso control de muchas empresas al contar con personal no idóneo y, lo más alucinante de todo, con un prontuario de papeletas e infracciones que ahora quieren que se las condonen o eliminen. Cinismo o delincuencia. La informalidad se ve en la sobreoferta de rutas (arreglos políticos) y en la insana competencia que surge entre los conductores de unidades de trasporte a los cuales vemos en carreras por calles y avenidas de nuestra ciudad para captar clientes. Cuatro o cinco micros o custer ofreciendo la misma ruta. Un raro sentido de competencia empresarial. Esas son las unidades las cuales usan muchos estudiantes exponiéndose a un riesgo total que espero no termine en un accidente fatal como ya hemos visto anteriormente. En Lima circulan unas unidades de transporte público completamente informales y que causaron accidentes fatales. Se hizo el seguimiento de ellas, incluso reportajes; pero las autoridades no respondían. ¿Y aquí?

domingo, 17 de abril de 2022

ENSEÑAR TRAS EL AISLAMIENTO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 17 DE ABRIL)

  


El COVID, el aislamiento, la crisis económica y sus consecuencias han resquebrajado las relaciones sociales de todo grupo humano, sus organizaciones y los vínculos interpersonales. Han puesto al límite nuestros niveles de tolerancia, resiliencia y modos de interrelacionarnos. El proceso es lento y tiene muchos altibajos, y es precisamente en el campo educativo donde se están sintiendo estas anomalías y cambios.

Hagamos un recuento de lo que ha sido la vida del profesor en tiempos de pandemia. Como todos los peruanos, tuvieron que ir al encierro forzoso con los temores de la pérdida de trabajo y el contagio latente que los rodeaba. Fuera del haber convertido sus hogares en centros de trabajo con todas las incomodidades que esto supuso, muchos docentes se enfrentaron con una realidad a la cual se les había ido preparando con cierta regularidad: el uso de las TIC al 100 %: un salto cualitativo al cual muchos de ellos no estaban del todo preparados; ni qué decir de aquellos docentes que tenían que dictar clases con escasos recursos y, peor aún, hacer el seguimiento académico a miles de estudiantes cuyas realidades socioeconómicas les imposibilitaba contar con aparatos adecuados e, incluso, internet. La educación pública debe de tener como objetivo la expansión y abaratamiento de la Internet y proveer al mayor número; esta estrategia permitirá implementar la educación híbrida en muchos niveles y como una interesante alternativa ante situaciones complejas. Por ejemplo, el reciente paro de transporte hizo que muchos colegios no hayan suspendido sus labores educativas que en otras situaciones hubieran significado un retroceso en el desarrollo académico. Una experiencia que abre muchas posibilidades. Además, significan a la larga una reducción de momentos tensos y gastos (transporte, horarios, alimentación) que hemos experimentado con el retorno de la presencialidad, fuera de atenuar la fuerte contaminación ambiental generada por el viejo parque automotor que tenemos como sociedad.

Además, el retorno a la presencialidad ha desatado una serie de situaciones que están desbordándose. Periódicos en el mundo alertan sobre la agresividad verbal frecuente entre los alumnos, con intercambios sexistas muy hirientes. En nuestra sociedad, nuestros jóvenes se han estado reuniendo en diversos espacios en los que sus relaciones no fueron moduladas por el contexto: mall, fiestas y lugares públicos eran los sitios de sus encuentros en los que las reglas han sido laxas y con una permisibilidad cómplice de muchos de los integrantes de diversos grupos; esa violencia la han estado trasladando a zonas de recreo, canchas de fútbol, básquet o vóley y también en las aulas. Es una violencia que fluye en los medios virtuales, en las redes juveniles y que también impregnan la niñez. Los PPFF, muchas veces, no tienen las herramientas para enfrentar esta situación y la derivan al colegio. Ahora toca trabajar en conjunto.

domingo, 3 de abril de 2022

¿ADAPTÁNDONOS A GOLPES? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 03 DE ABRIL)

 



En medio de la latente amenaza del COVID que está enviando al encierro a millones de personas en otras latitudes y de los tambores de guerra cuyas consecuencias nos está pasando una dura factura que son parte del grave problema de una huelga de transporte que tiende a agravarse; el retorno a aulas sigue siendo un reto en el que todos debemos de hilar fino. La naturaleza de las clases virtuales del mundo escolar de estos dos últimos años ha generado cambios actitudinales que aparecen como una suerte de fractura insospechada que se está manifestando en las nuevas relaciones. El “restablecimiento” de estas relaciones de niños y adolescentes en sus salones de clases ha provocado ciertos comportamientos que hay que observar atentamente. El ansiado momento presencial está generando algo de desencanto y un complicado reacomodo entre todos los actores de la tríada educativa: alumnos, profesores y padres de familia. Siendo una de las pocas sociedades sin clases presenciales por dos años, los peruanos estamos en un lento proceso de aprendizaje en el que vemos muchos bemoles por los cuales debemos de estar alerta. Tanto la educación pública como privada están, pues, aprendiendo en el camino y con pautas que iremos entiendo, pues no existen referentes en otras sociedades.

Durante la primera semana en la que empezaron las clases presenciales en muchos colegios públicos, una niña declaró, muy sincera ella, a un entrevistador televisivo su desasosiego por retornar a aulas: el hecho de tener que lidiar con compañeros de clases que no “le caen bien” o estar en una clase aburrida se volvían momentos desagradables para esta alumna que añora la virtualidad. Me contaban diversos amigos que trabajan o tienen hijos en educación inicial ese duro proceso de socialización para niños que habían vivido prácticamente aislados o con escaso contacto con otros niños de su edad, pese a haber estado regularmente en sus momentos virtuales. Compartir un juguete u otro objeto para estos niños no es de su agrado y estos reaccionan negativamente a la socialización; esto exige a muchos docentes creatividad y perseverancia para crear en el niño la necesidad de compartir y aprender a convivir con los demás. Interesante panorama que para muchas personas ha pasado desapercibido. Y esta evolución no está exenta de varios momentos reactivos que generan malestar y frustración no sólo a los niños, sino a los profesores y a muchos padres desconcertados. Los colegios están viviendo toda una ebullición social en la que se ven muchas reglas quebrantadas, conflictos de convivencia y cuestionamientos ante el nuevo contexto. El retorno es para muchos también un espacio de expresión de tensiones vividas en sus hogares y en el mundo familiar, algunos incluso arrastrando duelos de personas queridas que partieron a la distancia. Es, pues, una realidad que exige la colaboración de todos para restañar las brechas emocionales, mentales y sociales.

domingo, 13 de marzo de 2022

PROCESIONES SILENCIOSAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE MARZO)

 


Marzo, retorno a aula tras 2 años de encierro y alejamiento escolar y universitario de los claustros académicos. Salvo excepciones contadas en el mundo escolar, toda la vida estudiantil se fue a lo virtual por la situación crítica sanitaria que expuso la triste realidad que viven nuestros sistemas básicos sociales: la salud y la educación. Las medidas adoptadas por la virtualidad pusieron en jaque a muchos colegios pequeños y medianos tanto privados como públicos, y desnudó las grandes falencias de la implementación de procesos virtuales en el mundo universitarios. En este artículo, abordaré un tema de manera descriptiva y reflexiva el mundo escolar y observaré algunos puntos vinculantes con el mundo universitario.

Para muchos colegios del sistema privado, las clases presenciales comenzaron desde el 01 de marzo, la mayoría de manera híbrida. Los casi 8 millones de estudiantes de educación básica, y los padres y profesores de estos (una gran masa de nuestra población) comienzan a desaprender y reaprender protocolos. Salvo una mínima población estudiantil del 2.6 % del total que llevó clases semipresenciales el 2021, el resto tiene delante de sí nuevos desafíos desde lo sanitario hasta lo pedagógico en sí. Todos hemos sido testigos del duro proceso que ha sido para docentes, sobre todo, de saltar abruptamente a la virtualidad. En el 2020, muchos colegios particulares pequeños y medianos cerraron, pues no tenían los medios para implementar esta modalidad. Muchos profesores fueron a la calle, difícilmente absorbidos por el sistema; algunos cambiaron de rumbos. Los alumnos fueron a diversos colegios, la mayoría nacionales. El surgimiento de colegios virtuales (sin ningún tipo de instalaciones) pudieron haber surgido en este proceso de reacomodo. Esta migración por parte de los docentes fue todo un reto y evidenció hondas brechas generacionales; además de otras brechas entre los colegios con recursos (privados o nacionales) frente a aquellos que recurrieron al celular o la laptop compartida con hijos o parejas que realizaban trabajo remoto. En otros casos fue peor el panorama. Fisuras latentes que deben reducirse urgentemente.

Por otro lado, se tomaron medidas transitorias como la de aprobación escolar automática en estos dos años, medida que debe ser descartada, salvo alguna otra emergencia. La exigencia académica debe retomarse paulatinamente para ayudar no sólo al alumno, sino a la sociedad en sí, pues su futuro depende de los estándares académicos. Esta situación abre, también, grandes preguntas al sistema universitario que recibe a esta población en sus aulas. Conociendo la política de muchas universidades privadas preocupadas por la rentabilidad y el reclutamiento de alumnos- clientes, cabe preguntarse las estrategias que estas emplearán para suplir las deficiencias de muchos estudiantes graduados durante el 2020/21. ¿Habrán tomado precauciones? Pero, hay más pendientes por discutir.


domingo, 27 de febrero de 2022

RETORNO A AULAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 27 DE FEBRERO)

 


El último día del año pasado, un amigo me invitó a una entrevista radial sobre el retorno a aulas de manera semipresencial. En la entrevista le comentaba mis inquietudes, ya no sólo las logísticas (que son muchas) o sociopolíticas (incertidumbre política, clima de guerra), sino las nuevas relaciones que vamos a establecer dentro de nuevos escenarios con diversas coyunturas que generan dudas, temores y esperanzas. Uno de los principales aspectos a tomar en cuenta es el paulatino cambio de hábitos que vamos a tener como sociedad dentro de aquellos centros que retornen a la semipresencialidad. Previamente, todos nosotros hemos tenido una serie de modificaciones de conducta empujadas por el ambiente de pandemia y la mortalidad que asoló a muchas familias. Muy difícil que a estas alturas no haya hogar peruano que no haya tenido casos de contagio o, más extremo, de mortalidad. El temor nos encerró y muchas personas se vieron forzadas a convivir en espacios reducidos no sólo por horas, sino por meses. Varios hogares forzaron una convivencia que, en algunos casos, terminaron en disputas. Padres e hijos vivieron esta situación anómala como pudieron, fuera del permanente temor económico y sanitario. La casa se volvió el lugar de trabajo y el salón de clases. La intimidad se vio reducida buscando lugares dónde no ser invadido por la virtualidad laboral o estudiantil, u otras circunstancias.

Pero veamos qué pasará ya en el meollo de la educación en sí. Fuera del hecho de que nuestro país fue uno de los pocos que aisló a la mayoría de sus alumnos en sus hogares, hay que tomar en cuenta algunas cosas muy puntuales leídas en el artículo El sueño de la razón de Juan Villoro el cual destaca el libro Los siete saberes necesarios para la educación del futuro del sociólogo francés Edgar Morin; en este artículo, Villoro destaca la necesidad de desarrollar el pensamiento crítico no como una pose, sino como urgencia. Ante un mundo virtual construido por una rapidez informativa y acentuado en estos dos últimos años, casi no hay tiempo para reflexionar y se construye una verdad que viene de afuera nada tamizada y en la cual nuestra parte emotiva juega un rol importante; construimos una verdad en base a emociones que contornean nuestra percepción. A esto hay que agregar el hecho de que los humanos nos hemos vuelto dependientes de aparatos que almacenan nuestra memoria; estos determinan nuestra vida, literalmente. El texto es muy interesante; con una investigación cuantitativa enuncia que la capacidad de raciocinio de la humanidad ha descendido a partir de los 70 cuando irrumpen las máquinas en proceso más íntimos entre los hombres. Es una realidad latente en nuestros estudiantes para tomarse en cuenta en el marco del retorno gradual a aulas. Algunas decisiones tomadas en los últimos años para salvar la situación educativa en pandemia deberán ser motivo de otros artículos pertinentes de un antes y un después desde marzo.

domingo, 25 de octubre de 2020

VACUIDAD SOCIAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 25 OCTUBRE 2020)

El domingo último, cinco chicos violaron a una joven en Surco tras una fiesta. El reencuentro de amigos se convirtió en un acto de violación y, posteriormente, vejación cometido por jóvenes que tienen una peculiar y lamentable percepción de los ciudadanos y de la sociedad; esta percepción es compartida por muchos a tal grado que el abogado de uno de estos mozalbetes, Paúl Muñoz, se permita insinuar observaciones que reflejan el mismo pensar compartido por varios hombres y mujeres en muchas sociedades; este patrón es con el que se mide y regula las relaciones con los demás. Este hecho sintetiza, lastimosamente, la misma carga social que sufren cientos de mujeres y niños vejados a lo largo de nuestro territorio y en todo nuestro espectro social. Las declaraciones del abogado en cuestión a los medios, fuera de desatar la indignación de muchas personas, derivan la culpa burdamente sobre la víctima con el fin de tocar las fibras de la moral pacata de muchos ciudadanos y victimizar a los agresores por haberse visto sometidos a la tentación generada por la joven debido a su condición de mujer: reflexión de un hombre anclado en el medioevo pecador o ultraísta moralistas que pueblan las redes como, incluso, líderes de opinión. El paradigma de Eva/ Lilith está enquistado en la visión y construcción de argumentos y justificaciones de todo tipo de personas. La frasecita “le gusta la vida social” y el término “eufemismo” evidencian un total desprecio por la condición humana a tal grado que puede justificarse la agresión e, incluso, el aniquilamiento. Todavía queda en pleno siglo XXI la idea de que la sanción física contra la mujer adúltera es correcta por haberse atrevido a romper los cánones sociales que toda mujer “proba” debe de seguir. Nuestro mundo ofrece diversas formas de lapidación: desde una piedra física mortal hasta la sanción social con la que se condena a la mujer violada con nuestro famoso qué dirán.

Los jóvenes actuaron con una total carencia de empatía y uso de poder. Durante esta pandemia, las violaciones se incrementaron y obligaron a muchas mujeres y otros violentados a seguir viviendo bajo el mismo techo con individuos ya totalmente desalmados. Peor aún, muchas veces por motivos religiosos se prohíbe proteger a menores víctimas de estupro y son forzadas a seguir un proceso de embarazo que las niñas o adolescentes nunca desearon tener. Son meros envoltorios cuyas dignidad y esperanza no son relevantes en momentos de tomar decisiones. La prensa internacional nombra a estos 5 jóvenes como la manada peruana, en alusión a ese grupo jóvenes españoles que violaron a una chica durante las fiestas de San Fermín. Se espera que la justicia siga el correcto proceder velando por la víctima, cosa que no sucedió en el caso español en un primer momento por lo que hubo muchas reacciones contra el sistema judicial hispano. La evolución de este caso mostrará los avances y retrocesos de nuestra sociedad a todo nivel.

domingo, 11 de octubre de 2020

FECIT, HABEMUS FESTIVAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 11 DE OCTUBRE)

Contra viento y marea, el Sétimo Festival de Cine Peruano de Trujillo sale al aire este lunes 12 de octubre.

Hace 7 años, en una reunión huanchaquera un grupo de amigos tomó la iniciativa de hacer un festival cinematográfico en el que se muestre la producción hecha por peruanos residentes en el país o en el exterior. Así nuestra primera versión contó con filmes y personalidades, entre directores y actores, que llegaron a compartir sus experiencias y conocimientos en la cinematografía a un público conocedor y neófito en la materia. Esta primera versión tuvo varios escenarios en los cuales no solo se exhibieron filmes como Sigo Siendo o Viaje a Tombuctú, sino que hubo talleres, exposiciones y mesas de diálogos en las que se discutieron temas sensibles ligados al desarrollo cinematográfico en nuestro país. Un tema importante y permanente en nuestro Festival es el cine provinciano, una realidad que ha ido creciendo para beneplácito de las regiones y para el crecimiento cultural de un país tan vasto, rico y desarticulado como el nuestro. Este espacio cultural significó para Trujillo y, también, para el país una excelente oportunidad para descubrir una rica y variada producción que no se ve en los cines comerciales e, incluso, es esquivo para los pocos cines clubes que existen en nuestra ciudad: cine de Ayacucho, Cuzco, Pucallpa, Lambayeque o Arequipa han llegado a nuestras pantallas en diversas versiones hasta el último festival del año pasado que se difundió el cine selvático.

La séptima versión viene en un contexto especial. Por la pandemia, lo que pudo haber sido un motivo para cancelarla, la virtualidad ha sido la respuesta a esta coyuntura; y, también indudablemente, el apoyo de diversos medios de comunicación masivos y plataformas virtuales que han permitido que nuestra fiesta siga adelante. Un canal regional de alcance nacional será nuestro gran aliado, así como las redes que permitirán tener un alcance inusitado que una versión presencial. Un desafío, una oportunidad. 10 filmes largos y otro tanto de cortos, tanto de ficción como largometraje, serán difundidos por las redes o llegando a las pantallas chicas para beneplácito del público trujillano como peruano. Además, temas interesantes y coyunturales como la presencia de la mujer en el séptimo arte peruano o los riesgos y nuevos protocolos para evitar el acoso serán abordados por diversos panelistas con el fin de buscar respuestas a esta problemática. Podemos decir, con bastante certeza, que el Festival ha contribuido al incremento sostenido de buenas producciones trujillanas en cortos e, indirectamente, contribuir al mayor número de hombres y, sobre todo, mujeres jóvenes en la búsqueda de su propia identidad. Y la presencia juvenil en nuestro Semillero es otro gran aliciente para todos aquellos que comienzan a incursionar en el cine. Esto nos asegurará la presencia de un mejor cine regional de calidad.

Están cordialmente invitados.

domingo, 20 de septiembre de 2020

CULTURA, PESE A TODO

6 meses de pandemia declarada en nuestro país. Crisis sanitaria y caos económico a consecuencia de las medidas de aislamiento obligatorio para la mayoría de la población peruana. Medidas estrictas que afectaron a todos los sectores de nuestra sociedad que comenzó a buscar formas de cómo salir adelante. Ayudas más, ayudas menos del aparato estatal no ha sido suficiente para paliar la crisis de muchos hogares que súbitamente vieron sus ingresos recortados o sus trabajos cancelados. Como en todo el mundo, hombres y mujeres comenzaron a buscar nuevas propuestas para poder paliar en algo esta hecatombe.

En medio de esta desgracia surgen algunas respuestas que, obviamente, no deben de ser pasajeras. La informalidad y el trabajo individual han sido los primeros estilos laborales que han entrado en total crisis. El surgimiento del espíritu gremial y la efectividad de este han sido casi una respuesta automática no solo en el mundo artístico, sino en otros campos laborales. Estos sistemas, de pronto, se han visto como un modo efectivo tanto de protección, seguridad y proyección que puede permitir a artistas, artesanos y otras profesiones poder plantear respuestas y suplir carencias que no se hallan en otros sistemas, el estatal incluido. Las asociaciones y gremios existentes han sido expuestos de manera activa y están funcionando como puentes entre entidades de apoyo y sus asociados. Además, la necesidad de trabajar de manera sinérgica y colaborativa es otra modalidad que debe de ir incorporándose en las estrategias que queramos desarrollar en el futuro. Es por eso por lo que, mientras el mundo político vive lamentables realidades circenses absurdas que ofenden a la sociedad peruana (lo que hemos visto esta semana es una muestra de ello), artistas y gestores culturales se han movilizado para dar respuestas no solo para ellos mismos, sino a la sociedad en su conjunto. Se espera que los puentes tendidos con el MINCUL sean efectivos para las personas involucradas; pero estas últimas han seguido en la búsqueda de más opciones con otros sectores para generar más oportunidades. Alianzas y nuevos espacios han comenzado a surgir que puedan idear proyectos que involucren al mayor número de artistas. Pero, también es necesario que todo esto se difunda con el fin de que esas propuestas múltiples se conviertan en potenciales servicios de sectores vitales de nuestra sociedad como lo son la Educación y la Salud por el momento. El arte es potente paliativo para miles de peruanos que viven bajo un estrés sin igual. Algunas empresas privadas se suman tímidamente a estas causas que, son a la larga, soluciones que estarán en la recordación de muchas personas. Se las identificará como solidarias en momentos tensos que nos tocó vivir.

Festivales, conciertos y performances llenan las pantallas y escenarios nuevos surgen. Contra todo pronóstico, la cultura sigue viva y hay que apoyar toda iniciativa por el bienestar común.

domingo, 16 de agosto de 2020

LO MISMO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE AGOSTO)

Cuarentena. ¿Inesperada? No. ¿Injusta? Quizás para muchos que viven el día a día en la burbuja en la que hemos vivido por años y que nos estalló de pronto. El modelo de país apoyado por muchos se nos vino abajo. Las críticas hacia otros llueven para zafarnos de la responsabilidad política que tenemos como sociedad. Pese a los llamados de atención de diversas personas que reclamaban por los errores ahora desnudados descarnadamente y con una virulencia que han afectado a muchas personas cercanas a muchos ciudadanos, volteamos el dedo acusador a la cabeza máxima de un estado debilitado por nuestras propias decisiones. Veamos nuestra historia electoral y veamos la lista de autoridades que hemos puesto en alcaldías, gobiernos regionales y gobiernos centrales. La democracia nos exige también que asumamos nuestra responsabilidad histórica.

En marzo cuando se entró en la primera cuarentena, la reacción de todo el mundo era obvio: pánico. No solo por la pandemia, sino por el cáncer enquistado en nosotros. Es tan grande la informalidad que cualquier plan de ayuda de directa o indirecta será insuficiente para poder asistir a ciudadanos o familias. Otro factor: la actividad bancaria es un servicio caro y, como se ha visto ahora en muchos casos, ineficiente que deja secuelas lamentables. Los bonos no funcionarán no porque sea una mala intención del Gobierno actual, sino por la escasa bancarización de una sociedad que desconfía de cualquier banco por los costos de sus servicios. Y también está el gusto de la informalidad de muchas personas que prefieren estar fuera del sistema para evitar tributar, por ejemplo. Costo y evasión son variables de un mismo drama.

También están los negacionistas y anti reglas de toda índole que surgieron desde que empezó la pandemia. Recuerdo a aquellos comentaristas que se burlaban del COVID-19 y las medidas adoptadas; y que, al final, resultaron infectados quedando en el mayor de los ridículos. Pero, lejos de aprender esa lección, vemos una nueva oleada de comunicadores, líderes religiosos (abrir los templos para el culto, por ejemplo), políticos (“todo está bien en mi ciudad”), empresarios (la actividad minera es un foco infeccioso del que poco se está hablando) y muchas personas que con sus actitudes han permitido que la pandemia se haya expandido más en las últimas semanas. Haber levantado la cuarentena fue motivo para que mucha gente haya hecho locuras. Me comentó una amiga de Huanchaco que el primer domingo libre de las restricciones, el conocido balneario recibió una visita apabullante de gente tal que la distancia social no era para nada respetada. La celebración del aniversario de un equipo de fútbol con fuegos artificiales y marchas fue una muestra infeliz en momentos como estos. El desequilibrio emocional puede ser una causante, pero la irresponsabilidad es también un factor que nos indica cuán miserable ha sido nuestra formación social por velar nuestra persona y su entorno.

domingo, 26 de abril de 2020

NUEVOS ESCENARIOS Y DESAFÍOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 26 DE ABRIL TRUJILLO)


A estas alturas, sabemos qué decisiones ha tomado el Gobierno central para ciertos procesos claves de la sociedad peruana. En el terreno de la educación, la suspensión de clases presenciales a todo nivel educativo era una situación irremediable debido al escenario de la pandemia que se ha ido agravando con el pasar de las semanas. Y esta puede empeorar. Pero hay procesos vitales de una sociedad que no pueden parar. Esta crisis, lamentablemente, ha demostrado que la educación y salud, pilares fundamentales de cualquier sociedad, tienen problemas para dar respuestas puesto que no han sido prioridad en nuestro país. El gasto anual del erario en las últimas décadas lo dice todo.
Pese a todo, el Estado ha dado como respuesta la educación a distancia, modalidad empleada por décadas en diversas sociedades como la nuestra por diversos medios. Primero fue la radio, estrategia que permitió a países tan divergentes como Cuba o Corea del Sur hacer una campaña agresiva contra el analfabetismo logrando con creces su objetivo. Luego la televisión, llamada Caja Boba por Charles De Gaulle por el paulatino deterioro de los contenidos de esta. Para muchos la señal abierta, por su programación, tiene asociación negativa que es la que en el fondo ha motivado reacciones adversas a su uso para las clases a distancia. Y la Internet. La aplicación de esta, más los programas educativos televisivos, se da en un marco de emergencia en el que se halla todo el país. Es una respuesta como las que surgen en todos los sectores con el fin de continuar con esta institución vital.
Las observaciones hechas por diversos sectores y personas ajenas a la educación son interesantes y revelan muchas cosas:
1)    La relevante importancia del maestro en el proceso educativo. No es un “facilitador”, es un personaje vital que asume diversos roles en el proceso de enseñanza.
2) El desconocimiento de muchas familias de la enseñanza en sí. Se han visto abrumados por carencias de estrategias de motivación y seguimiento de este proceso. Esperemos que, tras esta amarga experiencia, muchos padres se involucren más en el aprendizaje de sus hijos. Los colegios no son guarderías.
3)    La desconfianza de la modalidad virtual por dos razones:
a)    Muchos profesores tienen escasa o nula experiencia. Varios han comenzado un aprendizaje “sobre la marcha”.
b)    El sistema en sí. Esto pone en entredicho cualquier enseñanza obtenida por esta modalidad, pues incluso se está cuestionando la enseñanza universitaria. Esto automáticamente pone en una encrucijada toda oferta educativa virtual desde simples cursos, diplomados, maestrías y doctorados. La educación es un desarrollo paulatino con acompañamiento y, bajo esa perspectiva, la virtualidad entra en cuestionamiento.

Esperemos que, cuando otras áreas profesionales vayan a tomar decisiones, permitan que el sector educativo participe e, incluso, le permitan modificar planes que vayan contra sus objetivos globales.

domingo, 5 de abril de 2020

APRENDIZAJE POSITIVO, LIDERAZGO NEGATIVO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 05 DE ABRIL)


Tres semanas de aislamiento. Tres semanas de una experiencia que nadie quiso tener y que ahora la tenemos instalada en nuestras ciudades. Una epidemia que fue hasta menospreciada por muchos e, incluso, se la manipuló con una carga política desviando la verdadera dimensión de una pandemia, situación absurda y torcida por la que ahora se tienen que morder la lengua por su ignorancia, intransigencia, indolencia o estar contaminado sufriendo sus consecuencias. Esta tragedia ha puesto en prueba a todos los peruanos, latinoamericanos, a la humanidad en general. En esta anómala situación vamos viendo la educación que cada uno ha recibido y la capacidad de respuesta que cada uno tiene frente a la misma. Esta crisis, pues, ha desnudado muchas falencias sociales y esperemos que, así como la humanidad tiene que replantear muchos errores, nuestra sociedad reoriente sus ideales y objetivos, fortalezca nuestros logros y enmiende sus graves carencias.
Dos pilares sociales deben de ser motivo de reflexión y acción: educación y salud. La salud ya no será vista, espero, como se estuvo haciendo hasta antes de la pandemia. Buenos médicos y un eficiente sistema de salud público son bases para una sociedad sana. Sin embargo, las prioridades no se han enfocado precisamente en el sistema público, lo que ha hecho que mucha gente (trabajadores y usuarios) recurra al sistema privado, dejando en la vulnerabilidad a un gran segmento de la población de medianos y escasos recursos que vive en permanente riesgo. Replantear la salud pública tiene que ser la nueva prioridad de ahora en adelante. Debe de ser política estatal y todo nuevo gobierno debe de honrarla. Sino escenas futuras, como las actuales, se repetirán. Hay que el tema sensible de la corrupción, gran enemigo de nuestra sociedad. La salud debe de estar amarrada a políticas de prevención: lo importante es que la población sepa cómo prevenir enfermedades y cómo actuar frente a casos como estos. El otro pilar es la educación es el otro pilar fundamental y el que ha estado buscando respuestas a esta nueva realidad. La virtualidad es una herramienta útil que puede salvar la situación; pero las condiciones sociales distan de ser óptimas como para poder tener a millones de niños y jóvenes atendiendo clases virtuales por una u otra razón. Las numerosas capacitaciones hechas por años en materia de TIC deberían de salir a relucir en momentos como estos. Quizás la “caja boba” (como llamó De Gaulle a la televisión) pueda ayudar en estas actividades, quizás. Menos Esto es guerra, más Sucedió en el Perú.
Lo negativo viene del mundo político. Ver a autoridades ediles involucrados en escándalos (nuestro teniente alcalde en una juerga o el alcalde haciendo proselitismo durante entrega de alimentos) es demostrar una incapacidad de liderazgo en momentos que la población necesita de modelos positivos y asertivos a nuestra situación.
Son asuntos pendientes

domingo, 7 de julio de 2019

MAESTRO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 07 DE JULIO TRUJILLO)


Al repasar el libro Peruanismos de la controvertida lingüista Martha Hildebrandt, (Pág. 421-423, primera edición, 1994), nos encontramos con la palabra “trome”, la que es explicada por la investigadora como un término de la replana (no confundir con jerga) que ha ido escalando todos los estamentos sociales llegando a ser usado en ámbitos cultos coloquiales para referirse a una persona “experta” en una materia u oficio. En el 2010, el entonces presidente de la Academia Peruana de la Lengua, el también lingüista Rodolfo Cerrón Palomino, presentó un buen número de palabras y modismos en los que se incluía el término trome para su aceptación en el vasto vocabulario del español. Esta palabra no aparece en el Diccionario Panhispánico de Dudas y aún no se registra para su uso en la página virtual de la Real Academia de la Lengua (RAE). Sin embargo, en algunos diccionarios virtuales de traducción, la identifican como un adjetivo cuyo significado es “experto”. Según Hildebrandt, esta palabra viene de “maestro” que sufrió un proceso de relajamiento en su pronunciación descuidada y luego una inversión silábica: simplificando, maestro devino en mehtro y luego en tromeh. Un trome es, pues, un maestro en su rama u oficio: es un capaz, experto, diestro; un capo en el sentido positivo del término.
¿Tomando las últimas ideas expuestas en el párrafo anterior, son estas las cargas semánticas que los más de seiscientos mil maestros (profesores, docentes) llevan en sí y son percibidas y aceptadas en la actual sociedad peruana? Haciendo un alto a nuestras actividades, nos ponemos a reflexionar sobre la opinión que aún tengo de mi profesor de primaria, secundaria, universidad; de mi más pequeña escuela o hasta el más caro colegio de mi ciudad; del modesto instituto o la universidad más cara en la que estudié. Pese a los altibajos y bemoles que uno tiene en la vida, estoy muy agradecidos con todos ellos. Cuando pequeño, el profesor era una figura respetada en la sociedad; éramos, como sucede con todo niño o joven, una pandilla de mocosos que teníamos que aprender. Los maestros, humanos ellos (hay que recordarlo), celebraban nuestras chanzas o nos sancionaban por nuestras acciones incorrectas. Los respetábamos, pese a la cantidad de apodos e insultos que recibían; sin embargo, ese era un síntoma de que ellos eran parte importante de nuestras aún pequeñas vidas. La sociedad los respetaba. Pero, diversas situaciones fueron cambiando. La docencia ha estado siendo maltratada por el progresivo deterioro a causas de una serie de condiciones en detrimento de la carrera profesional (bajo puntaje en los exámenes de ingreso, escala salarial, brecha tecnológica, carencia de vocación) así como la excesiva burocratización de todos los procesos de la enseñanza, ni qué decir de los abusos legales contra ellos o colegios casi ligados a la extorsión: todo esto afecta la imagen del docente en la sociedad actual.
¿Con todo esto, puede el maestro volver a ser trome?

domingo, 30 de junio de 2019

CALIDAD DE VIDA DETERIORADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE JUNIO)


La semana pasada, un artículo aparecido en el semanario económico en un diario de la localidad daba cuenta del atraso e, incluso, retroceso de diversos indicadores de nuestra ciudad y Región, frente a otra con la cual existe (debería de ser así) una sana rivalidad y que nos permitiría tener un buen horizonte para trabajar en conjunto. Estos deben de ser tomados como referencia inmediata para que Trujillo y la Región La Libertad en su conjunto acorten esta brecha en un lustro. Esa sería desde ya un buen comienzo.
Sin embargo, el día a día trujillano es un espacio en el que vemos con desazón y frustración cómo nuestra calidad de vida se va deteriorando a pasos agigantados. Eso hace que muchos ciudadanos tomen decisiones trascendentales para sus vidas. Por estos días, una pareja de amigos ha decidido dejar Trujillo definitivamente por varias de esas lamentables razones. A ellos les va bien económicamente. Sin embargo, para ellos Trujillo ha dejado de ser un lugar atractivo para vivir y parten decepcionados de ver tantas oportunidades perdidas.
Quiero exponer algunos ejemplos en los cuales, la carencia de una madurez cívica ciudadana y la ausencia de autoridad han sido las principales causas del deterioro de ciertas condiciones básicas para mejorar o empeorar la calidad de vida de los ciudadanos. Un ejemplo inmediato personal es el del ruido: nadie protesta por ello y la respuesta usual es que este quehacer ruidoso es parte de nuestra idiosincrasia (¡). Esto permitiría entender la indiferencia de ciudadanos y autoridades no solo ante la cantidad de ruidos molestos generados por el tráfico y el comercio en general (no solo el centro, sino cualquier rincón de la ciudad), sino el generado por entidades públicas de cualquier índole. El caso concreto al que me refiero es el del Colegio Liceo, institución “educativa” que tiene una banda militar en un espacio inadecuado para su aprendizaje y ensayos. Los momentos empleados por esta institución para los ensayos de la banda es entre las 8 a 10 de la noche, con la consiguiente perturbación de los residentes de la zona. Es, en otras palabras, un mal vecino, pues no vela por la tranquilidad de los habitantes de la zona. El respeto es un valor que debería ser enseñado en toda institución educativa y estas acciones son todo lo contrario. El ruido genera daños en las personas. Pero hay algo concreto y sensible para todas las personas: genera pérdidas económicas. No solo en salud de los pobladores (estrés), sino que la propiedad circundante se deteriora sensiblemente al tener como vecino un lugar que genera ruido molesto. Imagino que eso sucederá con hoteles que tienen clubes sociales o salas de baile cercanos.
Esperemos que la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), a través de la Unidad de Fiscalización y Control del Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo (SEGAT) intervenga en este asunto
Se puede empezar por esto. Derecho ciudadano inalienable y sentido de autoridad.