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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 10 de septiembre de 2023

LA CAJAMARCA DE PEPE CHÁVEZ TEJADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 10 DE SEPTIEMBRE)

 


El sábado pasado tuve la oportunidad de asistir, parcialmente, a la presentación del libro de fotografías Cajamarca. Belleza, soledad y coraje del autor José Luis Chávez Tejada con quien tuve una conversación interesante sobre el origen y gestión de este libro que muestra a una ciudad de bellas construcciones que conforman un patrimonio monumental notable, que es la atracción e interés de arquitectos, historiadores, promotores culturales y operadores turísticos; y que genera una gran cadena de servicios de la que los peruanos y, sobre todo, sus autoridades no somos todavía conscientes del gran potencial que tenemos a mano. Pepe me comentó cómo logró obtener todo ese corpus fotográfico, logrados en la soledad y enclaustramiento de la pandemia, cuando las ciudades de casi todo el mundo parecían espacios fantasmales. Además, contó todo el tortuoso camino recorrido, entre burocracia e indiferencia de muchos actores decisivos, para tener el libro en sus manos. Hacer cultura en nuestro país es apasionante, pero también frustrante al no haber una respuesta efectiva no sólo por parte de las autoridades, sino de la población en general, sea por desinterés, desconocimiento y, las más de las veces, prejuicio. Hay todavía en el ambiente esa idea de que la cultura es aburrida o inaccesible al entendimiento. Tema para discutir en otros ámbitos. Este artículo se centra en la preocupación de Pepe y la de muchos ciudadanos que habitan en ciudades con rico patrimonio histórico cultural, pero que ven día a día su lenta desaparición. En agosto estuve de visita en su ciudad y muchas de la periferia; aunque Cajamarca y Cajabamba tratan de preservar su centro histórico evitando construcciones inapropiadas, no ocurre lo mismo con ciudades como Chota, Bambamarca, San Marcos, entre otras. Sus bellas plazas de armas dejaron de ser un espacio equilibrado para ser ahora un muestrario de edificios de mal gusto, sin enlucir, como una muestra equivocada del “crecimiento”. Esa desgracia es la que vemos en nuestra ciudad. Pese a todas las gestiones en Trujillo para convertir a Trujillo en Patrimonio Cultural de la Unesco convocando a vecinos, empresas e instituciones para ese objetivo; no se va a poder lograr, pues el espacio propuesto está tan deteriorado, tugurizado o derruido que se hace difícil lograrlo. Quizás una o dos calles. Actualmente Arequipa, una de las pocas ciudades que tiene ese estatus, se encuentra en riesgo de perderlo debido a la inadecuada intervención de constructoras en zonas intangibles. José Chávez se propone con este libro lograr convertir a Cajamarca en Patrimonio Cultural. Este objetivo debe interesar a todos, incluido el mundo empresarial. Los réditos serán beneficiosos para la ciudad y sus habitantes logrando una actividad alternativa y limpia que mejore su calidad de vida. Esperemos que los cajamarquinos asuman un rol más proactivo en el manejo de su ciudad evitando el mal ejemplo de nuestra indiferencia.



domingo, 30 de mayo de 2021

UNA FINAL TENEBROSA, ¿VALE TODO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE MAYO)


El viernes pasé mi primera vacuna. De manera ordenada y con poca gente, íbamos avanzando para ser inoculados; había pocas personas y pregunté a una doctora que nos atendió por qué había poca gente; ella nos comentó, apesadumbrada, que muchos ciudadanos no quieren vacunarse por temor a los efectos que estas puedan causar según habían oído. Cuando me comentaba eso, recordé ese programa en el que un periodista y un médico generaron tal desasosiego y dudas entre tantas personas mayores. El miedo funcionó; muchos compatriotas quizás hubieran podido evitar enfermarse e, incluso, salvar sus vidas; ese par de personajes siniestros sigue sus vidas sin remordimiento.

Sabemos que en toda campaña electoral la verdad es la primera sacrificada en estas contiendas. La invención o tergiversación de hechos personales, familiares o partidarios pasan por los comentarios escritos u orales entre la gente; eso es lo usual. Lo malo es cuando ya pasa a publicaciones reconocidas con sesgo tendencioso. El problema se agrava cuando la manipulación de datos cruentos oculta la verdad en desmedro de identificar y analizar el problema más profundo: narcotráfico; además, causa un profundo agravio, como es en este caso, contra los familiares de las víctimas, así como la grave situación en la que se deja a las personas comprometidas en la investigación (jueces y otras autoridades): todo esto confluye en el luctuoso evento acaecido en una pequeña localidad de la convulsa zona del VRAE. Extrañamente, la difusión de este hecho no fue por canales oficiales y su manipulación ha dejado desconcertada a mucha de la opinión pública que trata de no contaminarse de la locura mediática de estos días. En vez de abordar ese complejo tema que corroe la sociedad, los grandes medios de comunicación están optando por realizar campaña con un descarado y escandaloso manejo subjetivo de la información. Es sabido que nuestros medios informativos no son un dechado de profesionalismo periodístico imparcial, pero un poco de decoro sería bueno para evitar tocar fondo. La semana que resta será campo minado en el que la mentira y medias verdades relucirán de diferentes formas, más de un bando que de otro, obviamente. De uno solo escucharemos y leeremos sus propuestas; del otro, sus “maldades”. Después de haber escuchado las insólitas preguntas que le hicieron algunos reporteros a Richard Webb sobre su identidad y la temática que iban a abordar, uno se pone a pensar en manos de quiénes está la información que nos debe de llegar en momentos cruciales. Panorama incierto por venir.

PD. Juan Manuel Ochoa, Jaguar en el imaginario popular, ha muerto. Conversamos largo y tendido en su visita durante nuestra segunda versión del Festival de Cine Peruano de Trujillo. Hablamos de amigos comunes, cine y algunos proyectos que quería desarrollar en nuestra ciudad. Murió como ese villano entrañable que tenemos en nosotros: luchar por uno mismo. Buen viaje.


domingo, 6 de septiembre de 2020

PESADA HERENCIA JUVENIL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 SETIEMBRE)

Durante la semana fui invitado a conversar telefónicamente con un periodista conocido para comentar sobre la actitud de la juventud frente al retorno de la cuarentena y su respuesta indiferente e, incluso, díscola frente a toda normativa que se ha dado a medida que la pandemia y la emergencia económica se han ido desarrollando en nuestra sociedad. La estrategia del programa radial es narrar experiencias personales de todos aquellos que, por la edad, han pasado momentos sociales tensos como toques de queda en conatos de conflictos armados externos (simulacros de bombardeo nocturno en 1981) o la terrible época de los movimientos sediciosos que asolaban ciudades del país. Es una forma de invitar a la reflexión a jóvenes que no están conscientes del peligro que esta situación sanitaria significa. Se pide educar con el ejemplo.

Pero tres situaciones tiran por tierra toda buena intención de llamar al sentido común a jóvenes individualistas, escépticos y formados en una burbuja de una realidad económica que se ha venido abajo. El primer caso se suscita con la lamentable falta de la autoridad, la PNP, al haber mentido sobre el manejo de los acontecimientos de la discoteca de Los Olivos. El ocultamiento de una verdad sobre las causas de la mortal estampida humana deteriora más su credibilidad, pese a que todos los demás elementos son una clara demostración de la irresponsabilidad social: desde el funcionamiento de este inaparente local para una fiesta y los organizadores hasta las absurdas justificaciones que algunos padres dan sobre el comportamiento de sus hijos.

El segundo es sobre las condiciones dadas en diversos espacios laborales, ahora graves focos de infección. Un amigo me comentaba cómo el crecimiento de contagio de personal en zonas agroindustriales, compañías mineras o pesqueras se ha vuelto incontrolable. Los contagios en un inicio eran de 30 por ciento; ahora llega a casi 85 por ciento; uno de los infectados fue este amigo, quien a su vez contagió a su esposa e hijos. Comentaba que, en una campaña de reclutamiento para cosecha, el 100 % reclutado para el primer día retornaba solo el 12% al día siguiente. Esta información es alarmante, pues no solo afecta la productividad en general (hablando en frío), sino la cantidad de personas que se la expone al contagio, muchos de ellos jóvenes necesitados de trabajo.

Y la tercera vino de la boca de una congresista, Martha Chávez. Las opiniones vertidas, tendenciosamente racistas, sobre Vicente Zeballos dejaron atónita a la opinión pública. Tal fue el calibre de sus insidias que hasta su partido político marcó distancia. Pero la posterior respuesta a su partido ha sido peor, pues muestra una actitud de soberbia no solo con sus correligionarios, sino contra todos esos jóvenes que emitieron su voto por ella. Su desprecio nos dice lo que piensa de ellos: simple ganado que debe de seguir sus consignas.

Transparencia y respeto con ellos. Empecemos por ahí

domingo, 16 de agosto de 2020

LO MISMO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE AGOSTO)

Cuarentena. ¿Inesperada? No. ¿Injusta? Quizás para muchos que viven el día a día en la burbuja en la que hemos vivido por años y que nos estalló de pronto. El modelo de país apoyado por muchos se nos vino abajo. Las críticas hacia otros llueven para zafarnos de la responsabilidad política que tenemos como sociedad. Pese a los llamados de atención de diversas personas que reclamaban por los errores ahora desnudados descarnadamente y con una virulencia que han afectado a muchas personas cercanas a muchos ciudadanos, volteamos el dedo acusador a la cabeza máxima de un estado debilitado por nuestras propias decisiones. Veamos nuestra historia electoral y veamos la lista de autoridades que hemos puesto en alcaldías, gobiernos regionales y gobiernos centrales. La democracia nos exige también que asumamos nuestra responsabilidad histórica.

En marzo cuando se entró en la primera cuarentena, la reacción de todo el mundo era obvio: pánico. No solo por la pandemia, sino por el cáncer enquistado en nosotros. Es tan grande la informalidad que cualquier plan de ayuda de directa o indirecta será insuficiente para poder asistir a ciudadanos o familias. Otro factor: la actividad bancaria es un servicio caro y, como se ha visto ahora en muchos casos, ineficiente que deja secuelas lamentables. Los bonos no funcionarán no porque sea una mala intención del Gobierno actual, sino por la escasa bancarización de una sociedad que desconfía de cualquier banco por los costos de sus servicios. Y también está el gusto de la informalidad de muchas personas que prefieren estar fuera del sistema para evitar tributar, por ejemplo. Costo y evasión son variables de un mismo drama.

También están los negacionistas y anti reglas de toda índole que surgieron desde que empezó la pandemia. Recuerdo a aquellos comentaristas que se burlaban del COVID-19 y las medidas adoptadas; y que, al final, resultaron infectados quedando en el mayor de los ridículos. Pero, lejos de aprender esa lección, vemos una nueva oleada de comunicadores, líderes religiosos (abrir los templos para el culto, por ejemplo), políticos (“todo está bien en mi ciudad”), empresarios (la actividad minera es un foco infeccioso del que poco se está hablando) y muchas personas que con sus actitudes han permitido que la pandemia se haya expandido más en las últimas semanas. Haber levantado la cuarentena fue motivo para que mucha gente haya hecho locuras. Me comentó una amiga de Huanchaco que el primer domingo libre de las restricciones, el conocido balneario recibió una visita apabullante de gente tal que la distancia social no era para nada respetada. La celebración del aniversario de un equipo de fútbol con fuegos artificiales y marchas fue una muestra infeliz en momentos como estos. El desequilibrio emocional puede ser una causante, pero la irresponsabilidad es también un factor que nos indica cuán miserable ha sido nuestra formación social por velar nuestra persona y su entorno.

domingo, 30 de junio de 2019

CALIDAD DE VIDA DETERIORADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE JUNIO)


La semana pasada, un artículo aparecido en el semanario económico en un diario de la localidad daba cuenta del atraso e, incluso, retroceso de diversos indicadores de nuestra ciudad y Región, frente a otra con la cual existe (debería de ser así) una sana rivalidad y que nos permitiría tener un buen horizonte para trabajar en conjunto. Estos deben de ser tomados como referencia inmediata para que Trujillo y la Región La Libertad en su conjunto acorten esta brecha en un lustro. Esa sería desde ya un buen comienzo.
Sin embargo, el día a día trujillano es un espacio en el que vemos con desazón y frustración cómo nuestra calidad de vida se va deteriorando a pasos agigantados. Eso hace que muchos ciudadanos tomen decisiones trascendentales para sus vidas. Por estos días, una pareja de amigos ha decidido dejar Trujillo definitivamente por varias de esas lamentables razones. A ellos les va bien económicamente. Sin embargo, para ellos Trujillo ha dejado de ser un lugar atractivo para vivir y parten decepcionados de ver tantas oportunidades perdidas.
Quiero exponer algunos ejemplos en los cuales, la carencia de una madurez cívica ciudadana y la ausencia de autoridad han sido las principales causas del deterioro de ciertas condiciones básicas para mejorar o empeorar la calidad de vida de los ciudadanos. Un ejemplo inmediato personal es el del ruido: nadie protesta por ello y la respuesta usual es que este quehacer ruidoso es parte de nuestra idiosincrasia (¡). Esto permitiría entender la indiferencia de ciudadanos y autoridades no solo ante la cantidad de ruidos molestos generados por el tráfico y el comercio en general (no solo el centro, sino cualquier rincón de la ciudad), sino el generado por entidades públicas de cualquier índole. El caso concreto al que me refiero es el del Colegio Liceo, institución “educativa” que tiene una banda militar en un espacio inadecuado para su aprendizaje y ensayos. Los momentos empleados por esta institución para los ensayos de la banda es entre las 8 a 10 de la noche, con la consiguiente perturbación de los residentes de la zona. Es, en otras palabras, un mal vecino, pues no vela por la tranquilidad de los habitantes de la zona. El respeto es un valor que debería ser enseñado en toda institución educativa y estas acciones son todo lo contrario. El ruido genera daños en las personas. Pero hay algo concreto y sensible para todas las personas: genera pérdidas económicas. No solo en salud de los pobladores (estrés), sino que la propiedad circundante se deteriora sensiblemente al tener como vecino un lugar que genera ruido molesto. Imagino que eso sucederá con hoteles que tienen clubes sociales o salas de baile cercanos.
Esperemos que la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), a través de la Unidad de Fiscalización y Control del Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo (SEGAT) intervenga en este asunto
Se puede empezar por esto. Derecho ciudadano inalienable y sentido de autoridad.

lunes, 27 de agosto de 2018

PADRES EN SU SOLEDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN PARCIALMENTE REPRODUCIDO DIARIO LA INDUSTRIA DOMINGO 26 DE AGOSTO)


La reciente lamentable muerte de la niña Xohana Guerra en un buzón de la plaza de armas de Cerro Azul, Cañete, viene a ser una suerte de triste colofón, de una serie de errores inmediatos y mediatos que debemos de tener en cuenta. Rodeados por la cultura de informalidad y la displicencia, cada uno de los actores de esta triste experiencia es una larga suma de errores sociales (algunos de los cuales justificamos como casualidad) que está generando una larga retahíla de niños y adolescentes heridos o, en lo más extremo, muertos.
La cultura del aislamiento que se viene desarrollando agresivamente en nuestro siglo ha cambiado comportamientos y perspectivas de todas las personas de una sociedad, personas que asumimos diversos roles, entre los cuales están el de ser hijos y padres de una familia. Este acelerado proceso de aislamiento ha coincidido con una tergiversación de reconocimiento de valores individuales, así como un marcado ensimismamiento de las personas de su mundo personal, ayudado por la presencia de un mundo electrónico invasivo que hace que mucha gente deje sus labores de su compromiso social (como es el del preocuparse del prójimo, entre estas, la de cuidar de sus hijos) para sentirse raramente integrado con el mundo descuidando a su entorno. Así no es raro ver a policías, mozos, secretarias, maestros, padres de familia en general, más preocupados por su celular que de las personas a las cuales se dedica. El caso de Xohana, producto inicial de un descuido, es el largo hilo de una madeja. Agreguemos a esto, la informalidad y la escasa cultura de la prevención y seguridad para tener una de las tantas tragedias familiares de nuestro país.
La tergiversación de valores es otro de los grandes problemas en este mundo plagado de derechos y escaso de deberes. La niñez y la juventud han tenido grandes avances en el reconocimiento de sus derechos, aunque faltan muchos pasos más por dar. El abuso de estos derechos por parte de adultos, entiéndase padres de familia, genera una fuerte debilitación del crecimiento de relaciones sanas en el núcleo familiar. Los niños y adolescentes crecen en mundo avieso en el cual su persona es el centro del mundo y los demás son accesitarios. Craso error. Grandes conflictos de jóvenes mimados, carentes de límites y autoridad los vemos cada día. Estas carencias devienen en rebeldía extrema, escasa emoción social, frustración por su dependencia en todos los campos. Muchos jóvenes intentarán medidas extremas (como el suicidio) para hallar respuestas a un periodo doloroso el cual no tuvo cimientos sólidos desde la niñez por exceso de sobreprotección y carencia de reglas de convivencia. Hay muchos padres que en su accionar debilitan su propia figura de autoridad, la cual será un patrón referente para ese joven, quizá futuro padre o madre de familia.
La sociedad nuestra, además, genera situaciones que generan dudas en el crecimiento de niños y adolescentes. Se les habla de valores y ven un mundo adulto lleno de cínicos y corruptos; se les habla de la unidad familiar y vemos cada vez más madres adolescentes tratando ellas mismas de sobrevivir; por eso se llaman adolescentes, pues carecen de muchos recursos aún. La sociedad lejos de apoyar dando buenas herramientas a diversos jóvenes que desconocen todo, se les da la espalda aduciendo criterios religiosos o morales de quienes, a veces, no tienen ningún sustento más que el de sostener sus creencias. La educación sexual correcta en el Perú es urgente. Así no lanzaremos a la vida a padres tan jóvenes que después generan una cadena de problemas de nunca acabar.


domingo, 24 de junio de 2018

¿CORDURA? (ARTÍCULO DE OPINIÓN EN EL DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 24 DE JUNIO) A PROPÓSITO DEL EQUIPO PERUANO Y NUESTRA SOCIEDAD EN RUSIA 2018


El fugaz paso de la Selección peruana por el Mundial de Fútbol Rusia 2018 ha llegado a su fin. La locura previamente desatada, sobre todo, en los medios de comunicación comenzará a moderarse o comenzar a apuntar sus baterías hacia las próximas elecciones municipales y regionales. Aunque aún es muy pronto para obtener observaciones de esta vivencia, me atrevo a lanzar algunas en base a lo visto y vivido en estos meses.
La primera está en el desborde económico, social y familiar que ha significado para cientos o miles de peruanos que han hecho una serie de acciones poco coherentes, cuyas consecuencias no están del todo claras y, personalmente, no se vislumbran de manera positiva. Personas que hayan vendido muchas de sus propiedades o renunciado a sus centros de trabajo por asistir a un evento dan indicios de una situación un poco insana de nuestra psique social. A todo esto, los medios de comunicación y todo tipo de publicidad azuzaron a los débiles consumidores a hacer gastos más allá de sus posibilidades. La justificación está dada, de primera mano, en costumbres del libre mercado; una forma para distanciarse de cualquier responsabilidad de la locura desatada en sectores resentidos económicamente. Sería interesante tener un porcentaje o una cantidad para saber cuánta gente ha adquirido deudas de largo plazo por esta celebración que los compromete a ellos o, peor aún, a sus familias. El hecho de que varias de estas personas hayan sido entrevistadas y puestas en escena como “modelo de hincha” generó una absurda envidia comentada por diversas personas de diversos estratos sociales: lo importante era estar allí sin tomar en cuenta medida alguna. Solo vivir el momento, el mañana ya se verá. Quizá varias personas no retornen al país y engrosen las filas de emigrantes ilegales que pululan por las calles de Europa; aquí las condiciones laborales no son óptimas habida cuenta que ahora hay inmigrantes extranjeros, sobre todo, venezolanos calificados que pueden suplir esos puestos. A menos que sus empresas les hayan otorgado unas generosas vacaciones, como parece ser se las han dado a los congresistas que decidieron estar presentes en el evento deportivo.
La otra es la desproporción para juzgarnos y juzgar a estos jugadores endiosados y perdonados por la gente. Se le pide a una persona que gana un sueldo mínimo de 950 soles a hacer bien su trabajo, so pena de despido, ¿y no exigirles la misma responsabilidad exigida a los demás a una persona que gana igual cantidad, pero, por hora, que es de dedicación profesional exclusiva en ese rubro, que gana mucho dinero extra en aparecer en TV o en cualquier publicidad deportiva, de bebidas, de Cajas Municipales o Bancos, de televisores, de campañas políticas? Indudablemente nuestra autoestima está modulada por la voluntad comercial detrás de ellos. Sino no se entendería que la gente llore y cante a gritos el Himno nacional en un partido y no en lo trascendente. Pan y circo.

domingo, 4 de febrero de 2018

TURISMO, ¿MAL NEGOCIO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 04 DE FEBRERO) UNA GALLINA DE HUEVOS DE ORO, OPORTUNIDADES PERDIDAS

Para dos ciudades norteñas, el 2018 empezó con la grata noticia que abre un sinfín de oportunidades para su población, su economía y su desarrollo sostenible: Cajamarca ha sido seleccionada entre los 18 mejores lugares del mundo para visitar por la cadena de televisión CNN en español; y Trujillo lo ha sido por la revista Forbes. Esta grata nueva ha caído como un regalo de posibilidades para ambas ciudades que tienen ante sí un reto que deben de asumir sus autoridades, su mundo empresarial, sus habitantes. De hacer una buena gestión que involucre el mayor número de actividades complementarias al turismo, los réditos serán abundantes y, sobre todo, permanentes y en expansión; de lo contrario, si actuamos ante “una gallina de huevos de oro”, el resultado puede ser desastroso para comunidades que aún no identifican al turismo como el gancho que les permitirá mejorar su calidad de vida, la de su familia y la de su comunidad.
Ciudadanos de Trujillo han tratado por años de convertir su ciudad y región en polos de desarrollo turístico; pero, se han topado con angurrias personales, sobrexplotación de recursos, indiferencia de autoridades y escepticismo de los pobladores. Ejemplos: he visto taxistas engañando impunemente a turistas desorientados; otro, estamos inmersos en el problema de la basura, mucha de esta provocada inconscientemente por los pobladores: ver los mercados y sus entornos o cómo quedaron Huanchaco o la Plaza de Armas tras la visita papal es una muestra de la inmadurez de la población sobre el manejo de residuos sólidos. No hay una estrategia socioeconómica y educativa para una población que genera tanto desecho visto hasta en las rutas de entrada de la ciudad. Otro: el servicio turístico establece diferencias de tarifas que paga un extranjero cuando visita un lugar arqueológico o de interés histórico o cultural: muchos turistas se preguntan el porqué de esos privilegios al ver la diferencia numérica y se sienten estafados o discriminados (lo es en el fondo) frente a un servicio. No debemos de olvidar que lo que se ofrece en un sitio arqueológico o un viaje de aventuras es un servicio a un usuario, un turista que llega a tomarlo.
Las comparaciones son odiosas, pero útiles si se quiere lograr objetivos: Arequipa logró una extraordinaria movilización de su población en los años 70 con el fin de mejorar su ciudad y convertirla en un polo turístico. Pero esa acción estuvo liderada por sus autoridades y principales, y toda la población ponía su grano. Se quería poner a la ciudad en el mapa turístico. Desde el ambulante frutero hasta los empresarios dueños de negocios céntricos, la población se movilizó hasta lograrlo. Trujillo debe de trabajar por su orgullo de pertenencia, respeto a su patrimonio, por su identidad histórica cultural; que sus habitantes, oriundos y foráneos, se sientan orgullosos de sus logros y comprometidos en sus cambios. Ya no mendigos sentados en un banco de oro.

domingo, 26 de febrero de 2017

LA VIDA COMO RATING (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 26 DE FEBRERO)

Informar es una de las funciones obligatorias, por no decir la principal, que cumplen cotidianamente los medios de comunicación con el fin de tener al tanto a la comunidad sobre diversos acontecimientos que suceden en nuestra localidad. Cumplen, así, con los derechos de los ciudadanos a la información, al conocimiento de su entorno, y contribuyen indirectamente en la educación de una sociedad. Son, además, forjadores de la conciencia política, cultural y social de sus habitantes. Los espacios físicos y virtuales de un medio se convierten en lugar de debate público y son también una vitrina de los acontecimientos relevantes de todo tipo de los diversos hechos e incidentes que suceden en nuestra ciudad, país y el mundo. Han ayudado y ayudan a desenmascarar actos delictivos de todo nivel, como el que venimos viviendo todos los peruanos con la escandalosa corrupción del grupo Odebrecht en el mundo político en todos sus estratos. Por eso, es el cuarto poder. Alta responsabilidad además.
Hay algunos hechos, los luctuosos, que llenan los diarios y se han convertido en una parte relevante en la estructuración cotidiana de muchos medios de la localidad, el país y el mundo. Se convierten en su primera plana con el fin de resaltar, pensemos optimistamente, la escalada de violencia de nuestra ciudad. En el mundo del periodismo se sabe que el tratamiento de una noticia debe de ser lo más objetiva posible; sin embargo, el prisma con que abordamos tal o cual acontecimiento no deja de tener una perspectiva personal. Si uno ve un film como Rashomon del maestro Kurosawa, podrá constatar que un incidente cualquiera recibe percepciones diferentes que no dejan de ser parte importante de la verdad como un todo.
Cuando la noticia que se ofrece recibe una fuerte distorsión que va más allá del simple hecho de informar y manifiesta una intención abiertamente reñida contra la ética profesional, la comunidad debe de sancionar y manifestar su abierto rechazo ante la burda manipulación de la verdad. El hecho como la muerte de un niño existe, pero se convierte en un espectáculo circense para modelar el morbo de una población ya deformada por el tosco tratamiento de este tipo de noticias. El ser humano es mostrado en una vitrina para el torcido gusto de cierto público y convierte al personaje de tal o cual evento en una cifra más de un sistema cuyo motor económico es el dolor y sangre en este tipo de medios. La contribución de estos medios es nimia, escasa, nula; pues coadyuva a formar la conciencia de una población escasa de valores edificantes. Si queremos verlo desde una perspectiva negativa, sí redunda una autopercepción de clase contra la cual la educación, las corrientes preventivas contra la violencia y propuestas por mejorar la calidad de vida de las personas se oponen.

En la novela Tinta Roja del escritor chileno Alberto Fuguet, el periodista Faúndez, principal redactor de un diario amarillista, decía que estos diarios eran la columna social de los estratos más deprimidos. Esta lógica sigue siendo vigente.

domingo, 27 de noviembre de 2016

FUEGOS QUE MATAN. ARTÍCULO PARCIALMENTE PUBLICADO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA DE TRUJLLO 20 DE NOVIEMBRE

Hace tres semanas escribí en un diario local un artículo de opinión sobre el valor de la vida en el Perú. En ese entonces, me motivó escribir el mismo por la triste muerte de tres bomberos en un misterioso incendio en Lima aún no del todo esclarecido. Pocos días antes se había difundido por las redes un estudio realizado por William Chopik de la Universidad Estatal de Michigan (https://www.indy100.com/article/psychopaths-countries-map-world-empathy-least-seven-lowest-7363926), en el cual se ubica a la sociedad peruana como la tercera más empática a nivel mundial. El informe resulta de lo más irónico por la forma en que nosotros concebimos la seguridad y la prevención, medidas precisamente para velar la integridad de los demás y de uno mismo. De mantener ese criterio, la sociedad peruana debería de estar entre las más protectoras de la vida humana. Sin embargo un nuevo incendio este último miércoles nos salta en la cara. Así pues, todo lo que ha sucedido y viene sucediendo en nuestro país es una muestra que desmiente la posición de una sociedad altamente empática.
A lo largo de la historia peruana han sucedido diversas tragedias y desastres, muchos naturales, otros provocados por la mano del hombre, sea por intención o por descuido. Los desastres naturales son por ahora inevitables, pero la falta de previsión y el relajo en las medidas de seguridad en diversos procesos y protocolos hacen que un desastre sea altamente mortífero no por acción natural, sino humana. Los siniestros o incendios en construcciones no son de origen natural o, como aducen algunos, divino; son producto las más de las veces de la irresponsabilidad, la corrupción, la mala fe o la ignorancia de personas encargadas de dichas medidas. El uso de ciertos materiales, el otorgamiento de licencias de manera oscura, el robo sistemático de ingredientes o el uso excesivo de ciertos materiales que deberían estar de baja son algunos de los factores nada naturales que han sido grandes causantes de tragedias que comienzan con un cortocircuito, el desgaste de cables, la acumulación de material inflamable, etc. La negligencia humana está, además y hay que resaltarla, en la actitud de conmiseración que se tiene ante ciertas situaciones que sabemos son altamente riesgosas: un ejemplo de ello es el comercio ambulatorio que es permitido y hasta justificado para permitir que diversas personas puedan llevar un pan a sus hogares, cuando en realidad pueden llevar la muerte a otros. El caso de Mesa Redonda aún resuena para muchas personas, pero para otras no pasa de ser una anécdota hasta que esperemos otro gran incendio que cause la muerte de 277 víctimas. Entonces se volverá con eterna letanía y la búsqueda de culpables. Pero más irresponsable es el caso de diversas empresas que con el fin de reducir costos no titubean en “sacarle la vuelta a las normas” con el fin de incrementar sus ganancias adosando su irresponsabilidad a la vida de sus empleados, obreros o clientes. Basta darse una vuelta para ver las condiciones con las que ciertos locales de expendio masivo, centros comerciales, tiendas de departamentos en las que fueron inaugurados y en las que se encuentran ahora. Veremos puertas selladas, escasez de grifos o extintores, material inflamable que reemplaza a uno más seguro pero caro, un largo etcétera que valdría pena revisar, cuestionar y actuar antes de convertirse en un nuevo crematorio de inocentes.

Así ya podremos decir que somos una sociedad altamente empática.

domingo, 31 de julio de 2016

NUEVOS AIRES DE MODERNIDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 31 DE JULIO)

El discurso emitido a toda la nación por el nuevo Presidente este 28 de julio aún resuena entre muchos peruanos y es motivo de comentarios de los más diversos. En los cuarenta minutos que duró el mensaje, se esbozaron algunas líneas troncales que serán el norte del nuevo Gobierno y que esperan el consenso de todos los peruanos, incluso de aquellos que dicen ser la oposición, pese a que tienen más puntos en común que de disentimiento. Las propuestas tuvieron que ser presentadas de manera general por ser un discurso que presenta lo que se quiere trabajar y sobre las que fundamentará su trabajo por este lustro.
Un punto de interés y que es vital para el país es el de la Educación. En su original Plan de Gobierno, se contempla una serie de detalles que abarcan a esta de manera global y articulada. Hay programas que se van a continuar con los afinamientos necesarios; pero la necesidad de retornar a ciertos cursos en el currículo escolar, importantes para la formación holística de un ser humano, es un buen anuncio. Un buen ejemplo es el caso del curso de Música. Para muchos, este curso no es más que un relleno en un plan curricular; sin embargo, además de incrementar la cultura y sensibilidad de cualquier niño o niña, es también una herramienta indirecta, pero efectiva,  para el aprendizaje de idiomas, uno de los puntos más débiles de nuestros proyectos educativos.  Un conocimiento básico de la tonalidad y la melodía aproxima a los jóvenes a nuevas lenguas con más ventajas que aquellos que tienen una pobre formación acústica. El sentido excesivamente utilitarista que prima en las personas e instituciones debe de dar un paso atrás para poder mejorar diversos índices educativos que nos avergüenzan continuamente. Otro curso que se debe de revalorar es Educación Cívica, curso vapuleado que, en muchos casos que conozco, su evaluación dependía de la participación de un alumno en marchas, ceremonias religiosas u otras actividades que exigían la presencia de este. Un curso como este debe de ser el constructor de la ciudadanía, por lo que debe de ser un cuestionador de los problemas sociales generados por la corrupción u otros defectos sociales. Su buena implementación va a permitir fortalecer el tejido social tan venido a menos en las últimas décadas; además de tener ciudadanos responsables y conocedores de sus derechos, permanentemente pisoteados en todos los campos sociales. Importante es haber oído sobre la necesidad de un retorno urgente de las humanidades en toda la educación de nuestro país. Estos cursos fortalecen la conciencia individual y colectiva de una sociedad. Hemos sido testigo cómo estos cursos han sido siendo desplazados paulatinamente de todos los currículos educativos, no solo escolares, sino en institutos y con mayor descaro en universidades.
Pero dicen que el infierno está empedrado de buenas intenciones. Espero que la voluntad nacional no sea que lo dicho quede en intenciones